11-Te Amo
Minamoto no Yoshinaka le había propuesto a Tomoe pasar un mes juntos, mientras ella decidía si casarse con él o no. En una de sus "citas", Yoshinaka y Tomoe se encontraban sentados en el jardín de la residencia Minamoto, en una noche de luna llena, bebiendo ambos el té. Tomoe y Yoshinaka llevaban kimonos y dejaron atrás sus armas y armadura de samurái, ya que solo quería pasar un rato agradable, lejos de los entrenamientos.
—Oye Yoshinaka, ¿qué fue lo que te llamó la atención de mí como para que me pidas matrimonio? —preguntó Tomoe, por curiosidad.
—Tu cara —respondió con un rostro inexpresivo.
—¡¿Ehhhh?! ¡¿Eso es todo?! —exclamó pasmada.
—También tienes un lindo trasero —agregó como si nada.
Tomoe trató de abofetarlo, pero el logró agacharse a tiempo.
—En resumen, ¿si apareciera una mujer más hermosa y con mejor trasero, la preferirías a ella? —inquirió frunciendo el ceño.
—Bueno, es probable —respondió.
—¡Muérete! —exclamó Tomoe, tratando de patearlo, pero Yoshinaka atrapó su pierna, tumbándola al suelo para luego estar encima de ella a centímetros de tu rostro.
—¡Broma!... la verdad es que eres una chica muy ruda y enojona, es divertido fastidiarte porque tus expresiones me encantan, eres bastante adorable cuando te enojas —confesó con una ligera sonrisa— ¿Podemos besarnos?
—¿Cómo diablos puedes pasar de idiota, a romántico y luego a ser un idiota nuevamente? —preguntó con una ligera mueca.
—¿Entonces no quieres un beso? —preguntó moviendo la cabeza a un lado.
—B-b-bueno... tal vez uno pequeño —respondió apenada.
Yoshinaka le dio a Tomoe otro beso fugaz, como la primera vez, pero en esta ocasión cuando él se separó, la chica alzó ligeramente la cabeza, como si quisiera seguir con aquel beso.
—Hay algo en tí que se me hace adictivo, quizá tu sonrisa, tu mirada, tu voz o tal vez sea todo de tí —declaró Yoshinaka, mirando los ojos de Tomoe con fascinación.
Tras esas palabras Tomoe besó a Yoshinaka nuevamente, esta vez en un beso mucho más largo y pasional, en el cual Yoshinaka rodeó la cintura de la chica con sus brazos. Al separarse, juntaron sus frentes y se quedaron en silencio varios segundos, hasta que Tomoe volvió a tomar la palabra.
—Los días que pasé contigo fueron divertidos, ¿sabes? —confesó con una sonrisa—. Fuiste una especie de luz en donde solo ví tinieblas. Hiciste que este ruido en mi pecho se calmara y pude seguir haciéndome fuerte gracias a tí.
—¿"Tinieblas"? Para mí siempres has estado radiante —replicó Yoshinaka, apartando un mechón de su cabello.
—Hahahaha... eres un idiota meloso, Yoshinaka —dijo Tomoe, dándole un pequeño golpe en la frente—. Tomé una decisión, quiero casarme contigo.
—¿Estás segura? No quiero que vivas con un arrepentimiento —dijo Yoshinaka, con un rostro serio.
—Idiota, nunca me arrepentiré de algo en mi vida —replicó tomando a Yoshinaka de las mejillas—. Quiero seguir luchando a tu lado, sin importar las circunstancias. Cásate conmigo, Minamoto no Yoshinaka.
—Hmpf, esa era mi frase —musitó Yoshinaka con diversión.
Una semana después de esa noche, Tomoe y Minamoto no Yoshinaka se casaron en una ceremonia que involucró a la familia de la chica, a todos los miembros del Clan Minamoto y a todos los guerreros que sevían a dicho clan. La fiesta fue bastante ostentosa y Tomoe lloró de felicidad una vez que estuvo oficialmente unida en matrimonio con el hombre que amaba. Jurando que el dolor del pasado nunca volvería a atormentarla.
Con el pasar de los años, Tomoe siguió creciendo como artista marcial dentro de las filas del Clan Minamoto, logrando varios méritos dentro del mismo por ella misma, sin depender de su marido. Gracias a sus logros militares, se le concedió el título de "Gozen". Un título honorifico que solo se le concedía a las mejores onna-mushas, mujeres guerreras del Japón feudal.
Tomoe siempre destacó por su excepcional manejo de las armas y combate cuerpo a cuerpo, a tal punto que todos los miembros del Clan Minamoto declaraban con tal seguridad de que ella valía lo mismo que mil hombres. A sus veinte años, se convertió en capitán del primer escuadrón al servicio de Minamoto no Yoshinaka.
Todo cambiaría en el año de 1180, cuando ocurrieron las llamadas Guerras Gempei.
Un conflicto bélico que enfrentó a los Clanes Taira y Minamoto, para detener la terrible tiranía ejercida por Taira no Kiyomori, ya que había había encerrado al emperador Go Shirakawa y el príncipe Mochihito pidió ayuda al Clan Minamoto para derrotarlo.
https://youtu.be/DuTXAE2fRHk
Minamoto no Yoshinaka fue llamado a la batalla por su primo, Minamoto no Yoritomo, por lo que un día, reunió a todas sus tropas, incluyendo a su esposa Tomoe Gozen.
—En Japón existen dos clanes sumamente poderosos, uno de ellos es el Clan Taira dirigido por Taira no Kiyomori y el otro es el Clan Minamoto —declaró con un tono de voz fuerte, firme y con una mirada de tigre—. Los Taira quieren adueñarse de Japón a como de lugar, no les importa a cuantos hombres, mujeres o niños deban de matar para lograr ese objetivo. Por eso, es nuestro deber como parte del Clan Minamoto el detenerlos cueste lo que cueste. El día hoy marcharemos a la guerra en contra de estos tiranos que creen que pueden pisotearnos, ¡mis soldados! ¡Hagamos que los Taira nos tengan miedo y que sepan nuestro verdadero poder! ¡Avancemos hacia la victoria y creemos un Japón donde nuestras mujeres e hijos puedan vivir! ¡Luchemos por un mejor futuro para Japón!
Los soldados de Minamoto no Yoshinaka victoriaron a todo pulmón a su general, motivados para luchar contra aquel temible clan. Tomaron sus armas, armaduras y caballos, yendo hacia el enemigo sin una pizca de miedo o dudas.
—¡Danna-sama! —exclamó Tomoe, cabalgando junto a su amado en su caballo Kaze Haru (Sombra de Primavera)—. Permíteme ser tu estratega de confianza ¡umu!. Las guerras no son diferentes a un tablero de juego. Si logras dominar el ritmo del juego, entonces tendrás al enemigo en la palma de tu mano ¡umu!.
—Tomoe, si quieres ser mi estratega de honor, entonces gánate ese puesto —decretó Yoshinaka mientras cabalgaba cruzado de brazos—. Encuentra la oportunidad perfecta para brillar y demuestra por qué te convertiste en uno de mis capitanes, ¡haz que los Taira se arrodillen ante los colores de nuestro escudo y de nuestro corazón!
—¡Umu! ¡Lo haré! Danna-sama, te lo aseguro, en esta guerra se me conocerá como "La Inigualable en Mil Años" ¡Umu! —declaró Tomoe, con una sonrisa energética.
Ese día, la facción de Minamoto no Yoshinaka partió en contra del Clan Taira, por primera vez en su vida, Tomoe Gozen tendría un desafío digno para alguien tan fuerte como ella.
Tal y como dijo Yoshinaka, el momento de brillar de Tomoe Gozen llegó en la Batalla de Yokotagawara, la segunda batalla que libró la facción de Yoshinaka contra sus enemigos.
Aquel día, Tomoe Gozen montaba su caballo con una maestría sorprendente a pesar de cargar con una espada que medía casi lo mismo que ella y era sumamente pesada, pero aún así, era capaz de usarla con una sola mano. Tomoe apodó esta espada como Kabukiribocho (Cuchillo Decapitador).
Al ver a los guerreros del Clan Taira aproximándose, una visión se formó ante sus ojos, imaginándose todo el campo de batalla como un tablero de shogi. Una sonrisa demoníaca se formó en su rostro y al estar enfrente de sus tropas, alzó su gran espada al aire.
—¡Hagamos que se arrodillen ante los colores de nuestro escudo y de nuestros corazones! —exclamó a todo pulmón— ¡Jinetes, al frente! ¡Lanceros, cuiden la retaguardia y no dejen que ningún Taira cruce donde nosotros estamos parados!
—¡¡¡¡A sus órdenes, Gozen!!!! —gritaron los soldados de Yoshinaka, con su alma ardiendo.
Cabalgando hacia una tempestad de armas y sangre, las tropas de Minamoto no Yoshinaka dirigidas por Tomoe Gozen avanzaron de frente en contra de aquel ejército que hacía temblar la tierra con su galopar.
Tomoe Gozen cortó siete cabezas de sus enemigos con un solo corte de su Kabukiribocho, abriéndose paso entre sus enemigos con una ferocidad y fuerza digna de un Oni. Todos aquellos que se cruzaban en su camino, eran decapitados sin que ella tuviera la necesidad de bajarse de su caballo.
Las estrategias de aquella mujer guerrera fueron clave para la victoria del Clan Minamoto en esa batalla y con su victoria, Tomoe Gozen se ganó el puesto de estratega de honor de Minamoto no Yoshinaka.
A partir de ese entonces, la facción de Minamoto no Yoshinaka logró conseguir victorias tras victoria, como en la batalla de Kurikaratouge o en la batalla de Shinohara. Gracias a eso, lograron entrar en Kioto, donde el Clan Taira tenía cautivo al emperador Go Shirokawa, quien convirtió en Shogun a Yoshinaka como agradecimiento.
Sin embargo, esto solo formó parte de una conspiración que tenían Go Shirokawa y Minamoto no Yoritomo, para así deshacerse de Yoshinaka, ya que su primo lo veía como una amenaza para sus planes a futuro como gobernante del país del sol naciente. Por lo que ahora Minamoto no Yoshinaka estaba en la mira de todo el mundo. Intentó de todo para enfrentarse a su primo, desde volver a secuestrar al emperador hasta pedirle ayuda a los Taira, pero ningún plan funcionaba.
Minamoto no Noriyori lideró la cacería en contra de la facción de Yoshinaka, si bien Tomoe Gozen con sus estrategias y habilidades especiales logró hacer retroceder a sus perseguidores durante un tiempo. La falta de recursos y el cansancio empezaron a pasar factura en todos los hombres de su marido.
Todo culminó en la batalla de Awazu, el 21 de febredo de 1184, donde Minamoto no Yoshinaka trataría de hacer frente a las fuerzas de Noriyori, pero antes de que empezara la batalla citó a Tomoe Gozen a un terreno apartado.
—¿Qué sucede, danna-sama? —preguntó Tomoe, llena de tierra y con el cabello despeinado después de ser una fugitiva tanto tiempo.
—Tú eres mujer, tú puedes ir a donde tú quieras, creo que aquí moriré y no sería bueno para mí que digan que traje a mi esposa a morir —declaró Yoshinaka, rompiendo el corazón de Tomoe en miles de pedazos—. Lárgate, vivi una larga vida y no me olvides.
—¡¿Qué demonios estás pidiéndome, danna-sama?! —gritó Tomoe entre lágrimas— ¡¿Cómo puedes creer que te voy a abandonar?! ¡Me quedaré a luchar, hasta que mi corazón no pueda más!
Yoshinaka le abofeteó con fuerza, sorprendiendo a Tomoe. Aunque no le dolió, era la primera vez que su marido hacía tal cosa.
https://youtu.be/IRabrp1Bd2U
—No te lo estoy pidiendo como tu esposo, te lo estoy ordenando como tu general —replicó Yoshinaka, con una expresión de dolor y tristeza—. Para mí... eres más valiosa que mi propia vida. Eres el amor de mi vida... no, la vida eventualmente se acaba, tú eres el amor de toda mi alma. Incluso si muero, te seguiré amando en la otra vida.
Tomoe abrazó a su marido entre lágrimas y este le abrazó de regreso.
—Por favor... no me ordenes que te abandone —suplicó sin poder con su alma.
—No pude salvar a nadie en mi vida, ni a los habitantes de Japón ni a mis propios hombres —confesó sintiendo detrás de él a todas las almas en pena de sus camaradas—. Te lo pido como tu esposo y te lo ordeno como tu general... déjame salvarte. Quiero que te marches y vivas una larga vida. Solo eso deseo. Sabiendo que te fuiste y viviste, podré estar tranquilo y podré marchar con mis hombres para vengar a los caídos o reunirme con ellos con honor.
—Danna-sama, déjame luchar, por favor —siguió insistiendo Tomoe.
—Tomoe, mi dulce Tomoe... te amo y te amo tanto que quiero dejarte ir para que vivas —musitó Yoshinaka, limpiando sus lágrimas—. Te lo suplico, Tomoe, no seas otra de las almas de mis camaradas caídos que me atormentan por la noche.
Entre lágrimas, ambos esposos se despidieron. Tomoe tomó su caballo y se marchó del lugar, sin parar de llorar.
Durante su huída una flecha llamó su atención y entre los árboles, apareció un joven delgado, de cabello negro y largo, armado con arco y flecha que salió de entre los áboles. Él era el legendario arquero de las Guerras Gempei, Nasu No Yoichi.
—¡Yoichi! ¡¿Acaso vienes a matarme por órdenes de Yoritomo?! —exclamó Tomoe, desenvainando su naginata.
—Claro que no, me llamó Minamoto no Yoshinaka —aclaró arrodillándose ante ella—. Me ordenó que la lleve a un sitio seguro, Gozen.
—¿Estás de nuestro lado? —interrogó incrédula.
—No estoy de acuerdo en cómo Minamoto no Yoritomo está llevando las cosas —declaró con un tono serio—. Incluso... empezó a perseguir a Yoshisutne. Por eso, decidí unirme al bando "rebelde". Conozco un lugar en donde estará a salvo, Gozen. Por favor, venga conmigo.
Nasu no Yoichi sacó de entre sus ropas la nota que le envió Minamoto no Yoshinaka, Tomoe reconoció perfectamente la firma de su marido y por fin le creyó al arquero.
Aquella noche, Tomoe Gozen fue llevada hasta un templo budista, donde pasó varios días oculta hasta que se enteró de la muerte de su marido en la batalla de Awazu.
Tomoe pasó varios días en luto, recluída en su habitación del templo y no salió sino un año después de la muerte de Yoshinaka.
Ella pasó el resto de sus días en aquel templo, convirtiéndose en una monja y enseñándole a todos los alumnos, niños y niñas, el arte de la naginata, hasta el fin de sus días cuando murió de causas naturales a la edad de ochenta años.
Cuando Tomoe terminó de contar su historia, sus compañeros estaban en un silencio total. Sasaki Kojiro agachó la cabeza ante ella.
—Discúlpeme por haber tenido otras intencios con usted —declaró con algo de culpa por haberle coqueteado.
—Hmpf, eres todo un caballero, "Baka-Ganryu" —dijo Tomoe, con una ligera sonrisa—. No se sientan mal por mí, estoy feliz por haber cumplido el último deseo Minamoto no Yoshinaka. Ya no me arrepiento de nada.
—Sé muy bien lo que es perder al amor de tu vida, de verdad lo siento, Tomoe-san —dijo Saneyoshi, cabizbajo.
—¿Cómo murió tu esposa? —preguntó Tomoe, para sorpresa de Saneyoshi por lo directo que fue—. Todos aquí hemos sufrido, podemos entender tu dolor y contarlo aliviaría bastante tu alma. Además, queremos saber qué te llevó a tal extremo como para resucitar a guerreros del pasado.
—Su nombre fue Gotouge Kanae... y era la luz de mi vida. La persona que me hizo darme cuenta que no estaba loco —confesó Saneyoshi, cabizbajo.
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