Capítulo 25 ✗ Un grave error
Ese vampiro yace en los calabozos, en una de las celdas calmando esa insaciable sed, ese humano siendo su víctima. Sin apartarse de su cuello mientras succiona con desesperación cada gota de su sangre. Luchando por mantener el control. Finalmente, Darren un poco satisfecho, se aleja siendo visible la sangre en sus labios y hasta su barbilla bajar dos hilos de ese líquido carmesí. Con sus evidente transformación, sus ojos completamente negros se aparta del mortal que sin vida, se encuentra en el suelo.
Se pone de pie, una última mirada de desprecio dirigida al humano y a una rápida velocidad sale de la celda. Apenas avanza varios pasos cuando se detiene. Ignora los lamentos y llantos de varios humanos esclavos en varias celdas. Limpia su boca con su mano, borrando todo rastro de sangre. Gruñe al verse a el mismo sus manos, esas largas uñas presentes.
El recuerdo de lo ocurrido con anterioridad hace un momento lo tormenta. Ese nuevo trato con la Corte está hecho. Darren consiente de las consecuencias.
Continúa con su camino, avanza por esos pasillos en dirección a la salida. Con velocidad llega al inicio de las escaleras y empieza a subirlas, sin embargo, se detiene al sentir y ver la presencia de ese rubio vampiro frente a él.
—¿Con qué aquí te estabas escondiendo?
—¿Qué quieres Esteban? —masculla Darren con irritacion.
—Pasa que todos estamos impacientes por esto. Curiosos por saber que pasó con la Corte y cuando regresamos a la sala, nadie estaba. Te estamos buscando y tú aquí en los calabozos.
—Necesitaba alimentarme. —se excusa él— y para tu información, la Corte ya se retiró hace rato.
—Acabas de ingerir sangre, no lo hiciste por sed. Si lo hiciste fue porque… —Esteban lo analiza— calmar tu descontrol. —asiente— algo te atormenta, ¿qué pasó con la Corte Darren?
—No estoy de humor para hablar de eso.
Darren pasa por su lado, apenas sube tres escalones cuando Esteban vuelve aparecer con velocidad frente a él obligandolo a detenerse.
—No vas a irte, no me dejarás con la duda ¡Maldita sea Darren, también me involucra a mi, a todos! —el susodicho gruñe— nos debes una explicación.
Esteban se cruza de brazos dispuesto a escucharlo y detenerlo. Ser demasiado insistente como suele ser.
—Nos dieron una segunda oportunidad. Hice un nuevo trato con la Corte, si tanto les preocupa, de una vez les digo que ningúno estará involucrado, nadie saldrá afectado más que yo.
—¿Tan fácil nos perdonaron? ¿Sin castigo? —Esteban frunce el ceño—. ¿Cuál fue el trato está vez?
Darren gruñe ante las preguntas.
—Eres irritante. —hace una larga pausa—. Tras mucho insistir, logré que aceptarán que la barrera sea destruida, que todos sean libres de salir y venir al Castillo las veces que quieran. De ir al mundo mortal cuando lo requiera, que todo sea como antes.
—No entiendo nada.
Darren masejea sus sienes un instante y baja sus manos.
—A ver Esteban, seremos libres por ahora. Les hablé sobre Victoria, el supuesto motivo del porque fuí al mundo mortal, con eso logré que me permitan regresar, buscarla y matarla. Aquí encerrado no puedo hacerlo. Cuando lo logre, solo yo permaneceré en el Castillo, hasta que la eternidad me lo permita siendo su maldito rey.
—¿Le hablaste sobre pequeña? ¿Sobre esa niña? —lo cuestiona el rubio con preocupación.
Darren niega.
—No son estúpidos, obvio que saben que fui a verla. Me mantendré al margen con ella, ese fue parte del trato y sobre esa niña, ellos no deben saber su existencia por su propio bien, serlo así, dudo que pueda solucionarlo, para ellos es algo prohibido. —pausa—. Estaré cerca de ellas, al menos hasta que maté a Victoria y regrese al Castillo a cumplir está vez el trato.
—Y así será. —el rubio vampiro pasa su lengua por sus colmillos—. Aún no me creo que te hayan perdonado, aunque no tenían opción si eres el único Valentains descendiente del Reino.
Darren hace una mueca.
—Aun hay más. —menciona Darren y Esteban enfoca la vista en él—. Haré lo que ellos quieran y uno de sus peticiones es tener descendencia con cualquier vampiresa de aquí. —hace una corta pausa—. Acepté Esteban y para eso, cambiaré de reina.
—No puedes quitar a bombón de ese cargo.
—Ya lo decidí. Ashley nunca debió ser la reina, mira hasta que punto se arriesgó.
Él rubio gruñe y niega.
—Ella sabía el gran cargo que era, si aceptó fue para ayudarte.
—Y estoy harto Esteban. —masculla Darren en tono alto—. Harto de ponerlos a todos en riesgo por mis acciones.
—¿Y desde cuándo te preocupa si siempre a sucedido así? Entre todos nos ayudamos.
—Pues ya no necesito su ayuda. Me encargaré de todo esto yo solo.
—No estoy de acuerdo, ¿y qué pasará con pequeña? ¿Su vínculo?
—Ya me hice la idea de que no debemos estar juntos. —Darren se cruza de brazos—. Ella en su mundo y yo en el mío. Solo voy a proteger a los míos así tenga que enfrentarme a Aylin. Dañar mortales como ella.
—Estás mal Darren.
—No tuve opción Esteban.
Se ven entre ellos un largo rato.
—¿Cómo se lo dirás a bombón? ¿Cómo le dirás que ya no será más la reina?
Sin embargo, apenas el rubio termina de decir aquello cuando Ashley aparece a mitad de las escaleras. Con la vista fija en ambos.
—¡¿Qué acabas de decir Esteban?
Ambos desvían la vista en ella.
—Que Darren es un maldito imbécil al tomar decisiones, quiere buscar otra reina cuando te tiene a ti.
—Es parte del trato Esteban. —le responde Darren molesto—. Y es verdad Ashley, ya no serás más la reina, créeme que lo has hecho bien, mucho mejor que yo pero no volveré a ponerte en esa situacion por mi culpa.
—Darren no digas eso. —ella rápido llega hasta ellos—. Estamos juntos en esto.
—Eso es algo que él no entiende bombón, nos a dejado a todos fuera de esto.
—Mejor callate Esteban. —le responde Darren. Recibe esa mirada fulminante y regresa la atención en Ashley—. Lo hago por el bien de todos.
—Lo entiendo, esto fue demasiado. Incluso Dominik tuvo que intervenir para ayudarme pero la Corte lo evito, lo torturó, a él sin importarle enfrentarse a ellos cuando la fuerza es obvia, solo por mí.
—Vaya, solo por eso me cae un poco mejor. Sea como sea, lo intentó. Realmente te aprecia bombón. Que eso no quita que aún el desprecio que le tengo, solo ganó un pequeño punto. —inquere Esteban.
Ashley gira a verlo.
—Pues lo mejor que han hecho por mí.
—Nah, tampoco es para tanto. No es el único que arriesga todo por su alma.
Esteban posa la vista en Darren.
—A eso me refiero, no quiero que nadie interfiera o salga herido. De la Corte me encargo yo. —menciona él.
—Das miedo cuando hablas así, admite que te importamos.
—No es eso, solo me son de utilidad.
Esteban y Ashley se ven entre ellos. Darren gruñe, la vampiresa borra su sonrisa burlona y gira a verlo.
—Bueno, como sea. Entiendo tú desición Darren y la acepto. Que deje de ser la reina me ayudará a pasar más tiempo con Dominik, sin tener que lidiar con ese gran cargo, pero no quita que vaya a seguir ayudandote ¿entendido?
—Lo sé porque eres tan terca aunque te lo prohiba.
La vampiresa sonríe siendo obvios sus colmillos.
—¿Y el cambió cuándo será? —pregunta el rubio.
—La Corte estará de vuelta al amanecer, para la nueva coronación y se hablará sobre esto.
—Tan pronto. —inquiere Esteban—. Ya debes tener pensado a la nueva reina.
—Ya sé quién será. Con la que tendré… malditamente descendencia.
—¿Hijos? ¡¿Tú?! —inquiere Ashley sorprendida.
—Es parte del trato. —el rubio vampiro recita esas mismas palabras de Darren—. que se joda el trato, ¿Por qué no les hablaste de pequeña? De esa niña.
—Eso sería un problema mayor Esteban.
—Seria mejor si convirtieras a pequeña y ella fuera la reina aquí. Con ella si estaría de acuerdo que tuvieras descendencia a parte de esa criatura.
—¡Eso no pasará Esteban, prefiero esto!
—¡Ya basta los dos! —inquiere Ashley—. Esteban no intervengas en esto si Darren ya lo decidío.
—Entonces no cuentes conmigo, hubiera preferido aceptar el castigo, no solo tú.
El rubio vampiro gruñe y se da la vuelta subiendo los escalones con lentitud.
Ashley ignora la aptitud del rubio y fórmula la siguiente pregunta:
—¿Quién será la nueva reina Darren?
—Ya lo sabrán en su momento.—se limita él a decir.
(...)
La sala se llena de todos los vampiros presentes del Castillo. De pie en diferentes lugares rodeando alrededor la sala. Siendo reunidos de forma inmediata por su Rey, para tal aviso. Sin rechistar, obedientes, curiosos.
Frente a ellos, en el trono yace todos los integrantes de la Corte Real, su Rey y Ashley cerca de Darren. Entre la multitud, cerca se encuentra el resto, Esteban, Owen, Mía, Drake, Dean, Dominik, Jonathan, Lezy y Blareli cerca de la puerta, cruzada de brazos.
Todos ellos atentos, impaciente por la espera. Varios integrantes de la Corte hablan entré ellos, Hugo aún discutiendo con Víctor en desacuerdo, él a favor de querer eliminar a todos excepto Darren, siendo para el tal acto, imperdonable.
—¿Estas seguro de esto Darren?—le cuestiona Ashley, ella al tanto de todo.
—Si no lo estuviera, no estaría aquí.
Ella gira a verlo.
—Gracias por regresar y estar con nosotros.
—No empieces Ashley, no tenía opción.
No obstante, Black se acerca a ellos sin borrar ese aspecto vampírico de su rostro.
—¿Está listo mi Rey? —rapido se coloca a lado de él.—aun puedes arrepentirte.
Darren gira a verlo, recordando la amenaza de Víctor.
—Si lo hago ellos saldrán afectados. No voy a cambiar de opinión Black.—Darren regresa la vista al frente— es lo que todos ustedes querían desde el principio. Como siempre, han ganado.
—Todo esto es producto de lo que has provocado Darren. Date cuenta que de cierta forma es lo mejor, recuerda que un Rey debe hacer sacrificios para proteger a su reino y es lo que debes hacer por seres iguales a ti.
Darren se limita a guardar silencio.
—Eso sería ser un buen Rey y siendo sincero, lo eres mucho mejor que tú criador.—agrega Black y se marcha en dirección a sus hermanos.
Darren analiza sus palabras.
La ceremonia da por comenzada.
Victor es el primero en levantarse del trono, recibe una rápida reverencia de parte de todo el mundo vampírico. Prosigue a hablar, Darren ignorando sus palabras, sin darle importancia solo debatiéndose si realmente su final desición es la correcta.
…
—...Ya que todo fue aclarado, bajo las nuevas reglas que habrán en el Castillo, prosigamos a nombrar a la nueva reina.
Tan pronto los murmuros, interrogatorios no se hacen esperar.
—¡Silencio! —ordena Víctor—. Está ceremonia debe dar por terminada y nadie va a cuestionar nuestra decisión. —inquiere y gira a ver a Darren. Le pide acercarse él acatando la orden hasta colocarse a un lado de él.
Ashley baja los escalones, llega hasta la multitud y como todos, espera el nombramiento. Su reemplazo.
Daimon le entrega una pequeña corona a Víctor. Este la toma entre sus palidas manos.
—Todos reciban a su nueva Reina. —le da una última mirada a Darren. El preparado ante el resultado de su desición final—. Blareli Will.
Un silencio invade la sala.
Miradas de sorpresa.
La elegida sin creerlo.
—Acercate. —le pide Black.
La vampiresa incrédula observa alrededor. Asiente, empieza a avanzar entre la multitud que se dedican a verla, se apartan de su camino ella hasta llegar al trono. Le da una rápida mirada a Darren, sonríe amplíamente y hace una reverencia. Se endereza y el líder prosigue a colocarle la corona siendo oficial su nuevo cargo.
Blareli sin borrar esa sonrisa de su rostro se coloca a lado de su rey.
—Haremos un buen equipo mi Rey.
Darren se limita a guardar silencio. Deseando que terminé esto y irse a encerrar a su habitación sin tener que soportar más esto.
Desvía la vista en ellos.
Esteban es el primero que niega, siendo la molestia evidente, se da la vuelta y entre empujones se dirige a la salida. Le sigue el resto. Ashley siendo la última en irse, todos ellos en desacuerdo.
Siendo Darren concientes de que recibiría esa aptitud de su parte.
…
Apenas el rubio vampiro se aleja un poco de sala y golpea con fuerza la pared.
—¡Teban controlate!
—¡No puedo! ¡Maldita sea! ¿Por qué la eligió a ella?
—Esteban ya no podemos hacer nada. —le dice Ashley al acercarse a él junto a Dominik.—tampoco estoy de acuerdo.
—Oigan Darren lo hizo por algo. De cierta forma, nos ayudó y libro de castigo. Yo aún me siento mal por no poder ayudarte Ley, cuando estabas con la Corte.
—Hiciste lo correcto Mía. Que ustedes también hubiesen interferido, sería mucho peor. Dominik no hubiera sido el único dañado. —le dice Ashley y gira a verlo. Por suerte, su alma recuperado.
Mía le sonríe.
—Bueno al menos Collins solucionó el problema con la Corte. Sin tener nosotros que recibir castigo.
—Pero él salió más afectado en ésto Drake. —le dice Mía.
—Pues a mí me sigue sorprendiendo esto viniendo de él. Es demasiado raro. —inquiere Owen.
—Pues yo no estoy de acuerdo con esto, si iba a condenarse con esa descarada, mejor no hubiese hecho nada. —Esteban gruñe y coloca sus manos en su cintura—. Necesito matar a alguien, mucha sangre y sexo a la vez.
—No queremos saber eso Esteban. —inquiere Ashley— tal vez esto sea algo mejor.
Resopla.
—Con las nuevas reglas no vamos a tener que pelear por esclavos y sufrir de sed, podemos salir por nuestra cuenta y lo mejor. Ya no seré la única que habra la abertura si esa barrera es destruida. —espeta Lezy.
Todos guardan silencio y se ven entre ellos.
—¿Se dan cuenta? —habla de pronto el rubio— ahora vamos a tener que darle respeto a ella, esa maldita vampira siendo la reina, será peor. —gruñe— hubiese preferido a pequeña, ella si sería la indicada.
—Tampoco estoy de acuerdo Esteban y es lo que más me molesta. La eligió a ella, pensé que sería reemplazada por alguien mejor.
—Ashley y Esteban, todos dejen de juzgar la decisión de Darren. Dense cuenta del sacrificio que hizo por todos ustedes, así como los que yo hacía en el refugio, todo era para protegerlos.
—No empieces con eso padre…
—¡Esteban! —el rubio recibe una mirada fulminante de su progenitor—. Todos hay que ser agradecidos, que no se les olvide que estamos juntos en eso. Somos un equipo y entre nosotros nos protegemos. Siendo aquí en el Castillo, como lo era en el refugio. No olviden eso.
—Padre tiene razón. —emite Mía en un murmuro.
—Al diablo con eso. —espeta Esteban—. Que Darren no cuente conmigo en esto que no estoy de acuerdo. Yo no pienso quedarme a soportar y ver como reina y mucho menos darle respeto a ella. Yo regreso al mundo mortal.
Esteban se da la vuelta yéndose por ese pasillo.
—¡Hijo! ¡Esteban aún no puedes irte!
—¡Si puedo, igual será ya una regla! ¡No pienso seguir en está prisión! —se detiene y se da la vuelta—. Y créanme que no pienso volver en un largo tiempo, antes prefiero mi libertad en ese mundo.
Termina de decir, se da la vuelta y desaparece frente a ellos.
—Creo que ésto no puede empeorar. Justo como en el pasado, esto nos separará. —espeta Ashley, sin necesidad de tener una visión.
…
Tras culminada la reunión. La Corte se marchó. Cada vampiro regresó a su habitual rutina, algunos impaciente por salir del Castillo.
Darren terminó por irse a su habitación.
Apenas entra con molestia y cierra la puerta de golpe. Avanza hasta la cama soltando un fustrado gruñido. Se deshace de esa molesta túnica negra que es obligado a usar. Está por quitarse la camisa negra cuando se detiene en el segundo botón.
—¿Qué haces aquí? No te di permiso de entrar.
Darren desvía la vista en las puertas que dan al balcón. Viendo a Blareli frente a él.
—No la necesito si vamos a gobernar juntos. —espeta ella y se acerca a él— creí que mi rey le gustaría festejar a solas.
—Largate.
Ella niega y con velocidad llega hasta él. Deja sus manos en sus hombros sin borrar esa sonrisa perversa de su rostro.
—Me enteré de todo. De tú trato con la Corte, ellos están conformes conmigo y también sé de la parte del trato que me involucra. Ser la creadora de tus hijos.
—No te confundas Blareli. Ahora eso es lo último que me importa.
Darren la aparta de él bruscamente.
—Pues tendrás que hacerlo o mejor aún, comenzar.
Un rápido movimiento y llega de nuevo hasta él. Está por besarlo cuando Darren la detiene con el agarre en su cuello.
—Voy hacer claro contigo, aquí solo eres algo de utilidad por esto. Ese trato será lo único que nos vincule porque no recibirás nada más de mí. —Darren ejerce fuerza en su cuello—. Que haya aceptado tener descendencia contigo no significa que vaya a pasar ahora. Todo seguirá como antes y si te requiero, te busco. —la suelta logrando empujarla varios pasos hacía atrás— ahora lárgate de aquí, no vamos a compartir habitación.
Ella con su transformación evidente, molesta por su rechazo, avanza a la salida.
—Sabes algo, conformate conmigo porque con tu humana jamás estarás con ella, de eso me encargaré yo.
Blareli rápido llega a la puerta y se marcha con la misma velocidad siendo la puerta golpeada al cerrarse.
Darren gruñe y se da la vuelta comprobando su soledad.
Soledad que prefiere en este momento.
+++
Dos Días Después...
Ambos líderes del Castillo, junto al resto de su pequeño consejo se encuentran reunidos en la sala. Siendo un desastre ante las nuevas reglas y descontrol total.
—Informes. —inquiere Darren desde su trono.
—La barrera ya fue destruida Darren. Ya varios vampiros abandonaron el Castillo, aunque algunos decidieron quedarse, igual los esclavos van a permanecer por quienes los requieran. —le responde Ashley.
Darren sentado desde esa silla asiente. Observa a cada uno.
—¿Dónde está Esteban?
—Se fue al mundo mortal, creo que durará en venir, aún sigue molesto por tu decisión y no lo culpo.
—Vamos, solo hay que darle tiempo a Teban, se le pasará.
—Pues realmente a mí no me importa. Al menos solucionaste esto Collins, mientras mantenga a Mía y Dean conmigo, tu condena no me importa.
—Y a mi me importa un poco lo que pienses Drake. —le responde Darren y gira a ver a Ashley—. Necesito que Esteban este aquí, afuera es un peligro.
—Sabes que mi hijo es tan terco y ahora con esto, no se dejará encerrar de nuevo. Solo hay que tenerlo vigilado y controlado.
—Darren no podemos hacer nada. La corte aprobó la libertad de todos los vampiros, son libres de ir al mundo humano. —le dice Ashley.
Él gruñe.
Realmente lo que le molesta es que Esteban este cerca de Aylin.
—Nadie lo necesita, que se vaya él a donde quiera.
—Es más útil que tú Blareli. —le dice Ashley sin borrar esa mirada de desprecio al escucharla.
—¿Cómo te atreves a hablarme así? ¡Soy tú reina y me debes respeto!
—¡Pues no lo haré! —le contesta Ashley, está por atacarla cuando Dominik la detiene.
—Ley controlate. —su agarre en su cintura la hace relajarse. Sin embargo, no aparta esa mirada fulminante de ella.
Blareli desde su trono, la mira con una sonrisa de superioridad.
—Ashley no quiero más problemas. Todos respetarán la decisión ya tomada. —Darren gira a ver a Blareli—y a ella. —masculla con irritacion. Molestia le causa al tenerla cerca.
Ashley rendida asiente.
Dominik la suelta, alerta.
—Mi Rey. —Mia carrapea— digo Darren, gracias por hacer todo esto por nosotros. No involucrarnos con la Corte cuando también te ayudamos. Eso habla bien de ti. —le sonríe.
Sin recibir contestación o alguna sonrisa por parte de él.
—Como sea, esto será problema para Aylin. Con muchos vampiros afuera estará en peligro. —espeta Ashley—. Saben de ella Darren.
—Lo que le pasé a esa humana nos tiene sin ciudado.
Ashley tensa la mandíbula al escucharla. Callandose su mal comentario para Blareli.
—¿Darren qué vas a hacer?
—No creo que sea problema. Nadie se atrevera a hacerle daño, nadie querrá enfrenrarse al Rey si lo hacen.—interviene Drake.
—De ella me encargo yo Ashley. Aquí lo importante es encontrar a la maldita de Victoria.
No obstante, la puerta es abierta por Owen. Dean que se encuentra recargado en ella se aleja, siendo espectador, a lo lejos sin intervenir como orden de sus padres.
—Darren alguien quiere verte. —menciona Owen al quedar de pie en el marco de la puerta.
—¿Quién?
Owen se adentra dando un paso adelante.
—La hija de Iván. —dice, se da la vuelta, se asoma por la puerta y murmura un "entra" para ella.
Tan pronto se voltea y con velocidad llega hasta el resto frente a su rey.
Amaris nerviosa entra. Le da un rápido vistazo a Dean que la observa con fingida tranquilidad cuando es sorpresa. Ella aparta la vista de él y se acerca a ellos, el joven vampiro sin perderla de vista.
—¿Qué haces aquí?
Amaris llega junto al resto. Sin recibir una mirada de desprecio, al contrario. Todos la miran curiosos por su presencia inesperada.
Ella fija la vista en Darren.
—Ah necesitaba verlo. Le tengo noticias sobre su creadora.
Darren tan pronto se levanta de la silla y con velocidad llega hasta ella.
—Habla
Amaris pestañea al tenerlo tan pronto cerca de ella, da un paso atrás y toma una profunda respiración.
—No sabemos con exactitud dónde está pero descubrimos a su pequeño reino.
—¿De qué hablas?
—Al parecer, Victoria a creado su propio reino. Antes de que ustedes fueran libres y salieran al mundo humano, encontramos a varios convertidos por ella. Tuvimos una pequeña pelea con varios, algunos logramos matarlos pero lo poco que logramos que hablaran era de que le sirven a Victoria, son sus creaciones. —finaliza Amaris.
—Darren eso es un grave problema. —inquiere Ashley— es obvio que ella está al tanto de todo. Nos tiene vigilados y sí está convirtiendo humanos es porque planea algo.
—Ana estará en problemas. Va querer atacarla a ella.
—La usará como carnada para que salgas de aquí Collins. —espeta Dominik.
—Una debilidad como en el pasado. —murmura Owen.
Darren los observa sin mencionar nada y enfoca su vista en Amaris.
—¿Hay algo más que deba saber niña?
Amaris niega.
—Si me entero de cualquier cosa, se lo haré saber. Le recuerdo que cuenta con toda mi manada y varias. También es nuestra lucha y vamos a enfrentar juntos a ese tal Victoria.
Darren jala su cabello fustrado.
—Okey, esto lo que haremos. —hace una corta pausa— iré de nuevo al mundo mortal, debo poner sobre aviso a ella.—se dirige al resto.
—¡No, no vas a irte!
Desvía la vista en ella al escucharla.
—¡No te metas Blareli! —le responde Darren en el mismo tono alto—. Tú te quedarás al mando de todo, para eso eres la nueva reina. —regresa la atención en Ashley— iré a ahora mismo a hablar con ella.
—Y yo te acompaño. Ya que no soy la reina, no tengo nada que hacer aquí.
Darren niega.
—Ire. —sentencia ella—. Quiero ver a Aylín y a esa… nueva vida que tiene. Tal vez me lleve una sorpresa. —inquiere Ashley refiriéndose a Ana Liz— y no me lo vas a prohibir.
Darren gruñe.
—Bien, ya que.
Ashley sonríe victoriosa.
—Nick iras conmigo.
El rubio la observa fijamente.
—No ire al mundo mortal Ley.
—Dominik, te ayudará, te necesito conmigo cerca. Además, no puedes seguir aquí encerrado como cuando lo estuviste en el refugio.
—Hay vampiros que es mejor dejarlos encerrados, si no vas a poder controlarlos allá afuera. —le dice— Seré peligroso Ley.
Ella se acerca a él con las manos en la cintura.
—Dominik por favor.
Él niega.
—Dominik es hora de que enfrentes esto. Puedes ser libre sin ser un riesgo. Que lo que hiciste quede en el pasado. —le dice Jonathan.—sé que puedes.
—Si me encerré y alejé del mundo mortal fue por algo Williams. Lo sabés perfectamente.
—Pero me tendrás a mi. Yo voy a ayudarte.
Dominik lo duda.
—Dense prisa maldita sea. —masculla Darren con irritacion.
—¡Tú espera! —le grita Ashley y fija la atención en su alma— ¿Lo harás?
—Si correrás el riego al estar conmigo en ese mundo, adelante.
Ella sonríe y lo abraza.
Darren gruñe y avanza a la salida.
—Los espero afuera, si tardan, se van por su cuenta.
—Darren te encargo a mi hijo. A todos les deseo suerte. —le dice Jonathan.
El pelinegro vampiro llega a la salida. A regañadientes asiente y termina por marcharse.
Tan pronto, Ashley se despide del resto y abandona la sala rápidamente con Dominik.
—Bueno, nosotros seguiremos aquí.
—No hay nada que hacer en el mundo mortal Mía, no hay nada más que hacer aquí. —le responde Drake, toma su mano y avanza a la salida con ella.
—Yo me retiro. —inquiere Jonathan y con velocidad atraviesa esas puertas.
—Genial, lo que me faltaba. —espeta Blareli cruzada de brazos.
Owen gira a verla y carraspea.
—¿Se le ofrece algo más ... reina? —masculla con irritacion.
—Que te vayas y deje de ver tu presencia.
Owen gruñe y la maldice internamente.
—Con su permiso. Si me necesita… no me busque.— Owen llega con rapidez a la salida—. Igual, ya no hay nada importante qué hacer aquí.
Dicho esto y termina por abandonar la sala.
Blareli gruñe y con rapidez sale furiosa.
Amaris observa alrededor. Desde su posición. Parpadea varías veces.
—Que raros vampiros. —se murmura.
—Creo que a todos les importamos muy poco. Prefieren otras cosas.
Ella pega un brinco al escucharlo. Se voltea viendo Dean en el mismo lugar.
—Oh pensé que te habías ido. Que estaba sola.
—Descuida, estoy acostumbrado a que todos me ignoren por no ser inútil y joven.
Con rapidez llega hasta ella.
Amaris finge valentía aunque se sienta extraña por su presencia.
—Soy Dean. —él extiende su pálida mano en dirección a ella.
—Amaris. —pasa saliva— Selene Amaris.
Lo duda y acepta el saludo sintiendo la diferencia de temperatura entre ambos.
—Lindo nombre, tiene un peculiar significado.
Ella asiente, observa sus manos aún unidas.
—¿Podrías soltarme?
Dean posa la vista en sus manos y con rapidez la suelta.
—Lo siento. —lleva su mano a la nuca.
Amaris finge una sonrisa. Controla los nervios presentes que le invaden.
Dean observa el trono, una excusa para no verla.
—Se significa bella hija de la luna. —dice captando de nuevo la atención del joven vampiro—. Mi nombre.
Él asiente.
—Unico.
Se observan entre ellos.
—Ya te había visto antes aquí. —Dean desvía la vista, avanza varios pasos por la sala, ella sin perderlo de vista—. Conoces bien a nuestro rey.
—Por el pasado. Estoy en deuda con él, con todos ustedes, con esa humana por salvar en aquel entonces a mi padre.
—Lo sé, mi madre me a hablado un poco sobre eso. Me da gusto que nos ayudes apesar de que eres... eso, está rivalidad que existe entre nosotros.
Se detiene.
—Eso quedó atrás. Ahora hacemos equipo.
Dean asiente.
Ella carrapea.
Ignora la mirada de él que recibe.
—Sabes, si me gustaría ver a esa humana de nuevo. Fue muy amable conmigo ese día. Si me gustaría ver de nuevo a Aylin. Por ella es que esos vampiros aceptaron ayudar a mi padre. Le estoy muy agradecida.
—Creo que a todos les importa mucho. La verdad nunca la he visto pero mi madre me habla maravillas de ella e incluso para nuestro Rey es su prioridad.
—Lo es si es su alma, ese tema no entiendo. —Amaris juega con sus manos nerviosa—. Aún yo no la encuentro.
—Debe estar en alguien de tu manada.
—Tal vez.
Dean llega tan pronto hasta ella.
Amaris un poco acostumbrada a esa sobrenatural velocidad que diferencia a los vampiros.
—Por cierto, me extraña no ver a ese niño contigo.
—¿Ian? —el vampiro asiente— oh, él es mi hermano, está vez le prohibi acompañarme.
—¿Te protege mucho?
—Algo. —se encoje de hombros.—es muy celoso.
—Ya, entonces no deberías estar más a aquí, con este vampiro cerca.
Amaris lo observa y sonríe.
—No le tengo miedo a los vampiros y mucho menos a un niño como tú. Me he enfrentado a muchas cosas peores.
Recuerda la terrible noticia de la muerte de su padre.
Sin embargo, finge no afectación.
—¿Niño? —Dean ríe— puedo demostrarte lo fuerte que soy— se acerca a ella, sus transformación tan pronto evidente siendo esos colmillos visibles. —tal vez mucho más fuerte que tú.
Amaris lo mira atonica. Sin apartar la vista de él. Sin controlar su corazón latir aceleradamente.
—Yo podría ganarte. —le reta ella—. Aún eres un joven vampiro.
—Lo dudo, que mi corta edad no será impedimento, soy la creación de dos vampiros fuertes… niña.
Ella guarda silencio y lo observa con atención.
Dean ladea la cabeza y se acerca más a ella. Amaris sin impedirlo.
Sus labios están por rozar cuando tan pronto ambos se alejan al escuchar la puerta ser abierta de golpe.
—Dean necesito que vengas conmigo. —habla Drake sin dejar de verlos.— y tú, ya deberías irte.
—Padre…
—Ahora. —interrumpe Drake a Dean.
—Tiene razón, yo ya debo irme. Mi manada me espera. —inquiere Amaris, le da una última mirada a Dean y avanza a la salida.
—¿Volverás?
Ella se detiene apenas lo escucha. Gira a verlo y le sonríe.
—Vendre para informarles. —se voltea y continua su camino hasta la salida.—adiós Dean.
Drake le permite el paso, sin dejar de verla con desprecio. Amaris lo ignora y termina por salir de la sala.
Tan pronto Drake empuja la puerta cerrandola.
—¿Qué fue eso Dean? No te quiero ver cerca de la hija de esa bestia.
—No les digas así, no es lo que piensas. Solo estábamos hablando. Te recuerdo que esas "bestias"—Dean hace comillas con sus dedos y baja sus manos.— van ayudarlos.
—Exacto, a ellos. Por lo tanto no tienes que vincularte con ella. Te lo advierto Dean. No quiero más problemas. No te quiero cerca de ella cuando vuelva.
Su hijo se cruza de brazos y desvía la vista.
—Dean.
—Asi será padre. —gira a verlo y con rapidez llega hasta él—. Iré ambular por el Castillo, después de todo. Tanto tú y mi madre me han prohibido ir al mundo mortal.
—No estás listo para eso. Es demasiado control que aún no tienes. Aún eres débil Dean, ni al medio siglo llegas. Cuando lo logres, tal vez…
—No lo creo. Ustedes siempre me prohiben todo. Quieren controlar mí vida incluso tal vez me elijan a mi alma, así como la Corte con mi tío Darren.
—Hay almas que no deben estar juntas Dean. Eso es problema de Darren. Lo tuyo será distinto. Tú no vas a involucrarte con alguien prohibido, date cuenta. Existen especies que no encajan en el mismo mundo y es mejor que busques a alguien como tú, para evitar algo así.
Dean niega.
—Nunca estoy de acuerdo contigo padre, pero si lo haré y sigo tus órdenes es por mi madre. —pasa por su lado y empuja la puerta— no sabes cuánto deseo la libertad que me prohiben ustedes. Tal vez, algún día los sorprenda yendo al mundo mortal al menos allá no tengo que soportarlos. En eso, entiendo a mi tío Esteban.
Dicho esto y atraviesa esas puertas.
Drake gruñe.
—¡Dean! ¡Dean ven acá! —le grita Drake molesto yendo detrás de él.
Quedando la sala solitaria con un trono vacío.
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