
Capítulo 20
Advertencia
Este capítulo contiene lenguaje vulgar y descripciones sexuales explícitas.
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Mis labios rozaron los suyos con mucho deseo, mientras mis pechos eran acariciados con dulzura por el de mirada granate.
Giyuu-san estaba recostado con nosotros sobre el futon que Uzui-san y yo compartíamos todas las noches. Su camisa del uniforme de cazador de demonios estaba a medio desabotonar y su cinturón blanco estaba de igual manera a medio quitar. El albino usaba una yukata de color azul en ese momento. Y yo... Bueno, ellos ya me habían quitado todo.
—T/n, no sabes cuánto había deseado besarte de esta manera —dijo Giyuu-san sobre mis labios.
—Y yo nunca imaginé que me desearas tanto —mi voz apenas había salido como un gemido vergonzoso.
—Ahora pueden tocarse tanto como deseen —dijo el albino mientras succionaba uno de mis senos.
—¿Yo también debo tocarte a ti? —preguntó el pilar del agua abrumado y Uzui-san pegó una risotada.
—Sí así lo deseas, tienes mi consentimiento —le respondió —Pero que quede claro que yo le voy más a las mujeres que a los hombres, aunque no negaré que estaría contento si me chuparas las bolas —bromeó, aunque realmente parecía que quería intentarlo.
—Lo consideraré —dijo avergonzado y mis manos descendieron sobre su torso semidesnudo.
La suavidad del cuerpo de Giyuu-san se veía interrumpida cuando mis dedos tocaban viejas cicatrices que había ganado debido a tantas batallas contra los demonios.
Desabotoné por completo su camisa, mientras sentía que el rostro de Uzui-san se hundía entre mi trasero y su lengua saboreaba cada rincón de aquel lugar.
El peli negro aún sentía algo de vergüenza al ser despojado de sus prendas por manos ajenas y a Uzui-san eso comenzaba a parecerle desesperante.
—Sólo enséñanos tu polla y ya. Queremos ver los atributos del candente pilar del agua —bromeaba el sexy playboy extravagante, quien seguramente quería comparar su miembro con el de nuestro nuevo esposo.
—Seguramente Uzui la tiene más grande —dijo Tomioka-san preocupado por el tamaño de su amigo.
—A t/n no le importará si esa mierda es microscópica o si tiene el tamaño de una anguila.
Le sonreí al tímido peli negro y él trató de ocultar su vergüenza al darse la vuelta.
—Giyuu-san... El tamaño no importa, lo que importa son tus sentimientos. Y si quieres que nos detengamos sólo dílo y así será. No quiero que te sientas obligado a hacer algo que no quieres...
—Por favor, t/n. ¿No estás viendo el tamaño de su erección? ¿Acaso crees que no quiere? —Uzui-san se echó a reír y Giyuu-san se molestó un poco.
—Sí, estoy tan jodidamente excitado que podría follarte a ti también —le dijo con enojo al albino, para sorpresa suya.
—Atrévete a perforarme allí atrás y yo te chuparé la polla... Ah no, así no era —se mofó y Giyuu-san se bajó el pantalón, dejando al descubierto su virilidad, la cual tenía un buen tamaño y estaba adornada por un poco de vello púbico al igual que la del albino.
Lo miré con asombro y tomé el miembro de Tomioka-san entre mis manos, acariciando lentamente la textura de su tibia piel, mientras mis dedos jugueteaban con sus finos vellos negros.
Abrí la boca para introducir su falo y Uzui-san quedó atónito, pues Tomioka-san me había tomado del cabello para controlar mis movimientos.
—Wow Giyuu, apuesto que ya tenías eso en mente —se rio, mientras abría mis piernas. Pronto sentí que su miembro erecto comenzó a abrirse paso dentro de mí.
El pilar del agua miró atentamente cada movimiento de su ex compañero, como si quisiera aprender algo de ello.
Uzui-san colocó mis piernas sobre sus hombros, el sonido obsceno de nuestros cuerpos tocándose y la polla de Tomioka-san en mi boca eran la combinación perfecta en ese momento.
Cuando Uzui-san terminó, le dijo al pelinegro que era su turno.
—Lamento que tengas que usar mi semilla como lubricante, pero somos esposos y eso no debería ser un problema a estas alturas —le dijo, mientras abría mis piernas para que Giyuu-san también pudiera hacerme suya.
Él pasó su dedo índice sobre mi clítoris y comenzó con un suave masaje que me hizo estremecer e incluso que el semen de Uzui-san saliera de mi interior. El pilar del agua tomó su erección y comenzó a frotarla contra mi humedecida entrada, donde lentamente fue adentrándose. Uzui-san masajeaba mis pechos, mirando sonriente cada movimiento sensual por parte de Giyuu-san.
El pilar del agua estaba muy excitado, ya había olvidado la vergüenza que tenía al principio y ahora sólo estaba concentrado en ser uno conmigo.
—Tu interior me aprieta, pero me gusta —expresó repentinamente y Uzui-san lo alentó a que fuera aún más rápido.
—Es probable que ya casi llegues al clímax —advirtió —Procura disfrutar del coño de t/n todo lo que quieras. Considera esto como tu luna de miel con nosotros —bromeó.
Traté de enfocarme en cada sensación en mi cuerpo, dejando de lado las conversaciones graciosas y a veces vergonzosas de ambos. Me hizo feliz verlos interactuar sin problemas y me dejé llevar por las embestidas de Giyuu-san, quien al igual que Uzui-san terminó dentro mío.
Al final de todo, nuestro futon quedó hecho un desastre, pues estaba todo lleno de fluidos de los tres. Afortunadamente no lo necesitamos, pues Tomioka-san improvisó un futon usando la ropa limpia del sexy playboy. Uzui-san ni siquiera se percató de ello, pues se durmió casi enseguida.
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Gracias por tomarse la molestia de estar al tanto de mis actualizaciones y preguntarme cuándo iba a hacerlo. Ojalá que esté capítulo les haya gustado. Si tienen alguna sugerencia o duda pueden ponerla en los comentarios y con gusto les responderé.
Gracias por leerme💕
An Airad
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