13 de enero de 1997

Kazhter, hace tiempo tenía la intensión de hacerte un obsequio, pero no sabía qué... Tenía intensiones de cuidarlo, de atesorarlo para que cuando tú volviese observaras cuánto te he echado de menos y cuánto me he esmerado por darte una buena bienvenida.

Lo confieso. He ido al mundo Mágico. Hace tiempo que lo he estado haciendo, pero es para encontrar tu obsequio... ¡Oh no, Kazhter! No es lo que piensas, los dragones son muy peligrosos, no soy lo bastante hábil para hurtar uno de sus huevos, aunque si me lo pides, podría morir en el intento.

Como sea, tu regalo es una rosa... No, no, no es una rosa cualquiera, es una rosa sempiterna vampira, de esas que se hallan en la punta de los volcanes porque lo único que sustituye su principal alimento es el calor abrasador.

No te enojes conmigo, solo quería ser bueno.

Atentamente un tímido Zhyt