=V e i n t i s i e t e=
El chico iba por las calles.
Un día frío, nublado, con tono gris por todos lados.
Era uno de esos días donde te levantas con un clima tan agradable y no quieres despertar.
Tn: -Mira a los lados de la calle para después cruzar- Casi un mes...
Un mes sin noticias.
Sin responsable de esa jeringa.
Quizás no era algo que esté a su talla o solamente frustró una única muestra y evito alguna masacre mundial...
Sería un buen predict.
Al grano, el chico iba por un objetivo, uno de suma importancia que si implica algún fallo morirá.
Entró al lugar indicado, decidido y confiando que tosa su experiencia que ha absorbido le ayuden hoy.
Es tan importante la cautela y precisión que hay que tener para salir de esta en una sola pieza.
Click... Ching...
Cajero: Bien... Son 4 pedidos... Serían 15.90.
El chico con un suspiro, saca su cartera y deja un verde de 20.
Tn: Propina... -El chico toma la bolsa con la comida y sale del lugar.
Ahora, tenía que recorrer media ciudad para llegar a su hogar... Su dulce hogar...
El chico volvió a suspirar y levantó su mirada al ver que algo le hacía sombra, para ver cómo un par de héroes derrotan fácilmente a un criminal que se quizo pasar de listo.
No era ninguna mentira que el chico pensaba que extrañaba su vida antes de conocer a las que hoy son sus 4... ¿Novias?
Hasta suena raro, ahorita que lo piensa.
Pero no se queja de lo que tiene hoy, aunque extraña esas noches de abundantes peleas, de abundantes heridas.
Tn se sumergía en sus pensamientos hasta que sintió una gran ventisca seguida de una ola de calor.
El chico volteo su mirada y vio una ráfaga de explosiones que venían de una pelea entre un par de personas.
Al parecer... La vida le sonríe de nuevo.
Tn: Ojalá no haya olvidado como pelear...
El chico uso su quirk para ir hacia un lugar donde nadie lo viera y se puso su traje, para lanzarse hacia la pelea de lleno.
En el lugar del disturbio, se veía a un hombre delgado, alto y con los brazos hechos con forma de cuchillas.
Se le veía con quemaduras pero aún queriendo pelear.
Y a su lado, estaba una chica que solamente lanzaba explosiones de su cuerpo... Tal vez porque si.
El chico se abalanza contra la chica con uno de sus látigos en mano para enrollar su cuerpo y lanzarlo al aire un momento.
El chico de tanta fuerza la mando bien hacia arriba, mientras las explosiones seguían a ese látigo.
Marauder: ¿Y a ti también hay que darte regalo?
El chico miro al hombre cuchilla mientras este se ponía en guardia colocando sus brazos en "x" y simulando afilarlos.
Marauder: Extrañaba esto...
El hombre se lanzó contra el chico pero este rápidamente esquivaba los ataques en diagonal que venían contra él.
Alguno que otro lograba rasgar un poco su traje pero no había daño real.
En un descuido de guardia baja, el chico aprovecho para cubrir sus nudillos con uno de sus látigos, pero este tenía algunas espinas.
Simuló un poco a una nudillera.
¡ZAM!
Un gancho derecho fue conectado en toda la mandíbula del hombre, que cayó rendido de una vez.
El chico miro la caída del hombre en silencio.
Tenía que admitirlo, se decepcionó un poco.
Pero la paz no duró mucho al escuchar los sonidos de explosiones acercarse a él rápidamente.
Miro hacia arriba viendo como la chica que lanzó hacia el cielo iba bajando con una gran velocidad.
Marauder: Creo que no pensé bien el daño colateral...
El chico mira a todos lados rápidamente buscando una solución a una situación de menor daño posible.
Y la encontró.
En un instante, varios látigos salieron de sus manos para empezar a combinarse y formar una vara.
Marauder: Veamos... El viento corre hacia el sur... Estoy en el norte... ¡Y no se que estoy diciendo!
En su última oración, ya la chica caia rápidamente y el chico tomó la vara de látigos para golpear al látigo que la enrollaba.
Eso la eleva otra vez y el chico en un movimiento rápido le lanza la vara que se desarma para cubrir a la musulamana en una esfera de látigos.
La esfera cae al suelo cual pelota de basket mientras rodaba un poco por las explosiones internas aunque al poco tiempo paró de moverse.
El chico suspiro aliviado y sonríe debajo de la máscara.
Marauder: Para no ser lo que pensé... Mi regreso estuvo bien...
El chico se toca la cintura, buscando algo, pero no lo encuentra.
Un sentimiento de miedo lo invade... Perdió la comida.
El chico vio la hora y se alarmó, si no llegaba rápido, 4 mujeres con un temperamento fuerte le enseñarán puntualidad.
En este instante se arrepiente de haber dado propina al cajero...
La recompra dolerá en el bolsillo...
-Fin del Capítulo-
"Otaku actualizó"
[zb]
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