Fanny sentía como si le hubieran arrancado el corazón, eran tantos los momentos que había pasado con Kenya, por algo dicen que los mejores amigos son inseparables. La quería demasiado, era como su hermana, no soportaba la idea de que alguien le hiciera daño.
Llamó a Alex, necesitaba decirle lo que ocurría.
Cleaver llegó horas después, anotó los datos generales de Kenya y les informó sobre la información que tenía hasta ahora.
-Samuel Forster. 48 años, nunca estuvo en prisión salvo la vez en que te acosó. No tiene enfermedades mentales según el expediente pero para ser capaz de esto debe estar loco.
-¿Tienen su dirección no?
-Ya envié hombres a buscarlo pero, nadie había estado en esa casa desde hace como 15 años mínimo. Avisé en aeropuertos y fronteras. No saldrá de la ciudad.
-Pero eso no evita que aún tenga a mi amiga.
-Descuida, la encontrarán pronto amor.
-Seguiré con la investigación, avisaré si obtengo información nueva.
-Muchas gracias agente.
-Con permiso.
En cuanto salió, Tom llegaba a la casa y se confundió al ver toda la escena y a Fanny llorando.
-¿Ocurre algo malo? ¿Dónde está Kenya?
-Eso quisiera saber.-Dijo Fanny sin dejar de llorar.
-¡¡Debo salir a buscarla!!.
-Hiddleston cálmate, el agente Cleaver está en eso
-¡¡¡Pero no podemos quedarnos aquí cuando ella está allá afuera perdida!!!
De pronto se encendió el teléfono de Fanny, en la pantalla se observaba a Kenya en el suelo, inconsciente, estaba en una habitación decorada al estilo vintage, parecía la cocina de una casa de muñecas.
Había mucha interferencia y la imágen estaba borrosa, Fanny obervaba que su amiga tenía una especie de pulseras en ambas manos y en sus tobillos. La transmisión se cortó y no se quedó el registro de quién la había enviado.
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Kenya despertó, estaba mareada y no recordaba mucho. Su confusión aumentó cuando vio el lugar en el que se encontraba. Trató de buscar una salida, pero el lugar no tenía ventanas, ni siquiera sabía cómo la habían metido en ese lugar si no localizaba la puerta. Había un horno, un refrigerador, una mesa con dos sillas y un armario, todo estaba pintado de colores pasteles, se parecía a la casa de muñecas que tenía Ava.
Miró sus muñecas, tenía lo que parecían brazaletes blancos. No sabía lo que pasaba pero tenía que salir de ahí. Observó el techo, en la esquina había una cámara. Observándola. Las puertas del armario se abrieron y de ahí salió el tipo.
-Veo que ya despertaste.-Ella sólo lo miraba con miedo.-Sabes, esto no es lo que esperaba.
Se empezó a acercar a ella pero Kenya inmediatamente se apartó hasta quedar contra la pared.
-No te haré daño, a quien quería era a Estephany pero, las cosas no salieron como esperaba.
-Entonces si no me necesitas déjame libre.-Dijo ella temblando de miedo.
-Aún puedo cambiar mis planes. Ella pudo ser muy feliz aquí conmigo, sería una perfecta muñeca inflable no crees. En cambio, tú pareces más una muñequita de trapo que ni siquiera puede mantenerse en pie, mira.-Dijo sacando un pequeño control remoto y presionando un botón, ella sintió descargas eléctricas en sus muñecas y tobillos haciendo que cayera al suelo.
-Lo ves, eres un ser débil. Por eso prefiero a Estephany, mi madre antes de morir me dijo que escogiera a la mujer perfecta y ella lo es.
-Estás enfermo. Ella no te pertenece.
-No aún. Pero puedo usarte para eso. No entiendo cómo es que se casará con Renner, él no la merece, ni siquiera tienen los mismos gustos. Ella es seria, tranquila, él es un payaso.
-Pero lo que te faltó mencionar es que ella lo ama y a ti te odia.-El tipo lleno de furia empezó a abofetearla hasta que ella comenzó a sangrar tanto de la boca como de la nariz.
-Creo que es buen momento de informar a tu amiga cómo estás.-Sacó lo que parecía un teléfono, tomó una fotografía y salió de ahí. Kenya sentía la sangre cayendo, el olor a sangre, era mucho y terminó desmayándose.
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Tom no sabía qué hacer, sólo daba vueltas por toda la sala, desesperado, intentaba ser fuerte pero sus emociones salían a flote, estaba pensando qué hacer para encontrarla cuando sonó de nuevo el celular de Fanny. De nuevo aparecía aquella habitación, Kenya aún seguía en el suelo pero ahora tenía sangre en la cara, una voz distorsionada se hizo presente.
-Hola querida, lamento mucho la situación en la que se encuentra tu amiga pero tú puedes ayudarla. Empieza por retirar a los policías, no me gustó que entraran en mi casa.
La transmisión se cortó y como en la anterior, no dejó registro.
Todos estaban frustrados, Tom parecía a punto de perder la cordura, haría hasta lo imposible con tal de verla a salvo.
Cleaver llegó, Jeremy le informó sobre el asunto con las llamadas.
-No tienen que hacer caso a este asunto. No me retiraré hasta ver que esta chica esté a salvo.
-¿Pero entonces qué se puede hacer?.-Dijo Tom al borde del llanto.
-No hay llamada que no se pueda rastrear, necesitamos un especialista en tecnología pero...
-Yo puedo conseguir uno.-Dijo Lance quien acababa de llegar y había escuchado todo.-Ella es demasiado importante para mí y no soporto que un demente la tenga secuestrada.
-Gracias Lance.-Dijo Fanny un tanto esperanzada.
-¿En cuánto tiempo crees que puedas conseguir a esa persona?
-Ahora mismo la llamo.
-Muy bien. Seguiré investigando. Hasta pronto.
Tom no decía nada, el odio que sentía hacia Lance aumentaba al saber que sí estaba contribuyendo para encontrar a Kenya mientras él sólo observaba en silencio pensando en lo que podía hacer.
Fanny mientras tanto buscaba en su teléfono cualquier cosa que le dijera quién había enviado esas imágenes y desde dónde.
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Kenya despertó de nuevo, ni siquiera sabía en qué día estaba, el reloj en la pared decía que eran las 3 pero no especificaba si era tarde o madrugada. Al menos sabía que detrás del armario estaba su salida, ahora necesitaba un plan, con la cámara vigilando no podría hacer ningún movimiento sospechoso.
Pensando no advirtió la presencia del hombre quien llevaba unas cadenas.
-¿Qué...
-No opongas resistencia, hagamos esto por las buenas ¿vale?.-Dijo al momento que tomaba sus brazos y la encadenaba a una de las sillas.
Sujetó sus tobillos también para evitar que se moviera y después volteó hacia la cámara.
-Buenas tardes mi amor. Tu amiga no ha dado muchos problemas hasta ahora, la tienes muy bien educada. Pero no es a ella a quien quiero y lo sabes. Justo ahora los dos debemos sentirnos iguales, tú no soportas las idea de que tenga a "Wuy", yo tampoco soporto la idea de que ese idiota te despose. Hagamos un trato...-No siguió hablando pues Kenya aprovechando el descuido trató de escapar acercándose mucho a la puerta.-Me retracto, no le enseñaste a obedecer, creo que tendré que hacerlo yo.
Sacó un estuche con utensilios de medicina, parecían las herramientas de un cirujano. Con unas tijeras cortó parte de la blusa que llevaba Kenya, dejando una parte de su abdomen descubierto.
Tomó el bisturí y sin pensarlo hizo dos cortes un tanto profundos, al menos tardarían un tiempo en cicatrizar.
Ella sólo gritaba por el dolor pero más por el miedo y el tipo lo único que hacía para callarla era abofetearla, su mejilla tenía ya una herida sangrando a causa de los golpes. La imágen era simplemente desgarradora.
-Creo que esta es la primera parte del trato: cancela tu boda.