Tomoe Gozen se limpiaba los puños mientras caminaba en el vestíbulo de la Sede de Tokio de la Organización Lovecraft, había atrapado a un agente para que le permitiera entrar allí y poder resolver las cosas con Saneyoshi Nobunaga de una vez por todas. Tocó la mesa de la recepción y cuando el hombre que atendía se dio cuenta, cayó de trasero al suelo por el susto.

En menos de un segundo todos los agentes presentes se pusieron en guardia, emitiendo sus poderosas auras de Energía Kundalini y Miasma. Tomoe fue rodeada por Kuroneko Yamiko, Akatsuki Akira y Kaioh Rai, quienes tenían sus espadas cerca de su cuello.

—Tomoe Gozen, ¿cómo mierda lograste entrar aquí? —inquirió Yamiko, con sus ojos amarillos brillando.

—Es una larga historia por contar —respondió alzándose de hombros—. Por ahora, ¿podrían llamar a la agente Sara García?

—¿O qué? —inquirió Akira, frunciendo el ceño.

—¿O destruiré al mundo? ¡Yo qué sé! —exclamó con una ligera mueca—. Solo quiero hablar con ella, ¿se puede?

Svarga, Reino Eterno de Takagamahara...

Aquel día, Sara se encontraba entrenando cerca de la casa vacacional de Shiva con su hijo Ganesha. El Arconte de largos cabellos estaba sentado de lado mientras leía una revista bajo la sombra de un árbol.

—Oiga maestro Shiva, ¿podría al menos prestarnos algo de atención? Todavía necesito probar que más puedo hacer como Iluminada —dijo Sara, notando que su maestro no los ha estado mirando en todo el rato que llevan luchando.

—Ah, no te preocupes lo hacen bien. Pasando a un punto más importante, ¿cuál de estos bikinis le quedarían bien a mis esposas? —preguntó enseñándoles la revista que estaba leyendo—. Quiero irme a la playa a surfear y también quisiera ver rebotar los "balones" de mis esposas cuando juguemos voleibol.

—Papá, por favor —dijo Ganesha, cubriéndose la mitad del rostro con la mano por pena.

—¿Qué? No seas tan puritano, hijo mío.

Sara negó con diversión. Su teléfono sonó, era una llamada de la Sede de Japón, al atender, la agente Yamiko Kuroneko le contó de la situación que había ocurrido en Tokio. Una mueca de confusión se formó inconscientemente en su rostro al escuchar sobre la aparición de Tomoe Gozen. Sara mentiría si dijera que no estaba esperando la oportunidad de tener su revancha contra ella, pero tal parece que ya no será así.

Tras terminar su llamada con Yamiko, se comunicó con sus amigos para reunirse todos en Tokio.

—Maestro Shiva, tengo que irme, ya tenemos pistas sobre el paradero de Nobunaga Saneyoshi —informó guardando su teléfono para luego, hacer una reverencia hacia su maestro en señal de respeto—. Gracias por todo, maestro, gracias por enseñarme su Dharma y por ayudarme a alcanzar la Iluminación.

—Oye, relájate un poco, Sara. No me gustan mucho los dramatismos y las formalidades —dijo dándole una caricia en la cabeza—. Svarga siempre tendrá las puertas abiertas para tí.

Sara le miró con los ojos llorosos y lo abrazó con fuerza. Shiva le dio una palmada en la espalda.

Tras recoger sus cosas junto a Azazel y al salir de la casa de Shiva donde estaba quedando, Sara se encontró con su maestro, sus hijos, sus esposas y sus demás amigos. Todos se despidieron de ella, deseándole lo mejor, Kali y Durga le pidieron que venga a Svarga cuando pueda para poder tener aquel combate pendiente e incluso Rudra quería pelear contra ella para probar sus habilidades.

Sara se despidió del Reino Eterno que la convirtió en una de sus Campeonas y que la ayudó a volverse más fuerte, volviendo a Seúl Corea del Norte, donde tomaría el vuelo que la llevaría a su destino, intrigada por las cosas que tenía que decir Tomoe Gozen.

Tokio, Japón, 16: 30 p.m...

En el enorme aeropuerto, lleno de personas que llegaban y salían del país, Shawn Simpson finalmente bajó de su avión con su equipaje en la espalda. Estaba estirando un poco los brazos tras un vuelo bastante largo. En la salida del aeropuerto, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja al ver a Samuel esperando apoyado en una pared. 

Cuando los dos amigos del alma se vieron corrieron a abrazarse entre risas.

—¡Mi hermano, que bueno volver a verte! Se siente que han pasado años —exclamó Samuel, jovial.

—Lo logré, Samuel, tal y como dijiste, lo logré —declaró Shawn, con ojos llorosos—. Pude superar mis límites hasta niveles que nunca imaginé.

—¡Te lo dije, hermanito, te lo dije! ¡Hahahahahaha! Si había alguien que podía lograrlo, éramos nosotros tres, ¡hahahahahaha! —replicó entre risas.

Alguien más se unió a su abrazo, era Sara, quien había venido a buscarlos junto a un taxi.

—Los extrañé tanto chicos —dijo alzándolos a ambos durante el abrazo, llamando la atención de la gente al ver como una chica era capaz de levantar a dos jóvenes adultos igual de altos que ella.

Los tres mosqueteros de Nueva Orleans finalmente se habían reunido nuevamente. Shawn le dio un beso fugaz a Sara en los labios y los tres se fueron en el taxi hasta el templo budista en el centro de Tokio. Allí se encontraron con Koda Iyotanka y Ada Lovecraft.

—¿Cómo lo llevan, chicos? —preguntó Shawn, sintiéndose mal por ellos tras la pérdida de Grace. Ahora que todo el Equipo Simpson estaba allí, era hora de hablar de la partida de su amiga.

—No puedo dejar de sentirme culpable de su partida, después de todo, yo... no fuí lo suficientemente fuerte como ayudarla —respondió Koda, soltando un gruñido animal debido a su frustración e ira.

—Debimos de haber hecho un mejor plan, tal vez si... tal vez si hubiéramos hecho una mejor operación, ella hubiera sobrevivido —declaró Ada, con una mano en el pecho.

—Pensar constantemente "¿qué podría haber hecho diferente?" solo los estancará más en el pozo que están ahora —dijo Shawn, con voz tranquila, que emitía una paz sin igual—. Tomaron una decisión, aprendan de ella y no dejen que eso los limite.

—La muerte es algo que siempre estará presente en nuestras vidas, somos agentes de la Organización Lovecraft, ese es el destino que aceptamos al dedicarnos a esto —declaró Sara, cruzada de brazos—. Sin embargo, la muerte no es el final del camino para nosotros o para los caídos.

—Sara tiene razón, Grace dejó una misión y su voluntad con nosotros, mientras que nosotros sigamos en la constante lucha contra la maldad, nuestros compañeros caídos no dejarán de darnos fuerzas y jamás conocerán la verdadera derrota —aseguró Samuel, llevándose el pulgar derecho hasta el corazón—. Si ya han llorado por su partida, entonces no hay tiempo para más lamentaciones, ella no hubiera querido que se sintieran así.

Koda asintió liberando la tensión que tenía en sus puños, por su parte, Ada se limpió las lágrimas que tenían en los ojos.

Con esas palabras en mente, siguieron a sus amigos hasta el interior del templo budista, ingresando a la Sede de Tokio.

En la recepción de la sede, fueron recibidos por la Agente Especial Kuroneko Yamiko, quien estrechó su mano con la de Shawn.

—Es un honor poder conocerte en persona, Shawn Simpson, Li-dono hablaba maravillas de tí cuando estaba en Japón —dijo con un tono amistoso y una sonrisa.

—Gracias, la maestra Li también me contó sobre las locuras del Equipo Kuroneko —mencionó con humor.

—Sí... no me las recuerdes —musitó desviando la mirada con pena—. Bueno, a lo que íbamos. Tomoe Gozen apareció hace unas cuantas horas en la sede, pidió hablar con la agente García y se ha negado a hablar con cualquier otra persona.

—Que extraño, ¿Por qué no habrá ido a Takagamahara por el Tesoro Arcano? —señaló Sara, pensativa.

Yamiko los guio a la sala de interrogación donde estaba detenida Tomoe Gozen, tenía las manos esposadas detrás de la nuca y los pies subidos a la mesa. Sara y Shawn entraron y se sentaron enfrente de ella, no se sentía nada de hostilidad en el ambiente.

—Ah, al fin llegaron, me estaba aburriendo tanto que hasta imaginaba juegos de ajedrez en mi mente —comentó rompiendo las esposas con nada más que su fuerza.

—Esas esposas eran de tungsteno —musitó Shawn, con un gotón de sudor cayéndole por la nuca.

—¿Por qué decidiste entregarte, Tomoe? —inquirió Sara, frunciendo el ceño.

—Alguien tiene que detener a Saneyoshi-dono antes de que llegue más lejos —respondió con seriedad—. Traté por todos los medios de hablar con él y convencerlo de abandonar su cruzada para que pueda avanzar con su vida, me había dado cuenta de que... esos apegos mundanos solamente provocaban más sufrimiento del necesario. Sin embargo, no me escuchó y estaba sumamente convencido de completar su plan.

—Ese bastardo, está dispuesto a sacrificar a gente inocente solamente por su deseo —mencionó Shawn, cruzado de brazos.

—¿Disculpa? ¿Cómo que "sacrificar a gente inocente"? —preguntó Tomoe, confundida.

—¿Tú... no lo sabías? Si se altera la realidad entonces se crea un efecto mariposa que puede traer cambios terribles, como que personas destinadas a vivir, mueran de forma repentina —explicó Sara, alzando las cejas al darse cuenta que Tomoe ignoraba ese detalle.

—¡Hijo de perra! ¡Me engañó! Dijo que no había problemas en usar los Tesoros Arcanos —exclamó Tomoe, golpeando la mesa y dejando una abolladura en ella—. ¿Cómo pude ser tan estúpida?

La pareja de hechicero y Wandering abandonó la sala un momento para hablar con sus compañeros y con Yamiko.

—Yo le creo —declaró Yamiko, recostada contra una pared con los brazos cruzados.

—No puede estar hablando en serio, agente Kuroneko —replicó Koda, con una ligera mueca.

—Yo también le creo, Koda —aseguró Sara, con una mirada seria—. Sansaar. Insaanon ka Saamraajy (Samsara. Reino de los Humanos), es una de las habilidades que adquirí ahora que soy una Buda... larga historia. El punto es que puedo ver las emociones de los seres vivos en base a colores y puedo saber si me mienten. Tomoe no miente, realmente no sabía del precio a pagar por usar los Seis Tesoros Arcanos.

—Tenemos que preguntarle dónde localizar a Nobunaga Saneyoshi cuanto antes, ya tiene tres Tesoros Arcanos en su posesión —declaró Samuel, preocupado.

Sara y Shawn volvieron a entrar con Tomoe, quien emitía un aura llena de sed de sangre.

—¿Dónde se encuentra Nobunaga Saneyoshi? —preguntó Shawn.

—Está en una isla al sur de las Filipinas, está algo alejada por lo que poca gente pasa cerca de allí, se oculta mediante un dispositivo que vuelve invisible a todos los usuarios de Energía Kundalini y Miasma —respondió frunciendo el ceño—. Tengo que acompañarlos yo, Tupac mi Malebranche, es el único que los puede llevar al lugar específico y solo aparecerá si lo llamo yo.

—¡No pueden dejar que se una!

—Koda...

Koda entró a la sala de interrogación molesto, Ada trataba de detenerlo, pero él la superaba en fuerza física.

—¡Por su culpa Grace murió y también mató a otro agente! —le acusó, entre salvajes gruñidos.

—Ellos vinieron a matarme primero, solamente maté al del helicóptero, aunque mi objetivo no era ese. Del resto, no maté a ningún otro agente que vino por mí, cuando podía haberlo hecho perfectamente —declaró Tomoe, con tono tranquilo—. No te culpo si quieres odiarme por lo que pasó con tu amiga y tus demás compañeros, pero si realmente quieres hacerles justicia, tienes que dejarme ayudarlos. Al final, si hubiera sabido que para revivir a Gotouge Kanae había que sacrificar gente, hubiera asesinado a Saneyoshi desde el primer momento. 

Koda apretó los dientes, quería golpearla, pero Sara le colocó una mano en el hombro.

—Koda, entiendo tu dolor, pero ese veneno solo te hará más daño mientras más tiempo lo mantengas —dijo con voz suave—. Tomoe también fue manipulada por Nobunaga, ella no tiene toda la culpa de lo que pasó. El verdadero culpable es él y tenemos que detenerlo con su ayuda.

El Chamán respiró hondo, tal vez no quería creer en Tomoe Gozen, pero quería creer en Sara, su amiga y una de las personas más bondadosas y fuertes que conocía. Koda salió de la sala de interrogatorios sin hacer mayores escándalos, aceptando la decisión de sus mentores.

Arreglado el acuerdo, el Equipo Simpson y el Equipo Kuroneko salió de la Sede de Tokio, reuniéndose en una zona apartada del templo.

—Oigan, ¿qué sucedió con Kintoki-senpai y Musashi-san? —preguntó Tomoe, más que todo por curiosidad.

—Ah, bueno... ellos... están muertos —respondió Shawn, con algo de lástima—. Lo siento, Tomoe.

—No pasa nada, somos guerreros después de todo y estoy segura de que ellos se fueron satisfechos —replicó con una sonrisa algo triste, pero suspiró recordando los buenos momentos que pasó al lado de ellos—. Por lo menos sé que Bakaganryu está por allí teniendo grandes aventuras.

Tomoe soltó un fuerte silbido al aire, haciendo que su Malebranche apareciera.

—¡Gozen, es bueno ver que está bien! Me preocupé mucho —exclamó con jovialidad.

—¡Que lindo! —exclamó Yumei, la Oni arquera, abrazando con fuerza a Tupac— ¡Que lindo, que lindo, que lindo! ¡Eres como un peluche!

—No... puedo... respirar —pronunció siendo presionado contra el busto de Yumei.

—¿Premio o castigo? —susurró Akira a Yamiko, recibiendo un pequeño golpe de parte de Nara.

Tras ser liberado de ese mortal abrazo, Tupac le indicó a Tomoe que tome a todos de la mano para poder teletransportarlos a donde se encontraba Nobunaga y el resto de Tesoros Arcanos. Todos se juntaron de la mano en círculo, el Malebranche se colocó en el hombro de la mujer samurái, concentrándose con todas sus fuerzas, ya que pocas veces había tenido que teletransportar a tanta gente a la vez. Le tomó dos minutos el reunir el suficiente Miasma para envolverlos a todos y en menos de un parpadeo ya estaba en aquella isla de las Filipinas, pero en consecuencia, Tupac casi se cae al suelo debilitado, siendo atrapado por Tomoe.

—Lo hiciste bien, pequeño —dijo Tomoe, con una sonrisa.

—Permíteme, lo pondré a salvo en caso de que las cosas se pongan feas —dijo Rai, quien usó su control sobre el agua para poner a Tupac en una burbuja y así alejarlo de la isla.

Justo cuando iban a caminar hacia donde les indicó Tomoe, sintieron unas presencias acercarse, eran Azrael, Gabriel y Raguel.

—¡Chicos! Que bueno que llegaron, Azrael logró encontrar la ubicación de Nobunaga —dijo Gabriel, con una ligera sonrisa.

—Contamos con ustedes para ayudarnos —dijo Raguel, haciendo una ligera reverencia ante el Equipo Kuroneko, que fue respondida al instante.

—Por supuesto, no perdería nunca la oportunidad de cortar a un traidor —replicó Yamiko, con su sonrisa de shinigami.

—Solo no se quejen cuando haga que esta isla arda en llamas —mencionó Nara, con humor, mientras adoptaba su forma de Oni junto a su hermana.

El grupo buscó por toda la isla a Saneyoshi Nobunaga y a los Tesoros Arcanos que se había robado, llegando a la casa de playa que servía como su refugio, pero no había señales de su objetivo. De hecho, Sara y Azrael no lo sentía en ningún lado de la isla.

Kuroneko Yamiko informó que posiblemente sea por el aumento de la presencia de la Organización Lovecraft en Filipinas tras la aparición del cadáver de Gotouge Shinobu en Manila, dejado allí por Saneyoshi Nobunaga. 

Sara se concentró un momento, usando el Reino Humano del Samsara, logrando detectar un aura oscura a unos ochenta kilómetros de distancia de ellos. Por lo que con ayuda de Raguel para hacer levitar a los que no podían volar, fueron hasta otra isla, la cual era ligeramente más grande que la que estaban antes. Nada más pisar las arenas de sus costas, Raguel fue atacada por una onda sónica que alcanzó a evitar gracias a un escudo de Energía Kundalini, era muy evidente quien era el autor de este ataque. 

Aquel samurái negro emergió de entre las sombras, armado con el Tesoro Sagrado Benzaiten.

—¡Saneyoshi! —exclamó Tomoe, ardiendo de rabia.

—¡Murahahahahahaha! ¡Que tonta eres Tomoe! Pensaste que era Nobunaga, ¡pero era yo, Shinigami! —exclamó entre risas neuróticas.

—Shinigami... ¿qué has hecho? —interrogó Azrael, frunciendo el ceño.

—Simplemente decidí hacer las cosas por mí mismo, ya que Nobunaga no tenía deseos de seguir luchando por lo que más quería —declaró siendo rodeado por un aura sombría—. Por tú culpa padre y por culpa de la zorra de Brunilde... ¡fuí condenado a esa sucia existencia! ¡Quiero vivir, quiero ser feliz! ¡Y si tengo que matarlos a todos para obtener la vida, entonces lo haré!

—¿En serio piensas eso? Somos catorce y tú solo eres uno —señaló Kirei, armándose con sus tijeras gigantes.

https://youtu.be/Z9Onb_z0XPI

—¿Por qué no cuentas otra vez, Yokai? —inquirió Shinigami, haciendo el mudra "Zen"— ¡Malice Mizer: Bishamonten!

Al haber sometido totalmente el alma de Saneyoshi Nobunaga, Shinigami ganó acceso directo a su Arte Místico, Malice Mizer y con él, pudo invocar al Shikigami más poderoso, Bishamonten. Solo que este era diferente al que invocaba Nobunaga, ya que portaba una armadura negra y era mucho más grande, ya que estaba corrompido por el Miasma de Shinigami.

—¡Y aún hay más! —exclamó haciendo los mudras "Kai", "Jin" y "Pyo"— ¡Malice Mizer: Ebisu X Hotei X Jurojin!

Con aquel conjuro, Shinigami fue capaz de fusionar a dos Shikigamis y equiparlos con el Tesoro Sagrado Jurojin, el báculo budista capaz de aumentar las habilidades mágicas de todos los aliados. El resultado de esta fusión fue un gigante pez gato humanoide con ropas budistas.

—¡Ahora sí que es una lucha mucho más equilibrada! —exclamó con una sonrisa siniestra.