🖤 Narradora 🖤

Siendo muy precavida todo este tiempo. Oculta de todos. Inteligente al esconderse de todos. Esa vampiresa sin olvidar su existente venganza que planea llevar acabo. Conciente de todo lo ocurrido desde aquella guerra donde perdió a Salvatore, su compañero, sin olvidar ese momento, jurando venganza a nombre de él.

Un enemigo que desea eliminar.

Su propio hijo.

Ese desprecio que le tiene a Darren crece cada vez más. Deseando enfrentarlo. Matarlo y hacerlo pagar. Sin arrepentimientos.

Sin embargo, aún no es el momento.

Victoria lleva planeando su plan todos éstos 17 años. Con informantes, creando su pequeño reino, convertidos que se a encargado de crear. Humanos que utiliza para alimentarse, después les ofrece la inmortalidad a la fuerza. Sin importar su decisión, siendo su fin predicho. Varias de sus creaciones existentes que le sirven fielmente.

Todos ellos ocultos, siguiendo órdenes de ella. Victoria enterada de todo, los problemas en el Castillo, vigilando a Darren desde la distancia, ese lugar que tiene prohibido entrar. Ella con el afán de recuperar su lugar, volver a ser la reina de ese Castillo. Obtener más poder, sin Darren, siendo su obstáculo de por medio. Teniendo en contra a todos ellos y más a la Corte Real.

Vigilando a ese humana, siendo esa hija suya, un nuevo As, usándola en beneficio al tanto de ella y la relación que las vincula.

Está enterada de que la buscan. En todo esté tiempo oculta en la sombra solo esperando el mejor momento para atacar.

—Mi Reina, ¿me a llamado?

De pronto aparece un vampiro frente a ella. Después de una reverencia, se endereza y apoya sus manos detrás de su espalda.

Ella sentada en esas escaleras de esa antigua casa abandonada. Cambiando constantemente su escondite pero siempre cerca. Lo observa y asiente con esa apariencia de vampiresa, sin fingir, gustosa de lo que es y lo fuerte que se vuelve cada vez más.

—¿Alguna novedad?

El vampiro da un paso adelante.

—Los descubrieron mi Reina. La Corte se enteró de que su hijo incumplió el trato. Ahora la barrera será derrumbada y los vampiros del Castillo serán libres. Es lo que me enteré.

Eso le ocasiona curiosidad y emoción a ella.

—¿Solo eso? ¿Qué con respecto a él?

—Darren fue perdonado por la Corte al salir del Castillo y venir aquí, al mundo mortal por ella. Al parecer, él también podrá salír. —ella ensancha esa sádica sonrisa.

—Tengo una oportunidad para eliminarlo. Estando aquí, será débil y más al estar cerca de esas despreciables humanas.

Suelta una carcajada.

—Hay un problema mí Reina. —la interrumpe él.

Deja de reír, sus ojos se vuelven negros por completo, siendo sus colmillos y uñas crecer de forma filosa.

—¿Cuál?

Él duda en hablar:

—Vendran a cazarla mi reina. Vendrán a buscarla. Si Darren salió del Castillo, si la Corte lo perdonó fue por el nuevo trato, vencerla y ellos lo aprobaron. Supongo que hasta que él lo logre, volverá a su reinado.

Victoria hace sus manos puños.

Eso sí lo permito, piensa ella.

—Siempre tan eficaz. —le responde y se levanta. Apoya su pálida mano en el bardandal de las escaleras.— siempre mi mejor creación, saliéndose con la suya.

Sonríe amplíamente con malicia.

—Es hora de actuar. —agrega.

Sujeta su largo vestido negro y lo levanta un poco, bajando con lentitud los escalones.

—Quiero que se lleve acabo mi plan. Que se den cuenta de su existencia. Que mi despreciable hijo se enteré de mí. De lo cerca que estoy de él —sonrie sadicamente—. Ve por esa niña y haz lo habíamos planeado.

Ella se detiene.

—Asi será mi señora.

El vampiro se da la vuelta, está por darse la vuelta cuando ella al llamarlo por su nombre, se detiene.

—Quiero que te acerques a ella. A ellos, que no sospechen nada. Que sigas siendo mi astuto informante como todos estos años, ellos sin descubrirte. Ahora cerca de ellos.

El vampiro sonríe con malicia.

—Creame que sé fingir muy bien.—hace una reverencia como despedida, se endereza y con velocidad desaparece de su vista.

—Darren, siempre sera mí problema. —se dice a ella misma.

No obstante, desde la distancia. Desde ese balcón la observa él.

—No deberías mandar esclavos hacer tú trabajo.—inquiere él desde su posición.

Victoria gruñe y se voltea viéndolo.

—No intervengas hermano.

—Esta también es mi guerra. Después de todo, es nuestra venganza al estar juntos en esto. —ese vampiro apoya sus manos en el barandal. Siendo presente su sádico aspecto de vampiro.—se más inteligente Vicky, suficiente tenemos que todo el mundo vampírico te busque, incluso esos malditos lobos. —hace una corta pausa.

Victoria refleja molestia en su mirada al recordar aquello.

Fue solo un fallo. Un pequeño error que le costó la eternidad a varias de sus creaciones que se dejaron ver. Sin tener en cuenta que esos lobos se unieron con ellos. Estuvo al tanto de esa pequeña guerra. Perdidas y lo peor, que la descubrieron.

—Si yo caigo, tu también lo harás.

—Victoria, soy mejor que tú. Más inteligente que tú preciado Salvatore. —ella gruñe al escucharlo— yo no acabaré como él, ni como tú—le da una sonrisa de superioridad— Después de todo, ninguno conoce mi existencia. Nadie me vinculará contigo.

—Mas te vale Diaval, no quiero que por tu culpa, mi plan no se lleve acabo.

—Victoria, despreocúpate. Yo haré mi parte y tú la tuya. Al final, será el mismo resultado. Recuerda nuestro pacto. —finaliza el vampiro reflejando en su rostro esa sádica sonrisa.

+++

Por otro lado. Ese cruel vampiro yace oculto en todo este tiempo. En la eternidad, conciente de todo. Una mentira, una verdad. Bajo la sombra. Parte del cambio. Creando su propio plan. Vigilandolos, planeando su venganza. Cerca de todos, de ella...

Tan cerca de Ana Liz.

Su preciada niña que va a ayudarle.

El vampiro de pie en el balcón de esa gótica mansión. Sumergido en la oscuridad mientras sonríe con esa diabólica sonrisa en el rostro al recordar ese momento.

Recordando el día que estuvo tan cerca de ella. Ana Liz sin darse cuenta de su presencia apenas tenía 15 años. Ese vampiro viéndola a lo lejos como salvaba a ese cuervo. Misteriosamente ella al encontrarlo. Por suerte para el vampiro que aún lo conserve con ella.

De pronto, el eco de un graznido de cuervo resuena en esa mansión. Él extiende su brazo. El cuervo se detiene sobre la palma de su pálida mano.

Él ladea la cabeza observando cada detalle de su cuervo.

—Aun no es momento, aún no es tiempo de mi inesperado regreso. La espera será eterna. —levanta su otra mano, con rapidez le corta una pluma al cuervo este volando y alejándose de él.— que todos sigan creyendo que realmente estoy muerto, cuando sigo siendo eterno.

Deja caer la pluma negra al suelo. Esta bajando con lentitud hasta aterrizar.

Deja sus manos en el barandal. Sus largas uñas negras se alargan. En la oscuridad reflejada esos dos ojos carmesis. Siendo un destello en la profunda oscuridad.

Él siendo un vampiro que yace oculto en la sombra.

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Nota de autora:

Fin del maratón 1/3

Holaa, bueno sin muchas palabras que decir. Mil gracias por leer, espero hayan disfrutado este pequeño maratón, que hayan disfrutado cada capítulo y hayan dejado su voto. Todo esto es por cada lector que ayuda a crecer la historia. Gracias por leer y seguir aquí con la Saga Vampire Dark.

Respecto a éste capítulo, hay un nuevo personaje. Les dejo la foto, un cercano parecido a mi imaginación 👇

Y esto por aquí. Una lectora tenía curiosidad por ver un cierto parecido a las largas uñas de Darren al ser su transformación de vampiro presente. Bueno no encontré ninguna que me gustó pero esta es algo parecido. La foto de la portada, les explico. La chica que aparece es Ana Liz, siendo lo nuevo en la historia. Tiene a Darki entre sus manos y detrás de ella, esas manos con esas uñas le pertenecen a Darren. Su protección y por algo referente al final de la historia. Spolier.

¡Gracias por leer!

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