Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 1

----¡Rápido todos! ¡Tienen que huir!

Fuego. Había fuego por todos lados, eso es lo único que recuerda: fuego y decenas de personas corriendo por sus vidas, muriendo de forma innevitable; fuego, personas y dragones, dragones quemando todo hasta los cimientos.

Él corrió, corrió y se escondió tanto como pudo. El jefe de la aldea se escabulló frente a su escondite envuelto en rugientes llamas agitando un hacha con ambas manos contra un ser que nadie lograba ver, luchando aún sabiendo que estaba a punto de morir, aún bajo el agonizante dolor del fuego. Un horrible chillido se escuchó a lo lejos, un dragón caído. Entonces el jefe cayó carbonizado y cubierto de cenizas, el resto de la aldea que lo vio se volvieron locos, feroces. Intentando luchar con más fervor.

Pero todos tienen un destino innevitable.

Las casas se vuelven escombros, algunas se apagan después de caer. Los dragones roban la comida y acorralan a los aldeanos en una parte alejada de la aldea. Él se quedó la otro lado, escondido y escuchando la conmoción. Se sintió cobarde. Algunas personas gritaron sus últimos gritos, otros dragones rugieron sus últimos rugidos. Pero al final son las bestias aladas quienes vencen la batalla.

Comenzaron a volar. Se llevaron la comida, los animales, todo. El resto lo destruyeron.

Él corrió hacia los demás, buscó personas vivas, sobrevivientes, pero no había nadie más que él. Se había quedado solo en aquella isla por culpa de los dragones. Le habían arrebatado todo.

Sobrevivió. Consiguió redes para pescar poco, rescató agua del pozo que se llenaba con el lago y cenó carne de dragones caídos en el combate. Sobrevivió.

Dos días después la encontró. Gracias a un dulce aroma a cacao. Estaba viva y el mar de sensaciones que los invadieron a ambos fue tan abrumador para siquiera pensar en la gravedad de todo y en la situación poco ortodoxa. Pero pese a las dificultades, no les importó.

Después de todo, ambos estaban hechos el uno para el otro.

<<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><

El viento silbó.

Dos pares de alas cortaron el cielo nocturno a gran velocidad sobre la aldea que actualmente estaban atacando. 

Abajo, los vikingos luchaban con ferocidad. El líder era el más bárbaro de ellos.

Los Gronkles inundaron las calles con lava, los Cremallerus alteraban la vista del enemigo con su gas y los hacían explotar, las Pesadillas Monstruosas incendiaba cualquier cosa que estuviera a su paso, y los Furias Nocturnas ocultos simplemente asechaban esperando la señal.

Uno de los enormes faros de madera se incendió y entonces ambos Furias Nocturnas descendieron en picada mientras soltaban una explosión de plasma hacia la misma dirección.

En su ascenso uno de ellos alcanzó a escuchar el grito estruendoso de uno de los vikingos:

----¡Furia Nocturna! ¡Al suelo!

Ambos, nuevamente en lo alto volvieron a esperar para lanzar su próximo ataque; el que había escuchado el grito golpeó con la cola al contrario y realizó un pequeño gruñido, el otro gorgojeó y ambos volvieron a la redada.

Se separaron. Pero fue un error.

El furia Nocturna vio a su hermano caer envuelto en cuerdas hacia el bosque. La conmoción abajo se volvió más dura pero él solo pensó en salvar a su hermano.

Los dragones comenzaron a salir del pueblo con las patas llenas, uno de ellos lo detuvo gruñendole horriblemente mientras un chillido solo audible para los oídos dragonianos se extendía por todo el lugar. El Furia Nocturna no pudo hacer nada más, tenía que volver al nido, esas eran las órdenes.

Mientras tanto en la aldea vikinga, las cosas no iban bien para Hiccup. 

Había quedado en ridículo frente  a todos cuando lo único que él quería había sido ayudar y probarse a si mismo. Sabía que algunas de sus ideas eran estúpidas y peligrosas, pero solo mostrándolas podía probarles a los demás que podía encajar.

----No es tu exterior lo que odia, sino lo que hay dentro de ti ----intentó animarle Gobber sin posibilidades de éxito.

----Gracias. Eso me hace sentir mucho mejor.

Gobber suspiró.

----Escucha. Lo que quiero decir es que dejes de intentar ser alguien que no eres.

Aunque a Hiccup le ardieron los ojos por aquellas palabras, se tragó las lágrimas y contestó de forma sincera.

----Solo quiero ser uno de ustedes.

Se dio la vuelta y entró a la casa. Pudo escuchar a Gobber susurrar mientras se marchaba.

----No necesitas ser uno de nosotros.

El castaño se recargó con la espalda en la puerta y soltó una pequeña lágrima. Respiró profundo y avanzó hasta su habitación. Rápidamente buscó entre sus cosas su libreta y un pedazo de carbón para escribir y corrió hacia la puerta trasera de la casa.

Sin que nadie lo viera se escabulló hacia el bosque en busca de aquel dragón que había derribado, de lo que estaba seguro era un Furia Nocturna, un Furia Nocturna que le daría el reconocimiento que necesitaba.

Había recorrido ese bosque cientos de veces desde que tenía memoria.

Podría haber perdido un cuchillo o un hacha ¡Pero no! Él va y pierde un dragón entero. 

Tacha su libreta con enojo y arroja una rama que regresa y lo golpea en el rostro. <<Vaya día de mala suerte>>, pensó.

Bufó con molestia y se detuvo un momento a pensar. Se concentró en el sonido tranquilizador de las aves y el viento, y en el aroma a su alrededor: pino, manzanilla, hiervas, azafrán, bay… <<espera>>, se detuvo. Miró hacia abajo y se topó con huellas y raspaduras, a lo lejos, se acercó al árbol caído y roto y se asomó por sobre una gran roca. Se asustó al ver el resultado de su invento.

La enorme bestia negra alada descansaba frente a él envuelto en fuertes ataduras.

Acercó su rostro cauteloso y con temor se dió cuenta que aún respiraba. Una de sus alas sangraba y las escamas se encontraban tiradas por todos lados.

Se sintió mal. Era tan magnífico y magestuoso, y él le había hecho eso.

Sacó la daga que su padre le había dado hace años de su cinturón y se elevó sobre el dragón. Era el momento de dejar de ser tan cobarde y terminar el trabajo, al menos para quitarle el sufrimiento a la bestia.

Contó uno, dos, y al tercero se paralizó. El aroma picante del azafrán volvió a sus sentidos más fuerte que nunca. El castaño inhaló y exhaló con dificultad intentando normalizar su respiración. Se sintió confundido por su propia y sorpresiva reacción y bajó el cuchillo para sujetar su abdomen aún con este en la mano. Entonces notó algo.

Había dos enormes ojos verdes observándolo detenidamente debajo de él. Era un color tan bonito que inmediatamente se sintió mal por querer matar al dragón.

Hiccup retrocedió exaltado, cayó de espaldas al suelo terroso y dejó de moverse. El Furia Nocturna se removió inquieto, incómodo por las ataduras, pero aún observándolo como si el pequeño adolescente frente a él fuera más interesante que intentar escapar.

El castaño se decidió. Se armó de valor y se acercó nuevamente al dragón sujetando con fuerza el cuchillo en su mano izquierda, pero esta vez con intenciones totalmente diferentes, aunque el dragón no pareció darse cuenta al principio.

Cortó las cuerdas. El Furia Nocturna, ahora libre, se arrojó sobre él aprisionando lo entre una roca y su enorme cuerpo.

Derepente el cuerpo de Hiccup se sintió caliente. El dragón acercó el ocio a su cuello y olfateó varias veces, como si quisiera comprobar algo que los propios instintos de ambos les confirmaban. Se alejó un poco y abrió sus fauces llenas de dientes, Hiccup creyó que era el final pero entonces el dragón rugió, rugió y lo aturdió hasta casi dejarle sordo para después huir por los árboles intentando volar.

Su cuerpo temblaba, caliente, aturdido, adolorido y sordo, incluso podía jurar que sintió algo tibio resbalar por sus oídos. No alcanzo a dar tres pasos cuando golpeó el suelo desmayado por la conmoción.

<<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><

El Furia Nocturna voló hasta el nido lo más rápido que pudo con una de las ovejas entre sus garras. Una vez dentro arrojó su parte al pozo y se dirigió con su familia cuando la reina dio a entender que su ofrenda había sido apetitosa.

El rostro confundido de su familia al verlo llegar solo lo abrumó. Les dio un pequeño gorgojeo y ambas lo siguieron hacia las afueras del volcán.

Su madre, una Furia Luminosa de preciosas escamas con una cicatriz en el lomo y ojos amarillos ámbar gruñó.

"Donde esta Prax", fue lo que preguntó.

Pero el Nocturna no tenía ninguna palabra en ese momento, por lo que simplemente negó con las orejas bajas.

Un brillo rodeo a su hermana y después está lo miro con expresión entre preocupada, triste y enojada.

----Wo ¿Donde está Prax?

El mismo brillo rodeó al Furia Nocturna.

----Yo… e-él…

----¡¿Que fue lo que sucedió, Wodan?!

----Lo atraparon.

La luminosa de ojos amarillos soltó un audible chillido. Los ojos de Wodan se volvieron aguados y la chica presente se colocó ambas manos en la cara intentando acallar un gemido.

----Esto no-no puede estar pasando.

<<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><

<<¡No! ¡No, no, no, no! Esto no puede estar pasandome>>

Práxedes abrió sus alas para intentar volar por décima vez. Al igual que las anteriores veces, no funcionó. Ni siquiera alcanzaba a elevarse y cuando al fin lo lograba, su equilibrio vacilaba y caía en picada de lado.

Su ala derecha ardía horrible y no siquiera se atrevía a mirar su cola que ardía de forma espantosa, tenía miedo de lo que podría ver ahí.

Al ver que no lograría nada intentando alzarse, el dragón comenzó a buscar un refugio, después de todo no podía permitir que los humanos lo encontraran nuevamente; encontró un claro con un pequeño lago en el centro y una cueva escondida entre unas rocas. Una vez refugiado en la cueva, se acurrucó en una esquina y se permitió pensar en lo que había pasado. Principalmente en el humano.

No sabía qué hacer con certeza con la nueva información que ahora rondaba en su cabeza. El humano que lo había atrapado y herido, y después liberado, tenía un delicioso olor a una flor de su infancia, tan extaciante que lo había aturdido por un momento. Práxedes sabía el porqué, su instinto se lo decía. Ese humano de antes era quien estaba destinado para estar con él. Lo curioso es que Práxedes siempre había pensado que ese alguien sería un dragón.

<<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><

Actualización ¡Siii! :D

Cree mis propios personajes para esta historia. Quizá más a futuro les haga una descripción de ellos, los hice con mucho amor, así que espero que los amen tanto como yo UnU

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro