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Capítulo 34: ❝The Next Right Thing❞

  Luego de arreglar todo el palacio con magia, disfrutar de unas deliciosas galletitas de chocolate y una maratón de las películas de High School Musical en Netflix, las primas Russo dormían en la habitación de la joven reina, mientras que esta última observaba por la ventana, porque no podía conciliar el sueño aún. 

 La chica miraba las estrellas, mientras sostenía con fuerza el collar que su querida madre le había dado hace ya mucho tiempo, porque aquel objeto la hacía sentir que estaba cerca de la ex reina Sophia. 

  Tomó su celular y marcó su número, esperando a que la mujer la atendiera, lo cual hizo luego de unos minutos. 

— ¡Buenas noches, madre! —Exclamó la adolescente a modo de saludo. —Lamento mucho llamar a esta hora, pero es que te extraño mucho y necesito hablar contigo. 

— ¡Mi reina bonita! —Hablo la adulta, con emoción, pues no recordaba exactamente cuando había sido la ultima llamada que había tenido con su descendiente. —No me importa la hora, lo único que me importa es que estas bien, cada vez que el Mayor Mason me llamaba para informarme sobre las novedades; me desilusionaba tanto que creí que ya no volvería a oír tu dulce voz. —Añadió con tanta sinceridad que el corazón de Rosie se rompió en mil pedazos.

—He pasado por tanto desde que llegué a Auradon que ahora lo único que necesito es tenerte cerca de mí, mamá, Carter va a casarse con Mal; una de las chicas que rescatamos de la Isla y... Me ha pedido que la lleves al altar porque la relación que tiene con Joe no es la mejor ahora mismo. —Le informó Rosie. —Estaba pensando en que podrías venir a quedarte unos días conmigo, para que recuperemos el tiempo perdido y todo eso.

—Siempre estaré cerca de ti, mi niña preciosa, pero claro que acepto. Carter es como una segunda hija para mí, me encantaría llevarla al altar, entiendo que su relación con su padre es bastante complicada pero pienso que de todas maneras él no debería perderse la boda de su hija. Igualmente, esa decisión la tomará Car, obviamente. —Comentó su madre. —Sí, por supuesto, ¿te parece bien que vaya pasado mañana? Aunque sé que no me llamaste solo porque me extrañas. —Accedió, bastante intrigada por el motivo por el que su hija se había comunicado con ella.

—Carter estará feliz de saberlo en cuanto se lo cuente. Y con respecto a lo de Joe... No quiero presionarla con respecto a ese tema, pero no quiero que se arrepienta de no haber pasado más momentos junto a él si algo llega a sucederle a alguno de los dos. —Le comentó la menor, observando de reojo a su mejor amiga, que estaba dormida; abrazando a Alex. —Te estaré esperando pasado mañana, entonces. Y tienes razón, tengo una decisión bastante importante que debo tomar, y no sé qué hacer. Quiero lo mejor para Auradon, pero ¿acaso lo mejor es que cierre la barrera para siempre? Hay gente de la Isla que tiene familia que vive aquí, mamá, y todos esos niños abandonados... Desearía poder protegerlos a todos pero es peligroso, mamá.

—Sé que no quieres arriesgarte a volver a ser secuestrada, o a que otro villano ataque Auradon, pero también quieres cuidar a los VKs que te necesitan. Cariño, es una decisión muy difícil, y nadie puede decirte que hacer; ni siquiera yo. Puedo aconsejarte, podemos debatir esto durante toda la noche si eso es lo que deseas, pero la decisión final es tuya. Y te he criado para que no necesites a nadie a tu lado en el trono, a menos que eso sea lo que tú desees. —Afirmó su progenitora, con un tono de voz dulce y lleno de orgullo. —Durante los últimos meses, has perdido mucho, pero a pesar de eso eres más fuerte de lo que crees, eres capaz de soportar cualquier cosa; puedes defenderte perfectamente con una espada, eres inteligente, amable; cariñosa y sensible. Tienes un enorme corazón, tienes todo el poder y tienes los pies sobre la tierra, que es lo más importante. Tus instintos jamás se equivocan, confía plenamente en tu corazón, usa la razón y toma la decisión correcta. —La aconsejó.

—Cuanto extrañaba tus consejos tan sabios, gracias, mamá. —Mencionó Rosie, sonriendo con melancolía. —Te dejaré dormir, es tarde ya, pero no puedo esperar para verte pronto. Te amo muchísimo.

—No tienes que agradecerme, tesoro, de verdad. —Replicó la ex reina Sophia. —Descansa, mí reina bonita. Yo tampoco puedo esperar para reencontrarme contigo. Yo te amo muchísimo más. Buenas noches, mi cielo. —Se despidió antes de colgar la llamada.

  Rosie dejó su celular a un lado y volvió a mirar por la ventana, en el cielo había una estrella que brillaba mucho más que las otras, y a la chica de Costa Luna le gustaba pensar que aquella estrella era su padre; que en paz descansara, que la acompañaba siempre.

I've seen dark before, but not like this. —Murmuró la joven reina, negando con la cabeza, aún sosteniendo su collar. —This is cold, this is empty, this is numb.

The life I knew is over, the lights are out. —Exclamó la chica. —Hello, darkness, I'm ready to succumb.

I follow you around, I always have, but you've gone to a place I cannot find. —Se lamentó la chica, mirando aquella estrella. —This grief has a gravity, it pulls me down.

But a tiny voice whispers in my mind: "You are lost, hope is gone, but you must go on, and do the next right thing" —Afirmó Rosie, aunque todavía no sabía qué era lo correcto, pero estaba segura de que pronto lo descubriría. —Can there be a day beyond this night? I don't know anymore what is true. —Dudó.

I can't find my direction, I'm all alone. —Susurró la joven reina, suspiró con tristeza. —The only star that guided me was you.

How to rise from the floor, when it's not you I'm rising for? —Se preguntó, mirando por la ventana por última vez antes de levantarse de su asiento junto a la ventana. Observó a las primas Russo y sonrió al verlas tan tranquilas, luego de todo lo que habían tenido que pasar para volver a estar juntas. Just do the next right thing.

Take a step, step again. —Exclamó la chica de Costa Luna, saliendo de la habitación y cerrando la puerta con delicadeza para luego comenzar a caminar por el pasillo oscuro. —It is all that I can to do, the next right thing.

I won't look too far ahead, it's too much for me to take. —Mencionó la joven, mientras avanzaba. But break it down to this next breath, this  next step, this next choice is one that I can make.

So I'll walk through this night, and do the next right thing. —Dijo la muchacha, abriendo las puertas que daban al balcón más cercano y saliendo hacia el mismo. —And with the dawn, what comes then, when it's clear that everything will never be the same again?

Then I'll make the choice, to hear that voice, and do the next right thing... —Finalizó, viendo hacia el cielo y luego volviendo a entrar al castillo para volver a su cuarto.

➖👑➖

  Al día siguiente, los VKs y AKs estaban reunidos en el exterior del Castillo de Bestia, porque luego de haber experimentado una aventura bastante  inesperada que los había unido, ya era hora de que sus caminos se dividieran nuevamente.

Harry terminó de guardar el poco equipaje que le pertenecía a los tres piratas y cerró el baúl de la limusina –que les había prestado Rosie– en la que se irían.

  Claramente, la reina de Auradon, su Consejera Real y la hechicera de la familia Russo estaban presentes en esta especie de despedida informal.

—No puedo creer que este día finalmente haya llegado. —Anunció Rosie, captando la atención de todos los presentes. —Hoy nos reunimos aquí para despedir a tres personas que lo han dado todo por su gente y por este reino. Ellos no tenían por qué dejar la Isla, de hecho, no debían arriesgarse por mí pero lo hicieron porque se preocupan por todos.

—Bueno, es que el plan original era que solo sacaríamos a Uma, pero pasaron cosas... —Mencionó Carter, provocando que todos rieran.

—Apostamos, ella hizo trampa y bueno, yo no me arrepiento de haber recibido a estos dos tarados en Northern Wei. —Exclamó la hija de Mulán, refiriéndose al primer oficial de Uma y al descendiente de Gastón.

—Pero disfrutaste de nuestra compañía, incluso podría decir que tu hermano la disfrutó más que tú. —Se atrevió a aclarar Harry, guiñándole un ojo a Shang, quien simplemente se encogió de hombros.

—No voy a hacer comentarios al respecto. —Se limitó a decir el joven guerrero.

—Estoy en deuda con ustedes, y pueden contar conmigo para lo que necesiten. —Prosiguió Rosie, mirándolos con orgullo. —Ustedes son héroes ahora, y si alguna vez requieren de los servicios del PPP, tienen mi número para contactarme.

—Oh, ustedes no necesitarán un hada madrina. —Mencionó De Vil, haciendo pucheros.

—Uhm, no hay wifi en la Isla, ¿recuerdan? —Susurró Gil, tímido.

—Me encargaré de solucionar eso lo más pronto posible, así nos mantendremos en contacto, quiero mejorar la vida en la Isla. Yo no les voy a dar la espalda. —Prometió la joven reina, sonriéndoles con sinceridad. —Ahora, hay varias cosas que aún debemos solucionar, antes de que se vayan. Comencemos con lo más fácil: pequeña Dizzy, cariño, ¿quieres quedarte a vivir aquí o deseas volver a casa? —Cuestionó, dirigiéndose a la pelirroja que estaba junto a Evie.

—Este es mi lugar favorito en el mundo entero, y a pesar de que extraño a mi familia, sé que ellos quieren lo mejor para mí. Y lo mejor para mí es que me quede aquí. —Se apresuró a contestar la hija de Drizella, para luego dirigirse hacia la chica de cabello azul. — ¡No puedo creer que viviré contigo en tu propio castillo!

—Solo es un pequeño castillo. —La corrigió Evie, restándole importancia al asunto con un gesto de su mano.

—Uno que robaste, querida. —Le recordó Harry.

—Pues en ese caso, tendrás que pagar por eso. —Intervino Rosie, cruzándose de brazos. —Y eso me lleva a la siguiente decisión que debo anunciar: ¿Qué debo hacer con ustedes cuatro? —Añadió, mirando a los core four, quienes inmediatamente se tomaron de las manos.

—Aceptaremos lo que sea que decidas, sea lo que sea, nos lo merecemos. —Habló Jay, en voz baja.

—Cuando nos conocimos, todo lo que vi fueron VKs desesperados y dispuestos a hacer lo que sea para salir de la Isla. Y, en contra de todas las reglas, Carter y yo los trajimos a Auradon. Y eso me costó un millón de cosas... Pero ustedes me enseñaron que nunca sabes de dónde vendrá el mal, o quiénes serán los héroes que lo arriesgarán todo para solucionar el caos y el daño. Y no puedo reinar estando asustada de todo lo que puede pasar, porque el miedo no te protege de nada. Tienes que salir a luchar tus propias batallas con la frente en alto, sabiendo que puedes caerte mil veces, pero eres capaz de levantarte y seguir adelante. Después de todos estos meses, ya no hay lugar en mi corazón para el odio ni el rencor. No los voy a encerrar en la Isla, porque he visto personalmente todo lo que ustedes sufrieron ahí, y no  quiero que vuelvan a pasar por eso... Tampoco deseo que sus padres aprovechen la oportunidad para volver a manipularlos, así que pueden quedarse aquí. —Habló la chica de Costa Luna. —Pero Evie va a tener que pagar por ese castillo si realmente quiere conservarlo... Y yo me voy a encargar de conseguirle un hogar a la gente que vivía allí.

Mal, Evie, Carlos y Jay la miraron con ilusión y sorpresa, hasta que el menor de los cuatro fue el primero en reaccionar, soltando un grito de alivio.

— ¡Gracias, gracias, gracias; gracias, gracias! —Mencionaron los cuatro al unísono antes de correr a abrazar a la joven reina, emocionados.

— ¡De nada! ¡Aunque me deben mucho! —Exclamó Rosie, sonriendo divertida. —Ok, basta de amor, hay algo que se llama espacio personal que ustedes cuatro deben aprender a respetar. —Añadió, y los VKs se apartaron de ella, retrocediendo varios pasos.

— ¡Todos inclínense ante Su Real Majestad! —Exigió el hijo de Jafar.

— ¡Oh si, Su Real Elegancia! —Dijo Carlos, y todos se inclinaron ante ella, quien soltó una risita.

—Silencio, súbditos molestos. —Les ordenó Rosie, divertida.

—Como desee, Majestad. —Accedió el joven ladrón.

—A sus órdenes. —Le siguió el juego el pecoso.

—Estamos para servirle, Reina de las Bisexuales. —Añadió la chica de cabello morado.

—Sus deseos son órdenes, Majestad Justiciera de Costa Luna. —Comentó Evie.

—Ya entendí, ridículos. —Exclamó la agente del PPP, tratando de contener la risa. —Ahora que se han avergonzado a sí mismos, me gustaría proseguir con la última decisión pendiente que, en efecto, yo no debo tomar. Jane, te doy la posibilidad de quedarte aquí, o ir a la Isla con tu padre y tus hermanas.

—Oh... Bueno, he estado pensando mucho en eso últimamente. —Dijo la pequeña hada, avanzando unos pasos y mirando a los AKs. —Cuando perdí a  mamá, creí que sería el fin, que no había manera de seguir adelante; que la única solución era huir con mi familia. Pensé que estaba sola, pero la verdad es que nunca lo estuve, porque Lonnie y Audrey siempre estuvieron conmigo. Luego apareció Shang y... No puedo estar más agradecida con ellos por todo lo que hicieron por mí. Hemos pasado por mucho juntos, mamá siempre dijo que los amigos son la familia que el corazón elije y mi corazón los elije a ellos. Por eso, aunque me duela, debo quedarme aquí para hacer que este sea un mundo mejor para todos nosotros... Mi familia lo va a entender, los haré sentir orgullosos. —Exclamó entonces, los AKs corrieron a abrazarla.

—Me alegra oír eso, porque voy a necesitar tu ayuda, quiero hacer que el uso de la magia vuelva a ser legal en Auradon. —Murmuró la joven reina, logrando sacarle una sonrisa a la chica de ojos celestes. —Ok, habiendo aclarado todo eso, creo que ya es hora de comenzar a despedirse.

Mal fue la primera en abrazar a Uma, sin poder creer todo lo que habían pasado juntas.

—Creo que debo agradecerte por salvarme una vez más, por dejarme comer casi todo tu pastel de cumpleaños y por insultarme hasta que me convertí en una mejor persona. —Dijo la ojiverde, aferrándose a ella para luego separarse de la morena. —La Isla va a estar en buenas manos.

—Ya sabes que me preocupas, aún cuando no quisiera admitirlo en voz alta porque te consideraba mi enemiga, Mal. —Habló la descendiente de Úrsula. —Sí, porque mis manos no estarán tratando de quitarle la ropa a Carter. —Se burló, consiguiendo que la chica de cabello morado se sonrojara y le diera un golpe en el brazo.

  La chica de Auroria se acercó a ellas tímidamente.

— ¿Uma? —Susurró la recién llegada.

—Ese es mi nombre. —Mencionó la pirata, divertida. La miró y tomó sus manos. —Cuando llegué aquí, no tenía planeado enamorarme, pero te vi y fue imposible quitarte de mi cabeza. Tú estabas sufriendo, lo podía ver en tus ojos, es por eso que traté de acercarme y hacerte saber que no estas sola.

—Pedirte que te quedes es egoísta, lo sé perfectamente, pero... tú eres todo lo que tengo. —Habló Audrey, bajando la mirada y mirando sus manos. —Tú y Dizzy son las únicas que siempre estuvieron para mí en mis momentos más oscuros, ¿cómo podré no volver a caer en eso si tú te vas? —Dudó.

—No soy todo lo que tienes, Aud. Perdiste a tu familia biológica, sí, pero encontraste otra. Jane, Lonnie y Shang te adoran y te necesitan. Ellos cuidarán de ti, no dejarán que nada malo te vuelva a pasar, o volveré para hacerlos tragar mi espada. —La consoló, uniendo su frente con la de ella. —Te amo, nunca olvidaré la manera en la que cambiaste mi vida, por favor no estés triste porque me voy. —Susurró antes de besarla, siendo correspondida inmediatamente, mientras Mal observaba la escena con ternura.

—Y, para que Uma esté más tranquila, yo no dejaré que te acerques al Ojo de Dragón ni a mí madre. —Prometió la descendiente de Maléfica cuando ambas dejaron de besarse y la chica de cabello turquesa se alejó para ir a despedirse de Evie, Carlos y Jay, antes de que la rubia pudiera alejarse; Mal la tomó de la muñeca. —Audrey, espera un momento. Necesito disculparme contigo... Por todo. Sé que eso no traerá a tu familia de regreso, pero te lo debo. Yo también quiero hacer lo correcto y debo empezar contigo. Lo lamento con todo mi corazón, yo estaba fuera de control y sé que eso no justifica lo que hice, si pudiera reparar mis errores y revivir a Aurora lo haría; pero eso no está dentro de mis capacidades. Tú no merecías que yo destruyera tu vida, que te quitara a tus seres queridos y que mis acciones te corrompieran tanto que terminaste explotando de la peor manera. No lo merecías, y lo siento muchísimo. —Añadió con sinceridad, avergonzada.

—Hacer lo correcto es lo más difícil, Mal... —Murmuró la rubia, con lágrimas en los ojos. —...Tendré que vivir sola durante el resto de mi vida, y tus palabras no cambiaran eso, pero... Gracias. Disculparte era lo mínimo que podías hacer y lo valoro. Acepto tus disculpas, supongo.

—De hecho, hay algo más que puedo hacer. —Exclamó la villana, chasqueando los dedos para hacer aparecer la corona de Aurora en sus manos. —La encontré entre los escombros y tenía que devolvértela. Es todo lo que te queda, te pertenece, y serás una gran reina de Auroria. Tú mamá estaría orgullosa. —Le dijo para luego colocarle la tiara en la cabeza, entonces hizo una reverencia ante ella, que había comenzado a llorar e intentaba disimularlo.

—Gracias, Mal. —Sollozó la rubia, limpiándose las lágrimas con su mano izquierda. —Hablando de ser una gran reina... Debo ir a disculparme con Rosie, así que, me voy. —Anunció, dirigiéndose hacia donde se encontraba la agente del PPP.

— ¡Harry, Gil! —Los llamó la ojiverde, haciéndoles un gesto para que los dos se acercaran a ella, los piratas lo hicieron. —A ustedes también les debo una disculpa. No me arrepiento de interrumpir su momento íntimo en el castillo, pero sí de todo el daño que les causé. Tratar de quemar a Hook para conseguir información no fue justo ni tampoco debí tomarlo como rehén, yo no estaba bien y me desquité con ustedes cuando no debí hacerlo así que... Lo siento.

—Lindas palabras, Mal, ojalá borraran  todo el daño que causaste. —Dijo el chico del garfio, serio. —Pero buen intento, princesa dragón.

—Ese discurso me llegó a lo más profundo de mi corazón. —Replicó el rubio. —Hiciste lo correcto al final, así que... Yo sí te perdono. —Dicho esto, la abrazó, elevándola en el aire y haciéndola dar un par de vueltas para luego volver a dejarla en el suelo; ambos caminaron hacia donde estaban Shang y Lonnie, ya que su capitana estaba despidiéndose de Jane.

— ¿Puedes decirle a mi familia que lamento no poder estar para siempre con ellos? —Pidió la pequeña hada.

—Claro que sí, sé que tomaste una decisión difícil, pero has demostrado ser muy valiente. Y sé que harás que Auradon sea un lugar mejor, así como yo haré lo mismo por la Isla. —Le prometió la morena, volviendo a abrazarla.

—Fue un placer haberte conocido. —Murmuró la menor de las AKs. —Gracias por todo lo que hiciste por todos.

—Lo mismo digo, además, vas a ser una gran hada madrina. —Le aseguró la chica de cabello turquesa. —No tienes que agradecer, solo hice lo correcto. —Añadió.

— ¡Ok, ok, piratitas; basta de lagrimas y mocos! —Intervino Mal, aplaudiendo para llamar la atención de todo el mundo. —Es hora de irnos, así que será mejor que suban al auto en menos de un minuto o los voy a dejar aquí. ¡Rosie, las llaves y el control, por favor! —Pidió, la susodicha le arrojó ambos objetos que la VK atrapó con facilidad, entonces Gil, Uma y Harry se subieron a la limusina, mientras que la chica de cabello morado rodeaba el vehículo para meterse del lado del conductor. 

— ¡No olviden ponerse los cinturones de seguridad! —Les recordó la reina de Auradon, e inmediatamente los cuatro chicos de la Isla hicieron lo que ella les había pedido. —Tengan mucho cuidado, no excedan la velocidad. Entran rápido y salen igual de rápido, ¿entendido? No quiero sorpresas. Pero, si algo inesperado pasa, saben que hacer. 

—Entendido, jefecita, reina de las normas. —Accedió la hija de Maléfica, haciendo aparecer unos lentes de sol morados y colocándoselos. —Nos vemos cuando regrese. —Dicho esto, encendió el auto y comenzó a conducir, alejándose de los demás; quienes los saludaban con entusiasmo y tristeza.

—Malsy, pon música, de esa manera nos distraeremos durante este corto viaje. —Pidió el hijo de Gastón, sonriendo de lado.

—Como digas, musculitos. —Accedió la ojiverde, encendiendo la radio de la limusina, subiendo el volumen de la música al máximo en cuanto reconoció su canción favorita. 

  Uma dejó de observar por la ventana cuando escuchó aquel tema.

You heard the rumors from Inez, you can't believe a word she says, the worst thing that I ever did, was what I did to you. —Empezaron a cantar ambas VKs. —But if I just showed up at your party, would you have me? Would you want me? Or lead me to the garden? In the garden, would you trust me if I told you it was just a summer thing? Im only seventeen, I don't know anything but I know I miss you.

Betty, I know where it all went wrong, your favorite song was playing from the far side of the gym, I was nowhere to be found, I hate the crowds, you know that, plus I saw you dance with him. —Se les unieron Harry y Gil.

  Y por ese preciso momento, solo fueron ellos cuatro, cantando a los gritos en una limusina prestada; mientras se dirigían hacia su antiguo hogar. 

  Cantaron hasta deshacerse de todos los miedos que los atormentaban, porque después de todo, se requiere una gran valentía para hacer lo correcto.

➖👑➖

 Cuando llegaron a su destino, Mal estaciono el vehículo frente al arcade del Dr Facilier, los cuatro se desabrocharon los cinturones de seguridad y bajaron del auto para entonces sacar su equipaje del maletero e ingresar al lugar que le pertenecía al Hombre Sombra.

  E inmediatamente, gritos comenzaron a escucharse, lo cual hizo que los cuatro recién llegados se pusieran alerta.

— ¡¿La perdiste!? —Le recriminó Ariana, lanzándole una canasta repleta de flores marchitas a su hermana, quien pudo esquivarla. — ¡¿Como puedes ser tan incompetente!? 

— ¡No lo hice a propósito, simplemente paso, estas cosas suelen suceder! ¡Tu pierdes niñas todo el tiempo! —Se justificó Freddie, corriendo por todo el lugar, escondiéndose entre los juegos para evitar ser golpeada por los objetos que la mayor le estaba arrojando. — ¡Yo no soy incompetente! ¡Tu eres muy impaciente! —Le echó en cara. 

— ¡A ti no deben sucederte, idiota! ¡Papa va a matarte si se entera! ¡Yo no pierdo niñas, yo las secuestro, es muy diferente! —Aclaro la primogénita del Doctor Facilier, quitándose uno de sus zapatos y lanzándoselo con violencia. 

— ¡¿Perdieron a Celia!? —Las interrogaron Mal y Uma al unísono, sin poder creer como esas dos eran tan descuidadas.

— ¡Por supuesto que no! —Contestó Freddie, negando con la cabeza. — ¡Estábamos tratando de hacer algo y perdí la concentración, esta loca perdió la cabeza por eso! 

— ¿Y dónde esta la brujita escurridiza menor? —Quiso saber Harry, alzando una ceja. 

—Trabajando para Hades, obviamente. —Respondió Ari, encogiéndose de hombros y dejando de arrojarle cosas a su pariente. — ¿Qué hacen ustedes aquí? —Dudo, acercándose hacia los cuatro.

—Regresamos para quedarnos y Mal nos trajo. —Dijo Gil. —Vinimos para asegurarnos de que Celia este bien y...

— ¡Boo! —Se oyó una voz detrás de ellos, que los asusto tanto que se giraron, encontrándose con la descendiente menor del Hombre Sombra. —Les gané, llegué hace cinco minutos.

— ¡Estábamos preocupados por ti, brujita! —Le echó en cara Hook, llevándose al pecho la mano en la que no tenía el garfio. — ¡No nos asustes así! —Exigió, indignado.

— ¿Qué no los asuste? —Repitió la menor, imitando un acento escoces. — ¡Pero si esa es mi especialidad! —Se burlo antes de arrebatarle el garfio al pirata y comenzar a correr. 

— ¡Mocosa maldita! —Gritó Harry, frunciendo su ceño y empezando a perseguirla para recuperar lo que ella le había quitado. — ¡Gil, ayúdame a atraparla, hay que matarla a cosquillas!  —Le pidió, el rubio inmediatamente le hizo caso.

—Volviste por mi, ¿no es así? —Le pregunto Freddie a la chica de cabello turquesa, antes de intentar besarla, pero la brujita del mar se apartó. 

—Ya quisieras, linda, pero tengo novia. —Replicó la hija de Úrsula, para luego abrazar a Mal, ya que sabía que no se quedaría. No tenía motivos para hacerlo. —Gracias por todo. Regresa con cuidado. —Le murmuró en el oído antes de que ambas se apartaran.

  La chica de cabello morado le sonrió para luego darse la vuelta, comenzando a caminar hacia la salida, pero Ariana la siguió y tomó su muñeca para detenerla antes de que abandonara el arcade.

 — ¡Mal! ¿Te vas tan pronto? —Hablo la castaña, haciendo pucheros. —Creí que querrías pasar mas tiempo conmigo.

 La ojiverde soltó una risa, incrédula.

— ¿Contigo? —Repitió la hija de Maléfica, alzando una ceja, para luego soltarse de su agarre de manera bruta. —Preferiría estar muerta. —Mencionó con una sonrisa falsa, entonces se dio la vuelta, dispuesta a irse. 

—Hades me dijo que vas a casarte. —Habló la hermana de Celia, logrando que la otra VK se detuviera cuando estuvo a punto de abrir la puerta de la limusina. Se giró para verla, entrecerrando los ojos. —Me vas a invitar a la boda, ¿no es así?

—Tu serías capaz de hacerte pasar por mi solo para robarme a la chica que amo, y mi vida perfecta, así que claro... —Mencionó Mal con una sonrisa. —... que no. Hasta nunca, Ari. —Aclaró, reemplazando aquella sonrisa por una expresión seria, mientras encendía el vehículo nuevamente. 

— ¡Esto aún no ha terminado! De hecho, recién empieza. —Le advirtió Ariana. — ¿No creíste que este es el final de nuestra historia, verdad? 

  La chica de cabello morado la ignoró y abandonó la Isla de los Perdidos lo mas rápido que pudo, volver a Auradon era lo correcto. 

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