5
Caminando, Merlina chocó con un señor y tuvo una visión; Eris la sujetó hasta que se enderezó.
- Uh, ha visto la muerte de ese hombre - dijo Elijah.
- ¿Todo bien? - le preguntó Eris mientras el hombre protestaba por el choque.
- Entremos - contestó ella.
Al abrir la puerta se encontraron con un chico.
- ¿¡Qué les pasa!? ¿Es un hábito que asusten a los demás? - se asustó el chico.
- Es un hobbie - contestó Eris.
- Claro que sí; asustar es un hobbie para mi lobita - sonrió divertido Klaus.
- Son de Nunca Más - adivinó el chico - pero el uniforme es diferente.
- Quiero un doble con hielo, es una emergencia - dijo Merlina - son dos shots de expresso.
- Sé lo que es un doble pero qué crees, la máquina se descompuso. Sólo hay de la jarra - dijo mirando a un hombre servirse.
- Eso es para los que se odian así mismos y saben que su vida no tiene un propósito real - dijo Eris.
- Vale eso ha hecho gracia sobre todo por la cara del hombre - sonrió Hope.
Él la miró, dejó el café y antes de irse, Eris lo saludó.
- ¿Qué le pasa? - preguntó Merlina viendo la máquina.
- Es una bestia muy molesta con mente propia y no me ayudan las instrucciones - dijo el chico - están en italiano.
- Merlina te ayudará - Eris le dio las instrucciones a su hermana.
Ella la leyó y miró a Tyler.
- Quiero un destornillador de tres puntas y una llave alen de cuatro milímetros.
- ¿Saben italiano?
- Es la lengua nativa de Maquiavelo - dijo Merlina.
- Lo extraño sería no saber el idioma - dijo Eris.
- Añade que sepa italiano - dijo Rebekah.
- Cada vez vamos descubriendo más de Eris - sonrió Hayley.
- Hagamos un trato - lo miró Merlina.
- ¿Cuál?
- Reparo la máquina de café, lo sirves y nos pides un taxi.
- No hay taxis, ¿Qué tal un Uber?
- No tenemos teléfono, no somos esclavas de la tecnología.
- El móvil es importante para comunicarnos - se quejó Hope - y las redes sociales también.
- Tu hermana no piensa lo mismo - dijo Hayley divertida al ver a su hija hacer un puchero.
- No es su día de suerte - negó el chico - ¿y donde quieren ir?
Todos se enderezaron también curiosos por saberlo.
- No necesitas saber eso - dijo Eris - ¿Tampoco hay trenes?
- La estación más cercana es Borligton, está a media hora.
Eris suspiró frustrada.
- No está la suerte de su lado - negó Elijah - si siguen hay las van a pillar.
- No me digas Sherlock - rodó los ojos Kol llevándose una mirada molesta de su hermano.
Merlina terminó de arreglar la máquina.
- Wow gracias - sonrió - y yo que creí que los de Nunca Más no se ensucian las manos. Me llamo Tyler, no sé sus nombres, ¿O es algo que no necesito saber?
Todos fruncieron el ceño al notar la burla hacia Eris.
- No te conviene enojarme - dijo Eris notando también la burla.
- Tampoco a nosotros - dijo Hope - así que cuidado con mi hermanita.
- No le conviene para nada - murmuró Klaus.
- Me llamo Merlina y ella Eris - contestó cortando la tensión.
- ¿Qué les parece si para demostrar mi agradecimiento las llevo yo mismo a Borligton?
- Eso es perfecto - dijo Merlina - pon los cafés para llevar.
- Bien, salgo dentro de una hora.
- Necesitamos irnos ya - dijo Eris.
- Endulzaré la oferta - Merlina le dio un billete.
- Veinte dólares; muy tentador pero no.
- Que sean cuarenta - siguió Merlina.
- Oye, voy a decir algo de mí - dijo Tyler - nadie me compra, así que o esperan o encuentran a alguien más que las lleven.
- Alguien que no se deja comprar - Eris miró a Tyler - que rarito.
- Bueno, es raro encontrar a alguien así - dijo Freya - con dinero o con amenazas termina cediendo.
- Sobre todo con amenazas - sonrió de lado Klaus.
- Por supuesto - rodó los ojos Hayley.
De pronto entraron unos chicos vestidos de peregrinos.
Todos se miraron confusos por la vestimenta.
- ¿Qué hacen las raritas de Nunca Más en nuetra mesa?
- ¿Su mesa? - se burló Kol.
- ¿Por qué van vestidos como fanáticos religiosos? - Eris preguntó confusa.
- Somos peregrinos.
- Es lo mismo - dijeron Klaus y Hope.
- Es lo mismo - dijo Eris.
Klaus y Hope se miraron divertidos por la coincidencia.
Los demás sonrieron.
- Trabajamos en el mundo peregrino.
- Se tiene que ser completamente estúpido para dedicarle un parque de diversiones a un pueblo de genocidio - dijo Merlina.
- Te sorprenderías niña - dijo Rebekah.
- El dueño del parque es mi papá, ¿¡Le dijiste estúpido!?
- Parece que lo heredaste de él/ si la hebilla le queda - contestaron Eris y Merlina.
- ¡Hey. Dejenlas en paz! - se metió Tyler.
- ¡No te metas Galvin!
- Sí, no te metas Galvin - dijo Merlina levantándose.
- Contéstenme bichos raros. ¿Han peleado con un normi?
- Esos niños quieren morir - dijo Klaus poniendo sus ojos amarillos.
- ¡Bichos raros tu abuela imbécil! - soltó Hope molesta.
- Lenguaje.
- ¡Callate! - dijeron sus hermanos.
- ¿Van a pelear con unas niñas? - frunció el ceño Hayley.
- Espero que Eris les de una paliza - dijo Kol.
- Continuamente - se levantó Eris - y ninguno a logrado ganarnos.
- ¡ESA ES MI HERMANA! - festejó Hope.
- Me tranquiliza que sepa defenderse - dijo Hayley.
- Aunque quiero ver si utiliza sus poderes - dijo Freya.
- Sí, todavía no ha dado señales de tenerlos - dijo Kol con curiosidad.
- Tiene una técnica bastante elegante para haberles dejado en el suelo adoloridos - dijo Elijah.
- Sí, en eso no se parece a mí - dijo Klaus.
- Wow, ¿de donde sacaron esos golpes de kunfu? - se sorprendió Tyler.
- Nuestro tío nos enseñó a los cinco años - dijo Merlina - estaba en un monasterio tibetano.
- ¿De visita?
- Prisionero - contestó Eris.
- Tyler, ¿qué ha pasado aquí? - preguntó el sheriff al ver a los chicos en el suelo.
- ¡Papá! Ellos las molestaron y les dieron su merecido.
- No hay duda - sonrió Rebekah.
- ¿Esas cositas pudieron con ellos? - se asombró el sheriff -
- Pequeñas pero matonas - rió Hope.
¿Las ayudaste?
- En serio papá, no hice nada - respondió Tyler.
Las chicas vieron a la directora entrar.
- Oh, oh.
- Se les fue la oportunidad de escapar - dijo Elijah - yo tenía razón.
- Discúlpeme sheriff, se me escaparon. Señoritas Addams, es hora de irse.
- Un momento señoritas - las paró el sheriff cuando estaban por irse - ¿son Addams?
- Sí.
- ¿Su padre es Gómez Addams?
- No - dijo Klaus.
- Sí - volvieron a decir.
- Ese hombre debe estar preso por homicidio - siguió - supongo que los hijos del tigre serán igualitos aunque tú no pareces serlo - miró a Eris - Las tendré vigiladas.
- Cuidado no amenaces a mi Eris - dijo Klaus serio.
La directora las sacó y las chicas se miraron mientras subían al coche.
- Vuestro primer día y el sheriff ya les tiene en la mira - arrancó el coche para dirigirse a Nunca Más - la verdad no me sorprende.
- ¿Qué fue eso de nuestro padre?
- No tengo la mejor idea, pero les voy a dar un consejo. Dejen de hacer enemigos y empiecen a conseguir amigos, los van a necesitar.
Al pasar cerca de un choque, las tres lo miraron.
- Eh, es el hombre que Merlina vio morir - dijo Freya.
- Parece un accidente, espero que el conductor esté bien.
- Murió - dijo Merlina - se rompió el cuello.
- ¿Como sabes lo que le pasó?
- Lo adivinó - dijo Eris mientras su hermana tocaba su collar.
Llegó la noche y Merlina se puso a escribir mientras que Eris salía al balcón con el violín y empezó a tocar.
Todo aquél que escuchaba cerraron los ojos y se dejaron llevar por la melodía llevándolos a un estado de paz.
Igual que ellos.
- Increíble - murmuraron suspirando tranquilos.
- Tu hija amansa a las fieras - susurró divertida Freya a Hayley que también sonrió.
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