El último video de mi madre había terminado en un beso muy romántico el día que mis padres habían celebrado su último aniversario antes de...antes del desastre.

Mire para todos lados, la oscuridad de la habitación me sorprendió de sobremanera y sin darle más vueltas al caso me levante del sofá para estirar mis brazos mientras soltaba un bostezo cansado de tanto tiempo en el que me había encontrado tendida en aquel intento de cama, y era que, si los menores teníamos algo de 20 vídeos por personas, mi madre, la única persona que había logrado sentar cabeza a el hombre más terco del mundo y ser totalmente dueña de él sin queja de parte de aquel ex-badboy rompe huesos y cualquier cosa que niños no podrían oír, había tenido el honor de tener cerca a los setenta vídeos que no duraban ni más ni menos que veinte minutos, miré la hora en el bulliciero reloj de la sala, las 9:13 p.m, eso solo significaba una cosa. El timbre de la entrada no se hizo de esperar y con ello gritos aniñados como "Soy el lobo feroz" de parte de Minha y risas empalagosas que se asemejaban a un personaje de Disney el cual no recordaba el nombre, me hicieron suspirar, esos dos, por más edad que tuvieran parecían dos niños pequeños que nunca madurarían.

Sonreí.

Ingenuos tontos.

ㅡ¡No hay ninguna abuelita aquí! ㅡcontesté mientras me ponía al frente de la puerta.

ㅡ¡El lobo feroz busca a los tres cerditos, no a la abuelita de Caperucita roja! ㅡ.

Oh diablos, confusión de historias.

Volví a suspirar, yo amaba esas historias cuando era niña ¿Cómo se me habían olvidado? La mayoría de veces sentía pena por la abuelita y los tres cerditos ¿Qué culpa tenían ellos? Al ir creciendo mi idea fue cambiando de forma indescriptible y al día de hoy siento pena por el lobo, digo, está en su naturaleza el cazar animales, porque sin comida moriría tarde o temprano.

A veces me preguntaba, si una persona que amaba a otra no recibía el mismo sentimiento ¿Podría morir? Lo mismo con el odio, si a mí no me odiaban con la misma fuerza que yo odiaba al mundo ¿Podría morir?

Recibir desprecio era malo, pero recibir amor sonaba mil veces peor.

ㅡHola Minie ㅡsaludó Minha con su típica sonrisa cuando abrí la puerta completamente.

ㅡCómo sea ㅡrespondí abandonando el sitio y dirigiéndome a la sala donde pare de golpe al recordar que todo este momento había olvidado algo de suma importanciaㅡ Minha ¿Sabes a qué hora llega mamá? ㅡpregunté con un poco de insistencia.

ㅡMmm ㅡmiró a Jimin, el cual no me había dirigido la mirada desde que había llegado.ㅡ Creo que en menos de media hora estará en casa ㅡcomentóㅜ ¿Porqué? ㅡpreguntó curiosa.

ㅡNo encontré unas grabaciones... ㅡconfeséㅡ De hecho ㅡlo pensé un poco fijando mi vista en el pelinegro indiferenteㅡ No encontré las grabaciones de Jimin ㅡterminé.

Dos pares de ojos abiertos fue lo que recibí como respuesta y ver como posaban su vista en mí con nerviosismo y preocupación me confundió demasiado.

Bueno, al menos el pelinegro ya no evitaba mi existencia.

Nuevas preguntas se establecieron en mi mente.

¿Qué ocurría con esos dos?

¿Porqué me gustó que el pelinegro me mirara con miedo?

¿Por qué empezaba a sentirme ansiosa?

[🌸]

ㅡYa llegué... ㅡtres diferentes tipos de pasos apresurados se empezaron a acercar a la recién llegada, la cual, creía que debía empezar a correr por lo que le podría suceder.

ㅡ¡Mamá! ㅡdos voces diferentes se escucharon y la mencionada supo que hubiera sido bueno haber corrido.

Ver a Minha correr alterada a ella era algo muy normal para ella, pero ver a Minha, Jimin y MinLu era totalmente diferente, osea, Jimin podría haber pasado desapercibido por su actitud infantil en algunis casos, ¿Pero Min?¿Su pequeña Min?

Uf, debería haber corrido.

ㅡ¿Q-qué pasó? ㅡapenas pudo hablar al ver los ojos brillantes de los tres.

ㅡMa... ㅡpero tan rápido como reaccionó la mayor, Min la tenía agarrada del brazo mientras corría hacia cualquier habitación bajo los apresurados pasos de Jimin y Minha que no se lo habían esperado.

Era un hecho, Park Jimin era mucho más rápido que todas las personas en aquella casa, pero su reciente condición no se lo permitía, su pierna aún no se encontraba bien, él no lo estaba.

Y menos aún cuando Min, aquella chica que lo dejaba embobado, era una gran distracción a la hora de correr y como un total tonto, se chocó contra un mueble dándole ventaja a la chica para encerrarse en el baño con su confundida madre y regañándose a si mismo por ¿Estúpido?.

ㅡMamá... ㅡjadeo en un tono cansado.ㅡ L-las...las grabaciones, faltan algunas... ㅡcompletó exahusta, definitivamente, no era una chica de buena condición atlética.

ㅡ¿F-faltan? ㅡy su madre tal vez era la culpable más razonable en este temaㅡ Ahora que lo dices... ㅡpensó un pocoㅡ Minha y Jimin me pidieron que les dijera dónde se encontraban las cosas de tu padre hace como unos 4 años ㅡrecordóㅡ Ellos deben tenerlo.

Así que de eso se trataba.

Ellos tenían las grabaciones.

Ellos tenían las grabaciones de un pequeño Jimin.

Pero...

ㅡ¿Porqué demonios les preocupa tanto? ㅡ.

Si, tal vez esa era una pregunta que tanto le ansiaba saber, tanto que haría de todo por tenerla, pero, dicen que la curiosidad mato al gato, entonces ¿Estaba lista para lo que venía?

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