Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7. Stained clothes.

Hi~ No hay mucho que presentar en este capítulo en realidad, Yue se presenta a sí mismo de sobra, pero si nos da una idea de a dónde irán varias relaciones de Eiji, no solo con Ash, sino con Shorter por ejemplo. Espero que les guste, es muy de transición para mañana que se nos viene más fuertes.

Gracias por leer~

—¿Estás cómodo? —Yut-Lung alza una copa frente a su invitado.

—Se ve cómodo, señorito Lee. —Wu le responde.

—Veo que sí.

Si bien, el vino presenta un matiz más rojizo al que su paladar acostumbra, las notas otoñales aunque dulzonas impregnadas a la fragancia lo hacen digno de ser consumido en semejante celebración. Esa es la ofrenda del altar. La hostia en misa. El sacrificio al siervo. Sonríe. Sus dedos se deslizan alrededor del cuello de cristal hasta los bordes adornados de gotas ensangrentadas, no es propio del más joven invertir tanto esfuerzo al instante de intoxicarse sin embargo la situación lo amerita de sobremanera.

—Deberíamos hacer un brindis ¿no crees? —Sus palabras se encuentran cargadas de saña, el aire se aprecia sofocante dentro de la mansión—. ¿Por qué podríamos hacer un brindis? Mi mente se quedó en blanco además de este encuentro, claro.

—¿Quiere que responda, señorito?

—No, deja que él hable, Wu.

—¡Mph!

—¡Ah! ¡Ya sé! —Yut-Lung esboza una lenta sonrisa aterciopelada, alza la copa, no mucho, lo bastante para que roce sus labios y sienta el frío sangrar hacia su piel—. Por tu boda Okumura, aunque tal vez te debería empezar a llamar por tu otro apellido.

«Callenreese».

—¡Mhm! —Un montón de ruidos y chillidos ininteligible salen del otro lado de la mordaza y le restan la diversión a esta reunión de viejos amigos, sus miradas se entrelazan a través del comedor, sus ojos de cervato ingenuo están plagados de otra cosa que lo incita a morder su labio inferior y es un deleite.

—Puedes dejar que hable. —Wu finalmente le quita la cinta de la boca.

—¡No puedes andar secuestrando a las personas a tu antojo!

—¿Secuestro? —El más joven se lleva una mano al pecho ante tan vil acusación—. Estamos tomando alcohol juntos para celebrar tu boda ¿cómo eso es un secuestro?

—¡Estoy amordazado!

—Estabas amordazado. —Lo corrige del otro lado de la mesa—. Y pensé que te gustaría algo de picor considerando que no tuviste una despedida de soltero adecuada.

—¡Estoy atado a una silla! —Hay un tic en su ojo cuando dice eso y la excitación se vuelve más grande en el corazón del chino, si algo ama es molestar a la gente estúpida y esto es hilarante.

—Bondage. —Dice con simpleza—. Prácticas para tu luna de miel.

—¡Yut-Lung!

—Chilla todo lo que quieras. —Sin soltar su copa de vino el más joven se para de su autodenominado trono para caminar hacia la presa, un conejo en la madriguera de una víbora—. Pero nadie escuchará tus chillidos así que es una pérdida de aire que podría ser valioso. —Sus ojos amatistas penden sobre su fiel sirviente, el único de sus empleados que se quedó luego de la caída del imperio Lee junto a la cocinera.

—¿Quiere que los deje a solas?

—Por favor.

Wu se va.

—Ahora... —Yut-Lung se acomoda enfrente de Eiji, sus dedos se deslizan bajo su mentón con lentitud para garantizar el contacto visual, ah, le gusta esa expresión impotente, es exquisita—. ¿Qué debería hacer contigo?

Su verdadero enemigo.

Eiji Okumura.

No es justo, Yut-Lung solía tener una fijación enfermiza con Ash Lynx a raíz de sus similitudes, los dos habían sobrevivido a un politraumatismo garrafal, fueron vendidos como carne aun de críos, estaban rotos, desagradables y eran incapaces de sanar, estaban jodidos por el resto de la eternidad ardiendo en un infierno que ellos mismos consolidaron, aun así ver al solemne lince mantener su espíritu pese a las situaciones más pútridas y abusivas le dio esperanza sobre su supervivencia o así fue hasta que Okumura apareció en el panorama, claro. No es que haya sido la única red de apoyo, puesto que Ash tenía a varias personas dispuestas a sostenerlo siendo pandilleros o no y Yut-Lung veía eso: Okumura nunca fue el único.

¿Entonces de dónde viene ese odio irracional por Okumura?

Simple, es su antítesis o más bien la antítesis de todo eso que quiere lograr, por más amenazas contra Ash que haya blasfemado nunca se trató de herirlo, es Eiji quién moviliza sus acciones genuinamente porque está dispuesto a probarle que la gente como ellos, gente herida, rota y destruida, no necesita de amor ni puede "sanar" y no aceptará esa mierda de alguien que ni siquiera pertenece a un mundo de violencia y maltrato. Eiji atenta contra esa visión de realidad que Yut-Lung instauró para sobrevivir entre los Lee y ¿cómo le responde el desgraciado? Amando aún más a Ash, la otra cara de su moneda que debería entenderlo mejor que nadie, quedándose a su lado, mostrándole una preocupación con un altruismo mutuo que personas como él jamás podrán entender, marcando una diferencia. Injusto.

—Estaba dispuesto a dejar ir a Ash y hacer vista gorda sobre su muerte. —Esa mirada gélida no basta para expresar su disgusto por este hombre—. Pero apenas escuché que se casó contigo, me sentí en la obligación moral de intervenir.

—Ash no se quiere meter contigo.

—Ni yo me quiero meter con él. —Yut-Lung sorbe su vino de un trago—. Yo me quiero meter contigo.

—Yut-Lung.

—¿Cómo te atreves a arruinarlo así? —La copa cae contra el piso y sus manos se han enterrado entre su cabello oscuro y esponjoso, tirando de su nuca al respaldo de su silla, dejándole expuesto el cuello y si quisiera podría acabar con esto acá y ahora, matarlo cortando su garganta, ha hecho cosas mucho peores y Dios ha sido testigo—. ¿Cómo te atreves a creerte a su nivel para casarte con ese inigualable depredador?

—Ash no es un depredador.

—No. —Gruñe—. No por qué lo arruinaste convirtiéndolo en alguien común y corriente, ¿estás feliz? De lince pasó a ser un gato fofo y doméstico.

—Suéltame.

—Ahora todas esas grandes cosas a las que Ash podía aspirar se han ido para jugar a la casita contigo.

—Ash nunca será alguien común y corriente. —A diferencia de Yut-Lung carga esas palabras de amor desmesurado para darles una connotación positiva, convirtiendo ese defecto en fortaleza, confía con toda su alma en la resiliencia del lince y la ha visto incontables veces—. Pero tiene el derecho a sanar y a reconstruir su vida si así lo desea, si él escoge ser libre de su pasado no eres quién para arrastrarlo de regreso.

—¿Crees que será libre contigo?

—Yo nunca dije eso.

—¿Crees que tú puedes darle lo que necesita?

—Yo nunca dije eso. —Repite, sosteniendo una mirada desafiante, Yut-Lung suelta su cabello en una resignación absoluta—. No podría darle eso.

—Lo sé. —Admite con flojera, develando sus verdaderas intenciones en lugar de seguir con el drama de telenovelas—. Y lo sé todo sobre ti también.

—¿Qué cosas sabes sobre mí?

—Sé que estabas inscrito en un programa de citas porque ansías engatusar a un pobre ingenuo para así tener una visa, ya lo sé todo. —Eiji palidece, más, su cuerpo se rinde bajo el acuno de esas cuerdas que ni siquiera lo aprietan en serio y de hecho más allá de sus palabras hirientes Yut-Lung carece de intenciones genuinas sobre hacerle daño. Debe querer algo más y busca intimidarme, concluye.

—Así es, necesito quedarme en América.

—Podría sabotear tu farsa. —Lo amenaza—. Podría incluso hacer que desaparecieras del mapa, ¿no?

—Pero no lo harás. —El más joven suspira.

—No lo haré. —Y rueda los ojos con tedio—. Me sorprende que hayas tenido las pelotas para andarle pidiendo matrimonio a todos tus conocidos y por eso me ofende profundamente que no me lo hayas pedido a mí ¿acaso sabes las posibilidades de destrucción que me negaste con esa decisión egoísta?

—No te agrado.

—¿Y eso qué? La mitad de los matrimonios no se agradan, contigo amarrado habría sido mucho más fácil joder a Lynx, pero no.

—¿Cómo te enteraste de eso?

—Tengo mis fuentes, por favor. —Resopla—. Y Sing es un borracho hablador.

—¡Tiene 14 años! ¡No debería estar bebiendo!

—Tiene 15 y estaba dispuesto a casarse contigo, no entiendo qué tienes de especial, tienes un rostro incluso aburrido, tu belleza es inexistente y de hecho tienes cara de ser un extra en la obra donde yo soy el protagonista, no puedo vislumbrar qué diablos te ven si hasta tu nombre es simplón, Okumura.

—Tal vez tiene que ver más allá de la apariencia.

—Ah, cierto. —Pestañea aburrido—. Tú salvas a la gente con el poder del amor, yei.

—Yo no salvo a la gente con el poder del amor.

—Hiciste que Ash cambiara.

—Ash cambió porque él quiso hacerlo.

—Y ni siquiera te das cuenta. —Ríe para sí mismo—. Y podría apostar que ni siquiera has sido sincero con lo que sientes hacia él ¿no es así?

—N-No sé de qué estás hablando. —El más joven alza una ceja, ofendido.

—Eres un terrible mentiroso. —Suspira—. Ustedes dos deben ser los únicos que no lo saben todavía.

—Yut-Lung.

—Supongo que todo esto fue en vano, al final, ustedes avanzan mientras yo me quedo estancado en la misma mierda de siempre, da igual.

—¿Recuerdas...? —Eiji tantea—. ¿Recuerdas lo que me dijiste la primera vez que me secuestraste en tu mansión? —Y aunque nunca le dará la razón a Ash, sí suena a una damisela en apuros, lo aborrece.

Él no necesita amigos, Ash es una bestia salvaje. Una bestia hermosa libre e incontrolable. Sólo necesita a aquellos que le idolatran y a los que, como Arthur, le desafían. No necesita a nadie más. Especialmente tú, que solo eres una carga para él.

No cree que haya hablado de Ash y de hecho, el subtono de desesperanza era tal que le fue imposible no apreciar que Yut-Lung hablaba de sí mismo proyectando en Ash. Es un niño que vio cómo violaban a su mamá antes de matarla, por eso le es imposible verlo de villano o rebajarlo al nivel de Dino, Yue se encuentra en una zona gris, pudo haberlo entregado la noche que Golzine quiso divertirse con los dos y sin embargo atrajo la atención hacia él logrando que Eiji saliera "impune", salvó a Shorter aun si eso le costó caro con su clan, sus acciones no son puramente malas si se desmenuzan, no hay duda de que disfruta del papel de villano, eso es verdad. Pero Eiji cree que hay más, que no es un caso tan perdido si aún puede forjar una red de apoyo y cambiar.

—Sí. —Finalmente confiesa—. Lo recuerdo, recuerdo que me irritaste con tu respuesta tan Okumura de tu parte.

—Creo que también es aplicable para ti.

—¿Ser salvado con el poder del amor? Qué asco.

—Cambiar. —Lo corrige un tanto irritado—. Sing me lo ha contado, estás diferente, supiste desde el principio que Ash estaba vivo y no has hecho nada, probablemente ahora necesites algo de mí, razón por la que estoy secuestrado, por cierto. Pero no eres la clase de persona que hace daño sin motivos.

—No me conoces, no sabes nada de mí.

—Viceversa. —La respuesta cabrea al más joven—. ¿Entonces...?

—Entonces.

—¿Me soltarás para contarme o tendremos que esperar a que Ash se dé cuenta de que estoy afuera?

—¡Eres insoportable! —Chilla—. Te odio.

Pero lo suelta de todas maneras.

Se sientan para charlar, sus muñecas no arden ni tampoco sus tobillos, su cuerpo solo se aprecia algo adormecido por haber estado sentado durante tantas horas, Yut-Lung le sirve una copa de vino rojizo y es extraño estar tan cerca de su supuesto némesis, más, tiene curiosidad de lo que trama.

—Bebe. —Le ordena.

—¿Cómo sé que no está envenenado?

—Me lo tomaré contigo. —Sonríe con malicia—. Si está envenenado moriremos los dos. —Eiji arroja un suspiro cansado antes de beberlo de golpe, el sabor es fuerte y desagradable por un tiempo y no pasa mucho para que se acostumbre—. Iré al grano, te secuestré porque ansío saber tus debilidades.

—¿Mías?

—Sí.

—¿No de Ash?

—Tú eres la debilidad de Ash, si tengo tu debilidad tengo la de ambos. —Yut-Lung se desploma entre sus cojines drenado emocionalmente por este encuentro—. Quería un seguro porque necesito pedir algo que solo ustedes me pueden dar.

—¿Qué cosa?

—A Shorter. —Eiji se ahoga con el vino—. O más bien, quiero estudiar cómo Shorter se recuperó del banana fish que le inyectaron.

—Cambiaste el componente para que no fuera letal.

—Pero aun así se recuperó mejor que todos los soldados de Irak, quiero entender por qué y necesito tener ese seguro si pretendo ir contra el gobierno chino, convéncelo de ayudarme.

—Sí... —Eiji se rasca la nuca, incómodo—. Shorter y yo no hablamos en realidad. —Es turno del chino de atragantarse con el alcohol, necesitará de dos botellas—. ¿Por qué no se lo pides tú mismo?

—Se negó conmigo y con Sing, dice que no quiere saber más del tema.

—Podrías intentar con amabilidad en ese caso.

—No me jodas. —Gruñe—. Esa es tu misión, convéncelo de ayudarme, no planeo hacerle daño, esto podría ser un cambio revolucionario en un buen sentido, Shorter es lo único que queda asociado a esa droga, por eso lo necesito y hablar con Lynx tampoco es una opción, tú eres el blanco más débil y Sing sin querer me dio la información necesaria.

—Lo intentaré. —Se resigna—. Pero no por ti, sino porque podría serle de ayuda a Shorter.

—Lo sería. —Insiste—. El cerebro se jode luego de un trauma ¿sabes? Lo sé mejor que nadie y mucho más si metes drogas en esa ecuación.

—Has cambiado. —Deja salir el pensamiento—. Sing tenía razón, estás gobernando bien Chinatown, creo que sin tus hermanos realmente no tienes que adoptar el papel de villano.

—Tuve que encontrar otro motivo para vivir, toda mi vida solo pensé en matarlos... —Si le preguntan dirá que está siendo vulnerable por culpa del alcohol, no de la profunda soledad que lo carcome tras esa libertad ilusoria—. No quise decir lo que dije de tu esposo, parece estarlo haciendo bien. —Toda la cara de Eiji se ruboriza ante la mera mención de esa palabra.

Esposo.

Ash es su esposo, cierto.

—G-Gracias.

—Ustedes no han sido honestos en relación a eso. —Entrecierra los ojos—. No están casados porque genuinamente se hayan confesado.

—Por conveniencia. —Lo admite—. Es un matrimonio falso.

Yut-Lung no puede creer con el par de imbéciles que está lidiando, desde que los vio interactuar aun en Los Ángeles no le cupo duda del amor desmesurado que existe entre ellos, Ash vive en hiperalerta a tal grado que logró percatarse de sus movimientos ensayados, más, cuando Eiji se le acercó por la espalda ni siquiera se inmutó y de hecho se animó a celebrar el descubrimiento primero chocándose las palmas para acabar con los dedos entrelazados, por eso fue tan fácil saber que debía atacar a Eiji pese a sus palabras crueles al mandarlo de regreso a Japón. Es obvio lo que pasa ahí. Pero también...

Él tiene asumida su sexualidad desde hace mucho y aún así, ha llegado a sentir a sus intereses menos abusivos como abusadores. Salir con un chico luego de ser violado por no uno sino miles de hombres es una cuestión jodida. Empatiza con Lynx en ese sentido.

—Solo lo diré una vez. —Brama—. Y lo diré porque eres mi némesis... —Ya que a pesar de todo tenía a Ash en un pedestal y era Eiji quién iba a contienda directa frustrando una y otra vez sus planes por acudir al lince—. Tú lo dijiste, las personas pueden cambiar y creo que eso también aplica para ti, te conozco y mientras más lo hago más irritante te vuelves, así que no sé, si quieres irritarme de verdad podrías darte el permiso para ser honesto con tus emociones.

—Yut-Lung.

—Lo digo porque te odio y que conste. —Eiji ríe—. Pero estoy seguro de que Lynx te correspondería.

—Deberías invitarme más seguido a hablar.

—¡No! Debería secuestrarte más seguido. —Y se pone defensivo porque las cosas honestas aún son desconocidas y hostiles, está bien, cree que podrían ser buenos amigos si la situación mejora poco a poco—. Le avisaré a Wu que lo haga.

—Pensé que esto no era un secuestro.

—Cállate. —Le avienta un cojín—. Y ya vete con tu estúpido esposo a tu vida de casado.

—Gracias, Yut-Lung. No eres un mal chico. —El aludido se sonroja con tanta ferocidad que teme que le explote la cara por la vergüenza.

—¡Realmente te odio!

Se queda pensando en lo que Yut-Lung dijo y a la vez, lo contrasta con lo que la pandilla refirió acerca de que Ash no lo ve como un hombre, en cierta medida le hace sentido (y no a causa de su apariencia menos "masculina") sino que Ash impresiona sentirse seguro en sus brazos y tal vez, en este instante resulte inconcebible sobreponer ambas cosas porque implicaría contrariar su mente y su corazón ¿y cómo podría hacerle eso a quién más ama? Sí. Eiji sabe que ama a Ash, pero ponerle apellido a dicho amor, etiquetarlo como fraternal o romántico o ninguna de las anteriores puede ser la ruina, por eso prefiere quedarse en silencio y decirse a sí mismo que es un juego.

Es un matrimonio falso para Ash, sí.

¿Pero qué tanto podrá fingir Eiji?

—Estoy en casa. —El nipón entra absolutamente drenado al apartamento.

—Bienvenido. —Ash bosteza, al parecer se quedó dormido trabajando en un artículo en conjunto a Max y lo confirma por su cabello todo revuelto, es adorable, piensa—. ¿Dónde estabas? Te tardaste.

—Por ahí. —Okey, debe trabajar en las mentiras—. Por allá. —El lince frunce el entrecejo y despierta de golpe, sin embargo, antes de que consiga formular algo esos jades se ven inundados de un horror que se siente igual que un puñetazo en el estómago.

—Eiji. —Su nombre es una palabra rota.

—¿Ash qué...?

Hay un par de brazos sosteniéndolo con firmeza, no es brusco el agarre, al contrario, es frágil, denota tanta fragilidad que pronto el imponente lince se derrumba y cae de rodillas frente a Eiji, el terror y el pánico inundan todo su rostro, no sabe qué hacer ¿esto es un ataque de pánico? Mierda, se quiere arrodillar para ayudarlo a respirar correctamente, más, no lo deja.

—Es vino. —Suspira aliviado—. Es vino. —La mirada de Ash yace cristalizada—. Pensé que era sangre y que te habían hecho daño.

—Ash...

—Creí que... —De repente, sus ojos se van lejos y muy lejos—. Qué te habían disparado otra vez por mi culpa.

—Oh, Ash. —Finalmente se arrodilla, quedando frente a frente y es acá cuando se percata del suéter manchado—. Estoy bien, realmente lo estoy.

—Me asusté. —Confiesa con una vulnerabilidad tan frugal, no le quedan defensas, no le queda nada más que mostrarle lo aterrorizado que estuvo frente a esa posibilidad—. Si te vuelvo a perder yo no lo soportaría.

—Dije para siempre ¿verdad?

—Sí. —Sus manos se entrelazan—. Lo dijiste.

—Y yo siempre cumplo con mis promesas.

—Eiji yo te... —Su expresión se congela—. Alto, ¿por qué tienes una mancha de vino? ¿fuiste a beber con alguien?

—Con los chicos.

—¡Los chicos beben cervezas baratas y solo conozco a una persona que tomaría algo así!

—¡Ah! —Eiji se levanta en pánico—. Cuando vayas a terapia te contaré. —Lo amenaza—. Es lo justo, que ambos sacrifiquemos algo para fomentar la intimidad.

—¿Crees que no iré a terapia para no sacarte el secreto?

—Lo creo.

Estoy viviendo al día en este evento con la escritura y la edición, me siento demasiado poco preparada y como los capítulos se están poniendo sutilmente más largos, ya vi mi fracaso, pero por mientras, logramos la primera semana completa y ya andamos casados. Eso es importante. Muchas gracias por el apoyo.

Mañana nos veremos y será importante para Ash.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro