Con el corazón latiendo a mil por hora y unos tremendas risotadas escapando de sus bocas, MinLu y Jungkook se encontraban a poco de llegar a la entrada del hogar de la pelinegra, si bien la situación en la que habían estado no era la mejor, ellos lograron verle el lado bueno cuando Jungkook le arrebato la cámara a MinLu y empezó a grabar al señor de la anterior casa que se dispuso a tomar un palo cualquiera entre manos y perseguirlos mientras los maldecía de muchas formas diferentes. Algo así como que MinLu no tuviera hijos y que Jungkook se quedara calvo a los 20.

Cerciorándose de que esta vez si era la casa correcta, tocaron el timbre un poco dudosos y mareados, tanto correteo los había cansado, y bueno, ellos no eran atletas para estar haciendo ese tipo de cosas.

Una cara conocida apareció al abrirse la puerta por completo y aunque se sentían un tanto aliviados por no tener que correr de nuevo, cambiaron de opinión al entrar en si, y era que hubieran preferido mil veces echarse a correr todo Corea que ser atrapados por aquella especial persona.

Y cuando decía especial, no me refería a que fuera algo significativo para ellos, aunque en parte un poco si, pero en este caso nos referíamos a su comportamiento más que todo.

ㅡApestan... ㅡcomentó un poco confundida viendo que hora era en su pequeño reloj de mano, pero para cuando vio como su hija se tambaleaba lo supo todoㅡ ¡¿Estuvieron bebiendo?! ㅡsi bien su mamá era conocida por ser una persona amigable y muy razonable por los vecinos cercanos a la familia, también lo era por molestarse muy rápido y más con todo lo que tuviera que ver con esos dos mocosos irresponsables.

ㅡAdiós ㅡsusurró Jungkook antes de intentar escapar de la futura masacre, de intentar porque la mayor sabía perfectamente sus intenciones y los llevo de la oreja a ambos problemáticos muchachos.

ㅡ¡¿Cuando aprenderán a comportarse como personas maduras?! ㅡregañó para cuando ya había cerrado la puerta completamente, no por seguridad o algo así, los vecinos en algunos casos llegaban a esparcir rumores muy malos de sus problemáticos niños, aquello no le gustaba ni un poco a la mayor.

ㅡ¡Fue su culpa! ㅡaseguró Jungkook señalando a la de cabellos negros con su dedo índice intentando no caer en el martirio de día a día, la chica rodó los ojos al ver como su mamá la miraba enojada, se lo había creído.

ㅡFue de los dos. ㅡrecriminó la muchacha a su tomado amigo.

Jungkook, bien, si Minha tenía a Jimin de mejor amigo desde la infancia, ella tenía a Jeon Jungkook, el amigo que la metía en problemas y le sacaba de ellos.

Son como mellizos, tienen la misma edad, piensan lo mismo como si fueran unos gemelos sincronizados y sus actitudes no son tan diferentes, solo que MinLu no busca problemas, los problemas vienen a ella. A veces de una forma diferente, pero lo hacen.

ㅡSientense par de borrachos. ㅡordenó Kim MinSeok mientras se cruzaba de brazos y les fruncía el seño aparentemente muy enojada.

Ambos muchachos soltaron un bufido sabiendo perfectamente que era lo que se venía. Se sentaron en el sillón de la vergüenza, si, hasta le pusieron nombre a eso, y se cruzaron de brazos como dos niños que esperaban ser regañados por su madre, aunque prácticamente era eso.

ㅡ¡¿Qué pasaba si un oficial los encontraba en ese estado?!¡Ustedes aún son menores de edad! ㅡsentenció haciéndolos mirarse de reojo.

Solo la escucharían, estaban seguros que si hablaban se enojaría aún más y como no estaban en sus cinco sentidos podían obtener un castigo mayor si siquiera exclamaban una letra.

ㅡ¿Cuántas veces más les tengo que decir que beber a esta edad es malo? ¡Y no me digan que fue un accidente porque no es la primera vez que pasa! ㅡ

Contar las veces que llegaban ebrios, sucios y hasta golpeados serían eternos, siempre era un nuevo problema para un nuevo día.

Y contar las veces que su progenitora los regañaba por llegar así eran infinitos, los quería, a ambos, Jungkook era como el hijo que nunca tuvo, de esa misma forma consideraba a Jimin, siempre el regaño era para los dos juntos, nunca uno solo. Nunca hacían cosas sin avisarse antes, era como una ley.

Jungkook siempre fue una persona de principios, sus principios, respetaba al que se lo merecía, trataba bien al que le caía y protegía al que lo necesitaba.

Su madre sabía que detrás de esa fachada de chico frío había un pequeño bebé que usaba un disfraz de adulto para esconderse del exterior, MinLu lo había comprobado por las veces que lo veía llorar por...diversas cosas.

Siempre juntos, fue su promesa, en este momento se tomaban de la mano, escuchando como les decía las mismas cosas que las anteriores veces les había dicho.

Era cansador, pero MinLu pensaba que su madre no lo merecía, tal vez deberían dejar de ser tan problemáticos...¡Al diablo! Mañana olvidará todo lo que piensa hoy y volverá a meterse en problemas junto al pelinegro.

ㅡ¿Porqué bebieron?¡Saben que está prohibido! ㅡ

La palabra "prohibido" los atraía de sobre manera, hasta podríamos decir que una sonrisa se extendió por los labios de ambos muchachos al escuchar esa excitante palabra.

ㅡA mí me dijeron que llegara temprano, no que no bebiera. ㅡ

Y si, tal vez MinLu dio la respuesta más estúpida que alguna vez pudo haber dado, ¿Porqué?

Tal vez sea el alcohol o las ganas de acabar con esto de una buena vez.

MinSeok soltó un cansado suspiro antes de empezar a frotarse las sienes y mirar detrás nuestro.

ㅡ¿Qué hago con estos niños? ㅡpreguntó esperanzada sin despegar su vista de detrás de los muchachos ebrios.

MinLu no pudo evotar pensar que su madre tal vez se había vuelto loca, digo, MinHa estaba al lado de Jungkook mirando muy decepcionada a ambos, pero su madre miraba detrás de ella como si hay estuviera la respuesta a todos sus problemas. Se preocupó, su madre se estaba...

ㅡAhora no entenderán nada, será mejor que mañana hablen cuando ya estén en sus cinco sentidos. ㅡescuchó detrás de ella aquella voz tan suave y aterciopela que le logró calar los huesos por unos segundos.

Y como si fuera una aspirina para el dolor, sus sentidos volvieron y su actitud de siempre también.

ㅡTienes razón Jimin ㅡaseguró MinSeok llevándose una mano a la frente pensativaㅡ Vayan a dormir ㅡordenó para cuando se dio cuenta que todos los menores la miraban esperando algo más de su parte. Pero siendo sinceros, lo único que podía pensar la mujer en estos momentos era como podría castigar a esos dos mañana por la mañana.

MinLu miró instantáneamente a Jungkook y soltó su mano para ambos levantarse del sillón y darnse un abrazo, despedida, eso era lo que significaba.

ㅡAdiós, MinSeok. ㅡdespidió el pelinegro en un intento de irse del hogar.

ㅡ¡¿Cómo que adiós?! ㅡexclamó la mayor levantándose rápidamente del sillónㅡ ¡Tú te quedas a dormir! ㅡordenó.

El chico la miro con un poco de duda y cuando se intento negar a su hospitalidad la pelinegra supo que era su turno de intervenir.

ㅡAcepta, sabes que no te dejará irte porque "No estás en tus sentidos" ㅡmencionó haciendo comillas con sus dedos referente a lo último.

El pelinegro soltó un suspiro cansado mientras divagaba su vista en la amplia sala encontrándose con más compañía de la que muy estúpidamente no se había dado cuenta, en serio el chico estaba muy ebrio.

ㅡFelicidades por tu triunfo Jimin ㅡfelicitó torpemente empezando a subir lentamente las escaleras.

ㅡGracias ㅡrespondió el con una pequeña sonrisa que el pelinegro no pudo ver porque no le había tomado mucha atención.

Ellos, no se llevaban mal, hasta había veces en las que se bromeaban, pero no se podría decir que tenían una amistad fija.

ㅡMinie... ㅡescuchó la pelinegra a su hermana llamarla por lo bajo.

No la miró y siguió subiendo las escaleras detrás del pelinegro haciendo como si en verdad no hubiera escuchado nada, era una mierda, pero una muy bonita.

ㅡBuenas noches ㅡescucharon decir de la boca del rubio, una corriente recorrió su columno haciendo que jadeara levemente.

No sabía si se tomaban de la mano o se contaban todas las cosas que harían antes de llevarlas a cabl, pero de algo estaba segura y era que...

ㅡ¿Estás bien preciosa? ㅡ

Su amistad era algo único.