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04 | Iniciación

S A V A N N A H

Madre mía, Chloe me va a odiar. ¿En qué momento he acabado con la mano de Mason en mi espalda, indicándome el camino por los pasillos de su concierto?

—Niña, muévete, por favor —me pide su asistente, dando indicaciones a Mason para que siga caminando despacio y tocar algo en la pantalla de su teléfono, causando que a continuación la imagen del cantante quede grabada.

Ophelia nos explicó ayer por la noche el funcionamiento de varias cosas, entre ellas los teléfonos móviles.

Flashback

Tan solo llevamos aquí unas pocas horas y Lia ya nos ha mostrado muchas cosas increíbles. Ahora mismo está en la cocina, preparando una ensalada para acompañar la pizza que hemos pedido por teléfono. Al parecer, hay gente que trabaja llevándote los alimentos a tu domicilio.

Algo suena en ese momento, una canción llena el espacio.

—Es mi móvil —explica entrando en el salón con él en la oreja—. ¡Hola, cariño! —Chloe y yo nos miramos la una a la otra, sin saber con quién habla—. Sí, perdona por no avisarte, hemos llegado hace un rato ya. Es que nos hemos puesto a hablar y se me ha ido la olla... Mañana tenemos el concierto, sí, podemos quedar después... Vale, te llamo por la mañana... Un besito, te quiero.

Lo aparta de su oreja y nos mira, estallando en una carcajada después.

—Vale, dos cosas: primera —dice acercándose a nosotras—, hablaba con mi novio.

—¡Lia! —Mi amiga se lleva las manos a la boca—. ¿Por qué no nos habías dicho nada?

—Son muchas cosas las que tengo que contaros, algunas se me olvidan —ríe.

—¿Cómo se llama? —pregunto yo.

—Sam. Tiene veintitrés años y está estudiando medicina.

—Qué interesante —comento mirando de reojo lo que tiene entre las manos, pero ella se percata.

—Esto es un móvil, supongo que habéis oído hablar de ellos.

—Yo sí —interviene Chloe—, pero nunca había visto uno.

—Ni yo.

—Os daré una clase rápida.

Ophelia se sienta entre nosotras y nos explica que no tiene botones, que hay que tocar la pantalla para entrar en los sitios que queramos. Nos dice cómo llamar y cómo mandar mensajes por algo llamado "Whatsapp". También nos enseña la cámara de fotos, incluso nos hacemos una, aunque yo no me siento muy cómoda con ello... El Ordnung nos prohíbe retratar nuestra imagen, y a pesar de que ya no esté en casa, no puedo evitar que me cueste no cumplir ciertas cosas. Bueno, en realidad, casi todas.

Fin del flashback

Junior me mira con fastidio y Mason me dice en voz baja que no le haga caso, que es un cascarrabias. Atravesamos varios pasillos más hasta llegar a una estancia grande, desde la cual se escuchan unos gritos ensordecedores.

—A ver —se da la vuelta hacia mí cuando una persona con una especie de micrófono como el que usan los cantantes enganchados a la oreja, tira de él—, te vas a quedar ahí detrás con Junior, ¿de acuerdo? Desde ahí podrás ver el concierto sin tener que estar entre toda la gente. —Asiento y trago saliva—. Junior —le llama—, como la pierdas de vista, y no esté contigo cuando acabe el concierto, le diré a mi madre que tienes sueños húmedos con ella.

—¡Mason! —exclama mirando hacia ambos lados.

—Sabes que soy capaz.

—Que sí, coño. Vete ya.

M A S O N

Dejo que el de sonido me coloque el micro y el pinganillo en la oreja mientras observo desde aquí cómo Junior le dice algo a Savannah y ella le devuelve una expresión horrorizada, buscándome después con la mirada. Junior la imita y yo le lanzo una clara advertencia que espero comprenda a la primera.

Podría ignorar a esta chica sin ningún problema, mandarla a paseo y que Michel se encargara de echarla a la calle, pero me ha pillado en un buen día. Savannah esconde algo y yo voy a descubrirlo. Quiero saber lo que hay bajo esa tez clara y esos oscuros ojos que no han parado de llorar desde que la conozco.

La música comienza y uno del equipo me indica que me coloque sobre la pasarela que ya está en marcha, pero le pido un segundo y corro hasta el altillo del backstage. Junior alza las manos cuando me ve, interrogante, y Savannah me mira confundida.

—Espero que mi música consiga secar esos ojos tan preciosos —susurro en su oído antes de obedecer al que me grita.

De un salto consigo alcanzar la plataforma antes de que salga a escena sin mí, calmando el ataque al corazón de todo el equipo.

—¿¡Cómo estáis, Los Ángeles!? —grito cuando la plataforma me sube hasta el escenario.

La respuesta no es otra cosa que gritos inentendibles que me hacen sonreír. La canción comienza y yo me centro en la música de mi oído para poder cantar, intentando concentrarme en esto y no en lo que tengo detrás.

Cuando el concierto termina, les doy las gracias por haber venido y les digo que son increíbles, algo que de verdad pienso y que siento de corazón. Sin ellas, yo no estaría aquí. Y digo ellas porque el 98% son chicas. Me doy la vuelta y saludo una última vez antes de salir del escenario. Todos me reciben con abrazos y vítores, felicitándome por el éxito, una vez más.

Paso entre la gente porque no veo a Savannah por ninguna parte, y tampoco a Junior. Hay un grupo de fans esperándome con el pase vip, para hacer unas fotos y firmar, lo mismo de siempre, pero quiero localizar a mi misterio primero.

—¡Qué grande eres! —exclama entonces Junior unos metros por delante.

Choco su mano y observo la enorme sonrisa que la morena tiene en su rostro. Tan solo me mira y sus ojos brillan más que las propias luces de Hollywood, como si nunca hubiera vivido algo semejante. Aunque la verdad es que no creo que haya estado en un backstage antes, pero parece que tampoco hubiera estado antes en un concierto.

—¿Te ha gustado? —le pregunto acercándome a ella.

—No tengo palabras. —Asiente sin cambiar de expresión—. Has estado...

—Imponente. —Giro la cabeza al escuchar una voz que conozco bien—. Como siempre.

S A V A N N A H

Una chica se acerca con un vestido muy corto y unos zapatos... Bueno, no sé cómo no se rompe un tobillo con ellos. Mason me pide disculpas con la mirada y sujeta la muñeca de la chica para alejarla unos metros. No escucho lo que dicen debido a la cantidad de gritos que todavía vienen del otro lado del escenario, pero me suena mucho su cara. Si no recuerdo mal, la he visto antes en televisión. Ellos dos juntos.

Ha sido la experiencia más increíble de mi vida. Jamás imaginé que podría sentirme tan viva y tan emocionada fuera de la comunidad. Ahora mismo siento que todo mi cuerpo vibra por dentro, puedo notar el pulso bajo mi cuello. Ni tan siquiera me he acordado de mis amigas en las dos horas de concierto. Cielo santo, ¿dónde estarán? Debería despertar de este sueño e irme a casa de Lia, y mejor hacerlo antes de que la dirección se me borre de la mano.

Mason termina de hablar con la chica, y ella me mira de arriba abajo con el rostro furioso antes de darse la vuelta y marcharse por donde ha venido.

—Discúlpame —dice volviendo a mi lado—. Si me esperas unos minutos, después te llevaré a casa como prometí.

—Mason, tienes que ir derechito a la fiesta. ¿He de recordarte la cantidad de personas que están esperando por ti? Debes cantar, es el cumpleaños de...

—Que sí —interrumpe a Junior con un tono tajante—. Joder. Dame mi móvil.

—Ve a hacer lo que tengas que hacer, no me moveré de aquí. —Le sonrío porque creo que necesita relajarse un poco. Este chico tiene demasiadas responsabilidades.

—Genial. —Me devuelve la sonrisa y guarda su teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón vaquero—. Ven, es por aquí.

—¿¡Vas a dejar que la vean!? —exclama su asistente.

Mason le dedica tal mirada, que tan solo agacha la cabeza y se pone a hacer cosas en su teléfono móvil. Fox me ofrece su mano, pero comienzo a caminar sin aceptarla. No dice nada, tan solo se posiciona a mi lado y me guía. Avanzamos unos metros y me pide que permanezca a un lado mientras él atiende a las fans. Pero eso no es lo único que me pide.

—Toma —desbloquea su teléfono, tal y como Lia nos explicó, y me lo da—, ¿puedes hacerme unas fotos mientras firmo y hablo con las fans?

—¿Y-yo? Nu-nunca he... —Arquea una ceja, confuso, y yo suelto una bocanada de aire para tranquilizarme y asiento con una sonrisa—. Claro, sí.

—Gracias. Acabaré pronto, te lo prometo.

Entonces se da la vuelta y asiente en dirección a una mujer, la cual abre la puerta y un grupo de chicas entran disparadas. Los dos guardaespaldas de Mason están uno a cada lado, moderando a las chicas y controlando que pasen de una en una para que todas puedan hacerse la foto. No sé por qué, pero tiene pinta de que ellas han pagado más que otras. Yo intento hacer lo que Ophelia nos dijo para sacarle fotos sin parar, va a alucinar cuando vea todas las que le he hecho. Entonces me veo a mí misma con su teléfono entre las manos y pienso que si esto se supiera, pasaría a ser la chica más odiada por los medios de comunicación. Todos esos que Chloe y yo veíamos por televisión cada noche.

—¿Es tu nueva novia? —Las palabras de una de las fans me sacan de mis pensamientos, mirándola y sin saber qué hacer.

Mason ignora la pregunta y uno de sus guardaespaldas, el que más fuerte me estaba agarrando antes, la hace salir para dejar paso a otra.

Y así continuamente, hasta unos treinta minutos después, que la última sale por la puerta.

—Ya está —dice girándose hacia mí y cogiendo la sudadera que Junior le entrega. ¿De dónde ha salido este? Parece un fantasma—. ¿Has hecho muchas fotos?

—Muchas. Sí —río con nerviosismo por ser la primera vez que uso un móvil.

M A S O N

Michel y K-Box nos escoltan hasta el garaje, junto con Junior por detrás, pero entonces, justo cuando van a abrir las puertas, mi asistente nos ordena parar y atiene una llamada de teléfono.

—Se están colando.

—No me jodas —le respondo, y ambos miramos a Savannah.

—¿Qué pasa? —Ella me mira asustada.

Y una vez más, me sorprende que no sea capaz de deducir por sí misma lo que sucederá si nos ven saliendo juntos. ¿Qué le pasa a esta chica?

—¿Qué quieres hacer? —me pregunta Junior.

Sin dudarlo, me quito la sudadera y el gorro de los Kings, y se lo entrego. Ella alza las cejas, interrogante, y un segundo después parece entenderlo porque se pone primero la sudadera y después el gorro. Le sugiero que se coloque el pelo en la cara y que camine entre Michel y K-Box para que se la vea lo menos posible. Y es lo que hace. Mis hombres la cubren hasta llegar a la puerta del copiloto, y ella se sube, cerrando con rapidez la puerta. Los guardas de seguridad del propio Staples Center son los encargados de controlar a la masa de chicas que gritan mi nombre y cosas varias, como que me aman y que soy el mejor. Ah, sí, y añaden la pregunta de si esta chica es mi nueva novia, cosa que me veía venir. A mí me es completamente indiferente, no es la primera vez, ni mucho menos la última, que protagonizaré las redes sociales y las revistas.

—Cielos. —La escucho murmurar cuando me subo al coche.

—¿Estás bien? Tranquila, aquí ya no pueden verte —le informo al ver que sigue teniendo todo el pelo en su cara—, los cristales están tintados.

—¿Qué es eso?

—¿Qué es qué?

—Nada, da igual —responde evitando mi mirada.

Le pido la dirección de su casa y ella lee la palma de su mano en alto, quitándose el gorro cuando subo la calefacción del BMW. Menos mal que le pedí a Jeoffrey que me trajeran el x6 y no el i8.

—¿Te lo has pasado bien? —le pregunto cuando veo que ella no dice nada.

—Sí, muchas gracias. —Me sonríe y yo toco mentalmente el hoyuelo que se le forma solo en el lado derecho de la mejilla.

—¿Alguna de mis canciones es tu favorita?

—"Not worth it" —responde de inmediato.

Continuamos hablando sobre música hasta que llegamos a Cherokee. Doblo la esquina y detengo el coche justo frente a los apartamentos Rodeo, agradeciendo que no hay nadie por aquí.

—Gracias por traerme. —Me mira a los ojos con verdadera gratitud y yo le quito importancia con una sonrisa—. De verdad, Mason, no sé lo que habría hecho... Yo n-no... Bueno, en fin, que gracias —dice encogiéndose de hombros.

—De nada. ¿Dónde vives? —pregunto mirando hacia el portal.

—Es el último piso. Espero que mis amigas estén ya en casa...

—¿No tienes llaves?

—No.

Me muero de ganas de preguntarle el motivo, pero al ver cómo desvía la mirada —cuando no ha parado de mirarme a los ojos en todo el tiempo en el que ha estado cómoda—, me deja entrever que no es algo de lo que quiera hablar. Y yo no soy de los que presionan. Al menos no directamente.

Me bajo del coche y ella me imita, rodeándolo después para subirse a la acera junto a mí. La acompaño hasta el portal y entonces ella hace un amago de quitarse la sudadera.

—Quédatela —sonríe—, te sienta mejor que a mí.

—¿De verdad? —pregunta sorprendida.

—Claro, solo es una sudadera. Venga, toca el timbre a ver si están en casa.

—¿No te marchas?

—Cuando sepa que no te vas a quedar en la calle.

Savannah asiente y va hasta la puerta, aprieta el botón del cuarto piso y espera. Ambos esperamos mientras vuelve a tocar dos veces más, sin respuesta.

—No hay nadie.

•••

¡Hola, hola! ¡Feliz lunes a todas! ¿Cómo estáis?

¿Os ha gustado el capítulo?

#Sí

#No

¿Qué ha sido lo que más os ha gustado?👍🏼

¿Y lo que menos?👎🏼

Que levante la mano la que habría querido estar en la piel de Savannah en este capítulo. A ver esa cadena de manos arriba🙋🏻‍♀️

¿Tenéis algún ídolo? ¿Con qué famoso cantante os gustaría vivir una historia como esta?

Os pido por favor que me ayudéis a que la historia de Mason y Savannah llegue a más personas, recomendadla a vuestras amigas y amigos🙏🏼 e invitadlas a votar para ver lo que sucederá en el siguiente capítulo.
Muchísimas gracias, de verdad🖤

Allá vamos con las decisiones semanales, en este caso serán 3 🙊 Ya sois unas expertas,
1 comentario = 1 voto
así que votad las veces que queráis. Os recuerdo que el plazo para decidir acaba el viernes a las 10pm (22:00h), e informaré de la opción ganadora en mis redes sociales:

DECISIÓN 1:
Que Mason se quede con ella hasta que sus amigas lleguen.

DECISIÓN 2:
Que Mason le ofrezca ir a la fiesta y llevarla a casa de nuevo cuando termine.

DECISIÓN 3:
Que Savannah insista en que ya ha hecho suficiente por ella y le pida que se marche. Que Mason le de su número y le pida que le escriba cuando lleguen sus amigas.

DECISIÓN 1:
Que Savannah le oculte a las chicas todo lo sucedido.

DECISIÓN 2:
Que Savannah les cuente a las chicas todo lo sucedido.

DECISIÓN 1:
Que al día siguiente salga la imagen de Mason diciéndole algo al oído en el backstage, y fotos de ella con su sudadera entrando en el coche; y Savannah entre en pánico.

DECISIÓN 2:
Que Savannah no se entere de lo de las fotos hasta varios días después.

•••

¡Mucho que decidir!
¡A votar!

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