A Y L I N

No puedo quedarme quieta, tranquila ante la situación que esta pasando con Darren. Y para colmo, mi sed regresa y se controla por poco tiempo. Sumándole la debilidad que aun siente mi cuerpo, los mareos contantes. Mi fuerza que aun no recupero.

Estoy frustrada de estar encerrada en la habitación, con una extraña sensación sin Darren. Dejo de ver la puerta abierta. Una tonta parte de mi, espera verlo entrar.

Niego cuando eso no sucede y me levanto ignorando mi malestar.

—Mamá ¿qué haces levantada?

Enseguida veo a Ana Liz aparecer frente a mi y con delicadeza me guía a la cama.

—Quiero salir

—No seas terca, debes recuperarte por completo.

Gruño cuando otra vez quedo sentada.

—Me debo hacer cargo del reino, me preocupa —mi hija me juzga con la mirada— y lo estoy por Darren.

Ella gruñe y se cruza de brazos

—No hay noticias de él

Bajo la vista, ya amaneció y aun no saben nada.

—Si llegan a saber algo. Me dirán ¿cierto?

—Madre

—Ana Liz —alzo la vista— merezco estar enterada.

—Él no merece que estés así por su culpa. No después de lo que te hizo madre.

—Hija, Darren sigue siendo tu padre. Y hasta no saber que le pasa, que lo hizo actuar así, hasta entonces podré odiarlo.

—Pues yo prefiero que no vuelva. No saber de él.

La miro fijamente

La conozco y finge bien

—Que mala suerte —nos interrumpe la voz de Esteban. Ambas desviamos la vista en la puerta— hay noticias e incluso un invitado no esperado.

Enseguida me levanto al verlo a un lado de Esteban.

—Permiso —Darkiel se adentra a la habitación y se detiene frente a nosotras.

—¿Lo llamaste? —masculla Ana Liz entre dientes.

—Vino aquí por su cuenta —le responde Esteban de la misma forma y sonríe— que por cierto, ya saben todo lo que hizo Darren, fuera y dentro del Castillo —emite en voz alta desde la puerta.

—En efecto, la Corte está al tanto de todo y mi visita es para darle un recado a la reina —hace una rápida reverencia y se endereza— su rey, está en Rumanía. Mi señor está a cargo de él.

—¿Lo... capturaron?

Darkiel amplia su sonrisa

—Él llegó por su cuenta. En un mal estado —hace una corta pausa—Y mi señor necesita su sangre para controlarlo.

Giro a ver a Ana Liz que niega

—¿Qué es lo que le pasa? ¿Por qué actúa Darren así? —regreso la vista en Darkiel.

—El rey lucha contra su propia oscuridad.

Confusa lo observo

—¿Eso incluye las alucinaciones que tiene con Salvatore? —le pregunta Esteban.

—La oscuridad es un arma poderosa que por siglos a afectado a fuertes vampiros. Entre ellos, a todo el linaje Valentains. Batallan con sus peores miedos. Con un pasado que nunca superaron —hace una corta pausa— Mi señor a enfrentado esa misma oscuridad hace siglos, motivo de su largo descanso. Y a su vez, su creador, Vlad Valentains los consumió la oscuridad sin embargo es un tema que entre vampiros, se ha ocultado. A los que les afecta, son una amenaza, por el momento a la señorita Elizabeth, se encuentra controlada pero a batallado con esa oscuridad y no a todos les sucede.

—Pero Darren ¿estará bien?

—Está a nuestro cargo

—¿Qué van a hacer con él? —le pregunta Ana Liz con indiferencia.

—Es información confidencial. Solo nos pueden ayudar con su sangre, tanto de su alma como de su creación.

Darkiel del bolsillo de su largo abrigo saca dos jeringas vacías y nos las extiende.

Comparto una mirada con Ana Liz y prosigo a aceptar la jeringa y darle mi sangre.

—Nos necesita

Ella gruñe y a regañadientes la acepta.

Cuando ambas jeringas están llenas con nuestra sangre, se las entregamos.

—Darren, ¿volverá a ser el mismo de antes?

Darkiel las guarda y dura en contestar

—No existe cura, tendrá que enfrentar la oscuridad por toda su eternidad —retrocedo un paso— pero descuide, se puede controlar por mucho tiempo. Depende mucho en el vampiro —me observa fijamente — su rey ya no les será problema, no la dañará —baja la vista, ladea la cabeza y regresa la vista en mi rostro— un consejo, cuídelo.

Nos sobresalta cuando se convierte en cuervo y se marcha volando de la habitación.

—Eso explica un poco su comportamiento —habla Esteban acabando con el silencio— Darren nunca superó haber matado a Salvatore. Sea como sea le afectó y lo ocultó. Nunca tuvo un buen ejemplo de creador, ni con él ni con Estefan. Además, te perdió varias veces pequeña.

—Lo que me preocupa más es no saber que hará Derek con él —emito y tomo asiento en la cama— su muerte será su opción.

—No pienses en eso pequeña. Pronto ese maldito regresará y  todo volverá a ser como antes.

Sin embargo, no creo en sus palabras.

...

Más tarde me encuentro sola en el balcón, observando desde lo alto el Castillo y el bosque. Con la esperanza de verlo.

Me sostengo del barandal sin apartar la vista hasta que su presencia se hace notar.

—Hola Aylin

—Ashley

—¿Te dieron la noticia de Darren?

Asiento sin verla. Le sigo dando la espalda.

—La oscuridad con la que él batalla, desconozco Ashley.

—Aylin, Darren podrá contra ella. Es fuerte y lo sabés.

—Está con la Corte —me doy la vuelta— sus decisiones serán egoístas sin importar afectarlo más.

La veo acompañada de Dominik

—Todo saldrá bien, entiendo que te preocupes por Darren pero también hazlo por ti —niego y desvío la vista— Aylin, hay algo que debes saber. Hablé con Dominik y me contó algo extraño en ti —regreso a verla— Y no sé como vayas a reaccionar.

Veo a cada uno

—Nik tuvo una visión tuya en el momento que despertaste— agrega y luce nerviosa al frotar sus manos— creyó que era por el efecto del sedante pero volvió a tener otra y...

—No hay duda. La creación de Collins la percibo dentro de ti.

Pestañeo varias veces

—Sor... sorpresa —emite Ashley con fingida alegría— estamos... las dos embarazadas Aylin.

Sus últimas palabras se repiten en mi cabeza.

Me alejo del barandal y me acerco a ambos.

—Es... imposible —me observo a mi misma— no siento nada.

—Tus síntomas los confundimos por el efecto de los sedantes. Yo no puedo sentir al bebé, mi don está fallando conmigo, pero Nik puede percibirlo y sus visiones no se equivocan.

Concentro la vista en Ashley

—Desde hace un mes, fue la última vez que estuve con Darren.

—Es lo que nos extraña, Nik puede sentir a su descendencia pero el cambio contigo va lento. Una creación nuestra crece muy rápido y  no se te nota —llevo mi mano a mi plano estómago— creemos que el sedante le afectó, lo sentimos Aylin.

Y tan solo pensar esa idea me aterra cuando ahora se que hay un bebé dentro de mi.

+++

Dos días después...

Crece mi preocupación por Darren y nuestra creación. No dejo de pensar y alertarme por el más mínimo detalle.

Noticia que a nadie le he contado y Ashley y Dominik, me juraron guardar el secreto.

Sin embargo, entre más pasan las horas, en cada día me es difícil seguir callando.

En este momento no dejo de caminar de un lado a otro por la habitación. Con una copa en mi mano, sangre mortal que mi cuerpo no rechaza sin embargo no calma por mucho mi sed.

—¿Se puede?

Me detengo al escuchar un golpe y su voz del otro lado de la puerta.

—Entra

Ana Liz abre la puerta y se asoma

—Hola mamá, Ashley me avisó que querías hablar conmigo.

Asiento y ella se adentra cerrando la puerta.

—Tengo que contarte algo —le señalo la cama. Ana Liz confusa se acerca y toma asiento.

—¿Qué pasa? Porque el misterio —ríe sin dejar de verme.

—Ana Liz —hago una larga pausa mientras me siento a su lado y sujeto la copa con fuerza— por Ashley y Dominik, desde hace dos días, me confesaron algo que lo cambiará todo —giro a verla— es seguro que... vas a ser la hermana mayor —frunce el ceño— estoy embarazada otra vez —le medio sonrio— una creación de tu padre.

Ella entreabre los labios y ahí esta esa mirada que me analiza.

—No, no, no y no —se levanta bruscamente y se mueve hasta detenerse frente a mi— No mamá, no puedes estar... —me señala— yo soy tu única hija.

—Estás siendo egoísta como Darren

—No nos compares —gruñe y baja su mano— ¿es seguro?

Asiento

—Aunque hay un problema, por los sedantes en mi cuerpo, le afectaron. Se supone que debería llevar un mes —bajo la vista— y temo Ana Liz, que el bebé no nazca —limpio la lagrima rebelde de mi mejilla— y me confunde por las visiones que ha tenido Dominik. En ellas aparezco con tú hermano en brazos pero los resultados y avances son otros.

—Mamá —escucho sus pasos y de pronto siento sus brazos rodearme— tranquila, no me gusta verte así —transcurren pocos segundos y se aparta. Me atrevo a verla a la cara— un vampiro tuyo y de... mi padre —aleja sus manos de mis hombros— Bien, no es una noticia que me emociona mientras lo asimilo pero, soy tu hija y te voy apoyar.

Asiento y acaricio su rostro

—Gracias Ana Liz y del mismo modo, también debes saber que pienso ir a Rumanía a ver a tu padre.

—¡¿Por qué?! —retrocede dos pasos y se cruza de brazos.

—Porque necesito verlo. En dos días y la Corte no nos han informado nada de él. Necesito saber que pasó —hago una pausa y humedezco mis labios— necesito darle la noticia. Esta vez no me voy a callar, Darren tiene el derecho de saber que estoy esperando su descendencia. Quiero ver su reacción, quiero que esta vez sea diferente —me pongo de pie— estoy harta de que cada vez que me pasa algo así, él se vaya y me deje sola —coloco una mano en mi vientre— él no tiene la culpa. Si te tuve a ti, tendré a tu hermano y quiero que esta vez sea con Darren.

Ana Liz se descruza de brazos

—Eres terca madre y no te puedo detener. Y no estaré tranquila si te vas sola así que iré contigo. No estas del todo recuperada y debo cuidarte como a... mi hermano —termina haciendo una mueca de horror.

Le sonrío, me acerco a ella y la abrazo con fuerza.

Rumanía

—No pensé volver a este lugar

—Tú te invitaste solo, nadie te obligó a venir.

—¿Crees que dejaría a pequeña y a su criatura sola? —Esteban niega mientras los tres avanzamos por un extenso bosque— Además, nunca han estado aquí, yo conozco el camino y la entrada.

Ana Liz resopla

—Pues yo sigo creyendo que fue una mala idea venir. Darren no merece saber de la creación que mi madre espera.

Me detengo enseguida y le doy una mala mirada a Ana Liz.

—¿Creación? —Esteban quien va hasta adelante se detiene y se voltea— pequeña estas...

Dejo de ver a Ana Liz, la escucho pronunciar un "ups"

—Tendré un hijo de Darren —le confieso al verlo— razón por lo cual quiero verlo y hablar con él. Merece saberlo.

Esteban se acerca a mi sin borrar esa sorpresa de su rostro.

—Mi pequeña —me sostiene de los hombros— necesito asimilarlo.

—No eres el único, sabés

Ignora a Ana Liz y me sonríe

—Mis felicitaciones pequeña aunque no sé si este mundo pueda contra otra mini versión de Darren —se encoge de hombros.

—Gracias rubio aunque hay consecuencias que después te contaré. Lo que me preocupa ahora es la reacción de Darren.

Él se aleja poco a poco

—No quiero criarlo sola —agrego con un hilo de voz.

—¿Sola? Nos tienes a nosotros pequeña. Siempre he sido el tío favorito de todos.

No obstante, nos interrumpe un graznido de cuervo.

Esteban se aleja y me obligo a limpiar mis lágrimas inevitables.

—Sean bienvenidos —Darkiel aparece en su forma normal frente a nosotros— La Corte, los espera.

Y sin dudar avanzamos.

Me sorprende la clave con un viejo árbol y más el inmenso antiguo y gótico Castillo que se muestra ante nosotros en cuanto la neblina se esfuma.

Siendo dirigidos por Darkiel seguimos avanzando sin ocultar los nervios por estar nuevamente frente a toda la Corte. En el mismo lugar que mantienen oculto a Vlad y empeora al tener que ver a Darren.

—Mi Señor, están aquí —anuncia en cuanto abre las puertas de una amplia sala y los tres entramos.

Frente a nosotros se encuentra Derek. A su lado Elizabeth con ese antiguo vestido y de cada lado, el resto de la Corte.

—Nuestra Reina —él avanza dos pasos— Es un honor su visita asegurada —sonríe dejando visibles sus colmillos.

—¿Dónde está Darren? Quiero verlo —emito sin rodeos.

Derek musita y comparte una mirada con su hija.

—Está en una celda, encerrado —habla ella— Fue su idea de hecho, nos exigió encerrarlo y a rechazado alimentarse. No a probado ni una gota de sangre desde que está aquí con nosotros.

—Y se rehúsa a nuestra ayuda —inquiere Black.

—¿Cual es la cura? —cuestiono— ¿o como pueden controlarlo?

—Un descanso eterno —menciona Derek con malicia.

—Tenemos que dormir esa oscuridad que enfrenta. Y solo se logrará si él acepta descansar —emite Elizabeth— Ya la sangre que usaba no le ayudará.

—¿Tú lo sabías Beth?

Ella ignora a Esteban y fija la vista en mi.

—Pero no es seguro el tiempo que durará. Todo depende de él y que logre controlar esa oscuridad.

Doy un paso adelante

—Con más razón, quiero verlo

—Petición aceptada —Derek se da la vuelta— y regresas a salvar a la creación de mi sobrino.

Lo veo sentarse en su trono

Comparto una mirada con Esteban y Ana Liz. Después en cada integrante de la Corte y termino en Darkiel.

>Es inevitable ocultarlo<

...

—Quiero hablar a solas con él, por favor —antes de llegar a esa puerta, me doy la vuelta viendo a Ana Liz y a Esteban. Ignoro su desacuerdo y me volteo mientras sigo a Elizabeth.

Quien me guía hasta Darren, entramos por una puerta y bajamos varios escalones. En el último, ella se detiene.

—Hasta aquí llego yo, puedes encontrarlo en la última celda. Es prohibida la entrada por tu propio bien.

Asiento

Enseguida Elizabeth se da la vuelta y sube otra vez esas largas escaleras.

Entonces me armo de valor, me volteo y avanzo hasta llegar a la última celda y lo veo sentado en el suelo, con la espalda recargada a la pared. Encadenado de sus manos.

—Darren —me detengo dejando distancia entre la celda, situada frente a él.

Con la vista baja, mueve sus manos causando ruido por la cadena y alza la vista.

—¿Qué haces aquí?

Percibo su tono molesto

Su apariencia sigue presente. Incluso tiene rastro de sangre en su ropa.

—Tenía que verte

—Lárgate Ayline —hace sus manos puños.

Niego y doy dos pasos

—Ya lo sé todo Darren. Sobre esa oscuridad que enfrentas, como esas alucinaciones que causan tu comportamiento. Debiste decirme para ayudarte —recibo su sonrisa maliciosa— juntos, tal vez hubiéramos...

—No Ayline, solo debo enfrentar esto. No te necesito para nada. No debiste venir, el hecho de verte ya deseo matarte —se inclina y gruñe— librate de mi.

Niego varias veces

—¡Largo maldita sea!

Retrocedo un paso cuando se levanta.

—No me iré Darren —toco mi anillo— Se que te controlas para no dañarme, una parte de ti no quiere hacerlo. Se que viste un futuro que te detuvo.

Él retrocede hasta recargarse en la pared.

—Ashley me hizo ver una maldita visión. En ella le arrancaba la cabeza y a ti el corazón y no me detenía Aylin, hasta acabar con cada vampiro del reino. Por eso hui, por eso te quiero lejos de mi. A cada maldito mortal que mate, pensé que eras tú —ríe siniestro— No tuve más opción que venir aquí. Encerrado, sin soportar tu maldita presencia, podré evitar ese futuro, pero en cuanto sea libre, es lo primero que haré.

Sus ojos se tornan oscuros

—No fue Ashley, fueron sus hijas que te mostraron esa visión —él pestañea y regresa el tono carmesí en sus ojos— lo hicieron para proteger a su madre, a mi y controlarte a ti.

—Esas imágenes se repiten en mi cabeza Ayline ¡tu maldita muerte!

—¡Lo sé Darren! —me acerco hasta llegar a la celda— pero no te rindas. Ese no tiene que ser nuestro futuro. Puedes cambiarlo si te dejas ayudar, es efecto de esa maldita oscuridad.

Él niega varias veces

—Me niego a descansar. Será a mi manera, contigo lejos.

Ambos guardamos silencio

Desvío la vista y me armo de valor dispuesta a confesarlo.

—Darren —giro a verlo— Un reino te necesita. Ana Liz te necesita, incluso yo. Todos queremos al Darren de antes y puedes controlarte —hago una corta pausa— no puedes dejarme a cargo del Castillo, sola. No cuando te necesitará... —coloco mis manos en los barrotes— tú... tu descendencia te necesitará. Estoy esperando un hijo tuyo, Darren.

Odio no descifrar su mirada. Odio su silencio.

—Di algo

—No mientas

—No es mentira, por Dominik es seguro que estoy embarazada de ti —lamo mis labios— Y corre peligro, los sedantes lo están... matando. No se desarrolla para el mes que tiene y lo sabes —me importa muy poco limpiar mis lágrimas— nuestro hijo, Darren.

—Será un motivo más para que me odies y te vayas de aquí.

Me alejo de las rejas y niego varias veces.

—Que tonta, esperaba otra reacción tuya pero, eres así ¡Nada te importa! —me cruzo de brazos— solo trataba que la historia no se repitiera como con Ana Liz. Pensé esta vez, los dos... criarlo juntos.

—Siempre algo se interpone Ayline y tú estarás mejor sin mi. No me necesitas para... esa cosa.

—Tú hijo, aunque te cueste admitirlo —gruño y desvío la vista— no tiene porque ser así —regreso la vista en él— tendrás que decidir, ¿te quedas o vienes conmigo? No te estaré esperando por mucho tiempo, iré con Derek, él puede salvarlo como a ayudarte a ti, solo tienes que dejar de ser un maldito egoísta.

Limpio mis lágrimas con brusquedad y me doy la vuelta sin esperar su respuesta.

(...)

Después de todo, regresamos al Castillo. En parte estoy aliviada, Derek afirma haber visto a mi hijo nacer sin embargo sigo molesta con Darren, conmigo misma.

—Criatura ¿les traes una copa de sangre a tu madre?

—Claro

Dejo de sentir su presencia y tan pronto Esteban me hace detener a medio pasillo.

—Respeté tu silencio pequeña, como en todo el camino pero no me gusta verte así.

Me encojo de hombros

—Creí que podría convencerlo, que saber de nuestra descendencia lo haría reaccionar.

Esteban se acerca a mi y me abraza.

—Aun así, cuentas con todos. Creenme que también estoy molesto con Beth, lo sabia y no me comentó nada al respecto. Se negó a hablar conmigo, no me dio la cara.

—No es su culpa —lo alejo de mi— a su manera quiso ayudarlo.

Esteban asiente

—Todos compartimos parte de culpa pequeña —con ternura acaricia mi mejilla.

Le sonrío sin ánimos

Y en instantes, dejo de verlo frente a mi y percibo un fuerte ruido.

—¡Esteban! —me volteo y pestañeo varias veces al verlo— no otra vez —me acerco— ¡Darren, dejalo!

Sin verme mantiene a Esteban contra la pared sin soltarlo del cuello, el rubio sin defenderse.

—¿A eso regresaste?

Lo escucho gruñir

—No soporto verte cerca de él, de todos —gira a verme— regresé por ti, en el maldito momento que se fueron, les exigí mi libertad y los seguí.

—Entonces, déjate ayudar

Darren me observa fijamente y parece reaccionar cuando sus colmillos se ocultan y suelta a Esteban por completo.

Cuando avanza hasta mi, yo retrocedo.

—Solucionen mi problema, de una maldita vez.

...

Es eterna la espera.

No dejo de estar intranquila cuando Darren está en la habitación encerrado con toda la Corte. Elizabeth es la única que no está aquí en el momento que recurrimos a ellos. Y en horas, ya estaban aquí.

—Cualquier emoción que siente la madre, le afecta a la creación.

—No puedo estar tranquila Esteban

Me obliga a detenerme, todos estamos en la sala y soy la única impaciente.

De pronto, la puerta es abierta por Williams y Lezy, esta última lleva su embarazo avanzado.

—Darren, esta descansando —informa el padre de Esteban— El resto de la Corte se a marchado pero me dejo indicaciones. Él no va a despertar hasta que luche contra su oscuridad, puede que sufra. De hecho no podrán alimentarlo hasta que despierte, no tenemos la seguridad de hacerlo sería volver más fuerte al lado equivocado.

—Padre, no podemos dejar que se diseque por falta de sangre.

—Es necesario Esteban y no será así. Bajo un hechizo, su tiempo se detendrá —menciona Lezy— De hecho, hemos creado una barrera en la habitación. Nadie puede entrar ni nosotros. Y no será destruida hasta que Darren despierte, el hechizo va a percibir su oscuridad, si sigue siendo el mismo, no saldrá hasta que su oscuridad controle y sea el mismo de antes.

—¿Será por mucho tiempo?

—Verán que pequeña en su estado lo necesita despierto. El desgraciado no se puede perder los cinco meses de crecimiento de su creación.

—Todo dependerá de Darren, hijo

Aunque me cueste, asiento

—Estaremos al pendiente —inquiere Lezy y se sostiene del brazo de Williams.

Ambos se despiden y desparecen de nuestra vista bajo una cortina de humo.

Enseguida me doy la vuelta viendo a cada uno.

—Todo parece que el Castillo, se quedó sin Rey.

Nota de autora:
Les recomiendo ver el video de arriba. La letra es perfecto para este capítulo lleno de emociones 🤧🖤🎶