Nos encontramos con un hombre de cabello negro azabache y ojos color café, los cuales estaba tan muertos como mis notas en la clase de contabilidad, quien camina por la calle sin importarle lo que pasaba a su alrededor: gente que huía de un cangrejo gigante sin pantalones que vió JoJo's.

—¡Es un kaijin, vámonos!— gritó un tipo mientras huía.

La gente pasó corriendo por los lados del hombre de cabello negro, y el cangrejo mamado se detuvo frente a el mientras reía.

—¿Qué es ésto?— preguntó con una de sus tenazas sobre su cabeza —¿Estas seguro de que no quieres huir?

El hombre solo suspiró con algo de molestia y bajó la mirada aún poco para cerrar los ojos

—Apuesto a que eres un oficinista que odia su vida diaria...— dijo el cangrejo —Yo comí muchos cangrejos y me volví en uno gigante...— el hombre no respondió, solo seguía mirando al piso —Te deberías estar muriendo de miedo, ¿por qué no corres? ¿te quieres morir o qué?, ¿no tienes miedo?

—Bueno, la verdad no...— respondió por fin el tipo sin mirar al cangrejo, el cual lo miró con curiosidad —En realidad no soy un oficinista, y estoy desempleado... Estoy buscando un trabajo...— dijo con frialdad —Tuve una entrevista hoy, y me rechazaron... Ya no me importa nada realmente, y no estoy de humor para escapar solo porque estas aquí...

El cangrejo gigante quedó entre confundido y asombrado.

—¿Entonces que va pasar ahora?— preguntó el hombre

El cangrejo mostró una sonrisa de loco —Tus ojos son fríos y sin vida, igual que los míos... Como tenemos eso en común, te dejare vivir esta vez...— le dijo mientras comenzó a caminar por su lado —Además....

El hombre volteó a verlo, al igual que el cangrejo

—Ahora estoy detrás de otra presa...— dijo con rabia disimulada —Un mocoso con la barbilla partida...— giro su cabeza para mirar hacia el frente y siguió caminando  —Y cuando lo encuentre, le arrancaré la cabeza— rió un poco mientras se alejaba

Nuestro hombre de cabello negro también siguió con su camino.

Luego de unos minutos, se topó con un parque, y no pudo evitar ver que había un niño con barbilla de balones jugando con un balón.

—¿Hmm?— el morrito volteó a ver al tipo —¿Qué es lo que estas mirando?

"El mocoso de la barbilla... Si lo atrapa esta muerto..." pensó nuestro protagonista —Oye niño, ¿molestaste a un kaijin cangrejo?— le preguntó

—Mmm... Pues estaba durmiendo en el parque, y le dibuje pezones en el pecho.— contestó con inocencia el morro

"...... No cabe duda que es el... Además de imbécil, no sabe en lo que se metió..." pensó nuevamente el hombre de cabello negro mientras que el niño siguió con lo suyo "Tal vez debería irme.... Si... ¿A quién le importa en verdad...?"

El hombre siguió con su camino, dejando atrás al niño jugar con su balón, además de ir soltando la culpa en caso de que le pasará algo.

—¡TE ENCONTRÉ!— se escuchó de pronto a sus espaldas, era la voz del kaijin cangrejo del jojos

El de cabello negro volteó alerta, pero al momento de hacerlo, hubo un movimiento rápido y certero del cangrejo que separó la cabeza del niño de su cuerpo.

Todos los que observaron la escena quedaron horrorizados, incluyendo a nuestro protagonista, quien solo miró fijamente el cuerpo sin vida del niño.

"N-no es posible..."

Entonces fue ahí, cuando algo se encendió dentro de el... Pero no lo que todos esperaban...

Se quitó su corbata.

El kaijin reía de satisfacción, y el hombre de cabello negro salió corriendo contra el, y con un rápido y repentino movimiento, logró enganchar su ojo en la corbata y prosiguió a jalarlo, sacándole el relleno y haciéndolo caer muerto.

"¿Desde cuando... Me gusta... El color rojo...?"

Desde ese día, se puso a entrenar...

Y nadie, hubiera podido predecir lo que pasaría después.