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Capítulo 39 ✘ Nos controla

   A Y L I N

¿Cómo te sientes al respecto? —le pregunto a Esteban en cuanto me situo a su lado.

—Me siento reemplazado pequeña

Medio sonrío y dejo de verlo. Enfoco la vista al frente, estamos un tanto lejos de Williams y Lezy, sus visitas son constantes en el Castillo y más desdé que hace semanas, nació su creación.

—Deberías acércarte —le sugiero

Él niega varias veces

—No quiero arruinar esa felicidad por su nuevo hijo.

Giro a verlo y lo sujeto del brazo.

—Vamos rubio —con velocidad llegamos hasta ellos —Hola Williams, Lezy, aquí Esteban quería saludarlos y ver a su hermano.

—En realidad yo no...

Lo rasguño con mis uñas del brazo, él guarda silencio e ignoro su mala mirada.

—Estoy segura que a Eliott le gustaría que su hermano mayor lo cargara.

—Dudo que la criatura sepa lo que quiere si...

Esteban gruñe en cuanto Lezy se acerca y se lo deja entre sus brazos.

—Todo tuyo

—Que linda madre —Esteban hace una mueca y baja la vista.

A diferencia de él, la creación de Williams y Lezy no es rubio. Tiene el cabello castaño y a pesar de todo, aun es muy pequeño.

—Es una ternura —levanto mi mano y la coloco en su cabecita rozando los dedos de Esteban. El bebé se encuentra dormido.

—El nuevo Williams de la familia. Gracias por aceptarlo hijo.

—¿Tenía opción?

Carraspeo

—Felicidades por su creación —intervengo.

—Gracias reina Aylin y espero pronto conocer al suyo.

Le sonrío a Lezy y coloco mi mano en mi estómago. En tres meses y apenas hay un pequeño bulto, su crecimiento aun va lento.

—Pero esto, es una hermosa escena, mi Elliot con Esteban, hijos de Jonathan.

—Y por maldad se te ocurrió nombrarlo así, con la misma letra que el mio.

Lezy le sonríe burlona

—¿Me crees capaz? —se acerca y le arrebata al bebé hasta ella cargarlo mientras lo arrulla.

Y con disimulo Esteban lo revisa alerta

—¿Cómo sigue Darren?

Al instante borro mi sonrisa y fijo la vista en Williams al escucharlo.

—Sigue sin despertar —me encojo de hombros— y ni siquiera puedo verlo.

—Va a despertar —menciona Lezy— no se perdería el nacimiento de su hijo.

Guardo silencio

No estoy segura y tengo miedo de que pasé lo contrario. Que a Darren le tome más meses, años en despertar.

—Pequeña cuenta con el apoyo de todos —siento el brazo de Esteban sobre mis hombros— a la criatura no le faltará nada.

Forzo una sonrisa

No obstante, Elliot despierta y comienza a llorar.

—Shhh, no llores —Lezy se da la vuelta— vamos, Jonathan.

—Tenemos que irnos, hijo —coloca su mano en el hombro de Esteban— reina, con su permiso.

Y enseguida se aleja yendo con Lezy hasta perderlos de vista y por mi audicción, el llanto cada vez lo escucho más lejos.

—Es una difícil tarea cuidar a un bebé ¿estás consciente de eso?

—Por 17 años, cuide a Ana Liz, sola

Ambos comenzamos a caminar del lado contrario.

—No es lo mismo pequeña. Tendrás un bebé vampiro, son otros cuidados que una criatura mortal.

Enseguida me detengo y giro a verlo

—Y debería preocuparme más porque es de Darren —él hace una mueca— no me asustes Esteban.

Ignoro su risa.

Retomamos la caminata, nos cruzamos con varios vampiros y vampiresa por el pasillo. Al verme hacen una reverencia.

El reino no ha cambiado mucho desde entonces. Aunque han sido tres meses sin rey, existe una calma. Leves problemas, más creaciones. Todo un reino que respeta las reglas.

Sin embargo, nos falta Darren y lo extraño.

—¿Haz hablado con Elizabeth? —cambio de tema.

—Ni me la menciones

—Rubio dale una oportunidad

Él gruñe

Esta vez me engancho de su brazo

—Todos merecen una segunda oportunidad. De hace años, fueron tus palabras.

—Que molesto que recuerdes —él se detiene y desvía la vista.

—Esteban —lo suelto y me coloco frente a él— estas siendo demasiado cruel con ella ¿no extrañas verla?

—¿Crees que no es difícil para mi? —gira a verme— confíe en Beth y apenas comenzaba una relación formal y pasó esto. Por supuesto que la extraño.

—¿Relación formal? ¿De qué me perdí?

Él gruñe y se cruza de brazos.

—Hace un tiempo, lo intenté con ella. En términos humanos, si mantuve una relación estable con ella, en términos vampiricos, le hice caso al vinculo. Nos une hasta la muerte, la sangre, porque no incluir la pasión. —se encoge de hombros— Incluso a Noah le agradaba.

—¿Y no crees que merece ser escuchada? Ha venido varias veces al Castillo y la evitas.

—¿Tú vas a perdonar a Darren?

—Antes voy a escucharlo. En cuanto despierte, claro.

Él da un paso adelante

—Tal vez lo haga con Beth

Ladeo la cabeza y me cruzo de brazos.

—Podrías hacerlo ahora —la veo aparecer detrás de nosotros a una cierta distancia. Avanza por el pasillo en compañía de Darkiel en su forma cuervo sobre su hombro.

—No me hagas voltear

Le doy una mala mirada

—Señor Williams ¿podemos hablar? —Elizabeth se detiene detrás suyo— Hola reina Lin.

—Hola Eli, yo los dejo a solas

Me volteo y avanzo tres pasos. Antes de irme compruébo a Esteban reaccionar. Él se voltea y habla con ella.

Entonces sigo mi camino por el pasillo.

...

En una esquina del calabozo toso mientras otra arcada me invade y termino vomitando la sangre mortal ingerida.

—Agh, que asco —me enderezco y limpio la sangre de mi boca— vamos bebé, nos tenemos que alimentar— acaricio mi estómago.

—¿Necesita ayuda? —alzo la vista en las escaleras. Desde el primer escalón, veo a Dominik con una copa vacía en su mano.

—Estoy bien

Pestañeo varias veces cuando él aparece frente a mi.

—Ley necesita sangre como mis hijas.

Asiento y me aparto de su camino. Él pasa por mi lado.

—Dominik —me volteo— ¿has tenido más visiones?

Se detiene y me sigue dando la espalda.

—Algunas con Ley y ellas. Ningun otra que la perciba ni a su creación.

—¿Ni a Darren?

Se medio gira

—No le aseguro el día que vaya a despertar.

Dicho esto y se marcha en dirección a la primer celda.

Retrocedo un paso y termino por tomar asiento en el primer escalón.

Estoy perdiendo la paciencia.

+++

Una semana después...

Con lentitud bajo los escalones. Durante la mayor parte del día me gusta estar en lo más alto del Castillo. Lugar favorito de Darren aunque sea una molestia bajar por esas infinitas escaleras.

—Auch —de pronto me detengo al sentir una punzada en mi estómago— tranquilo.

Me apoyo de la pared y continuo bajando.

Cuando por fin llego al primer pasillo, recargo mi espalda en la pared y descanso. Desvío la vista y sonrío al ver a Elizabeth despedirse de beso de Esteban. Y en cuanto se marcha, capto su atención.

—No me juzgues pequeña —emite cuando se acerca.

—Me alegro por ti

Me apoyo de su brazo para avanzar.

—Deberías descansar

—Ya estoy odiando esa palabra —a tres pasos me quejo y hago una mueca.

—Pequeña...

—No te preocupes, no es nada —acaricio mi estómago— está muy inquieto.

Esteban desvía la vista

—Es normal ¿cierto? Es mi primera vez como madre vampiresa. Tal vez deba hablar con Mía o Ashley —me ignora— rubio.

—Tal vez tú criatura percibe a su creador —regresa a verme— ese poder pequeña.

Todos mis sentidos se alertan

—Darren —pronuncio y con su ayuda lo obligo a llevarme hasta su habitación.

Y frente a su puerta, nos detenemos.

—No te vayas a decepcionar

—Tengo que hacerlo, tengo que entrar para verlo.

Me suelto de su brazo.

Entonces Esteban se acerca a la puerta, duda en tocar la perilla y finalmente lo hace sin causarle dolor. Termina por abrir la puerta y gira a verme.

—La barrera —me acerco y antes de entrar, levanto mi mano y no percibo esa energía que me impedía cruzar.

—Despertó, puedo entrar contigo si...

—Sola —lo interrumpo y me armo de valor para entrar. Y a pesar de la oscuridad, lo veo sentado en la orilla de la cama — ¡Darren! —cuando llego hasta él me detengo al frente suyo— ¿eres... tú? ¿El mismo de... antes?

Él levanta la cabeza

—Porque no lo compruebas Ayline

Las ganas de llorar me agobian y deslizo las primeras lagrimas.

—Darren —me lanzo a abrazarlo— volviste.

Me extraña sentir su mano en mi espalda. Puedo percibir su poder aunque débil.

Enseguida me alejo y sujeto con mis manos su rostro. Sin dudar lo termino besando, ignoro sus colmillos al morder mis labios.

De pronto gruñe y me aleja

—Sangre... necesito sangre

—Te vas a alimentar, puedo darte...

—No, sangre mortal —deja de ver mi rostro— Ayline.

En su rostro hay sorpresa y su mano aun en mi cintura la aleja lentamente.

—No mentía sobre nuestro hijo

—¿Cuánto tiempo...?

—Llevo cuatro meses, en poco tiempo nacerá —me encojo de hombros llena de emocion.

—Tres meses en descanso —Darren se levanta y avanza un paso.

—Lo importante es que ya despertaste

Él asiente varias veces

—Quiero salir de aquí. Esta maldita habitación... es demasiada oscuridad.

Medio sonrío y me acerco a él. Sin su permiso lo agarro de la mano y compruébo nuestros anillos brillar.

Es rara su reacción, no me aleja, no me suelta al ver nuestras manos unidas sin embargo sus cejas se fruncen confuso.

—Todo el reino querrá verte —emito captando su vista en mi rostro.

...

—Darren —lo veo en el balcón, después de un recorrido, lo perdí. En cuanto se alimentó en los calabozos, se recuperó y por suerte, se mantuvo controlado— Te encontré.

Río sin captar su atención

Entonces me acerco a él hasta llegar al barandal.

—Dale tiempo a Ana Liz, te rechazó porque está molesta pero note su mirada de felicidad al verte. Finge bien y el resto, te ha perdonado.

—Es lo último que me interesa

Me alerto al instante

—¿Qué te ocurre?

Dura largos segundos en silencio

—Ya no está esa oscuridad en mi —gira a verme— ya no están esos malditos pensamientos malignos al verte —se voltea por completo— lo logré Ayline.

A corto la distancia y coloco mis manos en sus hombros.

—Lo lograste Darren —ladeo la cabeza— ¿quieres hablar de eso?

Él niega y retira mis manos

—Jamás se irá, en cualquier momento puede regresar. Volveré a ser peligroso para ti.

—Haremos exactamente lo mismo. No importa Darren, estaré ahí.

Humedece sus labios y me toma por sorpresa cuando me jala y me besa.

(...)

Al día siguiente...

—Darren —abro la puerta y me asomo— Darren ¿estás aquí? —me adentro a la habitación. Lo he estado buscando por el Castillo y desde la última vez que lo dejé solo en la sala, lo volví a perder de vista — ¿dónde estás?

Camino hasta el balcón, las puertas ya se encuentran abiertas y al revisar, él no está.

Enseguida me volteo y regreso adentro.

No hay rastro de él en la habitación sin embargo siento su presencia cerca.

Entonces desvío la vista en la pared y avanzo.

Mi anillo me alerta al brillar

Así que con mi mano en la pared, hago girar la pared. Tan pronto entro al baño y lo reviso.

—¡Darren! —llego hasta él y enarco una ceja al verlo sentado en el suelo, con su ropa empapada por el chorro de agua al igual que su cabello —Maldición.

Me agacho a su altura cuando no parece reaccionar aunque se mantenga con los ojos abiertos.

—Darren...

—Aléjate

Estoy por tocarlo cuando me detengo y bajo mi brazo.

—¿Qué te sucede? —lo analizo— ¿regresó... la oscuridad?

—Ahora eres tú el problema —apoya sus brazos en sus rodillas— tú y esa descendencia.

Me importa muy poco el agua empaparme mientras más me acerco a él sin tocarlo.

—No comprendo

—¡Me aleja Ayline! —hace sus manos puños— de ti. Desde que desperté, hay algo raro conmigo. Cada vez que puedo tocarte, percibo dolor, parece que tú ardieras, toda tu piel y si estas cerca, más cerca no se va la sensación y es por su culpa —observa mi estómago— él no me quiere cerca.

—No, Darren aun no nace. Nuestro bebé no te puede causar daño.

—Me controla Ayline de una maldita manera lo hace. Será su don.

Entonces me alejo de él y me pongo de pie.

—Si es cierto, no puedo dejarte aquí —cierro la llave y el agua deja de caer— sal de ahí Darren.

Extiendo mi mano, sin embargo él se levanta sin aceptarla y a toda costa, evita tocarme y me esquiva.

—Darren

Gruño y me doy la vuelta cuando él sale del baño. Lo sigo hasta la habitación.

—No tienes que huir de mi

—Me debo alejar de él

Y sin importarle cambiarse, se marcha con velocidad.

...

Horas más tarde, me encuentro sola en la habitación, acostada en la cama. Estoy cansada de seguirlo además que el bebé está muy inquieto y empeora cada malestar. El asco cada vez que bebo sangre mortal. Y mi debilidad.

Mi vista esta fija en el balcón y las cortinas al moverse.

Transcurren varios minutos cuando dejo de ver hacia el balcón y me volteo. Apoyo mi cabeza en la almohada y cierro un momento mis ojos.

No obstante, percibo su poder y siento su mano sobre la mía. Al abrir los ojos lo reconozco por su anillo brillar.

—¿Te iras de nuevo?

—Pienso quedarme —apoya su barbilla en mi hombro— y nada será impedimento.

Me extraña que me abrace

—No quiero que sufras Darren —no recibo respuesta— tenemos que solucionarlo, yo te necesito y nuestro hijo no te puede hacer esto —me ignora —¿Me estás escuchando?

Enarco una ceja cuando besa mi mejilla y se aleja de mi.

Enseguida me doy la vuelta, sigue con la misma ropa que se fue. Sin embargo seca. Lo más raro es su estado, luce más débil.

Me sonríe cuando lo sostengo del rostro.

—Pareces bajo el efecto de un sedante —rápido lo suelto al notar marcas por mi toque. Marcas que comienzan a sanar —¿a dónde fuiste?

—Quise alejarme de ti y salir del Castillo y algo... No me lo permitió. El ardor, el dolor en mi maldito corazón, aumentó —ladea la cabeza— después fui a los calabozos, me hizo liberarlos.

—¿Ya no hay humanos en el Castillo? —él asiente— esto es grave Darren.

Gruñe y coloca su mano en mi hombro a pesar de causarle dolor.

—Lo hice porque te amo

Con brusquedad me alejo de él, sin dejar de verlo me siento en la cama.

—¿Qué?... ¿Qué haz dicho?

—Malditamente —busca mi mano y la sostiene— te amo Ayline.

Medio sonrío

—De acuerdo, esto es doblemente raro. Tú no actúas así, tu no... —alejo mi mano rápido de él y me inclino— ¿en realidad eres Darren?

Me sonríe luciendo sus colmillos y me besa. Apoyo mis manos en sus hombros y aunque al principio me niego, al final disfruto su beso y cierro los ojos.

Al abrirlos, dejo de besarlo y me alejo pocos centímetros.

—Y yo a ti

Él comienza a cerrar los ojos hasta caer inconsciente.

Confusa retrocedo hasta bajar de la cama y me cruzo de brazos.

—Eres tan raro

...

Pensé en buscar ayuda, me alertó no verlo abrir los ojos y escucharlo alucinar.  Esperé, sin embargo a los veinte minutos, lo veo mover la cabeza.

Dejo de morder mis uñas y me acerco. Me subo a la cama y me situo a su lado.

—Darren ¿estás bien?

Él abre los ojos, ese tono carmesí en ellos. Y parece confuso al verme y después ver la habitación.

—¿Cómo... llegué aquí?

—Tú llegaste solo —poco a poco se incorpora en la cama— ¿no recuerdas?

—Lo último que recuerdo es que salí del Castillo, me detuve cuando empeoró mi debilidad y luego... inconsciente.

De pronto, comienzo a reír

—Será mejor que no te enteres

—Ayline ¿de qué?

Dejo de reír cuando noto su molestia

—Todo parece que nuestro hijo te controla, a ambos pero a ti te afectó más. Va más allá de causarte dolor o evitar contacto entre nosotros. Liberó una parte de ti que pocas veces demuestras.

—¿A qué te refieres? —masculla entre dientes.

—Actuaste muy diferente, comenzando porque liberaste a los humanos de los calabozos y después llegaste conmigo y te comportaste... muy... ¿cariñoso? —hago una corta pausa— me dijiste que me amas y después cerraste los ojos y murmuraste cosas como que te importa nuestro hijo. Le diste un nombre.

—No recuerdo —gruñe— nunca pasó

—Pues me acabo de dar cuenta que hoy conocí otra parte tuya. Y no sé cual Darren, cada vez que te comportas así, me gusta más —le sonrio dejando crecer mis colmillos.

—Olvida a ese maldito Darren —me responde y baja de la cama dándome la espalda.

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++ Se acerca el final 🤧🖤🦇🍷++

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