Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El realizador de sueños


Una tarde de final de otoño dos niños venían al mundo, tan iguales como dos gotas de agua, mismo color castaño de pelo, mismo color marrones de ojos, pero tan distintos como la noche y el día.

Por capricho del universo, ambos nacieron con un don, e igualmente tan parecidos, y tan distintos a la vez, el don de realizar los sueños y el don de robarlos, no fue hasta que cumplieron la mayoría de edad que se dieron cuenta de su gran poder, pero también fue en ese mismo punto donde empezaron a distanciarse, uno quería realizar sueños, el otro robárselos, y se hicieron enemigos, declarándose la guerra, competían por conseguir los sueños de las personas, y se peleaban continuamente cuando no lograban lo que querían, y se equivocaron de misión pues el objetivo principal de estos dos hermanos cambió a solo querer que el otro perdiera su don.

El realizador de sueños recuerda el día que descubrió su poder, fue una noche en la que la luna y las estrellas no iluminaban el cielo porque las nubes se cernían sobre ellas, no paraban de moverse, y parecían acompañar los pasos de nuestro protagonista, la calle estaba solitaria, y el único sonido que oía era el de sus propios pies y el del aire agitando la copa de los árboles, era tarde y debía llegar a casa lo antes posible si no quería que su madre le regañara, por lo que su paso era ligero, la nieve se le pegaba a los zapatos y de vez en cuando tenía que sacudirla de su abrigo o de su flequillo, era un Diciembre frío, de los más fríos que podía recordar y ni el jersey de cuello alto ni el abrigo conseguían que entrara en calor y la humedad ya le había calado hasta los huesos, giró a la izquierda a una plaza donde había una fuente y un gato negro que se lamía la patita y alrededor de esta se encontraban unos bancos hechos de madera, y justo cuando pasó por delante de la fuente escuchó su nombre.

Noa, el realizador de sueños.

El muchacho, sorprendido se paró en seco y miró a su alrededor, pero no vio nada, y cuando decidió empezar a andar, volvió a oír esa voz, que lo llamaba como realizador de sueños, se dio la vuelta buscando de donde venía esa suave e inquietante voz que era como un susurro.

− ¿Quién está ahí?, ¿dónde estás escondido?

Noa el realizador de sueños.

Pero su sorpresa fue mayor cuando supo que esa voz venía de la fuente, se acercó pensando que allí dentro habría alguien, aunque con aquel frío no sabía quién querría meterse en esa agua que debía de estar helada, pero allí no había nadie, solo un sobre que flotaba casi en el aire, la agarró con miedo de que pudiera romperse entre sus dedos, pero el sobre no estaba ni si quiera un poco húmedo, lo abrió con sumo cuidado, sacó la carta que había en su interior y comenzó a leer.

Lucas: once años

Querido realizador de sueños, ya sé que debes de estar muy ocupado, hay tantas personas en el mundo y tantos sueños por realizar que debo ser algo muy insignificante para ti, y no lo digo solo porque debe de haber muchos sueños más importantes que los míos, que también, sino porque existo cuando no quiero existir, y no existo cuando quiero existir, esto puede ser tomado de muchas maneras, una de ellas es que tengo muy mala suerte, por ejemplo, el otro día, en clase de matemáticas, la profesora pregunto si alguien sabía la respuesta de un problema, y yo fui el único que levantó la mano, pero la profesora ni me vio, en cambio, si de todos los días del curso, tan solo uno de esos días no llevo la tarea hecha, seguro que me sacan a corregir a la pizarra, y no me importa si no me crees, porque lo que vengo a pedirte no es nada que tenga que ver conmigo, bueno en parte si está relacionado conmigo, pero lo que quiero no es solo por mí, lo que quiero pedir con esta carta, es el bienestar de una persona a la que quiero mucho, mi abuelo, está muy enfermo, y no puedes hacerte a la idea de lo que duele verle así, mejor dicho, no puedes hacerte una idea de lo que me duele verle así, es el peor dolor que he sentido hasta ahora, y realmente no creo que se merezca pasar por esto, tu no lo conoces, pero yo te puedo asegurar, que es el hombre más fuerte que conozco, sé que está mayor, pero no es de los que se rinden, yo sé que no se ha rendido, porque a pesar de su demencia y de todo su sufrimiento cuando lo miro a los ojos sé que me conoce, sé que sabe que soy ese niño que cuando era pequeño y me hacía algún rasguño iba corriendo a sus brazos y con todo su cariño me curaba las heridas, ojalá pudiera yo curar ahora las suyas, pero son invisibles y profundas, él siempre me ha cuidado, protegido y dado su amor y lo único que puedo hacer por él es responderle del mismo modo, pero si hay algo que pueda ayudarle, si tu pudieras ayudarle, sería un sueño hecho realidad, acudo a ti porque sé que eres el único que puede cumplir mi sueño, espero que entiendas que la conexión que hay entre un niño y su abuelo es irrompible, no subestimes su poder, a lo mejor puede serte útil.

Me despido con todo mi amor y todas mis esperanzas.

Un abrazo y Gracias.

Después de leer la carta Noa levantó la vista del papel y se encontró a él mismo en un lugar distinto, justo en la entrada de la casa donde se encontraba ese niño, con la puerta abierta de par en par, le esperaba y con una sonrisa lo miró a los ojos.

−Eres tú, el realizador de sueños, creí que no vendrías nunca, sinceramente, ya había perdido toda esperanza, pero aquí estás.

−No entiendo lo que está pasando, ¿Cómo he llegado aquí?, ¿y quién eres tú?, ¿eres el niño que escribió esta carta? –dice levantando en alto el sobre y la carta que acababa de leer.

−Sí, yo la escribí, mi abuelo está arriba, es la primera habitación de la derecha.

− ¿Cómo? –dice Noa sin entender.

− ¿Vas a curarle verdad?, por eso estás aquí.

−¿Realmente piensas que puedo cumplir tu sueño?.

−Claro que sí, eres el realizador de sueños, es tu trabajo, ven, sígueme.

Arriba, en la habitación, el anciano tumbado en la cama con los ojos cerrados, tapado hasta los hombros con una gruesa manta parecía que solo descansaba, fue hasta él y se sentó a su lado.

− ¿Qué le ocurre –susurró casi para sí mismo por miedo a que pudiera despertarlo, pero eso era imposible, no podía oírle, ni si quiera podría verle si abriera los ojos.

−Un poco de esto y un poco de lo otro, lo importante es que cumplas mi sueño lo antes posible.

Y de pronto entra un niño en la habitación exactamente igual que el que escribió la carta y que ahora estaba a su lado, aunque este parecía no verlos.

−Ya estoy aquí abuelo, he tardado lo menos posible.

− ¿Cómo es posible?

−Ese soy yo, la parte que no puede verte, el no escribió ninguna carta, fui yo, digamos que soy una parte de su subconsciente que te ha llamado y te pide ayuda.

−Noa observaba al niño en silencio, cuidaba de su abuelo con todo el cariño que tenía, y la escena conmovió algo dentro de él.

−No tengo a nadie más, mi abuelo es todo cuanto tengo, te suplico que le ayudes, si alguien puede hacer algo ese eres tú.

−Pero yo no sé qué es lo que tengo que hacer, nunca he hecho algo parecido.

−Sólo inténtalo, yo confío en ti.

Realmente Noa podía ver en la cara de ese niño esa confianza, esa esperanza, y a pesar del miedo que le producía poder defraudarlo, tenía que intentarlo, mirando a ese anciano y a su nieto no podía simplemente quedarse quieto, se acercó al anciano y le agarró la mano, una mano que no tenía fuerzas, y decidió cerrar los ojos e intentar pasarle algo de su fuerza.

− ¿Sientes algo? –pregunta el niño.

−De momento nada

−Sigue intentándolo por favor, solo tú puedes lograrlo, no puedes abandonarme ahora –el niño empezó a llorar tal vez por ver que Noa no estaba logrando ninguna especie de mejoría, o por el dolor y el cansancio que delataban sus ojos, pero fue suficiente para que Noa continuara y no desistiera y no sabe cómo fue, pero el Anciano apareció delante de él, pero no en la habitación, era en su cabeza, pues aún incluso tenía los ojos cerrados, y este sorprendido le preguntó si ya estaba muerto.

−No, y estoy aquí para ayudarte a curarte –dice Noa con una sonrisa.

− ¿Tú? Y ¿quién eres tú?

−Soy Noa, aunque hay una persona que te quiere mucho que me llama el realizador de sueños.

− ¿Vienes a realizar mi sueño?- Pregunta el anciano totalmente incrédulo.

− ¿Tú sueño?, no, no estoy aquí por ti, estoy aquí por el sueño de otra persona, esa persona a la que le importas tanto, tú nieto, eres el sueño de tu nieto

Muchas gracias –el anciano empezó a llorar, pero podía ver en su cara que era llanto de pura felicidad, le tendió la mano y ambos volvieron a despertar, el anciano se recuperó, regresó con fuerza junto a su nieto que lo abrazaba bien fuerte y el niño que le escribió la carta le dio las gracias antes de desaparecer y Noa volvió al lugar donde había encontrado su primera carta y así realizó su primer sueño.

Continuará...

Espero que os guste, y que dejéis vuestra opinión.

Os recuerdo también que podéis seguirme en Instagram como londonnn9 y en Twitter con el mismo nombre, un beso para todos y gracias por formar parte de esto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro