Cuando por fin todo volvió a la calma, Viktor llamo a Phichit para dos cosas... la primera para disculparse por dejarlo solo e irse sin explicación alguna, y la segunda para reclamarle el que siempre le haga bromas demasiado pesadas, las cuales el no consideraba bromas... era obvio por cómo se comportaba, tomaba todo demasiado enserio.

-Vamos, sabes que no deberías de tomar todo tan en serio- reclamo en su defensa el castaño.

-y tu deberías de dejar de hacer esa clase de cosas, sabes cómo me pongo... aunque sé que no debería- intento de defenderse a lo que el tailandés había dicho pero, sabía que era verdad lo que este decía.

-Bueno, ya está... no hay problema, pero la próxima que le hagas eso a Yuuri te lo saco, no te voy a permitir que lo hagas sentir mal- un tono muy serio se escuchó por parte del castaño, todas y cada una de esas palabras eran serias... el azabache era como un hermanito menor para él, no iba a permitir que el ruso volviera a hacerle pasar un mal rato nuevamente, debería de aprender a controlar sus celos antes de que Phichit o Yurio lo alejen de él... el peli-plata podía ser una persona peligrosa si se ponía así tan fácilmente, no sería bueno dejar a alguien como el japonés cerca de él.

-si... prometo controlarme, no dejare que algo así vuelva a pasar-en su voz se notaba lo arrepentido que estaba acerca de este hecho.

-¡¡¿Viktor quieres tomar algo?!!- el castaño escucho como su amigo le preguntaba al ruso, le pareció divertido... pero no lo hizo notar en su voz, tenía que seguir firme acerca de lo que habían estado hablando.

-Sí, un café está bien- respondió el peli-plateado con una voz un poco risueña al escuchar el grito de Yuuri, todo en él le parecía tierno... no podía evitar pensar que era lo más tierno y hermoso del mundo.

-Veo que estas ocupado, solo recuerda lo que dije... no me quiero enterar de que le hiciste algo a Yuuri porque no dudare en hacer lo que sea necesario para protegerlo, ¡¡SALUDA A YUURI DE MI PARTE!!- fue un poco raro el cambio de actitud en la conversación, cuando dijo que salude a Yuuri se notaba el típico castaño que siempre veía... pero cuando había dicho lo otro su voz sonaba un tanto tenebrosa, si no fuera un Alfa eso lograría intimidarlo bastante, eso le enseñaría que no se debía juzgar por las apariencias.

Viktor iba a despedirse pero luego de lo último había cortado sin dejarle hablar, que amigo tenia Yuuri... era impredecible, luego de que la conversación hubiese terminado se dirigió a la cocina en la cual estaba Yuuri terminando de preparar el café, parece que no había notado la presencia del ruso porque ni se inmuto cuando este se acercaba... una vez estuvo lo suficientemente cerca lo tomo por la cintura y lo abrazó, para luego apoyar su mentón en el hombro de Yuuri.

-Vi... Viktor, ¿Qué pasa?- Yuuri e encontraba totalmente sonrojado, a pesar de todo el tiempo que llevaban juntos le costaba acostumbrarse al afecto constante del ruso.

-Nada, solo quiero permanecer de esta forma por más tiempo- dijo el ruso mientras lo sostenía un poco más fuerte para que no se escapase, y cerraba sus ojos mientras que se acercaba a su cuello para oler el dulce olor que este tenía, de alguna forma era tan agradable y tranquilizante que no deseaba alejarse nunca... el solo pensar en alejarse un poco en este momento lo hacía sentir mal.

-Vi... Viktor, no... por... por favor- El olor de Yuuri se volvió mucho más dulce, ya casi parecía un ¿tentador chocolate? (o algo así).

En ese momento Viktor mientras que lamia el cuello de Yuuri, metió sus manos dentro de la remera del azabache... comenzó a tocar todo su torso causando que el japonés soltara unos gemidos ahogados por sus propias manos.

-Vi... Viktor, estamos en... la... cocina, aquí... no- dijo de forma entrecortada mientras que continuaba intentando de tapar esos sonidos que causaba, cosa que no lograba muy bien... esos ahogados gemidos provocaban en Viktor algo que lograba enloquecerlo.

-¿Entonces si no es en la cocina está bien?- mientras que decía esto tomaba en sus brazos a Yuuri y lo cargaba hasta el cuarto.

Una vez estuvieron allí el ruso tiro al azabache en la cama para atacarlo, se veía tan indefenso... en este momento podría hacer lo que él quisiera, eso le emocionaba mucho... por suerte no le había dicho que actualmente pesaba más porque estaba cien por ciento seguro de que arruinaba todo.

Lentamente el peli-plata se acercó hasta estar cerca de los labios de su azabache, no hizo nada más... solo se quedó cerca, era bastante malo, sabía que el pobre no iba a resistir e iba a terminar por besarlo... y eso era justamente lo que él esperaba. El pobre japonés notando lo que este esperaba lo tomo por el cuello de la camisa y lo llevo al beso, al ruso se le dibujo una sonrisa en la cara y comenzó a besar los suaves y rojizos labios de su pareja.

El peli-plateado disfrutaba ver como su azabache se desesperaba, le encantaba causar eso en él... pero siendo sinceros él tampoco iba a poder resistir mucho viendo, ya quería hacerle de todo tipo de cosas, pero no... debía de mostrarse calmado, no debía de demostrar que se encontraba totalmente desesperado.

Sus besos cada vez eran más intensos, el nivel en cuanto a resistencia bajaba y esto solo podía significar una cosa.

Cuando estaban ya por cruzar el punto en donde dejarían de resistirse para caer en manos de la lujuria, suena la puerta... al principio la ignoraron completamente, Yuuri no podía hacer nada, ya estaba totalmente confundido... pero a Viktor le molestaba el constante ruido así que de una vez por todas se levantó y fue a atender la puerta, creo que todos estamos conscientes de que se arrepentiría de esa decisión.

Fuera se encontraba un rubio de ojos color esmeralda a punto de tirar la puerta abajo, cuando estaba por volver a golpear un ruso le abrió la puerta con cara de un enfado y molestia que no iba a ocultar... este noto el que al parecer había molestado en algo importante y eso le hizo sacar una sonrisa, cuanto menos tocaran al azabache (su mami) mejor.

-¿Qué es lo que quieres ahora Yurio?- dijo el ruso mayor con cara de notable fastidio por su presencia.

-¿Qué crees viejo?... obvio que vengo a ver a Yuuri- dijo con una sonrisa engreída en su rostro.

Bien este era el momento de comenzar a cumplir la promesa que le había hecho a Phichit, no debía de dejar que sus celos lo controlasen... ya no debía de causar más problemas.

-Bien, pasa... ya llamo a Yuuri- dijo resignado a la idea de que este se valla por su propia cuenta, ya era sabido hasta por los dioses que no lo iba a hacer... y menos si él se lo decía, le haría la contra en todo lo que pudiese.

El rubio quedo bastante impresionado, no era muy normal que el peli-plata se comportara como adulto, normalmente pensaría que es un niño en el cuerpo de un adulto... más que nada esos celos le recordaban a cuando le saca su juguete a un niño.

El ruso mayor entro al cuarto para notar que Yuuri ya estaba casi totalmente despejado, todavía estaba un poco sonrojado pero sabía que al decirle que Yurio estaba allí se le iría, estos dos tenían una extraña conexión que le molestaba... no le agradaba que fueran tan cercanos, pero debía de mantenerse calmo... lo había prometido, lo prometió.

Constantemente deseaba convencerse y se centraba en eso para no estar pensando en esas cosas, sabía que a Yuuri le haría mal el que haga nuevamente una escena de celos... y también sabía que el tailandés le extirparía su hombría si se enteraba de que había hecho sentir mal al azabache.

Y bueno eso es todo, jajaja... sé que querían lemon y estaba a punto de escribirlo cuando se me ocurrió esto... no se quejen luego hare lemon en algún futuro capitulo.

Gracias a todos por los comentarios, votos y lecturas... me alegran el día muchos de sus comentarios así que mil gracias a todos.

Bye~ >w<