12 de octubre de 1998

Kazhter

Los días pasan tan rápido y mis sentimientos se mantienen indemnes, es lo que siento en el pecho lo que me impulsa a buscar y vencer el miedo y, aunque no lo creas por lo irónico que resulte, el miedo de vez en cuando me paraliza y cava un profundo abismo en mi pecho.

Volví a visitar el Mundo Medio, volví a encontrarme a tu hermana y sus ojos siguen vidriosos... Te confesaré que fue un impulso lo que me obligó a actuar como lo hice. Me enfadé con ella y le grité, la repudié y la culpé, ella me miró de una forma indescriptible, entre la ironía y la sorpresa, entre la duda y la vergüenza; lo que siento por ti me está llevando a comportarme como un idiota, la frustración que llevo la desato con quienes menos debo.

Tu hermana preguntó por qué era su culpa, mordí mi labio hasta sentir la sangre en mi boca y contuve mi respuesta, lo sé, lo sé. Ella no debe saberlo.

No puedo pensar cómo se siente, no puedo concebir nada más que lo que yo vivo, me has arrebatado todo Kazhter... Hasta mi propio ser.

Me has reducido a una muda desesperación, y vuelvo a tener miedo...

Zhyt