Akira tenía una sonrisa un tanto forzada, realmente estaba nerviosa y sus labios parecían no querer moverse. También intentaba evitar pensar en el enorme sonrojo que tenía en su cara, hacía todo lo que podía pero sus pensamientos siempre terminaban en relación a eso.

–¡Hola Bestofriendo!

El saludo de Kirishima era un poco extraño, Akira lo entendía muy bien porque era un apodo de uno de sus animes favoritos.

–¡Hola! Que bueno verte, Mina me dijo que querías decir algo.

Denki llevaba su típico uniforme de la UA, pero además de eso una bufanda amarilla con estampado de rayos, y unos guantes. Aunque aún teniendo guantes podía sentir el frío por todas sus manos.

Las épocas navideñas ya habían empezado, y el frío no parecía querer irse, aún no había nevado pero no sería para sorpresa de nadie que lo hiciera pronto.

–bueno, yo–las palabras se enredaban y no pude evitar tartamudear. No podía hacerlo–tengo varias cosas que comprar, y me preguntaba, ¿Podrías acompañarme?

Esa tarde la clase 1A estaba reunida fuera de los dormitorios, estaban esperando a que todos sus compañeros estuvieran juntos para poder ir al centro comercial y comprar todo lo necesario para festejar navidad, desde decoraciones y regalos. La chica de ojos verdes tenía varias cosas que comprar, tenía que darle un regalo a su amiga Jiro, hicieron un sorteo, y quería darle un regalo un poco elaborado por ella, para eso necesitaba conseguir diferentes cintas de colores y demás cositas que vería cuando estuviera en la papelera. También quería darle un regalo a Denki, un álbum de fotos todo decorado.

–Claro, también tengo un montón de cosas que traer.

Con una sonrisa nerviosa por parte de ambos, y un Kiri alejándose lentamente para asegurarse de no ser un mal tercio, fueron camino a subir al colectivo que los llevaría al centro comercial.

En el camino hablaron mucho, se divirtieron mucho. Al llegar se aseguraron de comprar todo lo que necesitaban, en el medio hicieron algunas cosas que le gustaban y aprovecharon para comprar un chocolate caliente. En todo momento estuvieron cerca de sus demás amigos, incluso de sus diferentes profesores, pero estaban tan en su mundo que sentían que estaban ellos solos.

–¡Mira que bonito!

Sus ojos se iluminaban detrás de sus anteojos, Denki no entendía muy bien hasta que vio en la misma dirección. En la vidriera del frente, había un muñeco de Totoro con tela de peluche, era de un tamaño bastante grande.

–¿Vas a comprarlo?

Una mueca de disgusto apareció en su rostro, después negó lentamente.

–solo me quedan cincuenta yenes.

Denki lo entendió y siguieron caminando, o eso era lo que él quería, apenas se despisto se separó de ella para ir a la tienda lo más rápido posible.

–Buenos días, me gustaría el muñeco de Totoro que está en la vidriera.

Denki conocía muy bien a su amiga, sabía que era una persona amable y gentil, pero también terca, muy terca. No le gustaba recibir regalos de otros si era fuera de un día especial, no le gustaba sentir que los otros gastan su dinero en ella, por eso sabía que por más que insistiera en regalárselo no le permitiera comprarlo.

Al ver de nuevo a su amiga, le dio la bolsa que tenía el muñeco con una gran sonrisa.

–es un pequeño regalo adelantado.

Si, no era una cita oficial, pero se sentían tan felices estando juntos y al mismo tiempo estaban tan en su mundo, que tal vez llamarlo cita no era una mala idea.

Fin del flashback.

Una fuerte risa salió de los labios de Denki, o si, recordaba perfectamente como Mina solía robarle ese peluche con mucha frecuencia, cada vez que podía.

"–No todas tenemos un novio que nos regala peluches."

Era lo que decía cada vez que Akira le decía que se lo devolviera, al final se lo dejaba, sabía que tarde o temprano se lo devolvería.

–Hablando de recordar, ¿Te acuerdas la vez que se cortó la luz en la UA?

Aunque ya llevaban un buen rato hablando, Denki no se daba cuenta de que su espalda empezaba a doler por estar apoyado en la puerta, no lo sentía porque estaba muy distraído hablando con Akira.

Ella si sabia que hora era, porque sus amigas le habían mandando un mensaje preguntando qué comida quería, para pedir por delivery.

–si, solo estoy agradecida de que no volviera a pasar.

Sin duda odiaba la oscuridad, la odiaba con toda su alma.

Había sido una noche de otoño. Todos habían terminado de cenar y se estaban preparando para comer. Akira estaba en los sillones de la sala compartida, con su amiga Mina hablaban animadamente de diferentes temas que se le ocurrían en el momento, mientras escuchaba el sonido del viento chocando fuertemente con las ramas de los árboles y las ventanas.

"No parece que termine pronto."

Fueron las palabras de la chica de cabello rosado, segundos después de eso, se escuchó una pequeña explicación y todo quedó a oscuras.

Pánico, sentía como los nervios subían por todo su cuerpo junto a unas intensas ganas de salir lo antes posible, ¿Pero a donde? A donde fuera iba a estar oscuro. Era un sentimiento que no podía explicar, solo quería irse lo antes posible.

Nunca antes había hablado con alguien, le daba mucha vergüenza. Tenía un gran miedo a la oscuridad, nunca había entendido el porqué, nunca había vivido una situación traumática que pudiera relacionarlo con eso, simplemente le daba un gran miedo a la oscuridad. Por esa razón siempre se aseguraba de dormir con algo de luz cerca, si era verano o primavera tenía la ventana abierta, no importaba si era una pequeña luz, servía.

"–¿Estás bien?"

Aunque en ese momento todo estaba oscuro podía escuchar la voz de Mina cerca de ella, realmente su amiga estaba preocupada, porque de un momento a otro la respiración de Akira se había vuelto irregular.

"–¡¿Qué onda?!"

La voz de Denki había interrumpido el mal momento, y había logrado que Akira se calmara, su cabello estaba brillando.

Al principio Denki le contó que era algo que siempre había odiado, sin embargo, Akira guiándose por el sentimiento de calidez y protección que le brindaba la pequeña luz amarilla, obligó a su amigo a sentarse al lado de ella.

Cuando la luz volvió, Mina y varias personas de la clase 1A, vieron como Akira y Denki, dormían cómodamente en el hombro del otro. Todos se miraron como si se hablará mentalmente, y se fueron en silencio, Momo antes los tapo con una colcha para asegurarse de que no tengan frío.

–no estuvo tan ma...¡Esos son lentes nuevos!

Su voz cambio de un momento a otro al darse cuenta que, los anteriores ojoa verde de su novia eran ahora grises y no estaba llevando sus anteojos, desde que usaba lentes de contacto solo usaba los anteojos en su casa, esto para no pasarse con el tiempo diario recomendado.

–¿Recién te das cuenta?

Era difícil hablar entre risas pero lo lograba, a su manera pero lo lograba.

–Un laboratorio me los regaló para hacer una publicidad, querían decir algo así como, "Nuestra nueva marca de lentes de contacto de colores con aumento son tan cómodos, que puedes usarlos mientras combates con el mal."

»No es que me llame mucho la atención grabar publicidad, pero son lentes gratis, es una oferta que es difícil de negar.

Ambos rieron con eso último. Denki no se consideraba un experto en el tema de lentes de contacto, menos en lo de colores, pero había ayudado tanto a su novia a que pudiera usarlos que había aprendido un poco del tema.

Flashback.

El anterior curso de héroes 1A no había pasado mucho tiempo desde que se había mudado a los nuevos dormitorios, ahora eran oficialmente el curso 2A. Aun no muchos habían podido terminar de ordenar sus cosas, un ejemplo de ello era la habitación de Akira, pero aun con varias cajas tiradas en el lugar, y una cama sin sábanas, eso no impidió que se juntara con su novio, no es que era una gran juntada, de hecho era un poco estresante, lo había invitado a que la ayudara a ponerse los lentes de contactos.

Aunque Denki no sabía mucho, podía ayudarla en varias cosas, como asegurarse de que el lente estuviera bien y no al revés.

–¡Papel! ¡Papel!

Gritaba Akira a un Denki desesperadamente y con manos temblorosas cortaba una servilleta, una vez la tuvo se la pasó a su novia.

–gracias.

Rápidamente empezó a limpiarse el ojo izquierdo, que no paraba de llorar, aunque no eran lágrimas suyas sino que en el intento cuatro de ponerse el lente se le callo mucho del líquido que tenía. Y si intentaba ponerlo sin secarlo se le resbalaba el dedo, lo que haría que no pudiera sostener el párpado y su ojo se cerrara.

–bueno, vamos de nuevo.

En su dedo índice sostenía el lente de contacto, una vez más repitió el proceso como le habían enseñado en la óptica, también Denki sostenía al frente de ella un espejo para pudiera ver bien qué tan lejos estaba el dedo de su ojo. Sin embargo, sus dedos no fueron más fuertes que sus instintos y cuando estuvo apunto de poner, su ojo se cerró.

–¡No!

Estaba muy molesta, demasiado, no entendía, Si antes lo había logrado ¿Porque ahora no? Simplemente no lo entendía. Ahora respetaba mucho más a las personas que hacían parecer fácil ponerse lentes de contacto, los respetaba mucho.

–soy una inutil.

No se sentía bien, para nada bien, no paraba de pensar que por más que lo intentara siempre fracasaría, y no podría volver a sentir la comodidad de usar ese tipo de lentes. Pero para su buena suerte Denki estaba al lado de ella y le dio un fuerte abrazo, mientras acariciaba su hombro le repetía una y otra vez que no era una inutil, que era todo lo contrario.

–¿Volvemos a intentar?

Así fue como intentaron otra vez, fallaron, esta vez porque el lente había estado tanto tiempo fuera que el líquido se secó. A la siguiente repitieron de nuevo, esta vez si funciono.

–¡Si!

Gritaban los dos de alegría, los logros de Akira eran los logros de Denki.

Se sentía raro, y como solo era uno veía mitad bien mitad mal, pero nada de eso importaba, lo importante era que ahora estaban felices.

Fin del flashback.

–a decir verdad no me arrepiento de haber aceptado, si son cómodos.

Debajo del edificio, dos personas sumamente enamoradas, se despidieron con un pequeño beso, mas un roce de narices. Sero después de decirle "nos vemos pronto " a Kirishima por quinta vez en lo que va de la noche, siempre decían algo que alargaba la conversación, entró al edificio y fue lo más rápido que pudo al ascenso.

–en ese caso no vas a tener que mentir cuando graves el comercial.

Siguieron hablando un poco más del tema, unos minutos pequeños, porque Sero les cortó la conversación con su presencia.

–¡Sero! Al fin llegaste.

Denki podía estar seguro que lo abrazaría fuertemente. Y eso hizo, apenas cortó la llamada con su novia, con mucho cariño y diciendo que volverían a hablar al día siguiente, se abalanzó para darle un fuerte abrazo.

–quita, que no me dejas abrir.

Empujándolo un poco de la cabeza, colocó la llave, movió el picaporte para la derecha y después atrás, la puerta se abrió en el primer intento, con un Sero medio borracho por haber tomado cerveza y sin ningún esfuerzo.

–no digas nada.

Pasó a su departamento ignorando las risas de su amigo, se sentía humillado, muy humillado.

¡Hola!
Espero que les gustara este pequeño relato.
Hay una pequeña posibilidad de que la historia este un poco inspirada en algo que me paso, de no poder abrir la puerta porque tenia la cerradura funcionando mal.

¿Como esta?
Yo hace unos minutos estaba.
“Sr.Zhongli, iluminame o eliminame.”
En un momento me ilumino y en otro no. Lo gracioso es que la profe me empezó a preguntar si habia ido a particular y yo me quedé como.
¿Como te explico que para poder hacer eso le rece a un dios de un jueguito chino?