Mirar el aslfato y sentirse en casa.
No era la primera vez que pasaba una semana completa en distintos lugares cada noche. No tenía mucho que perder al principio de todo este viaje y creo que sigo sin tener algo, algo importante en mi vida. Mi amigo Tails me había dicho que no siempre la vida o mejor dicho mi vida la pasaría corriendo y persiguiendo en los planes malignos del doctor eggman, lamentablemente creía que la vida sería fácil, que seguiría teniendo 15 años, creo que ahora empiezo a valorar todos los consejos que me dieron hace mucho tiempo atrás, pero se siente como si fuera de una vida pasada. De esa etapa no tengo mucho que contar, mi mundo se reducía a mi, a las ganas de hacer cualquier cosa que quisiera hacer, a ser lo que me apetecía ser.
Allí estaba yo, sentado en un muro de un callejón oscuro, sin ningún techo en donde vivir. Pues ya no tenía nada que hacer, no tenía dinero, el gobierno ya no tenía el mismo impuesto de antes, no tengo nada con que preocuparme sobre los problemas que se presentaban. El doctor eggman falleció hace un año, no tengo pena, pero si nostalgia, todos sus proyectos fueron vendidos en una tienda de chatarra, incluyendo a sus queridísimos robots.
Regresando al tema de mi vida, estaba muy tranquilo, no me quejaba, tenía comida con mucha facilidad,  hacerle la misma broma al señor del carrito de los chillidogs, robarle y luego disimular como si nada hubiera pasado o también agradecer a las personas que se apiadan de mi, ¿personas? Solo hay una que me tiene compasión, los demás me miran como si fuera una peste. Aquella señora solo cuando tiene tiempo me pasa un gran plato de sopa caliente, pero en casi todo el día, solo es a mi cuenta buscar la cena.

—¡Vuelve aquí imbécil!

Escuché el grito mientras pasaba por una carnicería, miraba a un señor corriendo tras de alguien, no podía notarlo, pero aquel era muy familiar, estaba cubierta su cara con una mascara.

—¿Este podría ser el momento de mi trabajo?—dije, con entusiasmo preparándome para correr tras el enmascarado.

—Hey...tu...por favor...ve tras el—dijo, el hombre agitado, estaba cansado de tanto correr.

Aquel sujeto era hábil, rayos!. Es muy hábil, se detuvo por unos segundos, me miro de reojo y solo soltó una risa.

—Pero si es mi queridísimo amigo, Sonic...¿Cuanto tiempo sin vernos?

Aquel se saco la mascara, observé a un erizo verde de ojos azules, la misma cicatriz que llevaba en su pecho junto a su casaca de cuero.

—¿Scourge?

—¿Entonces? ... ¿Me arrestaras? ¿Me llevaras con ese barrigón para devolverle su carne? Yo solo quería tener algo de comida, hace tiempo que no pruebo una deliciosa carne asada.

Piensa, yo tampoco he comido y muero de hambre, los policías están en alerta en cada esquina. No podré seguir haciendo esto toda mi vida, si es como lo puedo llamar así.

—Veo que también tienes hambre ¿Eh?—dijo el, burlándose de mi, al escuchar el sonido de mi estomago.

—¿Sabes cocinar? Porque yo no.

—Fiona es la que sabe y que tal si vienes conmigo y charlaremos el motivo de tu tragedia ¿cómo fue que terminaste así?

—Yo no pienso en decirles nada, ni mucho menos a ustedes, ustedes son mis enemigos!

—Un enemigo que te dará de comer, idiota, venga deja de hablar y camina.

Tenía que hacerlo, solo por el interés de llevarme algo en la boca. Scourge se dirigía a un callejón, había muchos vagabundos , mujeres con trajes pequeños, hombres rudos acompañados con navajas en sus manos, joder...¿así es como me ve la gente?

—Bienvenido a mi humilde rincón.

—¿Sonic? ¿Que? ¿Al fin te uniste a nosotros? o es que ya te botaron de grupo ¿donde esta ese amigo tuyo? Mi pequeño zorrito—dijo Fiona, soltando una pequeña risilla mientras se arreglaba las uñas con el cuchillo.

—El ya no esta conmigo...

—¿Acaso no eran compañeros de trabajo?¿Por qué el motivo Sonic? ¿Que sucedió?—pregunto Scourge.

—Eso a ti no te interesa ...erizo entrometido. 

—Eh! ¿Que modales son esos tío?. Ahora saliendo del tema, se que tarde o temprano me dirás la verdad...pero por mientras nosotros tenemos que sobrevivir, sea como sea.

—Scourge esta trabajando como jefe de la mafia y yo trabajo en un prostíbulo no muy lejos de aquí, pero a Scourge le falta un miembro más así que...se que puedan presentarse varios conflictos, aquellas personas que se enteran de eso tu te encargas de que ellos ya no tengan un mañana, tendrás las manos de sangre pero ...también tendrás tu recompensa.

—¿Que dices Sonic? ...¿Deseas unirte?

— No tengo nada mas que perder...

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Oh? Hey! este el primer capítulo del libro, espero que sea de su agrado.