4:15
No había respuesta. Estaba jugando con mi mente.
-Me estoy enojando. Será mejor que salgas. -y obviamente, le valió mierda mi amenaza. Se siente como si estuviera peleando con el viento. Él pasa, lo escucho, me rodea, se regosija, me hace sentir que es maravilloso pero no puedo atraparlo y encerrarlo, es como... bueno, se entiende.
- BIEN.-lo grité- VOY A ACAMPAR FELIZMENTE AQUÍ... - fui bajando la voz- rodeado de insectos, animales poco amigables o, en el peor de los casos, come hombres y un frío invernal que podría matarme. - solté un suspiro.
-Voy a dormir dentro de la camioneta, es mejor. - Ingrese a la cabina y me acomode lo mejor que pude. Miraba al frente con los faroles encendidos por si acaso. Sólo sería está noche y la mañana siguiente, nada más. Luego, volvería a mi casa. Comí algo y me cubrí con una manta. Necesito dormir un poco.
Podía sentir algo moverse en el asiento del copiloto y acercase lentamente a mí.
Animales come hombres... más bien animal hambriento de un sólo hombre... tú. Su boca estaba en mi oreja. ¿Sabes lo que le gusta comer a este tipo de animal ? Su mano fue hacía mi entrepierna y comenzó a frotarla. Soy muy vicioso Chanie. Siempre te estoy extrañando, te celo y te quiero sólo para mí. Tú sientes lo mismo. Yo lo sé, por eso viniste aquí. Y, a mini-Chanie también le gusta. ¡Maldito necesitado! Sólo una vez puedes hacerme quedar bien. Si Daddy... oh, ¿te gusta que te diga así? ¡que bueno Daddy! A mí también me gusta mucho. Viniste cargadito para mí, para Hunie. Hunie... ¿Cómo te llamas? Sehun, pero Daddy puede decirme como quiera... bebé, precioso, príncipe, amor o lo que a su mente pervertida se le ocurra mientras me como su pene. ¡Mierda!
Abrí mis ojos y pude ver su cabellera castaña, su cabeza subía y bajaba. Mis manos fueron hacia ella y lo ayudaron a seguí un ritmo. Se lo tragaba todo, su boca y su lengua eran golosas. No pude evitar soltar suspiros y otras vulgaridades:
- Eso es, más profundo. Tomalo todo. ¡Maldición, sí!
El sacó su pene de mí boca:
- Si lo hago bien... ¿Hunie tendrá una recompensa?
- Sí, lo que tú quieras.
Se levantó soltando mi erección y se acomodó con las piernas abiertas en el asiento del copiloto. Ahora podía verlo mejor. Tenía puesta sólo una camisa, mí camisa, que había traído en el bolso. Eso me despertó aún más pero también me hizo rabiar de celos.
-Estabas desnudo. ¡Paseas por este lugar desnudo! - Levantó su dedo índice y comenzó a moverlo de izquierda a derecha.
- No, Daddy. Estaba vestido. Pero, me gusta la ropa de Daddy. Además, siempre que estoy con Chanie la ropa no hace falta. Eres muy fuerte y siempre la rompes. Ahora... quiero mi recompensa Daddy.-
Quería borrarle esa sonrisa, que se deshiciera en gemidos.
-¡Ah! ¡Chanie!- gritó.
-¿Mnnn?- estaba ocupado como para hablar. Sehun sabía delicioso. Y su olor ... era como fresas y vainilla dulce, tan adictivo. Lamí y mordí sus muslos. Baje hasta su linda, tierna y rosada entrada. La comencé a chupar con devoción mientras la cabina se inundaba con sus gemidos.
- Tu cuerpo es la representación justa de tu carácter. Tierno y dulce como un bebé, pero un ataque de bipolaridad y tu olor se vuelve afrodisíaco para atraer a tu presa y tu cuerpo arena movediza, una trampa mortal.
- Eres tan dulce Daddy... casi olvidó como te gustaba halagar mi cuerpo antes.
¿Antes? ¿Se refiere al día anterior? Seguro es eso.
- Abrete más para mí, bebé.- soltó un suspiro y comenzó a expandir un poco más sus piernas. Metió su mano derecha entre ellas y comenzó a tocar su entrada, había humedecido sus dedos y luego los hundió en su interior. El muy desgraciado se estaba masturbar delante de mí. Cuando quise acercarme colocó distancia entre nosotros con una de sus piernas, la planta de su pié derecho estaba sobre mi pecho izquierdo. Estaba ardiendo. Sus labios rojos, tan húmedos... Estaba en el infierno y quería quedarme en él. Tome su pié y comencé a lamer sus dedos y luego la planta, él sonrió y me llamó con un gesto de su mano izquierda, pero antes tanteó mi bragueta con su pié y soltó un suspiro. Lo mire unos segundo, me acomode mejor, desabroche el botón de mis pantalones, baje la bragueta, busqué y saque de mis calzoncillos lo que él quería; lo acaricié un poco y lo frote contra uno de sus muslos. Sólo uno segundos después, él había sacado sus dedos y bajó su pierna dejándome libre acceso a todo. Era mi oportunidad. Estaba tan necesitado que ingrese en él de una vez. Cubrió su boca con ambas manos pero pude oir un pequeño quejido. Me incline sobre él y bese sus manos hasta que se soltaron, luego ataqué sus labios con un dulce beso. Nos separamos lentamente y empecé a moverme pausadamente pero con un ritmo claro. Sehun se froto su pene y movió sus caderas hacia mí. Su calor era abrasador, mis penetraciones fueron subiendo en fuerza de empuje y velocidad, cada vez más constante. La cabina era un desastre y él asiento... quién sabe cuanto resistirá. Sus piernas se cerraron alrededor de mí cadera y sus talones apretaban mis nalgas cubiertas aún por el jeans.
Un hombre grande, fuerte y musculoso; un joven que era hermoso y candente, éramos un cóctel explosivo y la víctima era mi camioneta. No podía detenerme, estaba perdido en él. Ataqué sus labios, su cuello y su pecho innumerables veces. Él comenzó a grita cada vez más hasta que se vino entre nosotros y un par de penetraciones más y en su interior, también yo.
Me retiré un poco para enderesarme, pero una vez que lo hice arrastre a Sehun junto conmigo al asiento de conductor y lo cubrí con unas mantas. Hun parecía confundido y quería separarse pero no lo deje. Lo cubría con mis brazos y él durmió entre ellos. Un par de horas después estaba acariciando su espalda, mientras que él seguía sentado en mis piernas.
- ¿Por qué haces esas cosas? Digo, aparecer y luego irte sin dejar rastro. ¿vives aquí?- lo dije mirando al frente y depositando un beso en su cabeza.
- Ya veo... no me recuerdas. Era de suponerse, por qué lo harías.
- ¿Qué dices? Sólo te he visto dos o tres veces. - ¿Estaba confundiendome con alguien más? Traté de calmarme, es decir, él decía mi nombre.
- Tienes 23 años ¿No?- asiento con la cabeza. - Yo tengo... bueno... parezco de 20 o 21, pero tengo mucho más... unos 220 años, casi 221.- el me miró y mi rostro debe haber sido todo un cuadro porque sonrió y volvió su vista al frente.- Te conocí hace cien años, tu anterior vida, pero no dejas de ser tú. Llegaste a este bosque para vivir en él, construiste tu cabaña a mil metros del núcleo, donde yo estoy siempre. Allí hay una laguna, tú te acercase a ella para conocerla, supongo que ya habías explorado el otro lado y ahora te toca ese lugar. Yo me había materializado ahí para poder jugar y ver mi reflejo, no me percaté de tu presencia hasta que ya estabas muy cerca. Se supone que ningún humano debía verme o llegar al núcleo. Me asusté y salí a correr, tu gritaste y me seguiste, pero no me atrapaste. Luego de eso comenzaste a ir seguido ahí. ¡Yo también quería estar ahí! Entonces, esperaba a que te cansaras y te fueras y después yo me quedaba. Sin embargo, tú tenías otros planes. Un día fingiste irte, y en realidad sólo esperabas a que yo saliera. Me confie y me acerqué para ver mi reflejo, me fascina hacer eso, es como un segundo bosque, se ven el cielo, los arboles... !Al fin! Pensé que nunca saldrías. Dijiste y me asusté tanto que casi termino bajo el agua. Te disculpaste, eras amable y prácticamente irradiabas alegría. Me dijiste que era lindo, me preguntaste si tenía hambre, sí vivía cerca o si vivía con alguien. Me atontaste a preguntas y me invitaste a tu cabaña. Por alguna extraña razón no sentía miedo. Comenzamos a vernos más seguido, solías venir al núcleo o yo iba a tu casa... Era muy feliz. Te llamabas Loey. Me enseñaste lo que era... un novio y esas cosas... Un día quisiste llevarme a conocer el pueblo en el que naciste... No dije nada, sólo te seguí, pero cuando saliste del bosque yo no pude hacerlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro