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- Tenemos que decírselo - susurró Davina - tiene derecho a saberlo.
- Disculpad - Elijah llamó la atención de Davina y Marcel - ¿Quién tiene derecho a saber qué?
Los dos se miraron y ella le dió un empujoncito haciéndole dar unos pasos. Pero antes de decir nada, la televisión se encendió con una imagen de una chica que tenía cierto parecido a Hayley.
- Qué... - se extrañó ella.
- De eso queríamos hablar - dijo Marcel llevándose todas las miradas - Hayley, cuando pasó lo de tu familia, no solo te salvé a tí, también a tu hermana.
- ¿¡Hermana!?
- ¿Y porqué lo dices ahora? - frunció el ceño Rebekah.
- Al parecer - intervino Davina al ver a Marcel bajar la mirada - tenía bloqueado ese recuerdo. Las brujas le quitaron a tu hermana - miró a Hayley - y se la llevaron.
- ¿Tengo una tía? - se emocionó Hope.
- ¿Y nosotras qué somos? - se ofendieron Rebekah y Freya.
- Me refería de parte de mamá - rodó los ojos Hope.
- La tienes - asintió Marcel - Hayley, ¿Estás bien?
Todas las miradas fueron a ella.
- Yo...- balbuceó un poco; miró a Marcel - ¿Donde está? ¿Sabe que existo?
Él negó; no sabía nada de ella.
- Yo conseguí un hechizo en el que podemos ver lo que pasó con ella - dijo Davina - solo lo activaré si Hayley está de acuerdo.
Hayley asintió varias veces y mientras Davina activaba el hechizo para ver qué fue de ella, los demás se sentaban frente a la televisión.
Hope se sentó al lado de su mamá y le cogió la mano en forma de apoyo. Hayley la miró y con una sonrisa le dio un beso en la cabeza. Suspiró y miró a la pantalla viendo cómo hacían fotos a una mujer.
- Un poquito más de polvo aquí - dijo Alma Rey mirándose en el espejito - más de brillo.
- Te ves guapísima Alma, te ves preciosa - la alagó el fotógrafo haciéndola sonreír.
- Creo que debería haber tomado más de sol - lo miró ella - ¿Verdad?
- No, no te preocupes, yo me encargo de eso. Tú relájate, yo me encargo del resto.
Unos gritos de los fans se escucharon mientras llegaba la asistente de Alma.
- ¡Al fin llegas! - dijo alzando la mano para coger la botella de agua.
- Todo el mundo está allá afuera - le dijo la asistente - ya sabes, camarógrafos, reporteros, fans. Está perfecto Alma.
- ¿Todo está bien?
- Sí.
- ¿Sabes porqué? Porque ser el artista más importante de México tiene su precio - dijo el fotógrafo.
- ¿¡MEXICO!? - se sorprendieron todos.
- ¿¡MI HERMANA ESTÁ EN MEXICO!?
- Ay Pepe, eres un sol de bonito - le sonrió Alma.
- Y además, ¿sabes qué? La idea de tener a tus hijas en las fotos, me parece sensacional. Va a ser un bombazo en la revista.
- Sí, pero cuidado con Roberta y Antonella porque son unas niñas - le advirtió Alma.
- Quién será, ¿Roberta o Antonella?
- No lo sé hija, esperemos a verla.
- ¿Se parecerá a tí? - preguntó Rebekah.
Hayley se encogió de hombros.
- Lo único que sabemos es que está en México y es hija de esa mujer - dijo Elijah.
- No te preocupes, las voy a cuidar como si fueran mis propias hijas.
- Más te vale porque sino te saco los ojos - le señaló con el dedo.
- Madre sobreprotectora - sonrió Rebekah.
- Cualquiera con instinto maternal protegería a sus hijos - dijo Hayley.
Los Mikaelson la miraron.
- Dije con instinto maternal, Esther no sabe lo que es eso.
- Tiene razón - dijeron Marcel y Davina.
- Te juro que sí, vas a ver.
- Por cierto, donde estarán, ya se tardaron mucho, ¿O no? - preguntó algo inquieta.
- Eh - la asistente se levantó - creo que tuvieron un pequeño problemita con el vestuario.
- ¿Problema? - se extrañó Alma - mis reinas - sonrió al verlas aparecer, estaban en albornoz - venid, dadme un besito - ellas se acercaron dándole un beso en la mejilla - ¿Qué pasó con la ropa?
- Tiene cierto parecido con Hayley - dijo Davina.
- Pero esos ojos son de tu madre - recordó Marcel - tú sacaste los de tu padre.
- Esa niña no puede tener más de doce o trece años - frunció el ceño Klaus.
- Puede que mi hechizo solo nos deja ver a esa edad, lo siento Hayley - se disculpó Davina.
- No, está bien - dijo Hayley - por lo menos la veo.
- La donamos a las carmelitas descalzas - dijo Roberta mientras Antonella sonreía inocente.
- ¿Como que la donaron? - se molestó Alma - son Versace.
- ¿¡Versace!? ¿¡Donaron ropa Versace!? - se asombraron las chicas.
- Tampoco es para tanto - rodó los ojos Kol.
- ¡Es Versace!
- Que se lo ponga él entonces - se encogió de hombros Antonella - mamita ponte contenta de que hiciéramos una donación.
- No ibamos a salir disfrazadas - negó Roberta.
- ¿Disfrazadas con un Versace? - se confundió Hope.
- ¿Como disfrazada? - preguntó Alma sin entender.
- Además, nos pusimos otra cosa - siguió Roberta abriéndose el albornoz tirándolo al suelo demostrando que solo tenía pintura en la parte de arriba.
Todos se quedaron con la boca abierta.
Davina tapó los ojos de Kol y Rebekah y Freya la de sus hermanos.
- ¡Por dios, esa niña está loca! Mi hermana no estará así, ¿Verdad?
- ¿¡QUÉ!? - se horrorizó Alma miemtras Antonella se reía - ¡Roberta por el amor de dios, tapate! - cogió el albornoz poniendoselo a su hija - ¡Te prohibo que salgas así! Vete a cambiar pero ahorita, tú también Antonella - chasqueó los dedos varias veces.
- Miren. Antonella tiene una cicatriz en el pecho - dijo Freya.
- Es como si la hubieran operado - dijo Elijah - ¿Será que padece del corazón?
Hayley se preocupó.
- Espero que no active el gen, sino no creo que pueda superarlo - dijo Klaus.
Rebekah le dio en el brazo.
- No seas insensible - dijo haciendo que mirara a Hayley.
- Pero solo es un biquini - se quejó Anto - tú lo llevas, ¿Porqué yo no?
- Que barbaridad.
- ¿Puedes dejar de hablarnos en ese tonito de arrabalera? - se molestó Roberta mientras Antonella se miraba el biquini diciendo "pero está bonito".
- Bueno, es cierto, está bonito - asintió Davina.
Hope le dio la razón.
- ¿Qué tiene que ver eso? - volvió a ponerles el albornoz - dejen de hacer berrinches de niñas tontas y vayanse a cambiar pero ahorita.
- Ay ya - bufó Antonella - nos vestimos como queremos, no hagas drama.
- ¿Ah sí? Soy vuestra madre y sé lo que les conviene.
- Sí claro que chido - rodó los ojos Roberta - tú vas a salir hecho un cuero toda encuerada, ¿Y quieres que nosotras salgamos todas nerds vestidas de kínder?
- Van a salir como unas niñas, lindas pero unas niñas. Iros a cambiar, ¿sí?
- Niñas mis calzones, ¿ok? - Roberta de volvió a quitar el albornoz.
- Por favor, mis niñas, mis amores, mis vidas, ¿sí? - rogó Alma.
- Creo que le van a causar muchos dolores de cabeza - dijo Freya.
- También lo pienso - asintió Marcel.
- O salimos así o no salimos - le advirtió Roberta - aunque Anto ya decidió.
Alma siguió la mirada de Roberta viendo a Antonella posar en biquini para el fotógrafo.
- ¡Mi tía posa genial! ¿Será modelo? - se emocionó Hope.
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