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A sus 17 -cerca a los 18- escasos años de edad la única persona que lograda hacer revolotear por cualquier cosa sus hormonas llenándola de un gran apetito sexual era la misma a la que debía ver como un hermano mayor por todo el tiempo que convivieron juntos en el pasado, pero siendo sinceros, estos temas del autocontrol no cabían en su cabeza cuando veía al muchacho correr con aquellos apretados shorts que acentuaban muy bien sus muslos y glúteos al dar los rápidos pasos largos que le hacían preguntarse como podía correr tan rápido.
Y decir que tenía que morderse fuertemente el labio inferior para aguantar los suspiros y maldiciones cada que veía como sus teñidos cabellos se movían al compás de la velocidad que le proporcionaban sus fuertes piernas, sería verdad, una maldita verdad.
Pero tanto por bien suyo como por la salud mental de todo aquel que no quiera escuchar como se devoraba al rubio con la mirada mientras intentaba enfocarlo con su cámara siendo lo más cautelosa posible, decidió que era tiempo de prestar atención a otra cosa, no sé, tal vez a como MinHa apretaba fuertemente los puños y sus labios formando una línea recta para no gritar innecesariamente.
Volvió a enfocar su vista en la carrera cuando se dio cuenta que ya estaba a punto de culminar, notó como toda la atención del rubio estaba puesta en aquel listón rojo que sin duda alguna, anunciaría su victoria.
1...2...3!
ㅡ¡¡¡Park JiMin de la clase 5-B consiguió la victoria!!! ㅡse escuchó en un tono eufórico a través de los enormes parlantes que habían estado transmitiendo el suspenso de los profesores encargados de guiar las diversas competiciones.
La pelinegra bufó, casi la dejaban sorda. Y todo por culpa del chico.
Ese chico, que no era precisamente su novio para mirarlo tan descaradamente, ni siquiera era su amigo con buen trasero, él y MinHa eran...
ㅡ¡JiMin-ie, eres el mejor! ㅡgritó tan feliz como pudo antes de irse corriendo gradas abajo para encontrarse con su chico estrella.
ㅡ¡Y tu también preciosa! ㅡcontestó tan emocionado como pudo en ese momento.
Mejores amigos.
Si, aunque parecieran otra cosa, él y su hermana mayor eran mejores amigos. Genial.
Que estuviera la mayor parte del tiempo en la casa de su madre, se quedara al almuerzo o la cena y prohibido olvidarse de las veces que se quedaba a dormir en la habitación de MinHa por diversas situaciones, había mejorado la relación entre ellos dos.
No se odiaban.
No se hablaban.
No sentían nada por el otro.
O al menos nada de lo que quisiéran confesar.
Eran conocidos, sin embargo no les importaba conllevar un vínculo más haya de la comodidad.
Veía como sus fuertes brazos sin esfuerzo alguno levantaban a su hermana de una forma tan sutil tomándola con firmeza de la cintura para darle tres vueltas seguidas, tal cual princesa de cuentos de hadas, desvió la vista, no le importaba lo que aquellos dos hacían para celebrar, no le importaba nada. Si, aquello era lo que se intentaba de convencer cuando en realidad lo único que ocupaba su mente era la idea si tal vez ella fuera la castaña en brazos del muchacho.
Se preguntaba qué se sentiría estar en los brazos de Park JiMin.
Tal vez era el paraíso mismo y ella se estaba perdiendo de ello.
Pero aún así, a ella no le importaba esa estupidez.
Había terminado con su labor de grabar cada pequeña parte en la que el rubio demostrara que tan bueno era en el atletismo, era uno de los mejores, por no decir que era el mejor, ya no tendría nada que hacer, se iría, lo tenía decidido, apagó su cámara y la metió con cuidado en el pequeño bolso que siempre usaba para movilizarla.
Cuando ya se había levantado de las grada y se acomodo el bolso de forma en la que uno de sus hombros se encontraba ocupado se dispuso a empezar a caminar para ir a su hogar cuando escuchó cierta voz que se encontraba entre lo suave y chillona, su hermana la llamaba.
ㅡMin-ie, ¿Iras a casa? ㅡSabía lo que implicaba responderle con un "si", así que lo pensó un poco, ¿En serio quería ir en el cómodo auto de su hermana en vez de caminar con sus perezosas piernas?, cuando su respuesta afirmativa iba a ser anunciada escuchó lo que la haría cambiar de opinión instantáneamenteㅡ JiMin ira a la casa para celebrar su victoria.ㅡinformó muy simple.
Lo que siempre pasaba por la cabeza de la pelinegra cuando se enteraba que JiMin iría a su casa era:
"¿No tiene hogar, o qué?"
Miró el rostro del rubio, una fina capa de sudor cubría ésta, de hecho cubría todo su cuerpo, la pequeña toalla blanca que descansaba sobre sus hombros captó su atención al ver que cubría uno de los lunares más bonitos que poseía el chicho, y sin darse cuenta, ya se lo estaba comiendo con la mirada, pero era algo que no podía controlar, entonces cuando pasó su vista a esos tierno bigotes dibujados con marcador en las mejillas del rubio y fue subiendo hasta sus expectantes ojos oscuros que la miraban de una forma claramente ansiosa le hizo darse cuenta que aún no había respondido la pregunta de su hermana y se había perdido en lo que expulsaba el chico, pura perfección.
Solo se dedicó a negar con la cabeza para luego darse media vuelta y empezar a caminar a donde fuera que estuviera lejos de aquel par.
ㅡ¡No llegues tan tarde, mamá te castigará si lo vuelves a hacer! ㅡadvirtió MinHa haciendo que la pelinegra, que ya se encontraba unos pasos lejos de ellos rodeara los ojos con indiferencia, como si no supiera que su mamá la castigaría si volvía a llegar pasadas las 12 a.m.
Simplemente no respondió, solo siguió caminando y sacó sus audífonos de sus bolsillos para luego ponérselos en sus oídos y seguir su camino sin destino en concreto.
A los minutos sintió como algo vibraba en sus bolsillos delanteros y sacó rápidamente el aparato para corresponder y leer el mensaje, sabía perfectamente de quien era.
💢🖕Golden rata🖕💢
¿Terminaste de acosar al PHLM?😝
Visto 4:15 p.m
💣💥Maníaca solitaria💥💣
No lo acoso...Deberíamos cambiarle el apodo 😧
Visto 4:16 p.m
💢🖕Golden rata🖕💢
Lo grabas, si eso no es acosar no sé qué es entonces.
No podemos cambiarlo, es la forma más resumida para decir "Perfecto hasta la muerte"
Visto 2:17
💣💥Maníaca solitaria💥💣
Te lo vuelvo a repetir...¡¡¡YO NO DIJE ESO!!! 😡
Visto 2:17 p.m
💢🖕Golden rata🖕💢
Estabas ebria, no lo puedes recordar
Visto 4:18 p.m
💣💥Maníaca solitaria💥💣
Deja de joder y dime que quieres...😑
Visto 4:18 p.m
💢🖕Golden rata🖕💢
Solo quieres escapar del tema...¿En donde estás?
Visto 4:19 p.m
💣💥Maníaca solitaria💥💣
Camino a disneyland, ¿Por?
Visto 2:18
💢🖕Golden rata🖕💢
Voy en camino, nos encontramos allá.
Visto 4:19 p.m
Miró el último mensaje que llegó a su buzón y respiro profundo para guardar su celular sin cuidado alguno y empezar a dirigirse tranquilamente al bar.
Disneyland, lindo nombre, mal convivencia, abierto las 24 horas del día, con maliantes de todo tipo; sin embargo, nadie se atrevía a lastimarlos porque el dueño era el abuelo de su único y mejor amigo Jeon Jungkook, también conocido como "Golden rata".
Solo quería llegar rápidamente al bar y rezar porque se encontrara Kyung, el interesante primo del pelinegro, y le regalara un vaso lleno de cualquier licor.
Quería emborracharse hasta no poder recordar su nombre, quería despegarse por un momento de esto a lo que hacía llamar vida.
[🍥]
Las risas no tardaron en llegar y un rojo Kyung que no paraba de reír se llevo la mano al pecho para intentar calmarse.
Y aunque ella no reía se sentía bien escucharlos, escuchar las tan interesantes anécdotas que tenían los Jeon y los momentos más vergonzosos que tenía su risueño amigo, aunque ya las supiera de memoria.
ㅡ¿Deseas otra? ㅡpreguntó Kyung mostrándole la quinta botella a medio acabar del soju que estaban bebiendo.
ㅡNo, ya bebí demasi... ㅡintentó excusarse.
ㅡ¡Patrañas! ㅡKyung refunfuño mientras le servía otro vaso a la pelinegra.
ㅡPero...
ㅡA que soy más resistente al alcohol que tú ㅡsentenció el mayor.
Algo que tenían los Jeon en común era que eran muy competitivos.
ㅡHyung no... ㅡintentó detener el menor de los primos antes de que ocurriera un desastre.
ㅡAcepto ㅡasegurĺ la pelinegra mientras tomaba el vaso entre manos.
[🍥]
ㅡ¡MinLu eres muy pesada! ㅡquejó el pelinegro intentando no hacer caer a su amiga mientras avanzaba muy dificultuosamente.
ㅡPffff... ㅡexclamó aquel sonido demostrando que no le importabaㅡ. Puedo caminar sola ㅡaseguró intentando soltarse del agarre de su debilucho amigo, pero lo que ella no se había dado cuenta era que ya habían llegado a la entrada de su casa.
El pelinegro no estaba ni tan bien, ni tan mal como la pelinegra, pero si tenía sus cinco sentidos para saber que no podía conducir en ese estado... Mierda, no tenía auto, retiren lo dicho anteriormente, estaba tan ebrio como su amiga.
ㅡBien horrorosa dama, ha llegado a su destino ㅡanunció el muchacho dejándola apoyada en la puerta para luego tocar el timbre de esta y con una sonrisa estúpida mirar a su acompañante.
ㅡGracias espantoso caballero ㅡrespondió ella intentando pararse derecha mientras imitaba la sonrisa estúpida.
A continuación vieron como la puerta se abría de poco a poco dejando ver un distorsionado rostro observándolos con molestia.
ㅡ¡¿Que diablos hacen en mi casa malditos borrachos?!
Se habían equivocado de casa...
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