
Capítulo 11 ✗ Mundo mortal
"No solo sobreviviré, me verás prosperar, podré escribir mi historia. Sobrepasaré los límites, no me conformaré... La victoria está en mis manos... Lucharé, lucharé, me transformaré... Tu tiempo se acabo..."
🦇🦇🦇
{Narradora Omnisciente}
—¡¿Estás loco Darren?!
Es lo primero que le grita Ashley al estar al tanto de su riesgoso plan.
Todos se encuentran en la habitación de Darren, él en el centro con todas las miradas puestas en él juzgandolo al contarles el plan. Ashley frente a él con las manos en su cintura con el semblante serio, siendo visibles sus colmillos.
Darren cruzado de brazos suelta un gruñido.
—¡Es una locura! —le repite Ashley.
—¡Igual voy a hacerlo, no te pedí tu permiso!
—¡Soy la reina, tu hermana y te lo prohibo! —lo apunta Ashley con su larga uña.
Darren cierra los ojos, intenta calmarse y los vuelve a abrir. Gira a ver a Esteban que se encuentra a un lado de él disfrutando el momento con una sonrisa burlona en su rostro.
—Te dije que solo le hablaras a Ashley —pronuncia Darren entredientes— ¡No a todos!
El rubio gira a verlo.
—No es mi culpa que todos estuvieran con ella. Además aquí las paredes oyen, todo se escucha. —el rubio se encoge de hombros— tarde o temprano iban a enterarse, no es algo que se pueda ocultar y todos estamos implicados, somos un equipo Darren.
El vampiro pelinegro le da una mirada asesina y hace sus manos puños. Esteban avanza tres pasos a la derecha un poco lejos de él.
—Teban llegó gritando buscando a Ashley, yo estaba con ella y con Dean. Dijo en voz alta sobre el plan "que irían al mundo mortal y Dean le avisó a su padre.
—Gracias nena, me alegra contar con tu ayuda siempre, —Esteban gira a ver a Mía— espero que te sientas bien cuando Darren me arranque la cabeza.
Mía agacha la cabeza.
—Yo pasé de paso y escuché, debo estar informado de todo por ser tú mano derecha Darren.
—¡Mejor cállate convertido! ¡Todos sabemos que eres una maldito chismoso!
—¿Por qué no te atreves a callarme imbécil?
Ashley levanta su mano.
—¡Ya callense los dos! —los apunta— suficiente tengo con la locura de Darren para soportar sus absurdas discusiones.
Ambos se callan sin dejar de retarse con la mirada.
—¿Podrían terminar con esto y dejar irnos? —se escucha la voz de un vampiro desde la esquina de la habitación.
—¿Y quién te invitó a ti rubio oxigenado? —le dice Esteban ladeando la cabeza para lograr verlo.
—Ley me obligó a venir.
Esteban gruñe y gira a ver a Ashley.
—¿Bombón por qué no sacas a tu basura?
—¡Ella tiene su nombre!
—¡Es bombón!
—¡Basta los dos! —les gritas Ashley.
Mientras tanto Darren toca sus sienes maldiciendo mentalmente.
—¡Esteban deja de discutir con todos aquí!
—Yo no tengo la culpa de que su presencia me irrite bombón.
Ashley le da una mirada asesina.
Darren llega rápidamente hasta la salida y abre la puerta.
—Todos afuera, —les dice Darren entredientes— ¡Que se larguen!
—No, antes vamos a hablar de esto. —le dice Ashley dándose la vuelta.
—¡Les advierto, el próximo que interrumpa con sus estúpidas discusiónes le arrancaré la cabeza! —Darren cierra la puerta de un portazo y observa a todos los presentes: Ashley, Owen, Mía, Dean, Drake, Dominik y termina en Esteban. —ya estás advertido Esteban.
El rubio bufa, se cruza de brazos y agacha la vista mascullando palabras inentendibles.
Darren avanza hasta ellos, se coloca frente a Ashley.
—Esta decidido, iré al mundo mortal. —sentencia.
—Iremos —Esteban levanta la mirada— iré contigo.
—Tu te quedas.
—Fue mi idea, tengo el derecho y deber de ir.
Darren gruñe y regresa la vista en Ashley.
—Solo estoy pidiendo su ayuda.
—Darren pidiendo ayuda, eso sí es nuevo.
—¿Quieres perder la cabeza Drake? —le dice Darren sin voltear a verlo.
—No él realmente no dijo nada —sale Mía en su defensa. Está golpeando su mano al tenerlo cerca. Dean sonríe con burla.
—¿Darren qué se supone que haremos? —cuestiona Ashley.
—Seguir con el plan al pie de la letra, ya se los explique —responde Esteban por Darren— Lezy va a ayudarnos a abrir la abertura, que por cierto ella debería estar presente.
—Se te olvido avisarle —le dice Mía.
—Agh le diré después, —prosigue el rubio— Lezy abrirá la abertura, cuando lo logré yo y Darren atravesaremos la barrera, cuando estemos del otro lado se volverá a cerrar y nos alejaremos del Castillo lo más que podamos. El problema es que la barrera es vigilada por los guardias, ahí entran ustedes. Seran la distracción, si tienen que matarlos para salvar su cabeza no hay problema. A los únicos que no pueden ver es a Darren y a Ashley, siendo los reyes no pueden darse cuenta que ellos están implicados. Pensarán que solo fue una rebeldía del resto de nosotros. Será fácil con su ayuda.
—Yo sigo diciendo que es una estúpido plan —inquiere Owen— no podemos con los guardias.
—Se hará equipo convertido. Todos unidos podemos con ellos.
Owen da un paso adelante.
—¿Y qué pasará con la Corte? No se han puesto a pensar en ellos, ellos son el peor problema. Si se enteran no solo Darren pagará todas las consecuencias, todos aquí en incluso Dean, porfavor él lleva muy poco en la eternidad para que lo condenen.
—Dean no hará nada, él se quedará aquí.
—Pero yo quiero ayudar tío Esteban.
—Te quedas —lo apunta el rubio, él hace sus manos puños y asiente.
—Y que los demás estemos en riesgo de perder la cabeza. Es un gran riesgo.
—Los débiles no irán —le dice Esteban entredientes.
—Darren, Owen tiene razón. Aunque todos participemos en la distracción no será fácil.
—Correremos el riesgo Ashley.
—¡No Darren no entiendes! —ella da un paso adelante— tal vez podrán salir, pero su regreso será difícil ¿cómo volverán entrar?
—Podemos entrar con facilidad pero salir no —le dice Darren,— ya lo he hecho años atrás.
—Si, en ese entonces la barrera no estaba tan vigilada. Recuerda que la Corte ya la hizo más fuerte —Ashley gruñe— la Corte va a enterarse ¿qué tal si ellos vienen y no te encuentran?
—¡Es un riego Darren! —le grita Owen.
—La Corte solo viene cada cierto tiempo, no nos demoraremos. Iremos y regresaremos pronto sin que se enteren. —les dice Darren tratando de mantener su control— nadie saldrá implicado, seré el único que pagará las consecuencias.
—Aja, ¿y a esto cómo le llamas? —habla Drake— tú haces las cosas y todos pagamos las consecuencias.
Darren aprieta la mandíbula, sus ojos se empiezan a tornarse más oscuros.
—¡Déjen de ser egoístas! ¡Es un maldito favor que esté desgraciado les está pidiendo! ¿Cuándo Darren pide ayuda? ¡nunca! Si tal vez todos pagamos las consecuencias pero al menos seguimos aquí, recuerden que Darren se a arriesgado por todos ustedes aquí, a todos a ayudado —les dice Esteban— somos fuertes, somos vampiros y podemos contra quien sea. Se supone que somos una familia todos excepto el maldito convertido, el rubio oxigenado y el imbécil de Drake, pero el resto.
Ashley retrocede y toma asiento en la cama.
—Si están queriendo hacérnoslo sentir mal lo estás logrando.
—Gracias, esa era la idea. —inquiere Esteban con alegría.
—Sigo pensando que es una locura y no me harán cambiar de opinión. No voy a agradecerle a Darren por todo lo que a hecho por mí, eso jamás. —dice Owen y les da la espalda.
Esteban se ahorra el cruel comentario para él.
—¿Entonces? —se dirige al resto.
—No lo sé Esteban, es ...
Ashley cruza las piernas.
—¿Por qué? —habla Dominik, el único vampiro que se a mantenido al margen de todo esto— sólo quien saber ¿por qué hasta ahora? Igual voy ayudarles, depende la desición de mi Ley, será divertido en este aburrido lugar, si lo será. —hace una corta pausa— ¿Por qué hasta ahora quieres ver a la salvadora mi rey? —menciona con burla. —han pasado años, ¿qué te hizo cambiar de opinión?
—Ese no es su problema —masculla Darren.
—Si quieres que te ayudemos tendrás que decirlo —le dice Ashley con burla.
Darren gruñe, les da una mirada asesina a ambos.
Owen se da la vuelta.
—No quieras cambiar la cosas. Ese estorbo ya está mejor sin saber de nosotros, de ti. Ya déjala feliz, ya debe estar casada o hasta... hijos con su amigo. Se casaron ¿lo recuerdas?
—Y si es diferente, yo también tengo curiosidad que pasó con Ana.
—Todos la tenemos nena.
—Su opinión me interesa muy poco —les dice Darren— igual forma lo haré con o sin su ayuda. Iré al mundo mortal, la veré y regresaré para seguir siendo el Rey de este maldito Castillo.
Ashley se levanta.
—Esta bien, te ayudaremos.
—No cuenten conmigo. —dice Owen.
—La diferencia no será mucho si eres un débil convertido.
—¡¿No soy débil?!
—Entonces demuestralo convertido —lo reta Esteban.
Él hace sus manos puños, sus colmillos son más visibles.
—¡Lo haré! ¡Voy a ayudarles solo para demostrar que no le tengo miedo a nada ni a la Corte!
Dicho esto y Owen golpea la pared.
—Estupendo —le dice Esteban y regresa la atención en Ashley— ¿Entonces todos van a ayudarnos?
Mía y Drake se ven entre ellos.
—Ya que, excepto Dean.
—Padre...
—Esta decidido Dean. —le dice Drake autoritario.
Dean gruñe.
—No se hable más, todos los presentes estamos de acuerdo y vamos a ayudar. —finaliza Esteban.
—Ashley te quedarás a cargo de todo mientras vuelvo —le dice Darren— también Owen— ellos asienten.
—¿Cuándo será? —cuestiona Mía.
Una sonrisa siniestra se muestra en el rostro de Darren.
—Esta noche, saldremos al amanecer.
Todos asienten.
—Iré a informarle a Lezy para que esté atenta de todo y se preparé. —dice Esteban y llega rápidamente hasta la puerta.— y también a mi querido progenitor. —Esteban termina por salir de la habitación.
—Darren no creo que Esteban deba acompañarte, él está inestable. —dice Ashley después de rato.
—Igual forma va a querer ir. Lo conoces bien, es tan terco que lo hará aunque le diga que no.
—Yo opino que lo encerramos en una celda, su locura va arruinarlo todo.
—Owen —lo regaña Ashley.
—A mi no me cae bien ese rubio pero no está bien hablar de él cuando no está presente —menciona Dominik— además, es fuerte, más que algunos aquí. Sabio y sin contar que hay que admitir, que estos dos hacen un buen equipo. —señala a Darren.
—Creo que salir al exterior le hará bien a Teban. A todos nos perjudicó este encierro pero a él más, tal vez estar en el mundo mortal le ayude ver la realidad y deje de ver a Nohemí.
—Me preocupó por él, por ambos.
—Ashley hemos pasado por peores cosas. Está decidido, iré con Esteban.
Dicho esto y Darren llega a la puerta velozmente.
—Ni un gracias vas a decirnos. —le dice Ashley.
Darren abre la puerta y se da la vuelta.
—No, no se lo merecen al menos hasta que lo logremos.
—Vamos a arriesgar nuestra cabeza Collins. —le dice Drake— por mi, pondré en peligro a mí hijo y a mi alma.
Darren inclina la cabeza.
—Solo me les diré una cosa. —pausa— si no lo logramos, nos veremos en el infierno.
Darren se da la vuelta, sale de la habitación y termina por cerrar la puerta de un portazo.
—Bueno, al menos en eso Darren no a cambiado, —dice Mía— no dirá un gracias en voz alta. —rie— no es un poquito amable. Quiero pensar que no le importamos ni su misma vida.
Ashley ríe con ella.
—Sabemos que Darren es así, lo hace pero no lo demuestra. Sabés su lema:
"Es mejor hechos que palabras"
Repiten las dos vampiras al unísono.
Dominik se aparta de la pared, avanza hasta pasar entre ellas.
—Bueno ya escucharon, hay que prepararnos para esta noche y yo lo haré. Iré a alimentarme a los calabozos.
Corre hasta que lo pierden de vista, lo único que se escucha es la puerta ser cerrada.
—¿Y si el resto se entera? tendríamos que pelear con ellos.
—No será así Drake —le dice Ashley— apesar de todo somos la máxima autoridad aquí yo y Darren y no se atreven a desafiarnos.
Drake niega y abandona la habitación rápidamente.
Dean se levanta y pasa sus manos por su cabello.
—Yo quiero ayudarles
—¡No Dean!
Él gruñe
—No entiendo su aptitud, todo esto por una mortal.
—Dean no conociste a esa mortal, ella era especial. Aylin se volvió la humana favorita de todos aquí.
"No me incluyan" piensa Owen, se limita a ver a Ashley con desprecio.
—Lo sé, mi madre me a contado mucho de ella.
—Es que Ana era increíble, espero que Darren si pueda a verla.
—Es lo que me preocupa, que al regresar y verla, se de cuenta de una realidad que no le gustará.
—O una inesperada sorpresa —dice Owen y se cruza de brazos.
Ashley frunce el ceño y gira a verlo.
—Ana es el alma de Darren, es obvio que esté así. Lo entiendo, si perdiera a tu padre Dean, estaría igual o peor que él.
El vampiro más joven asiente.
—Todo esto por un alma, —bufa— si voy a estar como mi tío Darren o peor como mi tío Esteban ya no quiero encontrar a la mía.
—Buena decisión Dean, esas malditas "almas" solo son un problema.
—Owen no le digas eso a Dean —le dice Ashley — lo dices porque aún no has encontrado a la indicada amargado —Owen gruñe— ella se dirige al joven vampiro— Dean no pienses eso, aun eres pequeño. Tú historia será diferente, mira el ejemplo de tu madre y tu padre. El mío con Dominik. No siempre debes estar lejos de tu alma, con Darren y Esteban fue otra historia. Ya verás, cuando encuentres a tu alma, pensarás distinto.
Dean se limita a asentir.
"Creo que ya la encontré" piensa al recordar a esa chica "distinta" que vió. Selene Amaris.
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Por otro lado, Esteban camina por el pasillo buscando a su padre hasta que lo encuentra a lo lejos. Corre y tan pronto llega hasta él. Frunce el ceño al verlo hablar con Lezy.
—Lo siento si interrumpi su bella cita. —dice con picardía.
—Esteban, no es ninguna cita. La señorita Black y yo solo estamos hablando.
Esteban se cruza de brazos.
—Desgraciadamente solo es eso, yo quisiera hacer otra cosa con él —Lezy lame sus labios, — se hace el irresistible.
Esteban y ella son los únicos en reír.
—Señorita Black comportese.
Dejan de reírse.
—Como sea, hermosa Lezy Darren te está buscando. Quiere hablar contigo en privado de algo muy importante.
—Esta bien, iré a ver que quiere nuestro Rey. Nos vemos luego guapos Williams. —se despide de ambos y termina por desaparecer de su vista.
—¿Por qué no le das una oportunidad? Dejará de molestarte. —le dice Esteban a su padre después de un rato.
—Ya se lo dejé en claro, a los dos.
Esteban sonríe.
—Estara a solas con Darren, ¿no te da celos?
—Hijo, esa dama no me interesa.
—Si sigues así te quedarás soltero.
—Ya me acostumbré a la soledad.
—La soledad no es agradable padre.
—Hice una promesa que tendré que cumplirla —le dice Jonathan— además estoy feliz así, al pendiente de todos mis hijos y más en uno en especial, de ti. Todos siempre quieren causar problemas.
—Lo sé, soy el favorito.
—Eres mi único hijo que lleva mi sangre Esteban, lo único que me queda de tu hermosa Madre.
—Pues disfruta a tu hijo este poco tiempo porque se irá.
Jonathan frunce el ceño.
—¿De qué hablas?
Esteban sonríe ampliamente y avanza varios pasos. Se detiene al estar a un lado de él, sin lograr verlo a la cara, se inclina y le susurra al oído:
—Porque me iré, me iré con Darren al mundo mortal.
Jonathan abre los ojos sorprendido y rápidamente lo enfrenta.
—¿Qué barbaridad has dicho?
—Esta noche atrevesaremos la barrera con ayuda de todos, incluso la de Lezy.
—No irás a ninguna parte Esteban, tú no estás bien.
El rubio gruñe.
—Estoy perfectamente bien —extiende los brazos— ¿verdad Nohemí? Si, si lo estamos.
—No voy a permitirlo.
—Que pena, porque no podrás impedirlo.
—Esteban —pronuncia Jonathan entre dientes, sus ojos empiezan a tornarse más rojos y sus colmillos ser más visibles.
Esteban baja los brazos.
—Que tarde, tengo que prepararme. —mira su mano, disimulando ver un reloj imaginario— adiós padre —avanza varios pasos y se detiene— por cierto, tal vez ya no vuelva.
Dicho esto y se marcha velozmente. Lo último que se escucha es el grito de Jonathan al llamarlo por su nombre.
Él gruñe y empieza avanzar decidido a buscar a Darren.
...
Mientras tanto, Darren le explica a Lezy las indicaciones. Para el vampiro fue más fácil decirle todo a ella a solo escuchar atentamente sin interrumpir, en diferencia del resto. Ambos se encuentran en el balcón, el lugar más alto del Castillo hablando.
—Es una orden, no te estoy preguntando si quieres ayudar.
—No tiene que hacerlo mi Rey, les ayudare por la sencilla razón que saldré ganando.
—¿Qué ganarás con esto? —le cuestiona Darren.
Lezy se recarga en el bardandal.
—Pues verás mi rey, me has dicho que te irás con Esteban. Es obvio que su padre estará devastado, preocupado por su hijo hasta que regrese. Ahí entró yo, tendré que calmarlo con mi cercanía y mis encantos. —la vampira sonríe— me hará caso. Ambos saldremos ganando. Tú ves a tú alma y yo tendré a la mía.
—No te das por vencida —Darren se cruza de brazos.
—Si mi rey no lo hace porque yo si.
Darren gruñe.
De pronto, son interrumpidos por la presencia de Jonathan.
—Darren tengo que hablar contigo.
—Estoy ocupado Williams.
—Es urgente
Darren gruñe y mete sus manos en sus bolsillos.
—Encargate de todo, no quiero fallas.
Lezy asiente, sube hasta el barandal y se deja caer. Jonathan se acerca hasta quedar frente a Darren.
—¿Qué quieres Williams?
—Ya estoy enterado de lo que pretendes hacer.
—Y me dirás que no estás de acuerdo. No me interesa la opinión de nadie.
—Realmente no me interesa lo que hagas Darren, lo que si me preocupa es que siempre tienes que involucrar a mi hijo. Sabes que Esteban no esta bien para salir.
—Yo no le pedí que me acompañará, él solo se apuntó.
—Eres el Rey, debes impedirlo.
—Sabes que a él le interesa muy poco mi poder aquí. Para él sigo siendo el mismo. No me respeta.
—Darren si Esteban sale al mundo mortal será un grave problema.
—No te preocupes tanto Williams, —Darren pasa por su lado y coloca sus manos en el bardandal— regresaremos pronto. La veré y regresaremos a este infierno de Castillo.
Jonathan asiente y se da la vuelta. Se coloca a un lado de Darren.
—Los conozco a los dos y son tan tercos. No puedo hacerlos cambiar de opinión pero solo tengan mucha precaución. Sí mi hijo va a acompañarte, quiero darte esto para que lo controles —Jonathan saca de su bolsillo un pequeño frasco de vidrio con un líquido verde.— sólo tendrás que inyectarlo.
Darren gira a verlo, posa la vista en el frasco.
—¿Qué es eso?
—Lezy me ayudó a crearlo y varios vampiros que tuvieron alcance de su conocimientos cuando Salvatore tenía su control. Es una especie de...
—Tranqulizante —lo interrumpe Darren— se lo que se siente, ese desgraciado me inyectó eso años atrás, muchos de hecho. Pierdes el maldito conocimiento, ¿lo has utilizado en Esteban?
—Por supuesto, para mi fue difícil Darren pero fue la única forma de ayudarlo, controlarlo. En todo este tiempo lo he hecho, ¿por qué crees que Esteban esta controlado un cierto tiempo? Si tiene alucinaciones con ella pero al menos no pierde la razón y se vuelve un monstruo sin importar dañar a quien sea, incluso a él mismo.
Darren toma el frasco y lo analiza.
—¿Cuántos tienes de estos?
—Varios
Una sonrisa maliciosa se plasma en el rostro de Darren.
—Me los darás, con eso podemos "controlar" a los guardias.
—Esteban los necesita más que ellos.
Darren gruñe y lo mira.
—Esteban tendrá uno en especial.
Jonathan asiente rendido.
—Te los daré antes de que se vayan. Solo asegurate de llevar el que utilizarás con Esteban si lo ocupas. —Darren asiente— que mi hijo no se de cuenta o querrá quitartelo. Darren en verdad ten cuidado con él, es un peligro, sólo vigilado y cuídalo.
Darren se guarda el frasco en su bolsillo.
—Genial, ahora le haré de niñera con el desgraciado de Esteban.
—Ese es uno de los riesgos que tendrás que correr para volver a verla.
—Lo sé Williams, aunque ella no esté aquí me sigue causando problemas.
(...)
{Horas después}
La noche está por llegar, Esteban sube las escaleras y sale de los calabozos. Silba, se calla al tener frente a él a Dean.
—Te estaba buscando tío Esteban.
—Mi querido sobrino, ¿para qué me necesitas?
—Solo quiero desearte suerte y despedirme de ti.
Esteban le sonríe.
—La necesitaré.
Pasa por su lado y sigue avanzando. Dean rápidamente lo sigue hasta alcanzarlo.
—Tio Esteban, también quiero...
—No abogare por ti para que nos ayudes. Te quedarás aquí Dean —lo interrumpe Esteban.
—Pero... —él gruñe— estoy harto que me traten como un bebé.
Esteban ríe.
—Sobrino eres un vampiro débil comparado con nosotros. Eres el más joven de todos, ni al medio siglo has llegado. Los guardias son poderosos, serás más un estorbo que ayuda.
—Mi madre va a encerrarme en la habitación, sabés que esa puerta no va a denerme.
Esteban se detiene y se da la vuelta.
—Dean vas a obedecer a tu madre, a mi y a todos. No te quiero ver en nuestra lucha.
Él deja salir más los colmillos.
—Tienes una larga eternidad por delante. No entras aquí, no sabes a quién vamos a ver. No conociste a pequeña y no entras en esta parte de la historia. Prometelo Dean, no irás. —añade el rubio.
—Tu tampoco cumples tus promesas. No estás obedeciendo a mi abuelo.
Esteban coloca su mano en su hombro.
—Lo sé y está mal pero justo por eso, Dean todos queremos que seas diferente a todos nosotros. Dean yo no soy un buen ejemplo, jamás seas como yo.
—Pero de todos eres el mejor, aunque todos crean que estás... mal, a mi no me importa. Eres mi favorito tío Esteban.
—Niño del demonio me vas hacer derramar lágrimas de sangre.
Ambos rien
Esteban baja su mano.
—Cuida bien a tú madre, hazle caso en todo. Demuestra que eres el mejor Williams que quedará al mando, mi reemplazo.
Él asiente
—Se mirará mal si te abrazo.
—¿Quién dijo que nosotros no tenemos sentimientos? Porque está equivocado. Aún no tengamos un corazón latente, misterios de la inmortalidad. —pausa— ven acá Dean.
El rubio lo jala y terminan por abrazarse.
—Te aprecio como al hijo que no llegué a tener —añade Esteban y sonríe al ver la presencia de "Nohemí" presente detrás de ellos.
D A R R E N
Estamos listos. La hora a llegado y estamos preparados para llevar acabo el plan, sin importar el riesgo, sin importar las consecuencias de está gran locura.
Todos estamos aquí presentes justo como lo planeamos. Incluso se unió Williams, él sigue molesto conmigo por involucrar a Esteban, cosa que me importa muy poco. He aprendido a sobrevivir e ignorar el desprecio hacia mí de muchos aquí.
Nos encontramos a una distancia prudente, viendo desde la distancia a los guardias.
—Ya estamos aquí, hay que atacar.
—Aun no convertido, tranquilo aún no es momento.
Escucho a Owen gruñir.
—Son doce guardias —digo al terminar de contar— ustedes van a distraer al resto mientras nosotros nos vamos del lado derecho, donde se abrirá la abertura. Lezy tu vas con nosotros. Ese guardia es más débil, logramos salir y podrán irse, ¿tienen lo que les di? —les pregunto referiendome al frasco —ellos asienten— sólo van a usarlo para dejarlos inconcientes, recuerden sin luchar tanto y no aumentar el riesgo.
—¿De dónde sacaste eso Darren?
Giro a ver a Esteban que se encuentra a un lado de mi.
—Ese no es tu problema. —respondo con irritación.
—Solo preguntaba, se me hace lo bastante familiar —se inclina un poco viendo a su padre.
"Si supieras"
Bloqueo su campo de visión.
—Hay que estar concentrados Esteban.
Él regresa a la misma posición y se cruza de brazos.
Dejo de prestarle atención y regreso la vista puesta en los guardias.
—Es hora, hagan la distracción.
—Vamos Ash hazla tú. —inquiere Owen.
—A ella no pueden verla imbécil —le dice Drake.
—Ellos no pueden saber que la reina y el rey están implicados —les dice Esteban—solo saldrán ustedes los vampiros rebeldes —rie despacio— vamos Owen es tu turno, demuestra lo "fuerte que eres"
—¿Y arriesgar mi cabeza? ¿Por qué mejor no vas tú?
—Yo iré con Darren, me arriesgare más que tú.
Gruño al escucharlos.
Me irritan
Solo logran acabar con mi poca paciencia.
—Bueno alguno tendrá que ir —menciona Mía.
Owen se limita a cruzarse de brazos.
—Se comportan como unos niños, iré yo.
—Dominink ve con cuidado.
—Mi Ley, cuidado deberían tener ellos.
Dominik empieza a avanzar hasta ellos.
—Vaya, don presumido siempre queriendo salir a relucir. —dice Esteban con irritación— ¿no les molesta que sea así? Nunca socializa y cuando lo hace quiere demostrar ser mejor que todos.
—¿Celoso de él, Esteban?
—No sabes cuanto bombón. Aquí el único rubio especial soy yo, el único que resalta de todos. No sabes cuanto lo desprecio. Yo soy mejor que él.
Ignoro a Esteban, concentro mi atención en Dominik. Él a llegado hasta ellos.
—¿Y cuál será la señal para atacar? —cuestiona Mía.
Dominik es golpeado por unos de ellos. Lo hacen retroceder varios pasos.
—Yo creo que esa —dice Drake y es el segundo en salir. El resto los siguen.
—Es hora —digo.
Estoy por darme la vuelta cuando me detienen.
—Darren tengan mucho cuidado y regresen pronto. —me dice Ashley.
Asiento y me safo de su agarre bruscamente.
—Suerte, les ayudare a ellos como pueda.
—Nos vemos Ashley —le digo— vamos—me dirijo a Esteban y a Lezy y corro en dirección contraria.
—Adiós mi Reina —logro escuchar la voz de Esteban.
Tan pronto ambos llegamos a la barrera con una diferencia de segundos le gano a Esteban. Lezy dura un poco más en aparecer con nosotros.
—Lenta —mascullo entredientes.
—Callate que yo no soy tan rápida como ustedes.
Gruño
—Solo abre la abertura.
Ella a regañadientes se acerca la barrera, extiende los brazos y toca la barrera. Cierra los ojos y empieza a hablar en un idioma que no logro diferenciar.
Desvío la vista en el resto. Ellos se encuentran peleando con varios guardias. Han derribado a tres de ellos.
—Date prisa futura madre. —le dice Esteban.
—¿A dónde creen que van?
Observo a Esteban se reojo. Ambos nos encontramos de cada lado de Lezy. Maldigo mentalmente. Veo a Esteban retroceder con las manos arriba.
—A ningún lado, sólo queríamos ver la barrera de cerca.
—No lo tienen permitido y mucho menos el rey.
"Maldición"
Me doy la vuelta, observo a Esteban y a él. Ambos bloqueamos a Lezy. Noto su horrible aspecto, con sus largas uñas, sus largos blanquecinos colmillos y sus ojos aumentar su tonalidad de rojo.
—Mira mis uñas son hermosas ¿no?
Esteban se acerca a él y extiende las palmas. Tan pronto él lo toma del cuello, aprovecho la distracción y saco una jeringa lista con el líquido verde. Me acerco a él cuando logra empujarme lejos. Rápidamente me levanto y llego rápidamente hasta ellos. Gruño, me transformo y me coloco detrás de él, inyecto la jeringa en su cuello, él gruñe, suelta a Esteban que cae al suelo y termina por caerse a un lado de él. Rápidamente me agacho, coloco mi mano en su pecho, siento ardor en mi mano, controlo el fuego hasta que él arde en el y se vuelve polvo. Me enderezco, cierro los ojos y al abrirlos de nuevo el fuego de a ido de mi mano.
—¡Ahora!
Escucho el grito de Lezy y veo la abertura. Esteban reacciona y se levanta. Les doy una última mirada al resto y atravieso la barrera. Logro llegar al otro lado, giro la cabeza viendo a Esteban caer de rodillas.
—Levantate y hay que seguir.
Él gruñe y se levanta.
Tan pronto corro adentrándome más al bosque cada vez alejándome del Castillo.
Me detengo a estar a una cierta distancia, lejos del Castillo. Me detengo, Esteban aparece varios segundos después.
—Sigamos
—Espera, necesito... —mira alrededor— aún no creo que estoy afuera. —gruño con fustraccion— esto es hermoso.
—Deja el drama hay que seguir. —dicho esto y vuelvo a correr.
...
Me detengo y empiezo a a caminar observando alrededor. Hemos corrido kilómetros, estamos lejos, lo suficiente lejos del Castillo, en el mundo mortal mientras caminamos por la carretera.
—¿Por qué lo mataste? —cuestiona Esteban al llegar a un lado de mi.
—Me vio, iría de chismoso.
—Darren tú poder es increíble. Se volvió polvo rápidamente.
—No es tan bueno como crees.
Miro mi mano.
Cada vez que lo hago es debilitarme y sentir el mismo ardor por dentro.
—Estamos en el mundo mortal, estamos de vuelta. —veo a Esteban pasar su mano por su cabello mientras seguimos caminando— es irreal.
—No será duradero y lo sabes.
—Lo sé —gira a verme— sólo irás a ver a pequeña, hablarás con ella y regresemos a esa gran celda.
Me detengo.
—No hablaré con ella.
—Entonces aclararme del por qué estamos aquí. A eso vinimos.
—No, tú te quedarás al margen de esto. Nadie va a hablar con ella.
—¿Nos arriesgamos por nada? Darren estás mal, al menos que valga la pena. Vas a hablar con ella y le entregarás su anillo. Le dirás todo lo que has callado.
Niego
Enfrentarla
Lo sé, soy cobarde por no querer hacerlo. Y más al esperar tanto tiempo para volver. Lo hubiera hecho hace mucho tiempo, sin embargo, seguir la reglas, creer que de esa forma la protegía permití todo, el trato y ser manipulado por la Corte o tal vez, no querer arriesgarme y arriesgar al resto.
Es lo que siempre hago.
No soy el único que paga las consecuencias.
—No tiene caso, solo me asegurare de verla y nada más. A lo lejos, ella no tiene que enterarse que estoy aquí. —finalizo y sigo avanzando.
—Igual voy a obligarte a hacerlo. —me dice Esteban al alcanzarme.
Meto mis manos en mis bolsillos. Logro tocar el anillo que a todos lados llevo y ese frasco.
—No me causes problemas Esteban.
—Que pena porque ya estoy aquí.
Gruño
Fue una grave error traerlo.
—Antes de ver a pequeña, vamos a cazar ¿verdad?
—No cambies los planes, no son vacaciones Esteban. Recuerda que tenemos que regresar lo antes posible, ellos están en riesgo si no lo hacemos.
Lo escucho gruñir.
—Podemos hacer una pequeña parada Darren. Además para ver a pequeña lo necesitas y estar en el mundo mortal hay que actuar "normal" como los humanos. Vamos a infiltrarnos y te recuerdo que no parecemos como ellos. Nuestra apariencia nos delata y más tus largas uñas, mi hablar de tus ojos.
Aprieto la mandíbula.
"Maldición tiene razón"
Olvidé ese punto, no llegué a alimentarme antes de llevar acabo el plan.
—Estamos aquí Darren, hay que ir de caza como en los viejos tiempos ¿lo recuerdas?
—¿Qué parte de que NO deben de enterarse de nuestro regreso no entiendes? La Corte se dará cuenta si lo hacemos.
—No vamos a matarlos, solo beber su exquisita sangre o para el Rey es poca cosa. Claro como el solo bebe sangre especial de Black.
Esteban ríe, por mi parte hago mis manos puños clavandome mis propias uñas.
No puedo resistirme a esa exquisita bebida. Es inevitable no ser débil por sangre. La única que me ayuda a seguir en este miserable mundo.
Aunque llevo años sin beber la de ella, la de ningún mortal.
¿Cuáles serán las consecuencias por alimentarme de Black?
—Si puedo beber sangre de estos repugnantes mortales.
—Perfecto, entonces hay que ir por sangre como en los viejos tiempos.
Me detengo y paso mi lengua por mis colmillos. Veo a Esteban y recuerdo lo hablado con Williams.
—Esta bien pero con control y precaución.
—Entendido mi rey
Él hace una estúpida reverencia y estalla en una carcajada.
Gruño y sigo avanzando.
Estamos aquí, estoy aquí por ella en el mundo mortal. En un mundo donde no pertenecemos.
+++
A Y L I N
Termino por acomodar la mesa. Ya tengo todo listo para comer en esta noche como la familia que somos. Me alejo de la mesa y llevo mis manos a mi cintura satisfecha por los resultados.
—Amor
Me doy la vuelta al escuchar a Carlos. Lo veo en el marco de la puerta con las manos en los bolsillos.
—¿Y Ana Liz?
—No me abrió la puerta —se adentra a la cocina— ni siquiera me escuchó por tener la música tan alta. No va a bajar a cenar con nosotros.
Suelto un suspiro fustrante.
—Ya estoy cansada de sus berrinches.
—Solo está molesta Aylin.
—Y a mi me molesta su aptitud.
Empiezo a avanzar a la salida. Le doy a Carlos un corto beso y termino por salir de la cocina.
Ser madre no es nada fácil.
Ana Liz me a causado muchos problemas y apesar de todo la amo, es lo más preciado que tengo en mi vida y soy capaz de dar mi vida por ella. Protegerla.
Subo las escaleras decidida a hablar con ella.
Escaleras después y llego a su habitación, escucho la fuerte música, (sus gustos raros) y golpeo la puerta varias veces mientras la llamo:
—¡Hija abre la puerta! ¡Ana Liz abre la puerta ahora! —golpeo más veces sin obtener éxito— ¡Ana Lizbeth te lo advierto!
Dejo de golpear la puerta y busco la llave en mi bolsillo.
Conozco a mi hija y no es la primera vez que se encierra al estar molesta conmigo y siempre estoy prevenida cargando una copia de su llave extra.
Al encontrarla empiezo a abrir la puerta. Lo logro, la empujo y la veo sentada en la cama, recargada en la cabecera, con las rodillas flexionadas y con una libreta en su regazo.
—¡Ana Liz bajale a la música!
Ella levanta la mirada.
—¿Qué haces aquí? No te di permiso de entrar, respeta mi privacidad mamá.
—Y tú haz caso cuando te estoy hablando.
Ella se cruza de brazos.
Me adentro a la habitación y cierro la puerta detrás de mí.
—Bajale a la música por favor hija.
Ella baja los brazos, toma el control y sube la música. Ignora mi presencia y sigue atenta en su libreta.
Suspiro fustrada.
Me doy la vuelta y me dirijo a las pequeñas bocinas. Presiono el botón y detengo la música.
—¡Mamá!
—¡Me vas a escuchar hija!
Ella lanza la libreta al suelo y arrodillada avanza sobre la cama acercándose.
—¡Largate y déjame sóla!
—¡Ana Liz!
Me cruzo de brazos.
—¡Te odio!
—Deja tus berrinches Ana Liz, no puedes seguir así.
—¡Solo era una fiesta! ¡Una fiesta que te pedí ir y no me diste permiso!
Avanzo hasta ella.
—Es por tu bien hija
—¡No mamá! Ya deja de ser sobreprotectora. Solo quería salir a divertirme un rato, gracias a ti no tengo amigas, sabes lo que piensan de mi en el instituto, cosas horribles.
—Puedes salir a donde sea pero no en la noche y lo sabes. Es peligroso estar afuera a estas horas.
—Lo que pasa es que estás loca, —se detiene— ¡loca mamá!
Levanto la mano y golpeo su mejilla. Rápidamente reacciono y llevo mi mano a mi boca.
—Hija... hija lo siento.
Ana Liz voltea a verme con odio en su mirada.
—Vete
—Hija yo no quería, lo siento hija.
Me acerco a ella, Ana Liz evita mi toque y se levanta de la cama. Camina hasta la puerta y la abre.
—¡Que te largues!
—Cariño yo no quería...—siento las lágrimas acumuladas en mis ojos. — Si tan solo entendieras que todo esto lo hago por tu bien. —digo con un hilo de voz.
—¿Por mi bien? —se cruza de brazos— lo único que has hecho es arruinar mi vida. Ya deja de querer ser buena conmigo cuando ni siqiera has querido decirme el nombre de mi padre.
—Esto no tiene nada que ver con él.
—¡Claro que sí! Desde hace años te he rogado que me digas de él. Tengo derecho mamá, es mi padre.
—Tu único padre es Carlos.
—¡Él no es mi padre y lo sabes!
—¡Ana Liz!
Ella levanta sus manos.
—Solo vete madre, ya no quiero discutir contigo. No bajaré a cenar, sal de mi habitación ahora.
Abro la boca y la vuelvo a cerrar. Avanzo hasta la salida y me detengo al estar frente a mi hija, ella retrocede y evita mi mirada. Baja sus manos.
—Adiós mamá
Tomo una profunda respiración.
—Ojala vieras el sacrificio que hacemos por ti. Carlos solo a sido un buen padre para ti y no le das la oportunidad y yo Ana Liz todo esto lo hago para protegerte, créeme, no querrás saber la verdadera cruel realidad.
Termino por salir de la habitación y cierro la puerta de un portazo. Me recargo en ella y cubro mi boca con mi mano. Siento las lágrimas bajar por mi mejilla, me aparto de la puerta y avanzo por el pasillo.
...
Antes de entrar a la cocina limpio mis mejillas. Entro viendo a Carlos recargado en la mesa.
—No ocultes lo que es obvio.
—Ya no puedo más Carlos —me acerco hasta él— mi hija me odia.
—Lo dice porque está molesta.
—Yo la escuché tan segura. Estoy cansada de luchar con ésto. Ya no puedo, mi hija me odia por querer protegerla de ese secreto que todo esté tiempo le he ocultado. —me detengo frente a él— soy una mala madre.
—Ella te juzga mal, lo único que has hecho es protegerla, yo he sido testigo de lo buena madre que eres con ella y Ana Liz no lo ve, es una malagradecida.
—No digas eso de mi hija Carlos.
—Es la verdad Aylin, que agradezca que la tuviste apesar de ser hija de...
Me cruzo de brazos molesta.
—Lo siento
Muerdo mí labio inferior sintiendo el nudo en mi garganta.
—Ya estoy harta que todo esto me sobrepase, que ese oscuro pasado que tanto quiero olvidar me atormente. Que mi error lo pague con mi propia hija. Solo hemos tratado de ser buenos padres para ella, tú estás al pendiente de ella y no te da la oportunidad y conmigo siempre son discusiones con ella —hago una corta pausa— ya estoy harta de que él me siga causando problemas aunque ya no esté aquí.
Carlos corta la distancia y termina por abrazarme. Dejo salir las lágrimas que bajan por mis mejillas.
Por más que trato ser fuerte, no lo logro. Vivo con miedo, pesadillas constantes. Un gran temor al pensar que él volverá.
Me aterra que Darren regrese porque solo ocasionará más problemas. Lo cambiará todo.
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