Kojiro apreció la nueva forma de Raguel de la Generosidad, el único pensamiento que pudo salir de su mente fue: "es una obra de arte".

—Ella es magia... es magia pura, esa carita tan tierna, esos ojos que me muestran los océanos enteros, esa sonrisa que podría quitarme todas las ganas de luchar —pensó cautivado por Raguel—. Nunca en ninguna de mis dos vidas he podido ver a una mujer tan virtuosa como ella. 

"Mujer virtuosa", un ideal de Kojiro sobre las mujeres de buen corazón. Una persona amable, desinteresada a la hora de ayudar al prójimo, fuerte de cuerpo y/o mente, alguien que puede hacerte sonreír incluso en los peores momentos únicamente con su presencia. Todas esas cualidades, las veía ahora en Raguel de la Generosidad. 

—¿Sasaki Kojiro? ¿Continuamos? —preguntó Raguel, notando que el espadachín no había dicho nada desde hace cinco minutos.

—¿Eh? ¡Ah, por supuesto! —respondió esbozando una sonrisa de jovialidad—. Ya no te contengas más, San Raguel de la Generosidad.

—No lo haré, ayúdame a descubrir los nuevos secretos de esta nueva forma —Raguel volvió a adoptar su pose de Wing Chun, estaba lista para nueva nueva ronda.

Ambos oponentes fueron contra el otro con una sonrisa de oreja a oreja, Sasaki Kojiro atacó con cortes circulares, moviéndose alrededor de la virtud de la generosidad para poder penetrar sus defensas, pero ahora parecía que Raguel era capaz esquivar cada uno de sus cortes con una facilidad significativa, pudiendo fluir entre ellos con total naturalidad. 

La virtud de la generosidad se acercó lo suficiente como para conectarle a Kojiro un golpe en su vientre que lo mandó a volar veinte metros, pero Raguel lo alcanzó impulsándose con sus alas, atacándolo con una patada frontal tan rápida y poderosa que produjo un estallido sónico al momento de impactar contra el espadachín.

Kojiro terminó en el suelo, vomitando todo lo que había comido junto con algo de sangre debido a todo el daño que había recibido.

—Se ha vuelto más rápida y fuerte, sus golpes son incluso más devastadores que antes —pensó Kojiro, respirando pesado—. Este sentimiento... podría perder... ¡que alegría podría perder! ¡Me siento acorralado! ¡Estoy volviendo a sentir la emoción!

Control Maestro 40%

Los tambores de la guerra comenzaron a sonar con fuerza en el desierto, Sasaki Kojiro volvió a ponerse de pie con sus ojos negros y su piel rojiza cual demonio.

—Ahora desataré todo mi poder, ¡me volveré el más fuerte bajo los cielos! —exclamó con un éxtasis neurótico—. ¡San Raguel, gracias por darme la batalla que por muchos años he deseado! ¡Gracias por ponerme contra las cuerdas, hace mucho que no me divertía tanto, déjame recompensarte!

Kojiro empuñó su Monohoshi Zao con toda su fuerza de agarre, elevándola y doblando su espalda. El Demonio de la Monohoshi Zao cortó el aire con sus habilidades superhumanas, lanzando una cuchilla de aire comprimido a Raguel, que de no ser una arcángel, hubiera terminado partida a la mitad. Lo único que hizo fue lanzarla varios metros lejos. Durante su vuelo, Kojiro la alcanzó y trató de cortarla, pero unos brazos de Energía Kundalini emergieron desde la espalda de la virtud de la generosidad y bloquearon el corte a tiempo.

Ambos oponentes tomaron distancias del otro. Kojiro estaba en aprietos, si quería derrotar a Raguel, tenía que hacerlo con un único golpe contundente. Sin embargo, esta dificultad únicamente hacía que su emoción aumentara cada vez más.

¡Style Interchange!

Hōrō-sha to tsubame no kumiawase: Kokkyō no nai umi o jiyū ni tobutori.
(Combinación del Vagabundo y la Golondrina: Ave que Vuela Libre en un Mar sin Fronteras).

Kojiro se lanzó nuevamente contra Raguel, atacándola con una serie de cortes curvos ondulantes con un patrón poco ortodoxo para evitar que sea predecible. Logró hacerle varios cortes alrededor de todo su cuerpo, pero Raguel no se veía todavía en problemas. Todo lo contrario, entre los cortes, seguía conectándole golpes a Kojiro que los resistía mejor gracias al Control Maestro.

—¡Es demasiado fuerte! ¡¿Acaso realmente perderé?! —pensó Kojiro, apretando los dientes— ¡No! ¡Cumpliré mi promesa al viejo, cueste lo que cueste! ¡Sasaki Kojiro no se va a conformar! ¡Sasaki Kojiro no se va a quedar atrás! ¡Ganryu: Taigākurō! (Estilo de Piedra Grande: Garras del Tigre).

Raguel recibió varios cortes en todo su cuerpo, Kojiro atacaban con su Monohoshi Zao como si de un tigre salvaje se tratara, ni siquiera con sus brazos extra de Energía Kundalini podía defenderse. El usar una nueva forma le estaba pasando factura, ya que si bien sus capacidades físicas habían aumentado considerablemente, todavía no sabía de qué era capaz ahora. Pero en aquellos momentos difíciles, su instinto le dijo qué recitar.

—¡O avaritia! ¿Quid aliud potes hoc est, quomodo assumpsi sanguinem meum et carnem tuam ne cures? (¡Oh avaricia! ¿Qué más puedes hacer, que así te has apropiado de mi sangre que ni te cuidas de tu propia carne? —conjuró, haciendo que sus ojos resplandezcan como zafiros— ¡Xysti Avaritiae: Locus Ubi Peccatum Purificatur! (Terraza de la Avaricia: Lugar Donde el Pecado es Purificado) 

Kojiro quedó completamente paralizado ante la mirada de Raguel, no importaba la fuerza que aplicara en sus músculos, era totalmente incapaz de moverse. Dicho momento, no sería desperdiciado por Raguel, atacando sin piedad a Kojiro con múltiples golpes y patadas.

—¡Wannabeeeeeeeeeee! ¡Te destruiré! —exclamó entre todo el aluvión de golpes.

https://youtu.be/h6pGbSHrHCc

El espadachín salió volando, tenía múltiples fracturas en varios huesos, así como daño en sus órganos internos. Su ojo derecho estaba hinchado de tantos golpes. Apenas podía ponerse de pie, otro combo de golpes así y perdería.

—Lo tengo... finalmente lo tengo, la inspiración ha llegado a mí y ya tengo los secretos para crear una técnica que se eleve sobre todas las demás técnicas del Kenjutsu —murmuró con una sonrisa bañada en sangre— ¡Más poder, más veloz, aceleración!... Watashinojinsei no ai ni sasageta uta. Ragueru, aisuruhito yo (Un Poema Dedicado al Amor de mi Vida. Raguel, mi Amor).

Control Maestro 40%... 50%

Kojiro se levantó del suelo pese a todo el dolor que invadía su cuerpo y se lanzó contra Raguel, corriendo a su alrededor a una velocidad incluso superior a la anterior, llegando hasta el mach 20, pudiendo generar docenas y docenas de imágenes residuales que no le permitía a la virtud de la generosidad predecir su siguiente movimiento. Con cada impulso que Sasaki Kojiro daba, generaba estallidos sónicos, estaba decidido a acabar la pelea con ese último movimiento. 

Docenas y docenas de cortes aparecieron en el cuerpo de Raguel, sin que ella pudiera defenderse de una brutal arremetida de Kojiro, oculto entre sus imágenes residuales. Al no poseer Energía Kundalini, no podía detectarlo. Corte tras corte, Raguel no pudo contraatacar. Todo culminó con una puñalada en su vientre que la hizo vomitar sangre y desmayarse en el suelo.

Sasaki Kojiro era el ganador de aquel duelo. Al desactivar su Control Maestro, casi cae al suelo también, por lo que tuvo que usar su Monohoshi Zao para mantenerse en pie.

—Aún no es perfecto... necesito pulir esta técnica aún más si quiero volverme un Santo de la Espada —murmuró totalmente exhausto—. Gracias, my love, fue una batalla sumamente emocionante y gracias a tí, me he vuelto mucho más digno.

Cuando Raguel despertó, ya era de noche, se levantó algo adolorida del suelo y se dio cuenta de que estaba cubierta de vendas. Miró hacia un lado, encontrándose con Kojiro, quien le daba la espalda y estaba enfrente de una fogata, asando malvaviscos para comérselos con galletas, junto a Shady, mientras Momotaro comía del alimento que le compró aquel día.

—Ah, que buena noticia, ha despertado —dijo Kojiro, mirándola de reojo con una sonrisa—. La verdad, me tenía preocupado. Hice mi mejor esfuerzo para detener su sangrado, aunque mis habilidades médicas no son tan avanzadas.

La arcángel se levantó y usando sus poderes, curó todas sus heridas, deshaciéndose de sus vendas y restaurando sus ropas, para poder sentarse al lado de Sasaki Kojiro.

—No me mataste, ¿por qué? —preguntó.

—Ya de por sí me siento culpable de haber lastimado a una mujer de buen corazón como usted, jamás me perdonaría si llegara a matarla —confesó dándole un mordisco a sus galletas con malvavisco.

—¿Al menos logré ser un verdadero desafío para tí? —preguntó un poco insegura.

—Bastante, casi pierdo ante usted. De verdad le digo que usted es la mujer más fuerte que me he enfrentado hasta ahora —aseguró dedicándole una sonrisa coqueta—. Eres muy fuerte, San Raguel de la Generosidad.

—Es bueno saberlo —musitó con una sonrisa.

Al fijarse bien, Raguel notó como Kojiro se agarraba el pecho y su respiración era pesada.

—¿Te encuentras bien? —preguntó algo preocupada.

—Me rompiste varias costillas durante nuestra épica batalla —respondió de forma despreocupada—. No se preocupe, estaré bien, los Inigualables Bajo el Cielo nos curamos más rápido que una persona normal.

—Podría curarlo de una vez con mis poderes —sugirió.

—No, no, no. Ya ha hecho suficiente, San Raguel de la Generosidad —negó el espadachín con buen humor—. Por favor, descanse, no quisiera abusar demasiado de su amabilidad.

—Insisto, tú me ganaste y es lo justo que puedo hacer ante el ganador del duelo —declaró acercándose a él—. Quítese el kimono, no tardaré mucho.

—Ay, San Raguel, por lo general una mujer me pide ir a comer antes de pedirme que me quite la ropa —bromeó con tono burlón y coqueto.

—¡Solo has caso a lo que digo y no vuelvas a decir esas cosas! —exclamó roja como tomate mientras le daba pequeños golpes en el hombro— ¡Tonto, tonto, tonto!

—Zehahahaha... duele, duele.

—Mi señor es muy problemático —musitó Shady, con un gotón en la frente por presenciar tal escena.

https://youtu.be/NwMpKMQh1rI

Al final Kojiro dejó que Raguel le curara de sus heridas, las manos de la arcángel sobre su piel le daban una sensación increíble, ya que eran muy suaves y tibias.

—Gracias por todo, Sasaki Kojiro, gracias a tí, puedo aspirar a mayores alturas —confesó con una ligera sonrisa.

—No hace falta agradecerme, usted también ha hecho grandes cosas por mí, si me he vuelto más fuerte es gracias a usted —replicó perdiéndose en los ojos de la arcángel—. Tras una vida de aburrimiento y soledad, en esta época moderna finalmente puedo liberar toda la pasión que le he tenido a las artes marciales. Me alegro tanto de haber hecho arder nuestras almas en nuestro duelo, San Raguel.

—Eso es dulce.

—Usted es la dulce, es de lejos la mujer más virtuosa que he conocido en mis dos vidas —comentó con elocuencia—. El hombre que se case con usted, sería el hombre más afortunado.

—Por mi Padre, tienes mucha labia, Sasaki Kojiro, de seguro le has dicho lo mismo a muchas mujeres —dijo Raguel, ligeramente sonrojada.

—Ninguna mujer que he conocido es como usted —aseguró tomando la mano izquierda de Raguel y rodeándole la cintura con su otra mano para pegarla lo más posible a él—. Sepa disculparme, pero me he vuelto esclavo de mi corazón debido a usted.

—¡¿Q-q-qué estás diciendo?! —exclamó Raguel, haciendo aparecer sus alas y su aureola por los nervios.

—Lo siento, soy un hombre y nosotros caemos fácilmente en estas pasiones —respondió con una sonrisa coqueta y también, con un poco de rubor—. He caído totalmente en su "hechizo" y me he enamorado de usted.

—¡No deberías enamorarte tan fácilmente de la gente! —replicó con su corazón latiendo como loco.

—No puedo evitarlo, nuestro duelo fue tan... estimulante y su magia tan hermosa, que me fue imposible no despertar estos sentimientos por usted —declaró con júbilo.

—¡¿Eres masoquista o qué?! 

—Dejemos que nuestros labios revelen la verdadera naturaleza de estos sentimientos —dijo a centímetros de su rostro.

Antes de que Kojiro le robara un beso en los labios, Raguel puso su mano en el medio.

—Buen intento —dijo la arcángel a forma de desafío.

—¿Eh?... Esto es bastante curioso, hace mucho tiempo que una mujer me rechaza —comentó con diversión—. Aunque, el que una mujer virtuosa como usted se haga la difícil, solo me hace amarla más. Los tesoros más hermosos, son aquellos difíciles de conquistar.

—Por mi Padre, eres todo un caso perdido, Sasaki —dijo Raguel, desviando la mirada y levantándose su asiento—. Nos vemos, Sasaki Kojiro.

—Quisiera que tengamos una cita —pidió para sorpresa de la arcángel—. Usted dijo que si yo le ganaba, haría lo que le pidiera. Por lo que no quiero desperdiciar la oportunidad para poder salir con usted y conocernos mejor.

—B-b-bueno..., soy una arcángel de la palabra, entonces acepto —respondió con sus orejas rojas.

—¡Perfecto! Nos veremos dentro de dos días, en los puertos de Los Ángeles —avisó con una sonrisa—. La estaré esperando, San Raguel, quisiera que fuéramos a la playa.

Raguel se fue de allí volando, aterrizando al poco tiempo en un rascacielos de Los Ángeles para pensar un poco. Sentía su corazón latir como loco, su cuerpo parecía arder en llamas y sentía un cosquilleo en el vientre.

—¿Esto es lo que los humanos llaman "amor"?... ¡imposible! ¡¿Entonces estoy enamorada de un humano! —exclamó llevándose las manos a las mejillas, mientras sonreía con nerviosismo.

Al otro lado del mundo, más en específico en las calles de París, Francia, caminaba una mujer japonesa a mediados de sus treinta, de cabello negro corto, gafas de sol, varias perforaciones en su oreja izquierda y una cicatriz en forma de equis en su mejilla derecha. Vestía una camisa gris manga corta debajo de una chaqueta de cuero negro con picos de metal en las hombreras y que tenía una calavera en llamas grabada en la espalda. Sus jean eran grises y estaba rasgados y calzaba mocasines. Ella era la Agente Especial, Gotouge Shinobu, la hermana mayor de Gotouge Kanae y cuñada de Saneyoshi Nobunaga.

Durante su caminata, su teléfono sonó y lo atendió de inmediato.

—Sí, soy yo. Ya llegué a París, iré a la Mansión Nostradame para encontrar respuestas y acabar con ese traidor de una vez por todas —informó con un fuego en su mirada.