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Capítulo 4 ✗ Sin él

[Pasado]

                     ~ A Y L I N ~
Me es difícil seguir con mi vida después de que él se fué. Por más que me esfuerzo, trato, no logro olvidarlo ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Cómo olvidar todo lo que pasé con él? ¿Cómo olvidar a cada uno de ellos? Y sobre todo, ¿cómo olvidar la existencia de los vampiros? No puedo fingir, no puedo olvidar que yo conocí a un vampiro.

Han pasado días, exactamente dos semanas desde que Darren se marchó, entre más pasa el tiempo, es más doloroso recordarlo. Nunca pensé que estaría sufriendo de cierta forma por alguien. Darren cambió mi vida, para mal, solo llegó para joderlo todo. Si almenos nunca hubiese llegado al edificio, sí no lo hubiera conocido, no estaría así en éste momento. Soy tan estúpida por creer en él, por confiar en un vampiro. Yo sola me condene, mi error fué enamorarme de él.

Sin pudiera cambiar las cosas, si pudiera retroceder el tiempo... Nada sería igual. Sin embargo, todo lo que pasé, no se borra de mi mente, Darren fué tan egoísta por no borrar mi mente, si pudo hacerlo ¿por qué no lo hizo? ¿por qué no borró cada momento que pasé rodeada de vampiros?si pensaba abandonarme/ causarme daño ¿por qué me dejó con vida? al final lo único que queda solo son horribles recuerdos. Su partida me sigue doliendo, trato de ser fuerte, no puedo. Darren tenía razón, solo soy una simple, ingenua humana que cayó en las garras de un monstruo. Aquella que se dejó arrastrar a su oscuro sobrenatural mundo.

Por un momento pensé que él volvería... por mí. Aún no me hago la idea de que se fué sin importarle lo mucho que me sigue afectando su partida, me dejó sola, no le importó todo lo que pasé, perdí por él. No le importó nada. No valoró el gran esfuerzo que hice, le importó muy poco que yo arriesgue mí vida por él.

Podría decir que lo a odió, un odió que le tengo por haberme abandonado, sin embargo en el fondo, aún lo sigo queriendo...

Después de lo ocurrido en el bosque, regresé al edificio. Sin darle ninguna explicación a mí madre, que al final, tuve que hacerlo:

“¡Se fueron Mamá! ¡Ellos se fueron!

Fué tan difícil admitirlo, hacerme la idea. Ellos nos hicieron tanto daño, realmente estoy loca. Perdí a mi verdadera madre, el peligro que expuse a Carlos, a Sam y a mi tía, estuve en peligro, todas las pérdidas que causaron desde su llegada y apesar de todo, me gustaría que volvieran. Si tan solo pudiera volver a ver a Darren.

Idea descartada.

Lo dejo claro en esa carta.

No piensa volver

Que me olvidé de él

¿En verdad creé que es tan fácil?

Tal vez todo fué una simple engaño, en verdad supo fingir bien. Dudo si realmente sintió algo por mí, si me hubiera querido, no se hubiese ido. Tal vez, los dos hubiéramos encontrado una solución, yo hubiera sido capaz de dejar mi mortalidad por él, juntos. Sin consultarmelo se fué, huyó el muy cobarde.

A quien engaño

Somos distintos, de distintos mundos.

Me engañe a mí misma, imaginé estar siempre con él, una vida con un ser oscuro. Un sueño irreal.

Tal vez, Darren ni siquiera le afecte, tal vez él si logré olvidarme. Él en aquel Castillo siendo un rey y yo aquí, que el maldito dolor me consuma.

Los primeros días, sí que fueron difíciles, no comí, no salí de la cama por más que Sara insistió. Lloré sin parar. Las pesadillas fueron constantes, difícil conciliar el sueño, él estaba presente en cada una de mis pesadillas. Y lo más difícil fue, contárselo a Sam. Los próximos días no asistí a clases, apesar de haber perdido a demásiadas clases. Estaba segura que iban a rebrobarme, la verdad me importaba muy poco. Mis ánimos eran bajos. Ese día, Sam vino a verme y con lágrimas en los ojos, soportando el nudo en carganta, reviviendo de nuevo el dolor le conté todo. Le dije que se fueron sin entrar en detalles. Evite contarle a Sam sobre la carta, esa carta que por muy tonta escondí, nada cambiaría.

Tal vez estoy exagerando.

Me aferré, me acostumbré a su presencia, su cercanía, llegué a pensar que con Darren estaba menos sola. Creí que éramos iguales, ambos en un mundo de mentiras, realmente jodidos.

Darren siempre fue el verdadero peligro y sin importarme, no huí de el a tiempo.

...

—Aylin levántate de esa cama. —escucho la voz de mi madre.

—No quiero

La oigo suspirar.

—Aylin

—¡Vete quiero estar sola, puedes entenderlo! —le grito desde la cama.

Hundo mi cabeza sobre la almohada.

—No puedes seguir así

—Es mi problema —murmuro.

—Bien, haz lo que quieras Aylin, si quieres seguir así adelante, ya me harte de tratar de hacerte reaccionar. Estás exagerando hija, estás así por alguien que no vale la pena. Eres egoísta. —levanto la cabeza al escuchar las palabras de mi madre— te importa más él que tú propia madre, yo también perdí a mi hermana. —me doy la vuelta, me incorporo en la cama, veo a Sara vestida con el uniforme de enfermera— y aún así estoy de pie, sigo con mi vida. Deberías estar agradecida que se fueron, al menos te dejaron con vida.

Dicho esto y Sara se da la vuelta, termina por salir de la habitación soltando un portazo a la puerta.

Muerdo mi labio inferior tratando de no llorar, flexiono mis rodillas y hundo mi cara sobre ellas.

Tal vez tiene razón

+++

Estoy en mi habitación, acostada en la cama, metida entre las cobijas cuando escucho la puerta ser abierta, levanto mi cabeza, la giro un poco viendo la puerta ser abierta. Me incorporo rápido hasta quedar sentada, veo a Sam asomarse por la puerta.

—Hola Lin

—Eres tú —digo desanimada.

Sam se adentra a la habitación y cierra la puerta detrás de ella.

—¿Quién creías que era?

Evito responder esa pregunta, siendo reemplazado por silencio de mi parte.

—Perdona si entre sin permiso, estuve tocando pero nadie me abrió. Tuve que usar esto para entrar. —añade ella.

Sam me muestra un pasador con las puntas abiertas.

—No oí la puerta —me limito a responder

Sam avanza hasta la cama.

—¿Y Sara?

—Se fué a trabajar

—¿Y te dejo sola? —pregunta mientras toma asiento en la cama.

—Siempre he estado sola Sam, —hago una pausa— creo que prefiere ir a trabajar que batallar conmigo, —agacho la vista— me odia.

—Claro que no

Levanto la vista

—Por mi culpa perdió a su hermana, mi madre —digo con un hilo de voz.

—No es tu culpa, —Sam toma mi mano y coloca su mano sobre la mía— no te odia, yo tampoco lo hago. A los únicos que odio son a ellos. Ellos tienen toda la culpa de todo.

Asiento varias veces.

Sam se acerca un poco más.

—¿Cómo estas?

Me alzo de hombros.

—Te ves terrible

—Que buen alago

Sam es la única que ríe.

—Lo siento —aparta su mano— pero realmente te ves mal, Lin no has asistido a clases.

—No tengo ganas de ir Sam

Ella inclina un poco la cabeza.

—No has dormido ¿verdad?

Niego

—No puedo, los horribles pesadillas no me dejan.

—¿Ya fuiste al ver a un doctor?

Asiento

—Sara me obligó, me recomendo unas pastillas pero, no hacen efecto. Unas simples pastillas no hará que esto pare, no logrará que lo olvide.

—Y más si sigues empeñada en él. —dice Sam.

Enarco una ceja.

—Lin creo que esto te está afectando demásiado, si sé que te duele que se fué Darren pero tienes que seguir con tu vida, no puede hundirte, no puedes estar todo el día en la cama sufriendo por él. Tú eres fuerte.

—No lo soy Sam —digo con un hilo de voz.

Sam me toma de los hombros y me zarandea.

—Lo eres, te enfrentaste a muchos monstruos y saliste ilesa. No puedes permitir que esto te arrebase, no Lin. No estás sola, lucha, me tienes a mí, a tu madre, a Carlos, el pobre a preguntado por ti, ni siquiera has ido a verlo. Yo sé que cada quien lucha con su dolor pero Lin, basta, basta de sufrir por él ¿de qué te sirve? Él no va a regresar. Sigue con tu vida. Demuestrale a Darren que puedes seguir sin él.

Sam me suelta lentamente. Mi labio tiembla al punto de romper en llanto.

—Tambien salí afectada con todo esto y aún así, quiero y debo salir adelante. Vamos a ser sinceras, lo mejor fué que ellos se fueran. Hay que seguir con nuestra vida normal, lejos de montruos. —añade ella.

Limpio una lágrima que se deslizó por mí mejilla.

—Pero no puedo sóla

—Me tienes a mí

Sonrió, por primera vez, después de tanta tristeza, una leve sonrisa se plasma en mi rostro.

Me acerco a Sam, la jalo y le doy un fuerte abrazo. Ambas empezamos a llorar, presiono a Sam entre mis brazos.

Agradezco tenerla conmigo.

Me separo de ella, ambas limpiamos muestras mejillas.

—Tienes razón, debo seguir adelante.—menciono.

Sam sonríe ampliamente.

—¿Y sabes cuál es el primer paso?

Niego

Sam se levanta de la cama y se coloca las manos en su cintura.

—Que te levantes y te des un baño ahora.—Sam jala las cobijas— vamos amiga, es hora de seguir adelante.

Asiento, con pereza me levanto de la cama. Bajo los pies y me coloco las pantuflas. Giro a ver a Sam.

—Me gustaría después llamarle a Carlos.

—Apuesto que se pondrá feliz de escucharte—me dice Sam y me levanto de la cama— gracias por estar aquí Sam.

—Soy tu amiga no lo olvides

Le sonrió, me dirijo al armario, saco ropa al azar, me doy la vuelta y entro al baño. Me recargo en la puerta soltando un suspiro.

"Puedo fingir"

+++

Después de haber tomado un baño, regresé a la cama. En éste momento Sam se encarga de peinar mi cabello, ella a aplicado un poco de maquillaje tratando de esconder mis notorias ojeras. Hace poco le llamé a Carlos, le sorprendió tanto al escucharme, al igual que a mí. Obvio evite contarle todo, como realmente me encuentro, agradezco que Sam se mantuviera callada y no haya dicho nada. Tal vez pronto vaya a verlo, él se a mantenido guardando reposo en su casa, por suerte sus padres volvieron, por supuesto, no saben nada. Entre todos, decimos guardar un oscuro secreto.

—Sabes ya puse en venta la casa de mi madre, me gustaría cambiarme lo más pronto posible.

—¿Estás segura que quieres venderla? Es lo único que te queda de ella.

—Seria más difícil seguir viviendo ahí y sentir su presencia.

Me doy la vuelta, Sam deja de peinar mi cabello.

—Cuentas conmigo

Ella me sonríe sin ánimos.

Sam se sienta en la cama y suelta un suspiro.

—Sabes Lin no eres la única que tiene pesadillas.

—¿Tú también?

—Es imposible olvidar —Sam se alza de hombros— pero no te preocupes, estaré bien. Estaremos bien.

Asiento

Sam se levanta de la cama, deja el cepillo en el buró.

—¿Tienes hambre?

Niego

—Lin debes comer algo

—No tengo hambre Sam

—Pues no te estoy preguntando, iré a hacerte algo de comer y más te vale que lo comas.

Sam me señala con la mano. Río al igual que ella. Ella se dirige a la salida y termina por abandonar la habitación.

Suelto un suspiro, llevo mi mano a mí pecho tocando ambos collares. Me levanto y me dirijo al armario. Lo abro y empiezo a buscar entre mi ropa. Me paro de puntitas, logro verla. Jalo la chaqueta y la tomo sujetándola entre mis manos.

"No entiendo como no me deshice de ella"

La abrazo contra mi pecho. Me agacho y la coloco hasta en la parte de abajo. Termino por cerrar el armario. Me doy la vuelta y me recargo.

"Lo mejor es ocultar todo lo que me recuerde a él"

Me aparto del armario, un mareo me invade. Llevo mis manos a mí frente, trato de llegar a la cama. Empiezo a darme aire con mi mano.

—¡Sam! —trato de gritar— ¡Samantha!

Empiezo a ver todo borroso, mi vista se nubla, siento una pesadez en la nuca. Coloco mis manos en mis rodillas mientras cierro los ojos.

—¿Lin qué pasa? —percibo la voz de mi amiga.

—Me siento... me siento mal. —digo en tono bajo.

—¿Qué tienes?

De pronto siento sus manos sobre las mías, abro los ojos viéndola frente a mí arrodillada.

—Solo me mareé un poco.

Ella empieza a echarme aire con su mano. La molestia se va pasando. Sam se levanta y aparta mi cabello de mi cara.

—Tal vez es porque no has comido nada.

—Si comi un poco— me defiendo.

—Aja— Sam se cruza de brazos— un poco no es nada. Lin necesitas alimentarme bien. Tus defensas han bajado, no querrás que te regresé la anemia ¿verdad? —me acomodo sobre la cama— iré a ver la comida, ahora mismo te traigo algo de comer.

Sin esperar respuesta Sam abandona la habitación. Llevo mi mano a mí cabeza. Esto no está bien, hace días que me siento así.

Minutos después Sam regresa a la habitación, con una bandeja con un plato de comida y un vaso de jugo. Se acerca hasta mi, deja la bandeja sobre la cama mientras me la acerca.

—Sam te dije que no tengo hambre. —le digo.

—Vamos Lin, solo come un poco.

Ella observa del plato a mí. Dejando salir un suspiro, tomo la cuchara, tomo un poco de sopa, Sam observa mis movimientos. Levanto la cuchara y la llevo a mi boca, empiezo a comer. Tras la tercera cucharada me detengo.

—¿Qué pasa? ¿No te gusta?

—No es eso es sólo. —llevo mi mano a mí boca sientiendo náuseas.

—¿Tan mal sabe?

Niego

No obstante, me levanto y corro hasta el baño, rápido levanto la tapa, me agacho y termino por vacear todo lo ingerido.

—¿Lin estás bien? —escucho la voz de Sam.

Dejo de vomitar, limpio mi boca con la manga de mi camisa, bajo la palanca y la tapa. Me levanto y me siento sobre la tapa. Toco mi frente.

—¿Estás bien?

Levanto la vista viendo a Sam frente a mí.

Asiento.

—Estoy bien Sam, no es nada.

La veo cruzarse de brazos.

—¿Lin hay algo que me quieras decir? ¿Desde cuándo está así?

Enarco una ceja.

—¿Por qué lo preguntas?

—Solo contéstame

Suspiro

—Desde hace días me siento mal, he tenido mareos y ascos, por eso no pruebo comida.

—¿Sara lo sabe?

Niego

—Esto no es normal

—Tal vez las pastillas me han echo daño.

Sam inclina un poco la cabeza.

—¿Has tenido tu periodo?

Guardo silencio un momento.

Niego

—Aylin tú y Darren tuvieron...

—¿Qué estás insinuando? —la interrumpo.

—Bueno esto es raro, los mareos, los ascos. Sólo sugiero que sí tú y Darren tuvieron relaciones tal vez estés —Sam me mira de arriba a abajo— embarazada. —hace una corta pausa— pero no es posible ¿verdad? Tú y él...

Mi cara cambia a sorpresa.

Asiento.

—Si estuve con Darren —confieso en un murmuro.

Sam lleva las manos a su frente.

—¡No es posible! ¡Lin cómo...! Ahg.

Sam se da la vuelta.

—Yo no puedo estar embarazada y mucho menos de él Sam. —digo horrorizada.

Sam vuelve a darse la vuelta.

—Eso tenemos que averiguarlo.

+++

Tiempo después

Salgo del baño con dos pruebas en mi mano.

Después de nuestro posible teoría que temo que Sam tenga razón, ella se marchó a comprar duchas pruebas, la mejor forma de comprobarlo. Fueron minutos que ella tardó, minutos que para mí fueron una eternidad. No dejaba de pensar, de caminar de un lado a otro por la habitación asustada. La idea de salir embarazada de él me aterra, no puedo. Simplemente no sé que hacer si sí.

—¿Y bien? —me pregunta Sam y se acerca a mí.

—Estoy confundida —me limito a responder— está salió negativo— le muestro la que tengo en la mano izquierda— y está positivo— le muestro la contraria.

Sam abre los ojos perpleja.

—¿Y cuál es la correcta?

Me alzo de hombros

Sam retrocede

—Bueno tendrás que hacerte otra o ir a un médico.

Niego rápidamente.

—Y si sale —paso saliva— positivo.

—Hay que estar seguras

Sam se da la vuelta, llega hasta la cama y saca otra prueba de la bolsa.

—¿Cuántas compraste?

—Las necesarias Lin

Sam me entrega la prueba mientras me arrebata la otras.

—Vamos, ve a hacertela.

Tomando una profunda respiración me encamino al baño.

Minutos después

Vuelvo a salir del baño, me acerco a Sam, ella baja su mano dejando de morderse sus uñas. Le muestro la prueba, ella abre los ojos.

—Estoy embarazada Sam. —digo con un hilo de voz.

Ella termina por abrazarme mientras lloro entre sus brazos.

—No puedo estarlo ¿qué voy hacer? —digo entre sollozos.

Me separo de ella.

—Tranquila Lin, —me lleva a sentarme a la cama.

—No, como me pides que me calme. No puedo. Sam estoy esperando un hijo de... Darren ¿cómo quieres que me tome eso con calma?

Cubro mi cara con mis manos.

—Mi madre va a matarme —bajo mis manos— tengo miedo.

Sam se sienta a mí lado y toma mis manos.

—No puedo hacerme cargo de él, ni siquiera puedo hacerlo con mi vida.

—Y lo peor es que desconocemos sobre el tema, —menciona Sam— Lin esa cosa que llevas dentro no es normal, es como él, no sabemos como va a nacer y sobre todo, si será normal.

Nos sumergimos en un silencio abrumador.

—Recuerdas cuando creí que estaba embarazada de Esteban— Sam rompe el silencio, asiento— bueno Darren dijo que es posible, raro pero posible. Si un mortal y un vampiro procrean entonces el resultado será un híbrido. —Sam lleva sus manos a su frente— ¿qué diablos es eso?

—¿Cómo se supone que se lo diré a mi madre?

—¡¿Enserio Aylín!? Te preocupa más eso que tener a un montruos como ellos dentro de ti.

Me levanto de la cama.

—No se comer digerir la noticia okey.

Sam suspira.

—¿Le dirás a Sara?

Asiento

—Pero no sé como.

+++

Sam permaneció las próximas horas conmigo, buscando la forma de contarle a mí madre. Ella está preocupada más que yo. Por una parte me da miedo al estar embarazada de Darren, desconozco como nacerá, miles de preguntas me invaden, pero por otra, una cierta alegría me invade.

Estoy en la sala con Sam esperando a que mí madre llegue. Ella prometió estar conmigo en todo momento.

Después de tanta espera, Sara entra por esa puerta. Ambas giramos a dicha dirección. Sara se adentra al departamento.

—Hola Señora Sara

—Hola Sam, que bueno que viniste, veo que mi hija al fin salió de la cama.

Posa la vista en mi, deja su bolsa sobre el sillón.

Volteo a ver a Sam, regreso la vista en Sara.

—Tengo que contarte algo —le digo.

Sara me observa y toma asiento en el pequeño sillón de enfrente.

—¿Qué ocurre cariño?

Tomo una profunda respiración y juego con mis manos nerviosa.

—Yo...

Volteo a ver a Sam. Ella coloca su mano en mi hombro en muestra de apoyo.

—Tú puedes Lin

Regreso la vista en Sara.

—Mamá estoy embarazada.

Ella frunce el ceño, una expresión de asombro se nota en su rostro.

—¡¿Qué!? ¿Cómo es posible Aylin? —ella se levanta— ¿de quién?

Agacho la vista.

—De Darren —digo en tono bajo.

—¡Es una broma verdad!

Levanto la vista y niego

—¡No es cierto Aylin! —exclama— ¿cómo pudiste permitirlo? Es mentira ¿cierto? Sólo es una cruel mentira.

—Es verdad Señora Sara, lo comprobamos con tres pruebas y salió positivo, además Lin a tenido todo los síntomas. —sale Sam a mi defensa.

—Madre yo no creí que esto pasará, no estaba en mis planes, no pensé en las consecuencias.

—Eso es el problema, que nunca piensas con claridad ¿ahora que piensas hacer? Tener a un monstruo —coloca sus manos en su cintura— no te basto con perder a tu madre y ahora me sales con esto.

—¡No fué mi culpa! —sollozo— yo no les permiti entrar a este departamento, tú los invitaste desde un inicio.

—Y tú caíste en su juego.

Trato de no llorar, sin embargo, las lágrimas bajan por mis mejillas sin parar.

—No puedo con esto —dice Sara exaltada y se da la vuelta.

Sara se marcha dejándonos solas a ambas. Sam me atrae a su hombro mientras rompo en llanto.

+++

Es de noche, no volví a ver a mi madre, le daré tiempo. Es obvio que la noticia nos impacto a todas y más a mí. Después de todo, yo cargaré a éste bebé si así puede llamarse. Sam decidió quedarse conmigo y pasar la noche aquí, dormir juntas como antes lo hacíamos, le preste una pijama.

En este momento ambas estamos acostadas en la cama, en silencio con la vista fija en el techo.

—¿Creés que lo acepte? —rompo el silencio.

—Es tu madre Lin, tarde o temprano lo hará. Además si no te apoya, con mi apoyo si cuentas.

Sonrió a medias.

—¿Vas a tenerlo?

Giro a verla

—No lo sé

—Sea la decisión que tomes cuentas conmigo.

Sam deja salir un bostezo.

—Hay que dormir, ya es tarde. —añade y se da la vuelta.

Permanezco con los ojos abiertos tratando de que el sueño se apiade de mi. Dándole vueltas y vueltas al asunto. Juego con la pulsera en mi mano (la misma que regalo él) Estar embarazada es algo que lo cambiará todo.

Varios minutos después, mis ojos empiezan a cerrarse poco a poco hasta caer en un profundo sueño.

...

Me encuentro en el bosque, empiezo a caminar, todo es oscuro, en cada pisada que doy logro escuchar el sonido de las hojas. Una leve luz se nota al frente. Camino hacia ella, sin determe. No obstante, el sonido de varias pisadas que no son las mías me obligan a detenerme. Rápido miro a ambos lados, me doy la vuelta sin lograr ver a nadie. Me vuelvo a girar, sigo avanzando. Vuelvo a escuchar las pisadas, empiezo a apresurar el paso, mi corazón de acelera. Sigo avanzando hasta empezar a correr, llena de pánico. De pronto, caigo al suelo. Una risa siniestra me obliga a voltear a todos lados. Sin ver nada, trato de levantarme, quedando sentada escucho las pisadas más cerca. Una figura logro percibir que sale de la oscuridad, sin permitirme verle el rostro. Empiezo a retroceder cada vez más y más. Cada vez que lo hago él se acerca. Como puedo me levanto y retrocedo, hasta detenerme al chocar contra algo. Sin darme tiempo de voltear siento sus uñas sobre mi cuello, ejerce fuerza, trato de gritar, moverme sin embargo lo último que siento en rasgar con sus largas uñas mi garganta...

Abro mis ojos por completo, llena de miedo. Rápido me incorporo en la cama, llevo mis manos a mí pecho tratando de calmar mi respiración. No obstante, siento una presencia que me observa, la luz de la lámpara ilumina una sombra en la esquina de la habitación. Flexiono mis rodillas y me inclino un poco. La persona escondida ejerce de la oscuridad, dejando visible su rostro. Logro verlo, lo contemplado asombrada de arriba a abajo, sin creerlo, cubro mi boca mientras que él se acerca a la cama.

—¡Darren! —pronuncio en un tono audible— ¡No puedo creerlo, regresaste!

—¿Creíste que te salvarias de mi tan fácil?

Me sonríe mostrando sus colmillos. Bajo mi mano y lo miro a los ojos.

—Hay algo que debes saber, —trago saliva—estoy embarazada, de ti.

Él inclina un poco la cabeza, una leve risilla siniestra resuena por la habitación.

—Ya lo sabía, —se acerca un poco más hasta romper la distancia que nos separa—Que pena.

Sus colmillos empiezan a crecer, sus ojos se tornan rojos.

—¿A qué te refieres?

—Que pena que ni tú y ese bebé sobrevivan.

De pronto, me toma del cuello. Encaja sus uñas en mi piel, abre la boca y su rostro se transforma en el verdadero monstruo que es...

Abro los ojos por completo. Sudada y con el corazón acelerado me siento en la cama. Mi respiración esta descontrolada, trato de respirar. Llevo mi mano a mí pecho, giro viendo a Sam del otro lado de la cama, dormida. Recargo mi cabeza en la cabecera de la cama.

—Solo fué un sueño —me digo a mi misma.

Sin embargo, noto viendo una sombra en la orilla de la habitación. La luz ilumina su cara.

El susto me invade.

Me paralizo, un escalofrío recorre por mí espalda. Empiezo a temblar, llena de miedo.

Cierro y abro los ojos y apesar de eso, lo sigo viendo.

—¡Vete! —le grito a Darren— ¡Lárgate no existes! —flexiono mis rodillas— ¡¡Déjame en paz!!

Él no habla, no se mueve. Sin una rastro de expresión en su rostro. Empiezo a llorar y cubro mis ojos.

De pronto, siento que alguien me zarandea.

—¡Lin cálmate, estoy aquí!

Apartan mis manos de mi rostro. Logro ver a Sam frente a mí, asustada.

—¡Dile que se vaya!

—¿Qué ocurre?

Las luces se encienden. Sara se acerca hasta nosotras y se sienta sobre la cama.

—Darren regresó, él está ahí —apunto en la dirección que lo ví.

—Lin no hay nada

—Hija tranquila

Siento las manos de Sara tomar mi cara con ambas manos.

—Aylin escúchame —lloro— no hay nadie, ve— se aparta un poco dejándome ver. —solo estamos nosotras okey.

Dejo de llorar y fijo la vista en el mismo lugar.

No hay nada

Trato de regular mi respiración.

—Juro que lo ví —digo en un susurro— él estaba ahí.

Sam y Sara se ven entre ellas. Su expresión de preocupación es notoria. Sam termina por abrazarme.

—Vi a Darren, lo vi. —repito varias veces.

+++

A la mañana siguiente, tenía unas ojeras notorias, no pegué el ojo en toda la noche, si dormía las pesadillas volvían. Si dejaba las luces apagadas, creía verlo en mi habitación. Darren realmente me estaba causando serios problemas.

Y lo peor de todo, es que ni Sam ni mi madre pudieron dormir bien, se la pasaron en vela al igual que yo.

Sentada en el sillón con Sam mientras ella bosteza. Sara prepara el desayuno. Tengo la cabeza recargada en el sillón. Giro a ver a Sam.

—Lamento no haberte dejado dormir.

—No te preocupes, no tengo tanto sueño.

Un bostezo la delata.

—Sam, te juro que lo ví.

Ella gira a verme.

—Lin sabes que es imposible, él se fué y no va a regresar.

Me limito a guardar silencio.

Fué tan real, o tal vez solo fué una simple alucinación.

No obstante, la puerta se escucha. Sam se levanta a abrir. Al llegar, abre la puerta, me acomodo en el sillón y me inclino un poco viendo a Carlos entrar con ayuda de sus muletas.

—¿Qué haces aquí? —le pregunto desconcertada.

Carlos se acerca a mí con ayuda de Sam y se sienta en el sillón quedando frente a mí.

—Vine porque quería verte, no es lo mismo escuchar tu voz que verte personalmente Aylin —dice dándome una cálida sonrisa— además, ya que no has ido a verme— el rasca su nuca mientras suelta un risilla— solo quería asegurarme que estuvieras bien.

—Estoy bien Carlos

Finjo una sonrisa sin ánimos.

Carlos se acomoda en el sillón, deja las muletas a lado, se inclina un poco y atrapa mi mano dejándo su mano sobre la mía.

—Sam me contó todo.

Mi vista viaja a Sam.

—Me dijo que ellos se fueron.

Al escuchar decir aquello, regreso la vista en Carlos.

Por un momento creí que mi comunicativa amiga le había dicho sobre mi embarazo. Una sensación de alivio me invade, aunque no quiera, Carlos tendrá que enterarse, es algo que no puede ocultarse.

—Aylin quiero que sepas que cuentas conmigo. —asiento sin pronuncia palabra— fué o mejor que pudo haber pasado, que se fueran.

Me safo del agarre de Carlos.

—Descuida Carlos estoy bien, estaré bien, seguiré con mi vida después de él.

Sam toma asiento a un lado de mi, sus brazos me rodean en un fuerte abrazo.

—Deberias estar guardando reposo. —le digo a Carlos mientras que Sam me suelta.

—No es necesario, no me duele mucho.

—Con que no te duele —dice Sam divertida.

Ella se levanta, se dirige a él, empieza a empujarlo logrando un quejido de dolor por parte de él. Una sonrisa maliciosa se plasma en el rostro de Sam mientras que ríe, se burla. Carlos trata de empujarla, una leve sonrisa aparece en mi rostro.

—Carlos que grata sorpresa. —la voz de mi Madre los obliga a detenerse.

Sam se aleja y regresa a su lugar. Carlos gira su cabeza viendo a Sara acercarse hasta nosotros.

—Hola Señora Sara

—¿Qué no deberías estar descansando?

Carlos hace una mueca

—Deberia pero estaba preocupando por su hija.

—Tú siempre tan lindo Carlos, —le dice Sara— tú si vales la pena— gira a verme varios segundos al decir esto último. Regresa la vista en Carlos mientras toma asiento en el sillón junto a él— Aylin nos necesita demasiado y más ahora que está...

—Madre —la interrumpo— Carlos no lo sabe.

El mencionado frunce el ceño.

—¿Saber qué?—cuestiona él.

Me recargo en el sillón.

—No es nada Carlos. —respondo.

Su vista viaja de mi madre a Sam hasta terminar fija en mi.

—¿Qué me están ocultando? Vamos Aylin somos amigos.

Permanezco callada.

—Si te lo decimos lo tomarás con calma—menciona Sam.

—Solo díganme

Sam gira a verme, regresa la vista en Carlos mientras suelta un suspiro.

—Bien, Aylin está embarazada.

Carlos pestañea varías veces.

—¡¿Qué?! No, no es cierto —rie sin ánimos, borra la sonrisa manteniendo un semblante serio— no me digas que es de...

Asiento

—¡Maldicion Aylín! ¿Cómo pudiste acostarte con un monstruo? Sabes el daño que pudo haberte causado, pudo haberte lastimado.

Pasa sus manos por su cabello sin dejar de verme.

—No puedo creerlo de ti

—Basta Carlos, igual nada va a cambiar, las cosas están echas. —le dice Sam— ahora Lin necesita nuestro apoyo no que la juzguemos.

Carlos niega, Sam toma mi mano. Nos sumergimos en un silencio abrumador.

—Fue mi error y estoy dispuesta a asumir las consecuencias— rompo el silencio. Todas las miradas se fijan en mi.

—¿Por qué tú Aylin? ¿Por qué tenías que salir perjudicada?

—Es el castigo por haberme relacionados con él Carlos.

—¡Esto es el colmo! —exclama— cuando al fin podías seguir con tu vida normal tuvo que pasar esto —hace una corta pausa— ¿Qué piensas hacer?

Me alzo de hombros

—No vas a tenerlo ¿verdad?, no a esa cosa que llevas dentro, puede matarte Aylin.

—No lo sé, igual la decisión que tome será sólo mía.—le digo a Carlos.

—¿Y qué pasará con tu vida hija? Ese bebé lo cambiara todo, con el instituto, no puedes hacerte cargo tú sola.

—Si puedo Madre

—Criar a un bebé no es nada fácil y mucho menos sola, y más siendo algo desconocido/sobrenatural cariño.

Guardo silencio

Mi madre evita verme, agacho la vista. Odio ser el punto medio de la conversación, sentir todas las miradas puestas en mí.

—Aylin apesar de eso, nada va cambiar, como lo dije al principio, cuentas con mi apoyo— levanto la vista viendo a Carlos cerca de mí— por el amor que te tengo yo estoy dispuesto ayudarte, a hacer cualquier cosa por ti.

Abro la boca para contestar pero la voz de mi madre me interrumpe.

—¿En verdad harías cualquier cosa por mí hija?

Todos volteamos a verla.

—Por supuesto —le responde Carlos de inmediato.

—¿Realmente la amas?

—Creanme Señora que el amor que le tengo a Aylin no a cambiado en nada, es más, cada día crece más.

Una sonrisa aparece en el rostro de Sara.

—¿Estarías dispuesto a casarte con ella?

Abro los ojos atónica.

—¡¿Qué dices Madre?!

—Hija tú necesitas a alguien a tu lado y Carlos es la persona correcta.

—No, pero... estoy muy chica para casarme.

—Dijiste que aceptarías las consecuencias y esto es una parte de tu gran error.

Niego varias veces.

—Si estoy dispuesto

Giro a ver a Carlos con la ceja alzada.

—Aylin te amo y obvio que acepto casarme contigo, hacerme cargo de ese... bebé, estar contigo y protegerte.—añade.

—No se hable más, se van a casar Aylin.

Rápido me levanto del sillón.

—¡No Sara no puedes decidir por mí!

Ella se levanta al igual que yo y da un paso adelante.

—Creo que ya tomaste muchas decisiones erróneas, por una vez hija, deja que yo arregle tú vida.

Niego, muerdo mi labio inferior. Poso la vista en Carlos, en mi Madre. Abro la boca para hablar, la vuelvo a cerrar. Las palabras se han quedado atascadas en mi carganta. Sintiendo un nudo horrible, me doy la vuelta y marcho de la sala ignorando el llamado de Sam. Corro hasta mi habitación, al llegar entro apresuradamente, cierro la puerta detrás de mí mientras me recargo en ella dejando salir las lágrimas acumuladas.

(...)

Tres días después

Por más que le estoy dando vueltas al asunto, no encuentro una solución benefactoria. Tal vez Sara tiene razón, debo dejar de pensar en mí, tal vez hacer esto me ayude a seguir con mi vida.

Tomando una profunda respiración salgo de mi habitación. Camino por el pasillo hasta llegar a la sala. Me encuentro con Sara y Carlos (este último a venido diario, tal vez esperando una respuesta de mi parte, apesar de que me reuso a hablar con él)

—Ya tomé una decisión

Ambos dejan de hablar y desvían la vista en mi.

Hago mis manos puños encajando mis uñas en mi piel.

—La primera es que si voy a tener a mi bebé...

—Hija...

—Aun no termino Sara. —la interrumpo— la segunda es que acepto casarme con Carlos.

Una amplia sonrisa aparece en su rostro. Sara se levanta y se acerca a mí.

—Cariño es la mejor decisión que pudiste haber tomado.

Sara termina por abrazarme, duramos varios minutos cuando se aleja de mí. Volteo a ver a Carlos, él con ayuda de sus muletas de acerca a mí.

—No sabes lo feliz que me haces.

Toma mi mano depositando un beso en mi muñeca. Sonrió de medio lado. Miro a mí Madre feliz. Suelto un suspiro.

—Tendra que ser lo más pronto posible, antes de que tú embarazo sea muy notorio.

Asiento ante la petición de Sara.

—Por mi está bien, estaré de acuerdo a la fecha que digan. —Carlos hace una pausa— también necesitaré hablar con mis padres sobre ésto.

—¿Realmente quieres hacer esto? —le pregunto.

Él acaricia mi mejilla.

—Haria cualquier cosa por ti.

Le sonrió.

"Sólo espero no arrepentirme después"

++

{Dos meses después}

Mi madre es feliz con la planeación de la boda. Hemos decidido que será dentro de tres meses. Decir que estoy nerviosa, indecisa está de más. Carlos a hablado con sus padres, no lo tomaron nada bien y más sabiendo que estoy embarazada, que Carlos se hará cargo de un bebé que no le corresponde, sin embargo, él está decidido a casarse sin importarle eso.

En todo esté tiempo, las pesadillas siguen, las alucinaciones aumentan, por más que este yendo a mis citas, lo sigo viendo. El doctor dice que es sólo una alucinación, mi cerebro a creado una imagen irreal de Darren, me aferré tanto a él que me estoy causando más daño al imaginarlo, sin embargo no puedo olvidarlo. No me gusta estar sola, tanto Sara como Sam se han turnado para dormir conmigo (o al menos intentarlo) lo veo en todas partes, en mi habitación, en mis sueños, sin mencionar nada, sólo causándome susto por su presencia. Decir que me acostumbré es mentira. Ver a Darren a causado pánico en mi. Muchas cosas han cambiado, odio estar sola, salir de noche, trato de no pensar en él, en todo lo que viví con ellos. Si pudieran borrar los recuerdos sería tan feliz.

Veo mi reflejo en el espejo completo. Mi estómago abultado en notorio, a crecido de una forma sobrenatural, irreal que me asusta. Mi físico es terrible, ojeras, el brillo de mis ojos se ha ido. Mi cara es más delgada, labios resecos. Cansancio extremo, estoy débil.

Han pasado dos largos meses y Darren no a regresado, por más que lo esperé. Ya me quedó claro, lo mejor es seguir con mi vida... pero ¿cómo? si alguien me lo recuerda.

Llevo mi mano a mí estómago, empiezo a masajear, una sonrisa se apodera de mi. Tal vez estoy loca, me alegra, una alegría inmensa al estar embarazada, que apesar de todo, tengo algo de él creciendo dentro de mi.

No obstante el sonido de la puerta me hace voltear.

—Adelante

Sam empuja la puerta y se adentra a la habitación.

—Hola Lin

—Hola Sam

Me doy la vuelta, ella toma asiento en la orilla de la cama, me acerco a ella.

—¿Cómo estás?

—Cansada, éste bebé está agotando todas mis energías.

—Si tan solo pudiera ayudarte, es horrible ver que esa cosa se está llevando a toda la anterior Aylin.

—No digas tonterías —le digo.

Sam suspira.

—Desconocemos sobre su nacimiento, venga no sabemos si será normal ¿en cuanto tiempo lo tendrás? ¿cómo será? Si en los ultrasonidos no deja verse. —Sam hace una corta pausa— además, fuí a ver al doctor que me dijiste, al doctor Cooper.

Fijo mi vista en ella. Hace varios días le había comentado sobre él. Basándome lo que dijo Darren, él era un vampiro, tal vez podría ayudarnos.

—¿Y qué te dijo? —le pregunto intrigada.

—No lo encontré, renunció sin dar motivo hace dos meses. Una enfermera me contó que se fué casi por la fecha donde ellos se fueron. Lin ¿y si todos los vampiros se fueron?

Enarco una ceja.

—Por una parte ésta bien ¿no?

Asiento varias veces. Suelto un bufido.

—Tal vez regresaron al Castillo, a ese lugar donde jamás debieron salir. —inquiero.

Lamo mis labios varias veces.

—¿Y ahora a quién recurrimos?

Me siento en la cama a lado de Sam.

—No lo sé, si todos se fueron no hay nada que podamos hacer. —menciono— pero basándome en Mía, ella también quedó embarazada, escuché que nacería en cinco meses.

—Pero tú no eres una vampira Lin.

Giro a verla.

—Lo sé Samantha, quiere decir que tal vez por ser humana, tal vez nazca en siete o ocho meses, si es que hasta los nueve.

—Yo diría que antes, tu estómago está creciendo demásiado rápido.

Sam baja la vista a mí estómago.

Río al igual que ella.

—Tienes razón. —me limito a decir.

Ambas guardamos silencio un momento.

—Cuando nazca, ¿le contarás sobre su verdadero padre?

Niego rápidamente.

—No, éste bebé jamás sabrá de ellos, ¿me guardarás el secreto?

Sam asiente

—Te lo prometo, mi sobrino o sobrina no sabrá sobre la existencia de esos vampiros.

Le sonrió a Sam.

Regreso la vista al frente.

—Tengo hambre —pronuncio.

—Ultimamente comes mucho, sé que lo necesitas pero apesar de haber comido, sigues teniendo hambre.

Suspiro

—No puedo evitarlo.

—Tal vez necesitas sangre

Ambas giramos a vernos por varios segundos. Soy la primera en apartar la vista.

—No lo creo

Lamo mis labios

—Yo creo que sí, puedes intentarlo.

—¿Y dónde encontraremos sangre? —cuestiono.

Sam lleva su mano a su barbilla pensativa. Hago una mueca.

—Tal vez en su departamento tengan. —añado— podemos ir a buscar.

Sam asiente

—Hay que ir

+++

Nunca pensé que estaría de nuevo en la misma situacion de hace meses. Como comenzó todo desde el inicio. Parada frente a la puerta del departamento #235 dudando en entrar o no. Tengo la llave que él me dió, veo a Sam, ella esperando que tome la iniciativa.

—¿Qué hacen ahí?

Ambas damos un brinco. Giramos al mismo tiempo viendo al dueño de la voz.

—Maldicion Carlos nos asustaste. —le dice Sam molesta.

El susodicho termina por subir las escaleras y se acerca a nosotras.

—¿Qué hacen?

—Lin necesita sangre y revisaremos el departamento si algo ellos dejaron.

Carlos abre los ojos, posa la vista en mi.

—Lin no lo necesitas, no puedes probar esa bazofia.

Me volteo enfrentándolo.

—Carlos ya lo he echo antes.

—¡¿Qué?! —hablan los dos al unísono.

UPS

Ellos no lo sabían.

Carraspeo

—Quiero decir, que... Ahg, hay que entrar.

Sin darles una explicación abro la puerta. La empujo y soy la primera en entrar al departamento. Me adentro, malos recuerdos me invaden al observar por todos lados.

—Hay que revisar. —pronuncio en un murmuro— y irnos lo antes posible.—avanzo por la sala.

Vaya dejaron todo como estaba.

—Hay que admitirlo tienes buenos gustos en la decoración. —oigo decir a Sam.

Giro sobre mis talones.

—Hay que buscar esa sangre— dice Carlos— yo revisaré en la cocina, tú y Samantha vayan a ver las habitaciones.

Sam asiente, Carlos se marcha en dirección a la cocina. Giro a ver a Sam.

—Tú revisa la habitación de... Darren y yo la de su padre. —le digo.

Me doy la vuelta cuando el agarre de Sam me impide avanzar.

—Espera, yo no entraré a su habitación, me da más miedo él.

—Sam él no está aquí.

Ella me suelta y se cruza de brazos.

—Yo iré a revisar en la habitación de su padre y tú a la suya.

—No Sam...

Ella pasa por mi lado, la veo correr e irse por el pasillo. Soltando un bufido la sigo.
La veo parada en medio del pasillo viendo ambas puertas. Avanzo hasta ella.

—Es la derecha.

Sam asiente y la veo entrar.

Llego hasta la habitación de Darren. Tomando una profunda respiración tomo la perilla y la empujo, por suerte está sin seguro. Entro, busco con mi mano el interruptor de luz, al encontrarlo, la habitación se ilumina por completo. Me adentro y observo por todos lados. Cierta nostalgia me invade. Sin esperar, camino por la habitación, empiezo a buscar por los cajones completamente vacíos. Los cierro y me dirijo al buró. Me agacho con dificultad y abro las pequeñas puertas. Empiezo a buscar, logro ver una pequeña botella trasparente, con un líquido entre rojizo oscuro. La levanto, logro destaparla. La examino. Estoy por probarla cuando un sonido me interrumpe.

Giro viendo a Sam en el marco de la puerta. El sonido fué causado por ella al golpear la puerta. Me levanto con la botella en mi mano y me doy la vuelta.

—La encontré

(...)

—Hazlo Lin

Los tres estamos en la sala, dos pares de ojos puestos en mí. Lamo mis labios, tomo una profunda respiración y llevo la botella a mí boca.

—Que asco yo no puedo ver eso —escucho decir a Carlos.

Empiezo a beber, le doy un gran trago. Bajo la botella, con mis cachetes inflados, sintiendo asco termino por pasar el líquido carmesí por mí carganta. Un escalofrío recorre por todo mi cuerpo.

—¿Y bien? —me pregunta Sam.

Estoy por responderle cuando una náuseas me invaden, me agacho y empiezo a vomitar la sangre ingerida.

—Yiu —menciona Sam.

Termino por vomitar, limpio mi boca con un pañuelo que me pasó Sam.

—Tú también Carlos

Levanto la vista, veo a Carlos inclinado vomitando, Sam lo observa con una mueca de asco.

—¡Suficiente! Yo no voy a limpiar ambos vómitos.

Ella se da la vuelta, la veo márcharse a la cocina. Carlos se levanta y limpia su boca.

—¿Estás bien?

Él asiente

—No vuelvas a beber eso por favor —dice mientras cubre su boca— no en mi presencia.

—Creo que a alguien no le gustó— toco mi estómago.

—Una cosa podemos estar seguros— Carlos se acerca a mí, mira aquella mancha roja esparcida en el suelo con repugnancia— esa cosa no necesita sangre.

Minutos después

Me encuentro en mi habitación con Carlos, después de nuestro apenado suceso, (que Sam se ocupó de limpiar) decidí márcharme a mí habitación a descansar. Me acomodo en la cama entre las cobijas.

—No vas a irte ¿verdad?

Carlos niega

Se acerca a mí y toma mi mano.

—Sabes, ya quiero que nuestra boda llegué.

—¿Qué pasó con tus padres?

Carlos bufa

—Siguen sin aceptarlo, pero no me importa. Nada me impedirá casarme contigo. Es lo que quiero, después de todo los obstáculos, al fin podré estar contigo— Carlos me sonríe— ¿tú estás segura que quieres casarte conmigo?

Asiento y coloco mi mano sobre la suya.

—Es la mejor decisión que pude haber tomado.

—Al fin juntos

Carlos rompe la distancia y me abraza. Recibo su abrazo, el calor que emana su cuerpo al estar cerca del mío me transmite cierto cosquilleo, recargo mi barbilla en su hombro. Cierro los ojos, al volver a abrirlos, noto la figura de Darren en la esquina de la habitación observándonos. Esta vez sin asustarme, me limito a sonreírle de forma triunfante.

Seguiré mi vida sin él

++

Tres meses después

No es extraño de mi que dejé las cosas hasta el final. Mañana me caso con Carlos y aún no tengo el vestido correcto. He alargado el tiempo, excusa tras excusa, igual no puedo retractarme. Tengo que casarme. Carlos se a demostrado tan cariñoso, es que teniendolo tan cerca, ¿por qué tuve que fijarme en alguien prohibido?

Estamos los tres afuera de la tienda de donde venden vestido, esperando a Sara. Carlos nos acompañó a mí y a Sam, al entrar va a marcharse, tratando de convencer a sus padres de asistir a la boda, lo dudo. 

—¿Estás segura que vendrá Lin?

—Si, no debe tardar.

Observo por la calle esperando ver el auto de mi madre acercarse.

—No puedo creerlo

Giro a ver a Sam, ella nos observa a ambos.

—¿Que cosa Samantha? —le pregunta Carlos mientras me abraza.

—Que estén juntos, que mis dos mejores amigos vayan a casarse. Estoy es...

Sam cubre su boca.

Sonrió

—Yo tampoco puede creerlo, mañana voy a casarme con la chica mas linda de esté mundo— Carlos acaricia mi mejilla—al fin seremos felices y a nuestro bebé no le faltará nada.

Recargo mi cabeza en el hombro de Carlos. Sonrió por sus palabras.

No obstante, me vista viaja a la esquina de la calle. Me congelo al verlo, quedo atónica, me aparto un poco de Carlos, inclino mi cabeza y trago saliva, me paralizo al ver a Owen observándonos. Lo miro varios segundos hasta apartar la vista. Volteo a ver a Carlos, se mantiene hablando con Sam ambos ajenos a lo que ví. Regreso la vista en aquel sitio. Sorpresa me llevo al no verlo. Frunzo el ceño, calmo los latidos de mi corazón, lo busco con la mirada.

—¿Qué pasa Lin?

Pestañeo y giro a ver a Sam que me observa con confusion.

—No es nada.—me limito a decir.

Ella asiente.

Evito contarle lo que ví. Suficiente es que creen que estoy loca por alucinar a Darren para aunmetarle y decirles que vi a Owen. Sin embargo, está vez parecía tan real, estoy cien por ciento segura que está vez no era una alucinación.

...

Después de varias horas, al fin tengo el vestido perfecto. Regresamos al departamento. Al fin está todo listo para mañana. Mi boda. Mi boda con Carlos.

Sara al estar agotada decidió marcharse a descansar a su habitación. Se despidió de nosotros, Carlos y Sam pasarán un rato más conmigo, por supuesto, Samantha se quedará a dormir conmigo.

...

Los tres entramos a nuestra habitación. Mi amiga deja el vestido colgado en el armario (obvio Carlos no lo a visto). Se da la vuelta y suspira.

—Fue un día agotador, que les parece si pasamos el resto de la noche viendo películas, por supuesto sin desvelarse. Como una pequeña despedida de soltera con el novio incluido. —chilla Sam.

—Por mi está bien— dice Carlos.

Por mí parte me limito a asentir.

—Perfecto iré por las palomitas.

Sam se da la vuelta y abandona la habitación. Sonrió. Carlos se acerca a mí.

—Ella parece la embarazada.

Río

Carlos rompe con la distancia que nos separa. Levanto la vista para lograr verlo. El lame sus labios.

—Te prometo que voy a protegerte

—Ya no creo en promesas Carlos.

—Aylin yo no soy como Darren, yo no voy a abandonarte.

Ambos nos quedamos varios minutos en silencio. Un momento tenso.

No obstante, Carlos se inclina un poco más hasta estampar sus labios con los míos. Reaccióno y le sigo el beso, empezamos a mover nuestros labios con sincronizacion. Carlos coloca su mano en mi nuca, me atrae más hasta él profundizando el beso.

—Chicos las palomitas...

Nos separamos rápidamente al escuchar la voz de Sam. Carlos se aleja de mí. Ambos volteamos a ver a Sam, lamo mi labio.

—Oh yo no quise... que vergüenza.

—No te preocupes Sam— le dice Carlos y me da una rápida mirada mientras me sonrie.

—Iba a decir que las palomitas ya están en el horno.

Yo asiento, Carlos carraspea y deja de verme.

—Yo iré por las palomitas ustedes elijan la película. —menciona Carlos.

Dicho esto, se da la vuelta y sale de la habitación.

Sam no espera más y corre hasta mi. Empieza a saltar, trato de calmarla y le pido que se calme.

—Basta Sam

—Amiga quién te viera

—Ya Samantha

Ella para y me sonríe burlona.

—¿Te gusta Carlos?

Me cruzo de brazos.

—No —hago una corta pausa— bueno solo un poco.

—¡Lo sabía!

Ruedo los ojos

—Carlos es el correcto —me limito a decir.

+++

Finalmente, los tres estamos acostados en la cama, yo quedando en en medio y de cada lado Sam y Carlos. Estamos viendo la película mientras disfrutamos de las ricas palomitas. Giro a ver a Sam, ella está concentrada en la película, mientras que lleva varias palomitas a su boca. Sonrió. Volteo a ver a Carlos, lo contemplado varios segundos, él nota mi mirada y voltea a verme, me sonríe, se acerca a mí oído y me susurra:

—Te amo

Una sonrisa se apodera en mi rostro. Él se aleja, me recargo en su hombro. Entrelazo su mano con la suya y regreso la vista en la pantalla aunque no le presto la más mínima atención.

Con ellos me siento protegida, feliz. Después de todo, si puedo seguir con mi vida, seguir con mi vida normal, lejos de ellos. Lejos de vampiros, tratando de olvidar su existencia.

Pero a quien engaño

El peligro siempre me persigue.

Si logro olvidar a Darren, tal vez, sólo tal vez, mi historia cambié.

Mientras tanto, esta vez seré yo la que tenga que guardar mi propio secreto. Un secreto que callaré, él nunca tiene que enterarse, al fin de cuentas.

Dudo que Darren regrese.

🦇

Nota de Autora:
Holi, lamento tanto la tardanza, en verdad que estaba lo bastante ocupada que me fué difícil actualizar. Pero bueno, aquí está el capítulo después de mucho tiempo, gracias por la paciencia, gracias a los que siguen aquí al tanto de la historia. Espero que les haya gustado mucho ¿Están listos para saber de Darren? Si, al fin va a aparecer, se sabrá de él en el siguiente capítulo. Espero pronto actualizar, ya quiero que lo lean. Se pondrá muy interesante.

Por cierto, cambié el rostro de Ana Liz en el apartado de personajes. Encontré otra chica que wouu, es la ideal, la perfecta como me la imagino. Vayan a darle un vistazo 🖤🖤 la encontré en Instagram como... 👇

ilost.unicorn - Eat You Live

Recuerden que esto pasó antes del capítulo#1... La siguiente actualizacion será sobre.... D A R R E N

Hermoso banners echo por Editorial_Spirit gracias 🖤👌

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