57-Cacique contra Buda
Hace miles de años...
El Estómago del Titán era como se llamaba a la más grande prisión que los Arcontes construyeron durante la Guerra de los Arcontes. Contenían a más de un millón de prisioneros de guerra de sus conquistas y batallas, desde humanos, elfos, hadas, etc. Todos aquellos que caían en sus garras, terminaban allí donde lo mejor que les podía pasar era la muerte.
En una noche de luna llena, ocurriría la mayor liberación de prisioneros en la historia de dicha guerra. Las alarmas sonaron, varios soldados Arcontes fueron desplegados, pero ninguno pudo dar con los prisioneros o con los responsables de la fuga, lo único que pudieron escuchar aquella noche, fueron unas sonoras risas que venían desde el cielo.
—¡AHAHAHAHAHAHAHA! ¡MUAHAHAHAHAHAHAHA!
Una figura risueña y burlona se veía si uno alzaba la vista hacia luna llena.
Esa fue una de las más grandes hazañas del Señor de los Cielos durante la Guerra de los Arcontes, un guerrero tan libre como el viento.
En la actualidad...
Tras el combate entre The Spartan, Samuel Dupont y El Rey de los Asura, Ryomen Sukuna, el público estaba ansioso de poder ver el siguiente combate que sería entre uno de los Caciques y la misteriosa discípula de Shiva de Takagamahara.
En las gradas VIP donde estaban los Devas y Pachamama, llegaron Odo'Sha y Samuel para ver el combate.
—¿Dónde están tus esposas y tu hija? —preguntó Odo'Sha.
—Ayudando a mi alumna a hacer una locura —respondió alzándose de hombros.
—¡Jajajaja! A Sara siempre le encantó lo vistoso y lo excéntrico —mencionó Samuel, con humor.
https://youtu.be/xe5dggwDFU0
—¡Mi gente, que no se pierda la emoción! ¡Es hora del segundo Duelo Santo de la noche! —anunció Mama Quilla— ¡Es hora de presentar al segundo representante del Dorado!
«Nacido en la cima de una montaña antigua que tocaba las nubes, viviendo casi toda su vida en los cielos, viendo las maravillas del mundo desde las alturas. Es un guerrero que sonríe tan radiante como el mismísimo sol, los cielos responde a su voluntad y es su mejor arma a la hora de la lucha. Sus cantos, son una bendición sagrada que salvaron la vida de dos millones de aliados durante la Guerra de los Arcontes, siendo considerado como el mejor sanador de todo El Dorado.
El segundo Cacique más fuerte de todo El Dorado. Con un record de tres mil setecientas victorias y tres derrotas. ¡El Señor de los Cielos, Tamoryayo!»
Desde los cielos del Dorado, Tamoryayo descendió entre risas, volando entre el publico y saludándolos.
—¡Buena suerte, Sr. Tamoryayo!
—¡Te queremos, Señor de los Cielos!
—¡Señor de los Cielos, un autógrafo, por favor!
—¡Gracias, gracias, yo también los quiero! —exclamó con jovialidad mientras firmaba la mochila de un niño de las gradas—. ¡Su apoyo es lo que me da fuerzas en cada combate!
—¡Ahora, presentemos a la mujer que le hará frente al Señor de los Cielos! ¡Todo empe-! ¿Ah?
Una neblina empezó a hacerse presente en el campo de batalla, mientras que luces de colores brillaban con intensidad. Sara García, junto a Kali, Durga y Ashokasundari emergieron de la neblina con micrófonos e instrumentos.
—¡One, two, tree, four!
https://youtu.be/y5R9OftRb3c
Sara García acompañada del resto de Arcontes montó un concierto en medio de la arena de combate, para asombro del público del Dorado, mientras que las personas provenientes de Takagamahara sacaron varitas luminosas y empezaron a seguirle el ritmo a la chica de cabellos arcoíris. Hasta Tamoryayo les aplaudía y accedió a la invitación de la Wandering para bailar juntos. El japonés de Sara era bastante fluido gracias a sus vidas pasadas y su talento en el canto ya es por pura práctica que empezó desde que terminó la preparatoria.
Desde las gradas, Samuel grabó el concierto de Sara para mandárselo después a su amigo, era un espectáculo que nadie debía perderse.
Tamoryayo bailaba como los antiguos indígenas del territorio venezolano, combinado con algunos pasos del hip-hop clásico, asombrando tanto a Sara como al público.
Tras un par de minutos el concierto terminó, la Wandering y las Arcontes hicieron una reverencia hasta el público, el cual les tiró flores orquídeas y las aplaudían.
—¡Con ustedes, con un record de Duelos Santos de una derrota, cero victorias!... ¡La Wandering, Rainbow, Sara García! —presentó Mama Quilla.
Sara activó unos curiosos aretes que tenía y su ropa se transformó por otra. Tenía un tipo camisa-vestido sin mangas de color beige con líneas verticales blancas, que relucía su gran busto y la musculatura de sus brazos, le llegaba hasta encima de las rodillas, tenía un cinturón verde oscuro con algunas bolsitas y una hebilla dorada con el símbolo de un loto, llevaba unas botas altas que le llegaban más allá de las rodillas, hechas de un material ajustable y bastante flexible hecho especialmente en Svarga, lo que le permitía dar patas y toda clase de movimientos salvajes sin preocupación alguna y por último, llevaba unos guanteletes especiales, de forma redondeada y gruesa en los antebrazos y que también se ajustaban perfectamente bien a sus brazos.
El traje era obra de Saraswati, una Arconte amiga de Kali y Durga.
Las tres Arcontes fueron de un salto hasta las gradas VIP y dejaron a Sara con su oponente.
Tamoryayo adoptó una curiosa postura, con las rodillas ligeramente dobladas, el puño izquierdo hacia el frente a a la altura de la cabeza y el brazo derecho doblado apuntando con la palma abierta hacia la izquierda.
—¿Eso es Silat? —preguntó Samuel, intrigado.
—No, es Yukpa, un arte marcial creado por mi hermano, aunque sí tiene ciertas similitudes con el Silat —explicó Odo'Sha—. Lo creó después de su última derrota ante la Señora de la Tierra de las Sombras, Scáthach.
https://youtu.be/hm-GJWrqMp4
Sara se colocó en la pose del león del Kalaripayattu, acercándose lentamente hacia Tamoryayo. La tensión entre ambos se podía cortar con un cuchillo de mantequilla. Finalmente estando a pocos metros, acercaron poco a poco la mano hacia el otro, hasta que sus dedos rozaron, allí fue cuando comenzó el intercambio de golpes entre ambos.
La chica de cabello arcoíris atacaba con golpes de palma y patadas, mientras que el Arconte atacaba con los puños y los codos. Sara bloqueaba los ataques de sus oponentes con los brazos en una serie de bloqueos circulares y los esquivaba con una agilidad y precisión al nivel de un Arconte, mientras que El Señor de los Cielos desviaba todos los ataques de la chica usando los codos.
Tamoryayo lanzó un codazo curvo horizontal contra Sara, la chica lo evitó doblando la espalda hacia atrás hasta tocar el suelo con las manos, dando unas volteretas hacia atrás para tomar distancias.
Sin embargo, Tamoryayo no quiso darle la oportunidad de un contraataque, por lo que rápidamente la atacó con una patada directo a su cabeza, la cual Sara bloqueó con la palma derecha.
Kalaripayattu: Sooar ke Daant
(Colmillos del Jabalí)
Sara atacó a Tamoryayo con una serie de codazos curvos a gran velocidad, sus movimientos eran parecidos a una fina danza.
—Carajo, es el arte marcial de Shiva, lo reconocería en cualquier lado —pensó Tamoryayo, chasqueando la lengua—. Supongo que tengo que tengo que usar mis trucos ahora. No pienso perder contra su alumna hasta que pueda obtener mi revancha contra Shiva.
—Señor de los Cielos —conjuró.
Súbito, Sara apareció en el rango de ataque de Tamoryayo, casi recibiendo un gancho ruso de lleno, pero logró reaccionar al instante y poner flojo su cuerpo para reducir el daño del ataque hasta casi cero, decidiendo alejarse de Tamoryayo nuevamente y atacar con el Fuego Purificador, lanzando una gran llamarada contra el Arconte. Aunque solo le bastó a Tamoryayo hacer un pequeño gesto con las manos para desviar el fuego hacia el cielo.
—¡Wow! ¡¿Ese es el Arte Arconte de Tamoryayo?! —exclamó Samuel, asombrado.
—Sí, Señor de los Cielos, le permite manipular el espacio a su alrededor a través del aire, creando deformaciones en él —explicó Odo'Sha—. El espacio no es diferente a la plastilina para mi hermano.
Kalaripayattu: Aazaadee Ka Nrty
(Danza de la Libertad)
Sara se abalanzó hacia Tamoryayo, lanzando varias patadas curvas con una velocidad impresionante. Tamoryayo las bloqueaba y las desviaba, acto seguido utilizó su Arte Arconte para deformar el espacio alrededor de la pierna izquierda, deformándola y moviéndola hacia otro lado para buscar conectarle un codazo en todo el rostro, pero Sara detuvo su codazo con la palma derecha a tiempo y cuando su pierna volvió a la normalidad, trató de hacerle una estrangulación de triángulo. Sin embargo, Tamoryayo puso su antebrazo en su cuello para evitar que la llave cerrara por completo, permitiéndole liberarse.
—Eres bastante rápida y difícil de golpear, se nota que eres la alumna de Shiva —comentó Tamoryayo, con jovialidad.
—Aún me quedan muchos trucos, Tamoryayo —aseguró cambiando a la postura del león del Kalaripayattu—. Ahora tendré la ventaja completa.
El Tercer Ojo de la virtud de la templanza fue activado. Sara se acercó nuevamente hacia su oponente, pudiendo ver claramente el futuro a través de los mechones de su cabello. Logró evitar otra deformación en el aire por parte de Tamoryayo dando un gran salto con giro en el aire, aterrizando con gracias y derribando al Arconte con un barrido, seguido de un potente puñetazo en el plexo solar, que generó un gran cráter en la tierra debajo de él.
—¡Imposible! ¡Logró sobreponerse al Señor de los Cielos de Tamoryayo! —exclamó Pachamama, impactada.
—Ese ojo egipcio... ¡Es el Tercer Ojo de Uriel! ¡Así se hace Sara! —exclamó Samuel, con una gran admiración por su hermana de otra madre.
Tamoryayo se levantó de inmediato del suelo, alejándose de un gran salto para alejarse de Sara y volviendo a su postura de combate. Siendo rodeado por un aura celeste de Energía Kundalini.
—Señor de los Cielos: Rompehielos.
Pese a que Sara había predicho un ataque de su oponente, no logró determinar qué era hasta que fue bastante tarde. Tamoryayo desde una distancia de veinte metros de Sara lanzó un codazo frontal al aire y desde la perspectiva del público, vieron como el "espacio" enfrente de Sara se resquebrajaba como si fuera cristal.
La chica de cabello arcoíris sintió un poderoso golpe en su pecho, vomitando una cantidad preocupante de sangre.
—¡Sara! —gritó Samuel, preocupado.
—Rompehielos, es la mejor técnica de Tamoryayo —explicó Shiva, cruzado de brazos con una expresión despreocupada—. Usando su manipulación del aire, envía la fuerza de su golpe hacia el oponente a través de este mismo. Ni siquiera yo puedo bloquear ese ataque, no importa a donde vayas en el planeta, siempre tendrás aire a tu alrededor y Tamoryayo te conectará el golpe.
https://youtu.be/-nrdlFMC6S8
—¡Cof cof cof!... Cielos, ese fue un duro golpe —dijo Sara, sonriendo para enmascarar el dolor que estaba sintiendo.
Sara tomó bastante aire y junto sus palmas en forma de oración.
—¡Bien, aquí vamos! —exclamó con emoción, invocando el Fuego Purificador en sus manos.
La chica lanzó aquella llamarada nuevamente en contra de Tamoryayo, la cual abarcaba un gran especio de la arena, pero solo le bastó a Tamoryayo usar su Arte Arcano para redirigir el ataque en contra de su usuaria. Sin embargo, cuando quiso darse cuenta, Sara había desaparecido de su vista y apareció detrás suyo.
Tamoryayo recibió el primer golpe en la cara, se mantuvo a la evasiva para evitar los demás ataques demoledores de Sara. Volvió a usar el Rompehielos, pero la chic de cabellos arcoíris ya había aprendido dicho ataque y estaba lista para recibirlo. Al lanzar un golpe con toda su fuerza, Tamoryayo abrió los ojos como platos al ver a Sara totalmente intacta y sonriendo.
—¡¿Qué?! ¡¿Cómo pudo evitar el Rompehielos?! —exclamó Kali, boquiabierta.
—Observa con atención, Srta. Kali —señaló Ganesha—. Sara usó los Vientos de la Lujuria para crear un vacío a su alrededor. De esta manera, al eliminar todo el aire cercano a ella, evitó ser golpeada por el Rompehielos de Tamoryayo.
—Es una chica muy astuta —musitó Shiva, sonriendo con orgullo.
Protegida en su vacío, Sara atacó a Tamoryayo con los Vientos de la Lujuria, generando sierras de viento que volaron a gran velocidad. El Arconte las evitó con el Señor de los Cielos, pero recibió de lleno un golpe en su vientre que lo hizo escupir algo de sangre.
—Oh vaya, eso fue un poco agotador —confesó Sara, respirando hondo—. Al generar ese vacío a mi alrededor no podía respirar. Fue una jugada arriesgada, pero me funcionó.
—Realmente eres una chica muy fuerte, Sara García, tienes mi total admiración —declaró Tamoryayo, con una sonrisa.
—También te admiro, Tamoryayo, al ver tu corazón... solamente veo un dorado puro —dijo Sara, conmovida—. Es un dorado de pura libertad, sin duda alguna, eres la persona más libre que he conocido.
—¡Hahahahaha! Basta, no me alabes tanto —dijo entre risas—. Solamente me dejo llevar por las cosas. Esa es mi filosofía de vida. Ahora, Sara García, veamos como te desenvuelves ante esto... ¡Señor de los Cielos: Tierra Caótica, Cielos Agitados!
Para sorpresa de Sara, toda la arena de combate comenzó a cambiar y a deformarse, como en un efecto caleidoscopio. No importaba hacia donde se moviera la chica, terminaba en un lugar totalmente distinto a donde quería ir. Esto le daba vía libre a Tamoryayo de lanzarle ataques desde todos los ángulos.
—¡Diablos! ¡Qué técnica más molesta! —pensó Sara, mientras se cubría de los duros golpes de Tamoryayo—. Veamos... ¿qué haría el maestro Shiva en esta situación?... ¡Ah, ya sé!
La chica cerró los ojos y se dejó guiar por el Tercer Ojo dentro de la técnica de Tamoryayo. Sara parecía danzar, utilizando varios movimientos que eran parte del entrenamiento de flexibilidad dentro del Kalaripayattu. Sara se dejaba llevar por el flujo de energía de la técnica y únicamente usaba el Tercer Ojo para defenderse de los ataques de Tamoryayo, volviéndose una vez más intocable para el Arconte.
—Vientos de la Lujuria: Danza del Último Maestro Aire.
Sara empezó a girar, realizando un movimiento acrobático girando el torso alrededor de un eje vertical de su cuerpo boca abajo usando los brazos, similar al airflare del breakdance. Con este movimiento, lanzó varias cuchillas de viento hacia todas las direcciones posibles, imposibilitándole así a Tamoryayo el esquivarlas, recibiendo varios cortes en su cuerpo y deshaciendo su técnica.
—¡Es hora del acto final! —exclamó Sara, lanzando varios besos al público—. Te mostraré mi técnica especial que he practicado con mi maestro.
Sara fue rodeada por sus auras de Miasma y Energía Kundalini, realizando su el mudra hakini, juntando sus dedos por la yemas de estos y manteniéndolos ligeramente separados del otro.
—Oṃ amṛta-teje hara hūṃ —pronunció con sus ojos brillando de dorado y morado—. Wandering Mode: True Essence of the Soul Amitābha (Modo Errante: Escencia Verdadera del Alma Amitābha).
El cuerpo de Sara fue cubierto por sus dos energías primarias, dividiéndose en otras seis mujeres, cada una con el rosto de Sara, pero con distintos rasgos.
La primera de ellas era rubia, con ojos celestes, vestía una ropa egipcia tradicional, en su hombro tenía tatuado la palabra "Castidad". La segunda tenía el cabello negro corto y alborotado, con la piel totalmente blanca, ojos rojos, colmillos de vampiro, ropa de estilo gótico y en su hombro, tenía la palabra "Lujuria". La tercera tenía el cabello color avellana, ojos celestes, vestido blanco y la palabra "Generosidad" en su hombro. La cuarta llevaba una armadura de caballero totalmente dorada y era la de mayor tamaño de las seis. La quinta tenía el cabello corto y rizado, con ojos café, ropas de monje budista y con la palabra "Templanza". La sexta tenía rasgos animales, como orejas, colmillos, garras y cola de lobo, además de ser la más delgada, vestía con ropas rasgadas por garras, en su hombro estaba la palabra "Gula".
https://youtu.be/fNIVl5N1Z2I
—¿Qué...? ¿Qué clase de técnica es esta? —dijo Samuel, sin palabras ante lo que estaba viendo.
—Sara García, ahora se podría considerar una "Buda", es decir, una Iluminada —explicó Shiva—. Al haber visto todas sus vidas pasadas, llegó a la verdadera escencia y forma de su alma, desbloqueando esta técnica. Sara puede dividir su alma entre todos sus componentes, las virtudes y pecados capitales que posee, generando todas esas versiones suyas en base a esos fragmentos de su alma. Cada Sara es igual de fuerte que la original y maneja con maestría la virtud o el pecado que posee. Sin embargo, solo puede mantener ese estado durante cinco minutos, por más que puedas separar tu alma, esta siempre regresará a su estado base.
—Mielda... tenías razón, chico. Esa chica siempre estará tres escalones por encima de tí —admitió Odo'Sha, impresionado.
La seis Sara García se lanzaron en contra de Tamoryayo, quien se defendió lanzando a diestra y siniestra Rompehielos, pudiendo repeler a cinco de ellas con sus poderosos golpes, pero quien encarnaba al pecado de la lujuria usó el mismo truco que la otra vez y logró conectarle una poderosa patada curva en el hígado, generándole un horrible dolor. Tamoryayo se defendió utilizando su manipulación del espacio, azotando al pecado de la lujuria contra el suelo y recibiendo un golpe directo del pecado de la avaricia que le destrozó la nariz por completo, mandándolo a volar siete metros.
—Carajo... que técnica más estresante —pensó mientras se acomodaba el tabique nasal con una mueca de dolor.
La virtud de la generosidad potenció a las otras Saras, volviendo a atacar todas juntas con una coordinación sorprendente y es que, al ser ambas una misma alma, compartían visión y pensamiento.
—¡Formación... B! —exclamó la Sara de la Lujuria.
—¡Ok!
La avaricia se movilizó a una velocidad sorprendente, transformando su guantelete en una daga, con la que pretendía atacar a Tamoryayo por la espalda, pero este reaccionó a tiempo, desviando el ataque con su codo y contraatacando con un uppercut que la lanzó por el aire. Sin embargo, la gula aprovechó su distracción para intentar morderle el cuello, el Arconte forcejeó con ella para evitar una herida mortal, momento en el cual la castidad atacó un puño envuelto en fuego purificador que conectó de lleno contra su pecho, haciéndolo escupir sangre nuevamente y dejándole una horrible quemadura de tercer grado.
La virtud de la templanza lo agarro de la cintura y le aplicó un supplex alemán que le estrelló la cabeza contra el cuelo. Tamoryayo volvió a alejarse con su técnica, respirando pesado debido a sus heridas.
La lujuria se le apareció por la espalda, aplicándole una llave mataleón, para liberarse el Arconte se alzó en el aire y luego descendió con fuerza hacia el suelo, haciendo que aquella Sara le suelte por duro impacto. Antes de volver a ponerse en guardia, la avaricia y la templanza lo volvieron a atacar sin piedad con una serie de golpes por todo su cuerpo, sin darle la oportunidad de defenderse.
Al final, Tamoryayo cayó al suelo, inconsciente para asombro de todos los presentes.
—¡Se acabó! ¡La ganadora de este encuentro, es The Rainbow, Sara García! —anunció Mama Quilla.
Las seis Saras volvieron a juntarse en la original, a quien se le notaba cansada y bastante adolorida, por lo que mientras salía de la arena de combates se iba curando con Buena Samaritana.
—Esa técnica me deja más agotada de lo que pensé, dividir el alma es bastante pesado —pensó mientras caminaba por los pasillos del estadio.
Al alzar la vista, se encontró con Samuel, quien le sonrió de oreja a oreja. Ambos amigos se dieron un fuerte apretón de manos.
—¡Lo hiciste asombro, Sara! —exclamó Samuel.
—Hehehehehe, gracias, aunque fue un combate bastante difícil, Tamoryayo golpeaba bastante duro —confesó mientras se rascaba la mejilla. Sara se puso seria y le puso una mano en el hombro a Samuel—. Has estado bastante triste desde lo que Grace, puedo notarlo, Sam.
—Lo sé... ella me apoyó durante todo mi entrenamiento, la conocí desde que vivíamos en Nueva Orleans, ahora que ella se fue... ha sido difícil —confesó cabizbajo—. Le haré justicia, te lo prometo.
Sara le sonrió, podía ver su corazón y sabía que no había odio en sus acciones, solo un deseo de vengar a su gran amiga.
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