Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

33. Vínculos

Una vez, hace casi un año, Serena y yo estábamos casados. Se veía tan linda con su sencillísimo vestido blanco. Hubo tres sacerdotes, algunas personas mirándonos detrás del monitor, alegría por todas partes, nuestros queridos pokémon. Una vez —ya pasó un poco más de un año, ahora que lo pienso—, ella y yo nos amamos. He visitado el lugar donde la vi por última vez desde entonces y hasta hoy con la esperanza de volverla a encontrar. Esa vez, hace tantos días que la memoria se me hace humo, la perdí.

Observo a Butterfree alejarse a lo lejos. Es la segunda vez que crío uno de esos bichos hasta su etapa adulta y lo veo irse tras el ocaso con la pareja que decidió amar. Recuerdo que la primera vez mi Butterfree se enamoró de una hembra shinny de un sobresaliente color rosa. A Serena le gustaba el rosa; ella y yo éramos como los Butterfree en los tonos de ropa que usábamos y en el amor que nos llevaba a perseguir metas que a todo el mundo le parecería imposibles, algo más allá del ocaso. Me dijo que no me rindiera hasta el final porque yo también se lo había dicho, y así compartimos el pacto de jamás hacerlo. He cumplido mi promesa. Este estado de abandono, de quererte y no saber si ella aún sigue con vida, este es el final para mí. Cumplí con mi palabra. A veces siento que me rindo.

Gary, detrás de mí, toma notas sobre las migraciones de las mariposas en una pantalla digital que poco y nada me interesan. El mundo de las investigaciones se ha vuelto muy competitivo desde que el estúpido doctorcito Cerise trajo a sus estúpidos asistentes Goh y Koharu a hacer trabajo de campo a Kanto. Oak, nuestro auspiciante, es mucho más importante, pero ellos traen rarezas de todo el mundo y se están haciendo un lugar. Los odio.

—Esto no es sobre batallas pokémon, ¿por qué crees que sea relevante a nuestra investigación?

—No lo es —responde sin apenas levantar la vista—, es solo que necesitamos entender al máximo las emociones de los pokémon para poder lograr comprender el Fenómeno Lazo; y por eso es fundamental poseer artículos con cada especie. Fue oportuno que tuvieras un Butterfree recién evolucionado en tu equipo.

—El Fenómeno Lazo... —Suspiré recordando que durante mucho tiempo yo había sido el referente a nivel mundial de ese tipo de sincronización con mis pokémon, pero desde que perdí a Serena mi facultad para vincularme con todo el mundo se había ofuscado tanto que nunca más me fue posible acceder a ese poder—. Desearía ayudar más con este tema, pero...

—¿Otra vez piensas empezar con tus lamentos? —me interrumpió Oak en tono ofendido—. ¿Vas a quedarte ahí, lamiéndote las heridas de cosas que pasaron hace tiempo o vas a levantarte, así de destrozado como estás, y ponerte a trabajar por el bien de los pokémon? ¡Mueve el culo, Mostaza, hay que perseguir maripositas!

Al demonio con los chistes de apellidos, él tenía razón. Gary había alquilado un globo con forma de corazón rosa gigante a pesar de mis objeciones e insistencias por alquilar el que tenía forma de pokeball, y en esa cosa nos dirigiríamos mar adentro persiguiendo el enjambre a fin de ser los primeros exploradores en descubrir hacia dónde se movilizaban los Butterfree al migrar después de su danza de apareamiento. Pikachu sobre mi hombro miraba con admiración la vasta extensión del océano frente a nosotros.

—¿Sí sabes que otros becarios han colocado rastreadores en uno de esos bichos y los han seguido desde la comodidad de sus laboratorios, no?

—¿Qué pasa contigo, Satoshi? Eso es de ancianos. Nosotros vamos a mirarlos cog...

—¡Sí, sí, ya entendí! No seas tan explícito.

Acaricié em mi cinturón las pokeballs que habían quedado abandonadas cuando Serena desapareció. Todo su equipo estaba conmigo. Todos, excepto Yveltal, por eso dudo seriamente que haya sido asesinada.

—Bien, hoy no solo sabremos el recorrido de estas cosas, también veremos qué pasa en el camino y con ello pondremos fin al mito de que los pokémon nacen de huevos generados de maneras incomprensibles. ¡Tomaré una foto de una pareja de Butterfrees haciendo Caterpies! Y no me digas que bastaba con meterse a husmear en la guardería, eso ya lo hicimos el mes pasado; y aunque nos divertimos mucho, deja de decir que no, esto es para Estudiar su comportamiento, no por morbosos... únicamente.

Este idiota es el mejor amigo que tengo. Se ha desmadrado para conseguir que salga un poco de las actividades del laboratorio y viaje como solía hacer de niño. Es que mi vida es un tanto rutinaria: estudiar pokémon en estado salvaje —grabar todo—, batallar —grabar todo—, hablar con entrenadores con resultados fuera de lo normal o con personas que hayan visto u oído algo insólito sobre pokémon —grabar todo—; y, por último, mi parte favorita: perseguir con palos y antorchas a los desgraciados que me quitaron al amor de mi vida: el Equipo Rocket. Esos hijos de puta no se disolvieron cuando su líder quedó atrapado en la dimensión de los Ultra Entes, no, lo reemplazaron por Silver y se han fusionado al Team Storm, mis viejos enemigos; otra banda de canallas que quiere apoderarse de sus propios aliados Rocket, pero aún no lo han conseguido debido a la fuerza de su nuevo líder... o al menos eso creemos. Tarde o temprano todos ellos caerán por lo que me hicieron.

Los estudios han demostrado que los Butterfrees cruzan el océano hasta llegar a unas islas apartadas en las cuales nadie ha estado aún y solo se tiene reportes debido a los rastreadores, lugar donde posiblemente se apareen y luego regresan a las zonas boscosas de Kanto a desovar. Nuestra hipótesis es que la seducción en estos ejemplares no se reduce a un simple baile en el lugar donde parten, sino que continúa a lo largo de todo el viaje. Entender si los Butterfree son criaturas de un romance prematuro o si el mismo se debe desarrollar a lo largo de arduas travesías nos llevará a mejorar la relación que los mismos presentan con sus entrenadores, como así también el conocer la isla hacia la que apunta su viaje nos puede ayudar a entender sus preferencias más ancestrales, algo clave en la relación humano-mariposa.

Hubiera querido que este fuera un viaje memorable, lleno de magia y bonitos recuerdos, pero resultó ser un trauma más que sumarle a mi vida. Tras días de viaje debatiéndonos con Gary cómo hacer para dormir, comer e ir al baño sin perder a nuestro objetivo de la vista estando en un globo aerostático, hemos descubierto que los Butterfrees son esperados en cada tramo de su trayecto por un depredador distinto, muriendo gran parte del enjambre en el camino. Los Butterfree mueren de cansancio, mueren protegiendo a sus parejas, se suicidan porque su pareja acaba de morir, bajan al agua a beber y son devorados por todo tipo de pokémon gigantes... Esto ha sido espantoso. Desearía no haber venido.

La tétrica imagen de mi Butterfree o su compañera rosada siendo tragados enteros por un Gyarados me sacude la mente tres día después de finalizado el viaje obligándome a despertar para descubrirme solo en una carpa pequeña, con mi Pikachu acurrucado al lado de mi cara. Acaricio el lomo de mi roedor y este ni se inmuta. «Cuánto hacemos por los que amamos» medito pensando en las mariposas. «Los vínculos son algo totalmente peculiar».

La luz que se cuela por el cierre mal acomodado de mi vieja carpa me indica que ya es hora de levantarme. Salgo al exterior y el Paraíso Floral me recibe con su agradable clima entre húmedo y fresco, permitiéndome gozar de estar lejos de casa por primera vez sin alguien que me esté diciendo lo mucho que me haría bien viajar de nuevo, para variar. Golpeo la carpa de mis acompañantes y una de ellas sale tras unos momentos con la cara adormilada y la voz difusa.

—Satoshi, ¿qué hora es? —pregunta May a pesar de tener su pokedex consigo, especulo que para hacerme sentir culpable, pero no le hago caso.

—Buen día, dormilona. Por favor, dile a Yurika que se levante porque su hermano nos alcanzará en breve. En quince minutos tendré listo el desayuno para esperarlo.

Me retiro ignorando sus insultos y comienzo a preparar los sándwiches y una sopa instantánea cremosa de esas que Citron solía hacer cuando viajábamos juntos. Él y Down, su esposa, estarían orgullosos de ver lo bien que cuidé a su hermanita, quien no dudó en acompañarme cuando le dije que podría conocer a Shaymin en el Paraíso Floral. Es increíble que le divirtiera más la idea de jugar con ese pokémon que con su sobrino. «De verdad que los vínculos son algo totalmente peculiar», expreso a la sopa que ya humeaba en una olla pequeña.

El matrimonio llegó alegrandonos a todos y Citron me ayudó con la parte técnica que yo no podía manejar para investigar el motivo que justificara que no hubiera más pokémon que el pequeño erizo en aquel sitio tan similar a la isla donde copulaban los Butterfrees. Era extraño; nosotros habíamos sospechado de algún tipo de hormonas secretadas por Shaymin, pero esta hipótesis se rechazó por sí sola ya que fuera de allí ningún pokémon tenía problemas en acercarse e incluso acechar al singular de tipo planta. No eran las flores que crecían, no era el clima, no era el alejamiento de las zonas habitables; era algo más, algo que valía la pena investigar porque ayudaría a entender mejor a los pokémon y respetar así nuestros vínculos fortaleciéndolos.

—¿Sabes? —le dije repentinamente a Citron a mitad de la recopilación de datos ambientales—, hace muchos años, en este mismo lugar, el Equipo Rocket atrapó a una amiga de la región de Tesselia y nunca volvimos a saber de ella. Tal parece que Serena no fue la única secuestrada.

—¿Una amiga dices? —contestó el chico sin quitar la vista del aparato que estaba preparando—. Hace unos días oí algo.

—¿Sobre el Equipo Rocket?

—Sobre una chica que había sido secuestrada por ellos y cuyo pueblo no dejaba de reclamar por su aparición con vida. El CEO de los Rocket les envió un video de esa mujer para tranquilizarlos, pero no presté mucha atención porque ella era... ya sabes...

Sabía que iba a salir con otro de sus estúpidos comentarios racistas, de modo que decidí ignorarlo y buscar si el video del que me hablaba se había colado en las redes. Fue difícil, pero tras varios intentos logré dar con algo que llevaba mucho tiempo esperando ver,

—Iris. —Sin pensarlo mucho, tomé mi mochila, a Pikachu, y me disculpé enérgicamente con mis amigos los cuales no comprendían el porqué de mi actitud—. Debo marcharme ahora. Sé que ustedes podrán con esta investigación, les prometo que volveré antes de pasado mañana.

—¿Pero qué pasó? —quiso saber la del pelo azulado completamente molesta por mis reacciones.

—¿Recuerdas a Iris, la aspirante a maestra dragón que conociste cuando nos volvimos a encontrar, en Tesselia?

—¿La que te decía infantil cada dos palabras? ¡Uf! Preferiría olvidarla.

—Fue secuestrada por el Team Rocket hace unos años y acabo de recibir información sobre ella, así que iré a su pueblo a investigar.

—¡¿Secuestrada?! Ay, cuando decía que le deseaba el mal lo hacía en broma. Ve tranquilo y tárdate lo que tengas que tardar. Esto es importante.

—¡Sí! —afirmé abriendo la pokebola para que Pidgeot salga a recibir el poder de la mega evolución—. ¿Y sabes cuál es la mejor parte?

Ella dudó, al igual que todos los demás.

—No.

—Que si logro encontrar a Iris, estoy seguro de que ella me llevará adonde tienen a mi Serena.

El vuelo de mi pokémon colmó de nueva vida mis pulmones. Quería saber de Iris, sí, pero más quería dar con el paradero de Serena. Todos estos meses de intentar vincularme para volver a sentir su corazón latir, de llorar junto a Syveon, Pancham, Delphox y Mawile por su entrenadora perdida, de creer firmemente que el destino nos volvería a cruzar por fin hacían sentido. No me importa dónde estés, amor de mi vida, juro sobre todas las promesas que alguna vez te hice que te volveré a encontrar.


*****

NA: Hola, ¿cómo andan, putis? Yo bien, ya recuperado del Covid y con ganas de seguir mis proyectos más antiguos. Acuérdense que en unos días borro Iruya, por lo que les recomiendo leerla antes ya que la pienso vender en Amazon, al igual que mis mejores historias originales. Si alguno de ustedes puede dejar reseñas en Amazon, serán más que bien recibidas, por favor.
Me gustaría hacer un nuevo fic al terminar este, pero no de Pokémon sino de Avatar (la serie de Nickelodeon). ¿Qué opinan?

Bueno, se me cuidan, y a disfrutar que la vida es un misterio. Pronto nos encontraremos de nuevo en las letras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro