Capitulo 20: ❝Ceder ante la oscuridad❞ [Parte 3]
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El primogénito de Mulan había estado dando vueltas en la cama desde que oyó por primera vez los sollozos de su compañero de cuarto.
Gil no había parado de llorar, creyendo que Shang no lo escuchaba porque estaba dormido, pero lo cierto era que no había podido volver a conciliar el sueño al escuchar que el pirata estaba tan destrozado.
El joven guerrero podía entender el vacío que sentía el hijo de Gastón, porque era el mismo vacío que sintió cuando se enteró de que había perdido a sus padres.
Harry había sido capturado por Mal y ¿quién podría dormir cuando algo así había sucedido?
El hermano de Lonnie decidió que debía hacer algo para mejorar el animo del rubio, así que se levanto de la cama y tomo su celular para entonces abandonar el cuarto de manera sigilosa, bajo las escaleras y se metió en la cocina.
Preparó un sándwich de tomate y lechuga, sirvió un vaso de leche tibia y lo colocó todo en una bandeja, pero abrió el refrigerador para buscar algo más: un recipiente lleno de chocolate.
Su celular sonó y el muchacho frunció su ceño, era demasiado tarde para recibir llamadas, pero sin embargo tomó el aparato y contestó.
- ¿Hola? -Habló el joven guerrero, tomando asiento y mirando la comida que él acababa de preparar.
- ¡Shang! Que bueno que estas despierto. -Se oyó la voz de Cinder del otro lado de la línea telefónica. -Te necesitamos en el PPP.
- ¿A esta hora? -Masculló él, haciendo una mueca, pero era consciente de que su trabajo no tenía horarios. Cuando lo llamaran, debía acudir. -Uhm... Bien, déjame ir a despertar a todos y nos veremos ahí en unas horas. -Dijo y suspiró, estaba acostumbrado a vivir huyendo, pero no quería esa vida para su hermana.
-Eso no será necesario, solo tu debes venir, eso fue lo que dijo el mayor Mason. -Aclaro la agente del PPP. -Lonnie lo va a entender, Shang.
-Le prometí que no la dejaría, Cin. -Bufo el joven guerrero y presiono sus labios.
-Lo entiendo perfectamente, pero solo tienes que volver a la base por dos días, luego podrás regresar con ella. -Murmuró la rubia, quien sabía lo difícil que era dejar a su hermanita para el muchacho. -Además, como agentes, ¿cuál es nuestro deber?
-No es tanto tiempo... y esta vez podré dejarle una nota. -Exclamó el chico, analizando la situación. -Proteger a las princesas. -Respondió.
-Algo es algo, Shang. -Lo alentó la chica. -Haciendo tu trabajo, puedes proteger a tu hermana.
-Bien, allí estaré. -Accedió el primogénito de Mulan. -Nos vemos pronto, Cin. -Dicho esto, cortó la llamada y guardo su celular en el bolsillo de su pantalón.
- ¿Te vas a ir? -Lo interrogó una voz, que lo hizo sobresaltar, dándose cuenta de que había una persona en el umbral de la puerta de la cocina. - ¿Pero antes te haces un bocadillo nocturno? ¿Que preparas? -Dudo, acercándose a él.
-Debo cumplir con mi trabajo, Audrey. -Respondió el hermano de Lonnie. -Esto no es para mi, lo hice para Gil, quiero hacerlo sentir mejor porque se la pasa llorando toda la noche.
-Y por eso le haces... un sándwich de tomate y lechuga, un vaso de leche que probablemente esté tibia y... chocolate. -Enumero la rubia, observando lo que había en la bandeja. -No conoces los gustos del chico, por eso haces un poco de todo, ¿no es así?
-Tu ayudas a Uma a tu manera, yo ayudo a Gil a la mía. Además, todo es saludable, y no podía faltar el... Chocolate. Solo... el grupo alimenticio más importante. -Dijo el joven guerrero, guiñándole el ojo con diversión. -Sé que le gustan los chicos, y no puedo darle uno para que se lo coma, así que esto tendrá que ser suficiente. -Añadió, logrando hacer reír a la hija de Aurora.
-Recuerdo cuando mamá me hacía galletitas con chispas de chocolate. Cuando estaba triste, ella me hacía reír. -Mencionó Audrey, sonriendo con tristeza al pensar en Aurora, la extrañaba. -Siempre hiciste cosas muy nobles para animar a los demás, ¿crees que podrías hacer algo por mi?
-Comprendo el sentimiento, mama y papa también hacían eso para mi y para Lonnie cuando nos sentíamos decaídos. -Respondió el primogénito de Mulan. -Haría cualquier cosa por la mejor amiga de mi hermana, ¿que deseas?
-Necesito que me lleves de regreso a Auroria. -Pidió la chica de Auradon, quien soltó un suspiro. -Es maravilloso estar aquí con Uma y Dizzy, pero... mi gente me necesita, mis abuelos también. -Dijo, su voz se quebró al pensar en Leah y Stefan, un escalofrío recorrió su cuerpo al recordar como ellos dos habían terminado.
-Audrey... -Empezó a hablar Shang, pero luego suspiró, ella tenía razón. -Bien, te llevaré y luego me iré al PPP, la familia es lo más importante. -Accedió entonces.
- ¡Genial! ¿Podrías ayudarme a subir mis cinco maletas al helicóptero? -Pregunto la rubia antes de abrazarlo con cariño, gesto que el joven correspondió.
-Lo haré con gusto, pero primero iré a llevarle esta deliciosa comida a Gil, así que espérame aquí. -Respondió el joven, dándose cuenta de que la chica realmente había tenido sus cinco maletas, ya que estaban alrededor de ella. Tomó la bandeja y dejó la cocina para entonces subir las escaleras hacia el cuarto que compartía con el pirata, sorprendiéndose con que el descendiente de Gastón ahora estaba sentado en su cama, con los ojos hinchados por haber llorado tanto. -Gil, traje algo para ti. -Murmuró, entonces el rubio encendió la lámpara que estaba en su mesa de luz.
- ¿Hiciste esto para mi? Wow, gracias. -Dijo el pirata, tomando la bandeja y empezando a comer el sándwich. -Está delicioso, pero ¿por qué lo hiciste?
-Porque no quiero que estés triste por Hook, el parece un chico muy fuerte y rudo, no se dejará intimidar por Mal o los demás. -Contestó Shang mientras se colocaba una camisa y tomaba una mochila que tenía debajo de la cama. -Debo irme a hacer mi trabajo, con mi ayuda tal vez estaremos cada vez más cerca de ir por Harry, tú cuida de las chicas; ¿ok? -Le indicó, señalándolo con un dedo.
-Así es Harry, pero no recuerdo la última vez que nos habíamos separado, es muy difícil estar sin el. -Respondió el rubio para luego beber un poco de la leche tibia, ladeo la cabeza cuando lo vio prepararse tan rápido para marcharse y le sonrió. -Ok, lo prometo.
-Asi se habla, eres un buen chico, Gil. -Dijo el joven guerrero, acariciándole el cabello con entusiasmo, le devolvió la sonrisa. - ¡Buen provecho y no te duermas muy tarde! Yo iré a llevar a Audrey a su reino, volveré en dos días. -Afirmó antes de retirarse del cuarto para dejarlo comer tranquilo, entonces camino hacia la habitación que su hermana compartía con su novia y abrió la puerta lentamente, dándose cuenta de que ambas estaban profundamente dormidas.
Shang sonrió de lado y se metió en la habitación, sacó un bolígrafo junto a un pequeño anotador y comenzó a escribir en una hoja: "Querida Lo: Me llenas de orgullo hoy y siempre, hermanita, soy consciente que puedes cuidarte sola. Me han llamado del trabajo y debo ir, pero no estaremos separados por mucho tiempo. Regresaré en dos días, por favor no te enojes conmigo. Estoy haciendo lo correcto, quiero que Harry vuelva, espero que lo entiendas. Te amo. Volveré para cuidarte a ti y a Jane más pronto de lo que crees, mi pequeña guerrera. Nunca dejes de ser fuerte y nunca dejes de luchar. Te ama, Shang." para luego dejarla sobre la mesa de luz, le dio un beso en la frente a su hermana y dejó el cuarto, tratando de no pensar en lo que estaba dejando atrás.
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Unas horas más tarde, luego de que el primogénito de Mulan la llevara de regreso al Castillo Real de Auroria -ya que él debía volver al PPP- y tuviera una cena normal, se dirigió hacia su habitación para descansar luego de haber pasado un día inolvidable.
Lo único malo es que Audrey no podía dormir, porque las pesadillas la perseguían: cada vez que cerraba los ojos, veía como Mal asesinaba a su madre; a su padre, o a sus abuelos. Y no podía soportarlo más.
-I'm so tired of pretending, where's my happy ending? -Sollozó la rubia, sentada en la cama, sin importarle que las lágrimas mojaran su hermoso vestido clásico rosado; mientras escribía en su diario íntimo. -I followed all the rules, I drew inside the lines, I never asked for anything that wasn't mine. I waited patiently for my time, but when it finally came, she called her name. -Dicho esto, cerró el diario y apretó los puños para luego levantarse de la cama.
-And now I feel this overwhelming pain, I mean it's in my veins, I mean it's in my brain. My thoughts are running in a circle like a toy train. -Exclamó, mirando las venas en sus brazos y luego colocando las manos en su cabeza mientras caminaba hacia su chimenea, en donde habían varias fotografías. Tomó una en la que se encontraba ella junto a toda su familia. -I'm kinda like a perfect picture with a broken frame, I know exactly who to blame. -Dijo acariciando la misma y luego volviendo a colocarla en su lugar, desvió la mirada hacia las demás fotografías, frunció su ceño al ver una foto en la que estaba con Mal -ni siquiera recordaba cuando se la había tomado-; así que no dudó en arrojarla hacia el fuego que desprendía la chimenea.
-I never thought of myself as mean, I always thought that I'd be the queen, and there's no in between, 'cause if I can't have that, then I would be the leader of the dark and the bad. -Murmuró con los ojos llenos de lágrimas al volver a ver la fotografía en la que estaba con Aurora, Felipe, Leah y Stefan. Observó que en aquella repisa también tenía fotos con Ben y tomó la más reciente, una que se habían tomado en el Cotillón mientras él esperaba a que Rosie llegara. -Now there's a devil on my shoulder, where the angels used to be, and he's calling me the queen... -Dijo y observó a su alrededor, entonces las luces de las velas y los candelabros se apagaron de repente y ella dejó caer el retrato al suelo, asustada.
Las luces volvieron a encenderse, pero ahora eran de un color verde.
-Audrey... -Se oyó de repente la voz de Aurora.
-Queen... Calling me... -Dijo la rubia.
-Audrey... -Murmuró la voz de Stefan.
-Calling me... -Insistió su nieta.
-Audrey... -Se escuchó la voz de Leah detrás de ella.
-Calling me... -Exclamó Audrey, dándose vuelta, pero no había nadie allí.
-Audrey... -Susurró la voz de Felipe.
-Calling me... -Murmuró su descendiente, asustada.
-Audrey... -Esa era Mal.
-Calling me the Queen... -Afirmó la dueña de la habitación, quien salió corriendo por el pasillo, y vio una luz verde que se movía; por lo tanto sintió el impulso de ir tras ella, así que eso hizo.
-Being nice was my pastime, but I've been hurt for the last time, and I won't ever let another person take advantage of me. -Prosiguió ella mientras bajaba las escaleras lentamente hasta que llegó a la sala del trono y recordó cuando había encontrado los cadáveres calcinados de sus abuelos en su cuarto. -The anger burns my skin, third-degree, now my blood's boiling hotter than a fiery sea, there's nobody getting close to me.
-They're gonna bow to the Evil Queen, your nightmare's my dream, just wait until they fall to my wicked schemes. -Afirmó Audrey, la luz la guió hacia el trono, en donde ella tomó asiento.
-I never thought of myself as mean, I always thought that I'd be the queen, and there's no in between, 'cause if I can't have that, then I would be the leader of the dark, and the bad. -Masculló la joven, la luz verde se posó encima de su hombro izquierdo y la chica la observó con curiosidad. -Now there's a devil on my shoulder, where the angels used to be, and he's calling me the queen...
-Audrey... -Volvió a oír las voces de Aurora, Felipe, Leah, Stefan y Mal.
-They call me...The Queen of... Mean... -Susurró la chica, llevándose las manos a la cabeza, temiendo volverse loca. La luz verde se esfumó y delante de ella apareció la corona que le había pertenecido a la Bella Durmiente. -They call me... The Queen of Mean... -Dijo y se levantó del trono al ver la tiara, caminó hacia ella para tomarla, pero el objeto comenzó a levitar y ella corrió para alcanzarlo; subiendo las escaleras hacia la torre más alta del palacio y metiéndose en una habitación en la que la chica jamás había estado.
La diadema cayó al suelo y Audrey se arrodilló para tomarla.
-I want what I deserve. -Exclamó la rubia, sosteniendo la tiara y admirándola detalladamente, sin darse cuenta de que el Ojo de Dragón estaba delante de ella, hasta que levantó la mirada y lo vio. Su luz verde la cautivó y ella olvidó todas sus buenas intenciones, todo lo que su madre le había enseñado desapareció de su mente, para ser reemplazado con un solo deseo: venganza. -I want to rule the world. -Sentenció con seguridad.
Incluso hasta el alma más pura puede ceder ante la oscuridad. Y eso fue lo que sucedió con la descendiente de Aurora.
-Audrey, Audrey, Audrey... -La llamó el cetro de Maléfica, por lo que la joven soltó la corona y comenzó a avanzar hacia el artefacto mágico.
-All of my senses have left me defenseless; this darkness around me is promising vengeance. -Dijo la rubia cuando llegó delante del cetro y comenzó a mover las manos alrededor del mismo, mientras la luz verde de su centro brillaba cada vez más intensamente. -The price that I'm willing to pay is expensive, there's nothing to lose, when you're lonely and friendless. -Exclamó y luego retrocedió sin dejar de observar aquel verde, pues tenía que recuperar la tiara.
-So my only interest is showing this princess, that I am the queen, and my reign will be endless! -Gritó mientras tomaba la corona y se arrodillaba al costado del cetro, un humo rosado comenzó a salir del artefacto mágico y cuando el mismo se disipó, toda la apariencia de Audrey había cambiado. -They call me... The Queen of Mean! -Dijo, colocándose la corona en la cabeza y tomando el Ojo de Dragón, sintiendo como toda la oscuridad del cetro recorría sus venas y eso le fascinaba.
-Calling me, calling me, the Queen of Mean, calling me, calling me, calling me the Queen of Mean! -Afirmó ella, dando una vuelta mientras sentía el poder que ahora tenía, lo adoraba y no permitiría que nadie se lo quitara. Golpeó el suelo con el artefacto mágico y una nube de humo rosado la envolvió, desapareciendo de su hogar al instante.
Me dirijo directamente al castillo, pensó Audrey, yo me quedé sin nada y ya es turno de que los VKs lo pierdan todo.
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