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Un lindo comienzo.


El gran día que tanto había esperado por fin había llegado pero ahora no quería salir de su cama, no había podido dormir en toda la noche por planear la mejor cita que pudieran imaginar pero ni eso importaba porque no tenía nada más que preguntas de a donde llevaría a Taehyung y si todo saldría bien.

Antes contaba los días para que saliera con Taehyung y en este momento no quería que el reloj avanzará, tenía que ir por él a su casa a las 3 de la tarde pero ya eran la 1 y él no tenía la menor idea de que hacer.

Siempre había  sido testigo de cuanto se emocionaban por una cita y en enserió que los entendía, sin embargo, se preguntaba si también habían pasado por este momento lleno de incertidumbre. Solo era una salida pero era tan difícil que necesitaba ayuda con urgencia.

— Hola.— hablaba con alegría Jimin pero al ver que Jungkook seguía en su cama entró de inmediato a la habitación.— ¿Qué sucede? ¿Estás enfermo?.— se escuchaba que su amigo estaba preocupado.

— No.— respondió con voz decaída y cubrió su rostro con una almohada.— Solo no tengo idea se que hacer.

Jimin se burlo de su amigo porque conociéndolo sabia que pasaría por este momento por lo perfeccionista que era  y seguramente nada le parecía suficiente para su primera  cita con Taehyung. A principios de semana estaba tan alegre que no dejaba de hablar sobre ello y a los posibles lugares a donde irían pero por lo visto las cosas se habían complicado, ni siquiera se había arreglado y el tiempo seguía corriendo.

No solo Jungkook era el único nervioso, Taehyung, estaba en la misma situación en la mañana porque se preocupaba mucho de que ropa ponerse, agregando un pequeño pero gran detalle porque le pediría a Jungkook que fuera su novio así que necesitaba ayuda y apoyo tanto de Jimin como de Hoseok. Si bien, estaba feliz por ambos chicos  también estaba lleno de curiosidad porque estaban tan sincronizados que los dos planeaban pedirle al otro que fuera su novio, el como buen amigo sabía todo pero dejó que continuarán con ello porque quien era él para arruinar una sorpresa además que no se atrevía a detener a alguno.

 
— Ya casi es hora de la gran cita y no dejaré que llegues un minuto tarde.— le quitó la almohada del rostro, quitó las sábanas y levantó a su amigo a fuerzas de la cama para meterlo al baño.— Báñate, yo me encargo de la ropa.

 
— Pero...

 
— No quiero escucharte solo apúrate.— Jimin no dejó terminar a Jungkook y solo cerró la puerta del baño.

 
Jimin no tardo mucho en encontrar la ropa perfecta para Jungkook además de que tampoco quería que vistiera distinto porque no se sentiría cómodo y lo que necesitaba era justo eso; sentirse bien porque  saldría con el chico del que se había enamorado.

— Jimin necesito que me ayudes.— dijo casi suplicando Jungkook cuando salio del baño y su amigo sonrió.— No se a donde vamos a ir.

 
— Tranquilo.— Jimin inhalo y exhalo y Jungkook hizo lo mismo hasta que sus nervios se disiparon un poco.— Bien hecho, ahora cámbiate.

 
Por eso adoraba a Jimin, siempre estaba para él cuando más lo necesitaba y vaya que lo agradecía porque hace unos minutos estaba completamente perdido y aunque todavía seguía preguntándose de  adonde llevaría a Taehyung por lo menos tenía a su mejor amigo que lo ayudaría.

— En que has pensado.— cuestionó Jimin mientras  observaba en la computadora algunos lugares que había buscado Jungkook.— Me gusta la idea del Río Han pero tal parece que va a llover así que no.

— Fue el primero que descarte.— comentó Jungkook mientras se ponías su tenis.— Me gusta pero para una cita más adelante.

— Por lo que veo ya pensaste en varias.— decía el mayor y su amigo se sonrojó.— Creo que no necesitabas tanto mi ayuda.

 
— Sin ti me hubiera tardado más en salir de la cama.— ambos rieron  porque sabía que era verdad.— Y tu opinión no me cae mal.

 
— Podrían hacer algo que les guste a ambos no importa que sea un lugar que acostumbren, las citas son especiales porque son con esa persona especial.

Eran las tres de la tarde cuando Jungkook tocó la puerta en la casa de Taehyung, quien no tardo nada en salir de casa bajo la atenta mirada de su padre que hasta hace un segundo tenía curiosidad porque su hijo desbordaba alegría pero cuando vio que se trataba de un chico su sonrisa se borró de inmediato.

Ambos jóvenes estaban sumamente nerviosos pero en cuanto se vieron sus inseguridades desaparecieron y se olvidaron de todo solo eran ellos dos. Estuvieron conversando durante el camino a la parada de autobús con toda la comodidad del mundo. 

— ¿Y donde vamos a ir?.— cuestionó Taehyung cuando llegaron a la parada para después buscar su tarjeta del transporte.

— Al arcade.— murmuró Jungkook que se cubría la boca porque aunque le gustaba la idea en el fondo sentía que no era un buen lugar para una cita.

— ¿Qué dijiste?.— preguntó el mayor que tenía toda su atención en él  ya que no habia escuchado bien.

— Al árcade.

— Me parece perfecto.— una sonrisa se apoderó de los labios de Taehyung y contagio a Jungkook que debía recordar comprarle algo a Jimin por la ayuda de ese día.— Pero de una vez te aviso que siempre gano así que no te sientas mal si pierdes.

— ¿Me estás retando?— Jungkook se agachó nun poco para quedar a la altura de Taehyung que sonrió divertido por el comentario.

— Claro que si.—respondió Taehyung acercándose más a Jungkook, que aprovecho el momento para quitarle su tarjeta del autobús ya que después de varios intentos seguía sin poder pagar su pasaje que debía además de todos los demás desde que lo acompañaba a su casa. Guardo la tarjeta del mayor en su pantalón mientras el autobús se detenía.

— Ya gane la primera batalla.— afirmó Jungkook antes de darle un ligero toque a Taehyung en su nariz para después subir al autobús y pagar el pasaje de ambos.

 
— No importa lo lindo que seas, te ganare.

Sabía que ese chico iba a dar problemas.

No dejaba de recriminarse el señor Kim por dejar que todo se saliera de sus manos. Jamás debió de haber dejado que alguno de sus hijos se relacionará con un chico a menos que fuera por una amistad. Había estado tan ocupado en su trabajo que no notó lo que estaba pasando con el menor de los Kim y como se arrepentía ahora.

Semanas atrás había notado que un joven había acompañado a Taehyung hasta la puerta de su casa y aunque en un inicio no tenía ningún problema con ello pero cambió cuando  notó de quien se trataba. Habían pasado tantos años desde la última vez que lo vio que ya había dado por hecho que en esta vida no corrían riesgo de encontrarse con aquel joven que había confundido a su pequeño, sin embargo, tan mala era su suerte que aquel sirviente de hace años ahora se presentaba como un  estudiante.

 
Quiso convencerse de todas las formas posibles que eso no cambiaría nada y que en esta vida Taehyung tomaría la decisión correcta y se alejaría de aquel joven pero aunque no lo quisiera aceptar no estaba sorprendido cuando  Taehyung con una gran sonrisa que iluminaba su rostro y ojitos brillantes le aviso que tendría una cita.

 
Ese fue su gran error debió detener todo desde ese instante como lo había prometido cuando los vio en la calle pero había dejado que todo avanzará pensando que tal vez saldría con una chica y ahora Taehyung llegaba con la noticia de que Jungkook era su novio.

 
— Kim Taehyung, olvídate de esa estupidez.— exigió el señor Kim con notable molestia.— No quiero volver a escuchar eso.— se levantó del sofá dando por terminada la conversación.

 
— No es ninguna estupidez.— dijo con determinación a lo que su padre volteó a verlo.— Amo a Jungkook.— todo se estaba repitiendo.

— ¡No vuelvas a decir eso!.— gritó el señor Kim y paso una mano por su cabello con frustración, no quería creer que se repetiría la historia.— Los dos son hombres y...

 
— Es por eso.— comentó para si mismo Taehyung al mismo tiempo que caminaba hacía su papá para después fingir una risa.— No tiene nada de malo y en la actualidad...

 
— No me interesa lo que digan ahora.— se acercó a su hijo mirándolo fijamente con seriedad y señalándolo.— Que te quede algo bien claro Taehyung no me interesa lo que pase con los demás pero mis hijos no van a tener una relación con un hombre.

Jamás había hablado con su padre de su orientación sexual porque no vio la necesidad de hacerlo ya que creía que tenía unos padres amorosos, tranquilos y que lo apoyarían sin importar lo que sucediera pero ahora que tenía enfrente a su padre se dio cuenta de que espero demasiado de él.

 Estaba feliz de estar con Jungkook y llegó a pensar que su familia estaría igual de feliz por él, se había equivocado pero esto no lo detendría y no dejaría que nadie se metiera en sus decisiones y menos con Jungkook. Estaba dispuesto a enfrentarse a lo que fuera, incluido su padre, por estar con Jungkook.

— Solo te estaba avisando de mi relación no te estaba pidiendo permiso.— la decisión de Taehyung era firme y eso era lo que más hacia enojar a su padre con quien ya no tenía más que hablar así que se dirigió a la puerta.

— ¿Terminas tu con esa estúpida relación o lo hago yo?

 
— No lo voy a hacer.— dijo retando a su padre con la mirada, quería mucho a su papá pero no dejaría que interfiera entre Jungkook y él.

— ¡Entonces lo haré yo!.— exclamó el señor Kim empujando a su hijo para salir de su oficina que tenía en casa.

 
Taehyung vio tan decidido a su padre que tenía miedo de lo que fuera hacer, corrió detrás de él para detenerlo pero no pudo hacer nada porque lo empujaba sin importarle si se lastimaba, afortunadamente, llego su mamá en ese instante.

 
Si algo caracterizaba a Kim MinYoung era que protegía a sus hijos de lo que fuera y no tenía miedo a enfrentarse a todos con tal de que sus hijos estuvieran bien; no importaba que fuera su esposo.

— ¿Se puede saber que diablos estas haciendo?.— cuestionó a su esposo después de levantar a su hijo.

— Pregúntale a tu hijo.— el señor Kim tenía una debilidad y esta era su amada MinYoung que estaba furiosa y todo debido a él.— Tiene una relación con un chico.

 
— Mamá...

— Detente Taehyung.— señalo MinYoung que le hizo una seña a su hijo para que se callara.— Con que ese es el gran problema según tú.— encaró a su esposo con los brazos cruzados.— Haces un drama por nada y deja que Taehyung ame a quien quiera.

 
Padre e hijo estaban sorprendidos por lo que habían escuchado, Taehyung abrazo a su mamá con alegría de que ella lo apoyara  y por otro lado su padre solo se enoja más ¿Cómo podía estar de acuerdo con una relación entre hombres? Eso no era lo que quería para sus hijos y jamás pasaría.

— No puedo creer que apoyes algo tan repugnante y si tu no vas a hacer nada yo si.

 
Los padres de Taehyung siempre habían sido un ejemplo para sus hijos en todo sentido y muchas personas los admiraban en varios ámbitos, sin embargo, para el menor de los Kim destacaban como sus padres y como pareja.

 Como sus papás eran muy cariñosos, protectores sin llegar a ser encimosos, intentaban guiarlos o darles los valores suficientes para que fueran personas de bien y había funcionado tanto con él como con su hermano mayor. Como pareja los admiraba porque era claro el gran amor que se tenían y no tenían ojos para nadie más, había visto tantas fotos de ellos jóvenes y podía asegurar que seguían igual de enamorados como cuando eran unos adolescentes.

Jamás los había visto discutir y se sentía mal de que el fuera el responsable pero él quería la misma complicidad que tenia ellos y estaba seguro que Jungkook era esa persona con la que quería estar.

— Ni se te ocurra, Kim.— a diferencia del cariño con el que le hablaba antes su voz en ese momento era distante y fría.— Sabes lo importante que eres en mi vida pero no voy a dejar que te metas con nuestros hijo. Siempre has sido alguien razonable así que espero entiendas y aceptes la decisión de Taehyung.— caminó hacia su esposo para intentar tranquilizarlo.— Su amor no vale menos al nuestro porque este enamorado de un chico.— el señor Kim quiso decir algo pero ella lo detuvo.— Ya lo perdimos una vez y no pienso correr ese riesgo.— dijo en un susurro solo para que su esposo la escuchara.

 
Esas pesadillas vinieron de golpe sobre él y se tenso al instante. Todavía recordaba lo que había  hecho con Taehyung la primera vez que  había confesado que estaba enamorado y lo que había pasado con Jungkook en aquel momento. Había terminado con esa relación que estaba mal para él  pero el precio había sido muy alto; en un inicio pensó que hacía lo mejor para su hijo y que se olvidaría de todo con el tiempo.

Días después de que aquel sirviente se fuera del palacio levantó el encierro de Taehyung que para nada era aquel príncipe alegre que corría de un lado a otro, creyó que se le pasaría en unos días pero se equivoco porque su hijo se convirtió en alguien amargado, frío, solitario y enojado contra el mundo especialmente con su amado que lo había abandonado o eso creyó.

Un año después cuando se entero de la verdad había perdido completamente a su hijo porque ahora se había aislado de todos, se veía demacrado y no había día que no llorara por su amor; parecía muerto en vida hasta el día de su muerte no dejo de pronunciar el nombre de aquel sirviente.

— Eso no va a volver a pasar.— dijo lleno de tristeza a lo que su esposa asintió y solo subió a su habitación.

No vería partir a Taehyung, no otra vez.


Habían transcurrido cuatro años desde que Jungkook y Taehyung eran pareja y no podían estar más felices con ello, todo había pasado tan rápido que parecía que era un sueño lo que estaban viviendo.

Para Jungkook parecía que había sido ayer el día en que se reencontró con Taehyung y todavía se seguía avergonzado de cómo se había presentado ¿En serio le había dicho que había sido su mascota en su vida pasada? Por lo visto sí y aunque quisiera olvidarlo tanto Taehyung y Jimin se encargaban de recordárselo cada que podían.

Sin embargo, no se arrepentía de nada porque a final de cuentas todo había valido la pena, ahora no sólo tenía esos bellos recuerdo que llegaban en sus sueños sino también los que estaban construyendo en esta vida.

Todavía recuerda como había llorado cuando tuvo que separarse de Taehyung hace tanto tiempo, se le había partido el alma hacer tal cosa y que haya sido de aquella manera en la que pensara tan mal de él le había dolido, sin embargo, al saber que su vida corría peligro no dudo en irse por el bien de Taehyung aunque eso significara que lo odiara.

Mentiría si dijera que no tenía miedo del padre de Tae pero esta vez no lograría alejarlo de su hijo, ya había pensado en todas las amenazas que podía hacerle pero ni así caería esta vez; no lo permitiría. Pero cual fue su sorpresa cuando el señor Kim no  intervino esta vez, tampoco es que lo haya recibido con una gran sonrisa y los brazos abiertos pero por lo menos los dejaba estar juntos hasta que poco a poco había aceptado su relación y ya no tenía problema.

Ya hasta platicaban, tampoco  eran los más grandes amigos pero por algo se empezaba y aunque en un inicio no era su persona favorita por lo sucedido hace tanto tiempo por Tae haría el esfuerzo por llevarse bien.

 
Simplemente no podía quejarse de cómo iba su vida; en la universidad todo marchaba bien y sus calificaciones había mejorado, sus padres estaban igual de encantados con Taehyung, tenía a los mejores amigos, al novio más lindo y tierno del mundo que era capaz de acelerarle y detenerle el corazón como nadie.

Hoy cumplían cuatro años de novios y sino fuera por Jimin y EunWoo que estaba tocando como locos la puerta de su casa estaría brincando de felicidad.

— Tiene hambre— dijo EunWoo después de que su adorable novio entrara sin saludar y fuera directo a  la cocina.

 
— Esa es tu culpa recuérdame que debo regalarte un libro de recetas porque a este paso vas a matar  de hambre.— los dos entraron a la cocina, encontrándose con Jimin que revisaba todas las ollas.

También muchas cosas habían cambiado en estos dos años, Jungkook ya no podía seguir viviendo de ramyon así que un día que estaba aburrido y se puso a ver la televisión con su madre descubrió que la cocina se volvería uno de sus hobbies aunque eso incluía alimentar a sus amigos.

— ¿Ya tienes todo planeado para hoy?.— preguntó Jimin con la boca llena y EunWoo como el lindo novio que era le quitaba las migajas que se pegaban a sus mejillas.

— Si, haremos un picnic aquí en el jardín.— comentó el menor de los tres y siguió lavando las verduras que utilizaría.— El día está hermoso y...

— Y tienes la casa sola.— habló Jimin en tono sugerente ocasionando que Jungkook se pusiera rojo hasta las orejas.— Ya veo que no eres un bebé.

— N-no me re- refería a eso.— tartamudeó Jungkook ganándose un "awww" por parte de sus amigos por lo tierno que era.— Es en- en serio.

 
Jimin y EunWoo estuvieron toda la mañana con Jungkook y no dudaron en molestarlo el tiempo que estuvieron en su casa hasta que llego la hora de irse porque ya tenían planes para la tarde pero conociéndolos pasarían lo que restaba del día en el departamento de EunWoo.

 
Había terminado de preparar la comida antes de lo previsto así que tenía el tiempo suficiente para convertir el jardín en un lugar de ensueño; se había esforzado desde hace meses por mantener el jardín en perfectas condiciones y tenía su recompensa porque estaba lleno de flores de distintos colores, colocó luces e hizo un tipi ya que Taehyung le había contado que siempre había querido uno.

— Jungkookie ¿ya puedo abrir los ojos?.— cuestionaba Taehyung con impaciencia mientras su novio soltaba una risita.— No seas así conmigo, ya déjame ver.— hizo un puchero para convencerlo pero esta vez no funcionaria.

— ¡Ya llegamos!. Puedes abrirlos.— Taehyung abrió los ojos y quedó impresionado por lo que Jungkook había hecho. Todo era hermoso, ese era el motivo por el que no lo dejaba ir al jardín de su casa, la comida seguramente estaría deliciosa como siempre y el tipi era perfecto, tal como lo había imaginado.— ¡Feliz aniversario!.—  exclamó y lo abrazó por la cintura.

— Esto es hermoso.— dijo Taehyung con alegría antes de darse la vuelta y abrazar a su novio por el cuello.— Pero tengo que admitir que no tanto como mi lindo novio.
 

Sus miradas se encontraron y así estuvieron un tiempo como si solo fueran ellos dos, Taehyung levanto una mano y acaricio la mejilla de Jungkook y este cerro los ojos disfrutando de su toque. Era tan lindo que si por él fuera se quedaba observándolo siempre, siguió acariciando su rostro y Jungkook solo saltaba pequeños suspiros y sonreía hasta que sus dedos  llegaron a sus labios, le fascinaba el lunar que tenia debajo de sus labios  tanto que era su debilidad. Taehyung acorto la distancia y le dio un casto beso a Jungkook que abrió los ojos, así que Taehyung bajo la mirada porque estaba  un poco avergonzado por lo que su novio se rio porque a veces eran igual de tímidos como cuando inició su relación.

 
— No te burles de mi.— Taehyung hizo un puchero demasiado tierno y Jungkook no dudo en robarle un beso que para nada tenía algo de inocente más bien eran de esos que dejaban sin aliento y con ganas de más.

 
— Luego seguimos.— Jungkook le guiño un ojo y Taehyung solo trago con nerviosismo ¿desde cuando el tierno Jungkook había crecido tanto?.— Ahora espérame aquí tengo otra sorpresa.

 
Mientras no fuera otro beso y un guiño como el de hace un momento Taehyung  estaría bien porque de lo contario perdería la cordura. Mientras Jungkook entro a la casa, Taehyung se tomó el tiempo de observar detenidamente el jardín; desde niño tenía predilección por la flores y era tanta que no había noche en la que no estuvieran presentes en sus sueños.

 
— Cierra los ojos.— pidió Jungkook desde la puerta que daba al jardín y Taehyung no dudo en hacerlo.— Bien, ahora estira tus brazos hacia enfrente.— sin titubeos el mayor lo hizo y su novio puso un lindo perrito en sus brazos.
 

— ¡Awww!. Es tan lindo y tierno.— Taehyung abrazó perrito que era un pomerania de color negro.— Gracias, Jungkookie. Es tan bonito que no quiero soltarlo.—el menor río por el comentario y estaba más que satisfecho de que le haya encantado el perrito que era igualito al que él fue en su vida pasada.— ¿Ya tiene nombre?

— No, había pensado en Yeontan pero no se si te agrade.
 

— Me encanta.— volvió a abrazar al pomerania y le dio un beso en la mejilla.— Ya oíste Tan tu otro papá ya te puso nombre.— el comentario hizo reír a Jungkook que lo tomó de la mano para llevarlo  donde estaba el tipi y pudieran sentarse.— Que lindo hijo tenemos, ¿no crees?.

— Tienes razón.— confirmo Jungkook mientras lo veían correr de un lado a otro.— Te tengo algo más.— Taehyung lo miraba con curiosidad  cuando Jungkook sacó de una cajita dos pulseras; una era negra con una piedrita blanca y la otra era blanca con una piedra negra.— Se que es algo muy sencillo pero quería hacerlas.

Detalles como estos hacían que Taehyung se enamorara cada día más de Jungkook y agradecía haberlo conocido ese primer día de clases. Ese era uno de sus días favoritos y graciosos que había vivido con él, jamás olvidaría lo avergonzado que se había puesto después de presentarse de aquella forma tan peculiar y lo tierno que se veía cuando tartamudeaba; a partir de entonces se habían ganado su corazón y no pudo apartar la mirada de aquellos ojos tan lindos que brillaban como ninguna estrella y haría todo para mantenerlos así siempre.

— Son muy bonitas, Jungkookie y valen más por que las hiciste tú.— dejo que le pusiera la pulsera para después el hacer lo mismo.— Ya es tiempo de mi regalo.— Jungkook asintió y vio como su amado novio sacaba una cajita con un moño del bolsillo de su pantalón.— Ábrelo.

 
Con mucho cuidado Jungkook quitó la envoltura y el moño para no romperlos al mismo tiempo que se mordía el labio, un hábito que tenía cuando se concentraba. Abrió la cajita y encontró  una llave; era obvio que estaba confundido por el obsequio pero no dejaba de sonreír ocasionando que su novio riera a carcajadas.

 
— Me gusta.— pronunció sin dejar de ver la llave, no comprendía porque le regalaba eso pero viniendo de Taehyung aceptaba lo que fuera.

— ¿Solo dirás eso?.— preguntó el mayor con diversión y su novio asintió.— ¿Entonces aceptas?

 
— ¿Qué?

 
— Que vivamos juntos.— propuso Taehyung a quien le temblaba la voz un poco pero aún así sonreía mientras Jungkook tenia los ojos de par en par. Llevaba tiempo pensado en eso, amaba a Jungkook y estaba seguro de que quería compartir cada momento con él, quería despertarse y que lo primero que encontrará a su lado fuera a Jungkook, quería que cocinaran juntos aunque al inicio solo le ayudaría a lavar los trastes porque no sabia pero aprendería, ya que tenían a Tan jugarían con el y tal vez le buscarían un hermanito; deseaba tanto todas esas cosas que conllevan vivir con alguien sin importar si llegaba a haber algún desacuerdo porque siempre lo resolverían.

Una parte de Taehyung tenía miedo a la respuesta de Jungkook y más ahora que no decía nada solo observaba la llave en su mano, creía que tal vez se estaba adelantando pero llevaban 4 años de relación y estaba terminado la universidad  que creía que era el momento adecuado, aunque,  si su novio no estaba preparado lo esperaría el tiempo que fuera.

 
— Si quiero.— Jungkook salto sobre él para abrazarlo, esa respuesta hizo que soltará todo el aire que esta a reteniendo y abrazó fuertemente a su novio.— Claro que quiero Tae de hecho pensaba proponértelo hoy.

 
— ¿De verdad?.— Jungkook asintió y ambos rieron a carcajadas porque tal parece que estaban tan conectados que se ponían de acuerdo para hacer cualquier propuesta: como sucedió con su primera cita, cuando se hicieron novios y ahora que vivirían juntos.— Pero esta vez por fin pude ganarte.

 
— Yo diría que ambos ganamos, mi príncipe.

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