Aída
Aída, de AdrianoManriquez24
Por la noche, a lahora en que el sueño me abandona, me siento en la cama y miro como la luz de laluna entra por mi ventana. Me calzo las pantuflas y tomo el vaso de agua quedejo debajo de la lámpara por si me da un ataque de tos o siento sed excesiva.Me detengo, observo que la luz entra por la ventana y se pierde allá, por aquellibrero deshecho y abandonado por días; pienso entonces: Ojalá que la luna fuera de queso... y me quedo ahí mirándola fijamente,intentando encontrar o creer encontrar un sabor concreto, pero nunca conocido.Jamás había pensado en ello, nunca le tomé figura de alimento; para mí siempreestá tan lejos, como Dios, que es desconocido para quien lo mira. Pero Aída...ella sí que la mira como queso, y lo que es más, le da proporciones altamentecurativas. Ha llegado a afirmar, que si yo comiera un pedazo de luna, seríafeliz, pero no inmortal... que es buena para los dolores musculares y de amor;pero lo que es más importante... descansa la cabeza de pensamientos, da elolvido. Escucho a los perros aullar, miro mi reloj y solo pienso en ella, en miamiga. Suspiro lento... muy lento, y mi suspiro se convierte en aullido queespero escuche para que mire a la luna y le diga que quiero un pedazo, el másgrande, para olvidar, y así... conciliar el sueño que tantas veces he perdido.
-------------------------------
En esta ocasión me he permitido la licencia de incluir un microrrelato de AdrianoMarquinez24
Un escrito muy bello sobre la luna, en prosa poética. Lo podéis encontrar en sus "Notas Nocturnas (Diario).
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro