Capítulo 2. Vacaciones
Mav no quería salir de su cuarto. Todavía pensaba en lo que había vivido estos últimos días: el abandono de su padre en su graduación, las críticas de su madre y absolutamente ninguna felicitación por parte de su familia por haber sido la mejor de su clase. A eso se le sumaba el que su mejor amiga ya no estaría con ella para acompañarla en esos momentos difíciles y el que su crush se le haya declarado justo el día en que ya no se volverían a ver.
Se sentía vacía, ahora ya no tendría amigos cercanos, ni siquiera un crush para ilusionarse, la peor parte era tener que soportar a su distante, criticona y molesta familia durante todo un mes, sin duda sería el mes más largo de su vida.
Sus padres ya habían arreglado todo para viajar a la Cd. México, su padre aprovecharía el viaje de negocios que tenía ahí para pasear con la familia. Su madre ya había planeado todo lo que harían los tres, sí, los tres porque en ninguno de sus planes se veía incluida Mav. El pasear por lugares turísticos y comprar cosas para presumir a los demás no era algo que emocionara a Mav, quien prefería visitar museos y galerías para apreciar el arte de algunos artistas que se habían inspirado en sus más profundos sentimientos.
El arte para Mav, no solo estaba colgado en un museo sino también estaba regado por las calles; para Mav todo era artístico pues ella acomodaba el mundo a su manera. Desde una mini flor en el zacate hasta un grafiti surrealista, absolutamente todo era apreciado por Mav como una obra de Picazzo o Da Vinci.
El día se le fue pensando en su ahora ex crush. Era el chico más guapo del mundo según ella y según todas sus antiguas compañeras de clase.
¿Cómo podía haber sido tan tonta como para no darse cuenta del interés mutuo entre él y ella?; en esos momentos necesitaba de Lili o de su tía Meg pero ninguna se hallaba en la ciudad, Lili había salido de vacaciones al campo y su tía Meg fue a la playa con sus amigas.
Mav necesitaba conseguirse una nueva mejor amiga que estuviera cerca y no que la aconsejara por messenger o skipe.
Absorta en sus pensamientos, se le fue el tiempo y no hizo las maletas; en eso entró su madre.
-¡¿Y tus maletas niña?!
-amm... Todavía no las hago pero en un ratitito las hago.
- ¡No puedes ser tan irresponsable y distraída! Ya es hora de salir sino vamos a perder el vuelo y olvídate de llevar a tu animal.
-No es un "animal" es mi bebé y va a ir con nosotros porque ni modo que lo deje aquí.
-Cómo sea,si no estás lista en media hora te quedas y nos vamos solo con tu hermana.
-Estaría bien el no estar aguantando a ese pequeño monstruo que de seguro me va a quitar la comida en el avión.
-¡Tu hermana no es ningún monstruo!. Es la niña más dulce y encantadora que he visto. Que sea la última vez que te diriges a tu hermanita con esa palabra.
- Cómo no va a ser un monstruo si al verla Peque se hizo del susto.
-¡Cállate y haz tus maletas!
Su madre salió molesta de la habitación pero Mav escuchó cómo al entrar en la habitación de Samantha su humor cambiaba para tornarse en una madre cariñosa y dulce.
Mav ya se empezaba a acostumbrar; empezó a hacer sus maletas hechando todo tipo de ropa, no era vsnidosa pero sí le gustaba verse bien y estaba al pendiente de cualquier nueva tendencia en outfits. Hechó vestidos cortos y largos, faldas, blusas, shorts, su piyama obviamente, y no podían faltar sus pantunflas y sus tacones. Además, eran vacaciones familiares por lo que necesitaba con qué distraerse, así que decidió empacar su cuaderno para dibujar vestidos y accesorios, su cámara para tomar fotografías artísticas, pinturas y pinceles, libros, y sus patines para recorrer las calles en busca de arte.
Su "hijo" obviamente la acompañaría y empezó a hacer sus maletitas en cuanto terminó la suya; empacó sueters, blusas y una infinidad de accesorios que seguramente incomodaban al pobre animal.
Wow, terminó exactamente en la media hora que su madre le impuso, partieron al aeropuerto y subieron al avión.
El viaje se le hizo eterno. ¿por qué,de tantos asientos ponían a su hermana junto a ella? Esa niña le quitó su lugar junto a la ventanilla y se la pasó hablándole durante todo el viaje de lo bonita que era la vista.
Yo la podría haber visto cómodamente si no hubieras nacido. Pensaba mientras trataba de concentrarse en su libro.
-Hemos llegado a la ciudad de México... Gracias por volar con aerolíneas...
Nadie, ni siquiera el piloto, dejaba leer a Mav en paz. Se quedó en la parte más emocionante de su novela.
-¿Elizabeth aceptaría la propuesta de Darcy en Rosings?, ¿Y si Wicham tenía razón y Darcy resultaba engreído y fastidioso?
Ésto era lo que ocupaba la mente de Mav mientras salían del aeropuerto y se encaminaban al hotel.
Llegaron, para suerte de todos, le dieron habitación propia. No compartir con su hermana era algo fabuloso ya que podía tardar horas bañandose y estar relajada como para escuchar música y cantar como loca.
Se dio un baño, se puso su piyama y también una a Peque, luego le compraría unas pantunflas o botitas.
No tardó en dormirse con el libro que estaba leyendo en el avión en sus manos.
A la mañana siguiente se levantó muy temprano (cosa que milagrosamente hacía cuando estaba de viaje) y se dirigió a desayunar.
Dejó a Peque en el spa canino del hotel para que lo consintieran y buscó a su familia en las mesas del restaurante.
-¡¿Vas a comer todo eso?!- Preguntó sorprendida su madre al ver la cantidad de comida que ordenó Mav
-Querida, relájate, deja a Mav en paz sólo es comida no está cometiendo un crimen.
-Papi a lo mejor deja sin comer a muchas personas
Hay esa niña montruo, la que estaba haciendo eso era ella cuando le quitó unos chicles a Mav en el avión y luego unas galletas en el aeropuerto.
-Mamá cálmate y deja de criticarme por lo menos una vez en tu vida.
Diciendo esto se fue y ordenó al camarero que le llevaran la comida a su habitación.
Una vez terminado el desayuno se encaminó al museo. Iba a irse patinando, así practicaba unos trucos geniales que había visto en la serie de
"Soy Luna", sí señores, miraba series de Disney.
En el trayecto no podía fijar su mente en otra cosa que en su amiga Lili. Ya no estarían juntas y las amistades suelen dañarse si son a distancia.
Llegó al museo y tras ponerse sus "converse" para andar cómoda fue a la máquina de refrescos a comprar uno; ahí estaba un chico tratando de sacar uno de la máquina pero no podía, al parecer estaba atorado.
-¡Que mala suerte!- Dijo el chico un poco molesto por no tener con qué calmarse la sed. Al ver a Mav le dijo que no servía la mugrosa máquina.
-Descuida, se hacer un truco para que no se atoren estas cosas.
Pateó la máquina y salieron dos refrescos.
-Creo que uno es tuyo y el otro de alguna persona sin suerte que perdió su dinero en este mugrero.
-Gracias por sacar el refresco, eso de andar caminando en el sol hace que a uno le de mucha sed.
-Me llamo Mav.
-Cameron
-Como Cameron Boyce de la película descendientes
- ¿es neta?, ¿por qué todos me dicen eso?
-Tus padres eran fans de Disney. Y tu ¿vives aquí?
-No. Estoy de vacaciones con mi familia.
-¿En serio? ¡También yo!
Empezaron a platicar, pasearon por el museo recorriendo pasillos llenos de pinturas y esculturas.
-¿Te gusta el arte?
-Sí. Me gusta mucho el observar todos los pensamientos de los artistas que los plasmaron en un dibujo, expresan sus sentimientos de otra manera.
¿Y a tí Cameron, te gusta el arte?
- No. Solo vengo y les hago memes a las pinturas.
Wow. Cameron le resultaba agradable era muy buen chico,muy diferente a ella pero sin embargo Mav miraba en el un posible amigo, alguien que en vez de deprimirla con consejitos la hiciera reír con bobadas.
Terminaron el recorrido por el museo y Cameron sugirió un helado; llegaron a la tienda y después de pedir sus helados, caminaron un rato largo platicando sobre sus vidas. ¿Quién dijo que una chica y un chico no pueden ser amigos?
Se hizo tarde y Mav no se acordaba cómo llegar a su hotel, Cameron le preguntó en cuál se hospedaba y para suerte de Mav, era el mismo de él y no quedaba lejos.
Llegando a su habitación, vio a sus padres esperándole, más que preocupados parecían molestos.
-¿Dónde te metiste? ¿por qué no nos dijiste a donde ibas?
-Papá, te dije en la mañana que iría al museo y a patinar un rato. Lo que pasó- dijo en un tono molesto- es que ustedes nunca me ponen atención por estar poniendo sus asuntos o a Megan antes que a mí. Ahora si me disculpan me quiero dormir.
Diciendo esto abrió la puerta para que sus padres salieran. Su padre un tanto decepcionado salió de la habitación sin decirle una sola palabra. Su madre en cambio, le gritó por no recordarle a donde iba pero Mav no le respondió,había aprendido que las peleas con su madre no llevaban a nada y que le iba mejor si se guardaba todo para ella y no demostraba que la habían lastimado.
Ya no lloraba,hacía como tres meses que en vez de llorar, permanecía seria y entonces le dolía el pecho, sentía que se le desgarraba el corazón y le punzaba de dolor queriendo salir de ella para evitar seguir sufriendo y acabar con la vida de Mav de una vez por todas.
Estaba mal en serio, ya no necesitaba que le dijeran algo o la compararan con alguien, sentía ese algo en su pecho cuando miraba a sus padres o a su hermana.
¿Sería rencor?... O ¿envidia?...
El rencor era razonable ya que a su hermana nunca la olvidaron en la escuela, nunca en su vida la habían regañado, tampoco la criticaban y siempre alababan sus "triunfos" mientras que a Mav la olvidaron como tres veces en el kinder, otras cinco en la primaria, la vivían regañando y la criticaban por todo, sin contar el que nadie la felicitara por ninguno de sus éxitos. Buscaba sobresalir en todo para que por fin sus padres reconocieran lo buena que era. En la escuela siempre tenía 10. Patinaba en un equipo y siempre fue capitana o protagonista por su gran forma de patinar y las emociones que desplegaba mientras lo hacía. Entró a un club de danza y ganaron dos veces con sus coreografías. Diseñó un vestido, lo cosió y lo usó en su graduación. Hizo muchas otras cosas pero ninguna fue suficiente para despertar el interés de sus padres ya que para ellos no era más que una chica egocéntrica que buscaba sobresalir en todo para opacar a los demás. No entendía por qué a su hermana siempre le demostraban cuanto la querían mientras que a ella la regañaban o ignoraban fríamente.
Envidia... La sentía. Sentía envidia de el amor que se profesaba su familia. Envidia de las posibles nuevas amigas de Lili que disfrutarían de sus consejos y juegos. Envidia de su hermana que sin hacer nada obtenía todo. Envidia. El más bajo sentimiento en el mundo y... Mav lo sentía. Lo sentía. No podía creerlo,ella siempre había visto la envidia como lo más horrible del mundo y había jurado no sentirla nunca.
No sabía lo que sentía o lo que quería pero necesitaba compartirlo con alguien.
Sonó su celular. Era una solicitud de amistad de Cameron.
Al fin. Volvía a tener un amigo que la escuchara....
Pero, ¿sería capaz de hacerse AMIGA de Cameron?......
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro