20. In the nearby park.
Hola mis bonitos lectores~ Okey, antes de leer el capítulo quiero dejar en claro algunos temas para que no se me reactiven en los comentarios, todos estamos de acuerdo acá con que Eiji se invalida, se minimiza y es algo que le hace mal. Pero again, estas cosas toman tiempo y más si Eiji lleva funcionando una vida así y ni siquiera tiene una zona donde tratar esto, el punto de todo el capítulo es dejar de idealizar algunas cosas y dentro de eso también esta el mismo comportamiento humano, de repente, todos "sabemos" lo que deberiamos hacer, pero nadie vive todo el tiempo bajo ese estandar y está bien, a veces hay que aprender de caídas y es lo que hacemos acá, aprender a ser más compasivos y menos duros. Habiendo dejado eso en claro, el capítulo es basicamente Eiji disociado todo el rato y sufriendo sintomas de reexperimentación en algunos lapsus, es el único capítulo de esta indole por así decirlo, pero me pareció importante mostrarlo y más por el estigma de Eiji como debil que de repente hay.
Espero que les guste~
—Lo lamento pero no consideramos que usted cumpla con los requisitos para ser un estudiante acá.
Eiji parpadea como una lechuza.
Una.
Dos.
Tres veces.
No tiene sentido, trajo sus mejores fotografías a la entrevista presencial incluyendo esas que le tomó a Aslan ¿por qué no son lo suficientemente buenas? ¿por qué él nunca es lo suficientemente bueno?
—Creemos que su visión fue bastante interesante pero no alcanza.
La voz del entrevistador se convierte en un pitido arremetiendo dentro de sus tímpanos mientras el mundo da vueltas a su alrededor, Eiji ancla los pies a la silla, intentando permanecer en el salón pero sus ojos escuecen de la impotencia, sus puños están temblando sobre sus rodillas con tanta violencia que sino estuviera frente al comité se estaría golpeando igual que su papá lo hacía para lidiar con la frustración llamándose "tonto" o "estúpido" ante el fracaso, no va a quebrarse así ante ellos, si pudo arreglárselas para no romperse frente a Dino o Blanca puede lidiar con esto, es pan comido ¿verdad?
Ni siquiera debería afectarte, se dice a sí mismo.
Sabías que no quedarías.
Es verdad, desde el segundo que envió la postulación se predispuso al rechazo, es consciente de esa falta de talento que aprendió a disimular día a día siendo un amo de casa perfecto y ofreciendo toda esa hospitalidad que los chicos tanto demandan, no obstante, esta exposición es tan jodida que cree que no alcanzará ni siquiera a levantarse de la silla para hacerse trizas, no debería afectarle, se repite porque desde hace años siente que solo flota en el aire sin tener un lugar donde aterrizar, se concibe inadaptado en relación a los demás porque todos parecen saber qué hacer con su existencia (incluso personas que nunca antes se lo cuestionaron como la pandilla) ¿pero Eiji? Eiji no, de hecho si dejaran de necesitarlo de red de apoyo quedaría completamente varado.
Eres una carga, una carga, una carga, una carga, una carga, una carga, una carga ¡una jodida carga!
¿Qué haces acá estorbándole a Ash?
—Lo lamentamos.
—¡No! —Vuelve a sí mismo—. Está bien, es comprensible que no haya sido lo que estaban buscando.
—Lo lamentamos otra vez. —El entrevistador no impresiona sincero con sus palabras, de hecho luce tan ataviado con ese discurso que el mensaje es claro: ¿por qué sigues acá? Lárgate—. Pero su visión no se siente genuina a través de las fotografías.
—¿No se siente genuina?
—Sí, parece que solo quiere fotografiar cosas agradables a propósito.
Pero Eiji no fotografió cosas agradables sino que se enfocó en personas significativas que se aprecian cargadas con su sufrimiento emocional: al pequeño Skip agachado mientras contaba hormigas en la acera y esbozaba esa misma sonrisa brillante que le ofreció en el bar al hablarle de lo genial que Ash era y lo mucho que lo admiraba. A Shorter cocinando patas de pollo en una sartén destartalada llena de óxido con esa mirada suave que solía darle. A los chicos de la pandilla en camaradería. A Sing con Lao en una conversación amena. A Ash. A su dulce Aslan en miles de escenarios domésticos. No sacó esas imágenes en escenarios planificados, no, se aprecia lo más feo de Nueva York, son niños en una condición de negligencia sumamente profunda y aun así...son preciosos. Porque Eiji guardó las cosas que más ama y le importan al igual que le duelen. Son fotos importantes. Son fotos de personas que se fueron. Son fotos de personas que perdió. Son fotos que tomó desde lo más profundo de su alma.
—No son lo suficientemente profundas.
—Ya veo.
—Si me permite ser honesto, no creo que el sufrimiento sea un tema para usted, no debería tratarlo.
No sufriste lo suficiente para estar acá.
Eiji se va de la entrevista.
Sus manos están tiritando cuando saca su celular, quiere llorar pero no puede llorar, sus lágrimas se sienten atoradas en medio de su garganta, hay un nudo ahí que no se desarma y al contrario se hace más y más grande igual que un tumor maligno, se siente horriblemente solo y desesperanzado y esa sensación de inutilidad es tan fuerte que debe marcarle a alguien aunque odie molestar porque cree que si no lo hace enloquecerá acá mismo.
Así que le marca a Ash pero Ash está en terapia a esta hora.
Le marca a Sing pero tiene una reunión con la pandilla.
Le marca a Yut-Lung. A Ibe. A Max. A su hermana. ¡A quién sea! ¡Por favor! Le marca a cada contacto.
Contesta, contesta, por favor, necesito ayuda, nunca necesito ayuda y prometo no volver a pedirla o a actuar como una carga, pero necesito a alguien, por favor no puedo solo, alguien, me asfixio, duele.
Pero nadie contesta.
Le da mucha pena porque siempre que alguien necesita ayuda Eiji contesta y está ahí para los demás pero ahora que necesita ayuda con tanta desesperanza no hay nadie. Le da rabia. Aun si lo vislumbra en un nivel racional y es más que comprensible que nadie puede estar 24/7 disponible para otros...él lo está. Siempre lo está. Es un ángel. Es un buen chico. ¡Es un puto santo! Es perfecto.
[Me dijiste que hoy te entrevistarán ¿no? Debes creerte la gran cosa por estar yendo a tu universidad en América pero sigues siendo tú, puedes casarte, cambiar de apellido e incluso embarazar a tu chica pero no puedes renegar lo que eres y la bondad empieza en casa con tu familia no con "extranjeros"].
Ja.
Cierra el mensaje de su madre.
Toma aire, se limpia las lágrimas que no salieron, sonríe y va al parque porque posee un compromiso.
No puede faltarle a su trabajo.
—¡Eiji! —Bones lo está esperando con el resto de la pandilla en el parque cercano al condominio, la cantidad de gente lo abruma de inmediato, nunca tuvo contacto directo con toda la pandilla porque Bones, Kong y Alex eran su compañía, pero hoy le han pedido servicios de fotógrafo, qué ironía dado que recién lo acaban de rechazar de eso y su fracaso le raja el corazón—. Finalmente estás acá, Kong estaba preocupado, te sobreprotege.
—Yo no estaba preocupado. —De inmediato se defiende—. Es solo que el camaroncito no luce como un neoyorquino y eso puede ser peligroso. —Por favor díganme que luzco mal, pregunten, mírenme.
—¿Todo está listo para la sesión?
—Ah sí. —La cámara y las cosas colgando contra su pecho se convierten en un ancla que lo jala hacia abajo. Se hunde. Se hunde. Se hunde—. Todo está listo.
—Grandioso. —Alex se les une a los chicos—. Gracias por hacernos este favor ¿sabías que piden casi para todos los trabajos fotografías de referencia? Además de las profesionales no tenemos juntos y seguimos siendo la pandilla de Ash ¿cierto?
—Lo son. —Su mirada se suaviza—. Podemos sacar de ambos tipos.
—Espero que no te haya molestado pero también invité a Shorter. —El mero nombre despierta toda una reacción de hiperalerta que le hace trizas el corazón—. Como es el mejor amigo del boss debería estar en las imágenes o eso pienso.
—Pienso lo mismo.
—Estás bien con eso ¿verdad, Eiji? —Pero la pregunta no es real si solo hay una respuesta aceptable:
—Estoy bien con eso.
Mentira.
Pero como los chicos cuentan con él finge que está de acuerdo porque aparentemente a nadie se le ocurrió que Shorter se ha convertido en algo traumático que se vuelve aún más traumático con cada encuentro que poseen, Eiji también está recordando cosas que había olvidado para lograr sobrevivir.
Lo lamento, Ibe-san, pero créeme cuando te digo esto. Moriré antes de dejar que toquen a Eiji, te lo prometo.
Porque aun con la farsa que armaron gracias a Yut-Lung (que permitió que se salvaran) nada le borra la sensación de sus latidos apagándose contra su propio pecho luego de que Ash tuviera que disparar o sino lo mataría de una puñalada, Eiji no se defendió y eh acá las consecuencias de no sostener ese show para Arthur y para Dino, tiene que vivir con el recuerdo de Shorter poniéndose frío y realmente frío sobre su corazón empapándolo de sangre, goteando desde el agujero que dejó la bala a su rostro estupefacto mientras lo miraba horrorizado una última vez, estaba llorando luego de mirar ese ángel bañado en oro en el cuarto e incluso si fue el efecto de la droga y Shorter se rehabilitó... nunca volvió a tratarlo o a mirarlo como si fueran amigos, en el fondo lo culpa ¿cierto? Es un asesino y aunque el amor de Ash lo ciegue para aceptar esto, Shorter lo sabe.
Al menos no lo recuerda, se dice para darse ánimos y poder sacar adelante la sesión sin derrumbarse.
—Lo siento.
Pero entonces Shorter se acerca y le murmura una serie de disculpas sin final con una cara destruida, una sonrisa reclusa y una distancia abismal, no está enfrente, está al otro lado del calabozo que Dino usaba para torturar, sigue ahí, sosteniendo una navaja para defenderse, eso duele, duele demasiado tener que mantenerse acá.
—Lo siento, Eiji. —Entonces Shorter repite sin mirarlo a los ojos.
—¿Por qué?
—Porque ya lo recuerdo todo.
—Oh.
Quiere vomitar.
—¡Chicos! Comencemos con la sesión de fotos antes de que el parque se llene. —Pero los chicos no necesitan que Eiji esté mal en esos momentos, ellos anhelan a un Eiji alegre y acogedor y si no puede darles eso ¿qué diablos hace acá?—. ¿Comenzamos?
—Sí.
Mataste a Skipper, casi matas a Griffin y a Shorter.
Tu carta mató a Ash.
—¡Vamos a posar!
Pero Eiji se recompone de la entrevista y lo hablado con Shorter para arreglar el equipo de fotografía en el parque cercano a su casa, no debe ser tan grave, nadie se dio cuenta de lo moribundo que está aunque lo tenga escrito en toda la cara así que: o a la gente realmente no le importa cómo se aprecia o ciertamente su sufrimiento es mínimo en comparación, lo menos doloroso es lo segundo, por esto, opta por creerlo. Porque si los chicos en serio no lo vieran. Si Ash no lo viera. Si nadie lo viera a pesar de que Eiji ve a todo el mundo...eso sería una mierda pero no. No es el caso. Escuchó al entrevistador y tiene razón, él no sabe nada del sufrimiento así que sonríe y clava el trípode de la cámara mientras ajusta los diferentes lentes.
—Haznos salir bonitos. —Bromean entre ellos—. Aunque algunos necesiten mucha cirugía plástica.
Clic. Clic. Clic.
Ayuda sacarles fotografías.
Quizás no sea tan malo en eso, no sabe pero sí sabe lo mucho que esto le gusta e incluso le saca una sonrisa genuina.
—¿Para qué quieren las fotos de todas formas? —Se burla de regreso apretando el botón.
—Porque quiero trabajar y mientras no tenga currículo me seguirán ignorando.
—¿Tú? ¿Trabajando? —Kong resopla—. ¿De qué? ¿De dentista?
—¡Ah! —Y claro que Bones se ofende—. Mejor que trabajar de gorila en un circo como tú, gigantón.
—No entiendo si es un insulto o un cumplido.
—¡Un insulto! ¿Por qué diablos sería un cumplido? —Gimotea—. ¡Eiji!
—Son unos niños. —Musita con una sonrisa cambiando el rollo de la cámara—. Ya veo a lo que Aslan se refería. —Y se le sale el nombre real por accidente, suele evitarlo enfrente de los chicos y más en la presencia de Shorter, no obstante, su cabeza está en el lugar incorrecto.
—No somos unos niños, es que tú eres la mamá de la pandilla.
—No soy la mamá de nadie. —Gruñe mientras los chicos posan enfrente de las áreas verdes repletas de hojas secas y flores.
—Es un halago. —Bones insiste—. Al menos yo nunca conocí a mi mamá.
—Oh.
—Probablemente era una adicta, digo, no creo que ninguno de nosotros tenga contacto alguno con sus familias por lo mismo.
—El jefe tampoco conoció a su mamá ¿verdad? —Kong pregunta—. Solo he oído acerca de su padre.
—Si es que se puede llamar papá a ese donador de esperma. —Shorter suelta cabreado y los dos ya saben la razón para resentir a Jim. Dejaste que violaran a tu hijo y perpetuaste ese abuso por un año.
—¿Mantienes contacto con tu familia, Eiji?
—¿Eh? —De repente, tiene encima muchos ojos curiosos—. Sí, hablo de vez en cuando por teléfono.
—Deben ser muy acogedores. —Bones balbucea con los ojos brillosos y una sonrisa ingenua—. Estoy seguro de que es así porque tú eres muy acogedor, Eiji.
Parece que tú viviste una infancia mucho más agradable.
Yut-Lung no dijo mentira porque en comparación a todos los demás es quién ha sufrido menos (¿qué balanza se supone que puede medir la aflicción?) y por ende, debe portarse así, a él no le inyectaron el banana fish, ni tuvo que dispararle a su mejor amigo, ni fue a prisión injustamente, ni le pasó nada en la mansión de Dino, ni lo vendieron, ni fue devorado por sus hermanos ¿qué carajos? Mamá tiene toda la razón, se está ahogando en un vaso de agua. No quedó en la universidad que quería y por la propia falta de talento, pobrecito, hay que compadecerlo como si fuera lo más terrible cuando todos los demás sufrieron mucho más. Es débil. Una escoria. El peor esposo del mundo.
Pero las cosas que presenció... las personas que perdió, la inocencia que se apagó, eso nunca volverá ¿acaso no puede lamentarse por eso?, ¿acaso no tiene permitido sufrir porque es "menor" su carga?
No.
No lo tiene.
—¿Eiji?
—Sigamos con la sesión ¿les parece? —Sonríe, sonríe, sonríe, bien hecho, Eiji, pero qué niño tan bien portado. Por favor, alguien míreme, me estoy rompiendo, me estoy muriendo acá dentro.
—Lo que tú digas, camaroncito, sigamos.
Pero nadie lo nota.
Nunca lo notan.
—Las fotos de Shorter no están saliendo bien. —De repente, tiene a Alex viendo a través de la mirilla para contemplar su trabajo—. Es como si estuvieran incómodos.
—Debe ser tu idea, hombre. —Shorter ríe y es forzado.
—Anda, Eiji. —Lo alientan—. Muéstrale cómo debe posar.
Por supuesto, Eiji puede tocar a Shorter, no es como que haya estado evitándolo desde que Ash fue apuñalado y volvió a Nueva York y las veces que han estado juntos siempre ha habido un tercero en medio garantizando que no hubiera contacto directo. Nop, definitivamente Eiji no hace nada de eso.
Así que se para frente a Shorter.
Sus dedos flotan encima de su hombro, ni siquiera desea tocarlo, tiene la sensación de que al hacerlo estará tan frío como el cadáver que sostuvo sobre su corazón, mantiene su mirada alta agradeciendo eternamente que esté usando los lentes de sol, su piel se eriza, su corazón late con brusquedad igual que lo haría un avecilla a punto de ser devorada, no quiere hacer esto. Para. Para. Para.
—Lo siento, Eiji.
Entonces se atreve a mirarlo de verdad y ver la expresión destrozada que Shorter arroja porque esto es duro para ambos en la misma medida, no es su intención herirlo, sin embargo, es tan difícil... cree que su amistad es irreparable. Pero lo intenta. Intenta acomodarlo en una pose dónde salga bien en las fotografías (o menos incómodo en su defecto) ya que Shorter es un gran amigo y lo merece, sabe que las imágenes profesionales son caras y no sería justo que todos los demás tuvieran gratis cuando Shorter fue la primera persona con la que...Eiji se sentía tan a salvo a su lado. Lo protegió. Una y otra vez lo hizo. Cuando Eiji no pudo disparar y Shorter disparó en su lugar. Lo abrazó al saltar al río. Hizo que la cajuela de la camioneta se sintiera como un hogar. Le prestó su ropa. Lo protegió de un ratón en Cape Cod. Lo salvó. Y ahora.
¿Qué son ahora?
—¿Soy el único que siente la tensión rara?
—Cállate, Bones. —Lo regañan.
—¿Qué? ¡Pero si ustedes también lo piensan!
—Porque Shorter sabe. —Se susurra a sí mismo, si antes era irreparable la relación ahora lo es más.
Clic. Clic. Clic.
Pero hace su trabajo.
Y por un momento es divertido sacarle fotografías a Shorter quién hace lo imposible por arruinar las tomas con muecas tontas y feas, Eiji se ríe y se ríe de verdad al verlo.
—Espero estar quedando tan galante como Ash. —Entonces suelta mientras le presume sus bíceps.
—¿Qué clase de trabajo quieres si estás posando así? —Se burla.
—Uno dónde aprecien mi belleza y pueda andar semi desnudo para alardear de mis impresionantes músculos.
—Deberías considerar ir con Yue en ese caso. —Se le sale el pensamiento y a juzgar por el leve sonrojo esparcido en la nariz del chino entiende que es correspondido.
—Lo pensaré, podría ser su nuevo Wu, ¿quién sabe?
—Eh, así que sería tu trabajo secuestrarme.
—Ash me matará si hago eso. —Ríe mostrándole su mejor ángulo, la gente se les queda viendo raro en el parque pero da igual—. Te trata como su preciada damisela en peligro.
—¡Ah! —Eiji patea y la toma sale chueca—. Tú también. —Lloriquea—. No me hagas esto, tú tiendes a estar de mi lado.
—Pero solo porque amo molestar a ese bastardo.
—Ese bastardo es mi esposo. —Resopla.
—Un bastardo muy adorable. —Ríen y ríen de verdad.
Pero entonces...
—¡Ahora una foto sin los lentes!
Clic.
¡Shorter, soy yo! ¿No lo ves?
La expresión de vacío vuelve a los ojos de Shorter reemplazando su calidez por un horror paralizante, Eiji ni siquiera pudo sostener la navaja, recuerda que Ash estaba gritándole muchas cosas, agitando los grilletes intentando socorrerlo, Ibe igual, la espesa sensación de la sangre chorreando a la camisa que Golzine le regaló lo saca de su propia piel, una camisa que le puso luego de que intentara abusar de él en el cuarto, una camisa sucia, una camisa de la que nunca le contó a nadie, ni siquiera a Aslan, una camisa manchada de sangre y cobardía.
Ash...
Recuerda qué pronunció su nombre muy pero muy débil.
Yo...No puedo más.
Duele.
Libérame.
Shorter colocó su mano sobre su cuello y lo tiró contra el piso, un grito gutural escapó de su garganta y fue un sonido agónico y animal, Eiji alzó la navaja al aire y esperó que toda su vida pasara frente a sus ojos como suelen mostrar en las películas: recordar a su familia, lamentarse por llegar a América o sentir algo más que el miedo calando en sus huesos y el desangre de su corazón, pero lo único que lamentó fue en lo triste que quedaría Ash si moría. Sa-yo-na-ra.
Bang.
Entonces paró, Shorter se quedó realmente quietecito con los ojos abiertos, la mandíbula tiritona y las pupilas vacías antes de caerle encima, sangre goteó hacia la cara de Eiji pero él hace mucho había abandonado el lugar de la pelea mirando todo eso como si fuera la vida de alguien más, suplicándole a los dioses de Izumo para que así fuera. De repente, sintió a Shorter llorar.
Murió encima de su pecho aunque fueran unos minutos.
Shorter trató de matarlo y murió arriba de él.
Es un asesino.
—¿Has visto al vecino caliente del penthouse? —Parpadea en el ascensor del condominio, tiene una cámara rota entre las manos y no recuerda cómo diablos llegó aquí pero hay dos chicas jóvenes que están subiendo junto a él—. Ya sabes, ese rubio que tiene un aire de James Dean.
—Claro que sí. —Una de ellas se muerde el labio—. He intentado coquetear y se hace el difícil, nunca me sigue la conversación o el juego.
—Escuché que está casado.
—¿Con quién? —Bufa una de ellas—. ¿Con el otro tipo simplón? Por favor luce tan aburrido que me dan ganas de bostezar con solo verlo. —Estoy acá. Estoy acá. Estoy acá—. Y además no veo un anillo en su dedo, hasta donde me concierne sigue siendo un hombre soltero.
—Atrevida. —Se ríen las chicas—. De todas formas no lo culparía por engañar, si yo estuviera casado con esa cara de culo también lo haría. —El ascensor se abre y ellas se bajan—. Buenas tardes, vecino.
Las puertas se vuelven a cerrar.
¿Estoy acá?
¿Alguien me ve?
—Estoy en casa. —Eiji se arrastra dentro del departamento y Buddy corre a saludarlo, gracias.
—Bienvenido. —Dios, menos mal Ash está...—. ¿Tenías el teléfono apagado?
—¿Eh?
—Te llamé, se supone que tenías que hablar con mi psicóloga hoy.
—Lo siento, Ash.
—Hoy te debía instruir sobre cosas importantes.
—Perdón, se me olvidó.
Eres un esposo de mierda, Ash está tratando de poner el 100% en su tratamiento y tú le fallas así y más encima ¡te atreves a humillarlo frente a su pandilla padeciendo un ataque de histeria! igual que una chica, qué lindo, bravo, con razón no tienen anillo, con razón te quería mandar de vuelta a Japón.
—¿Pasó algo? —Pero las alarmas de Ash están encendidas así que debe disimular y jugar a la casita.
—No, solo estoy un poco cansado.
—¿Cómo te fue en la entrevista? —Le aprieta el corazón que lo recuerde.
—B-Bien.
—Tu cámara está rota.
—La pagaré, lo siento.
—No, cariño. —Ama cuando Ash suaviza su voz y lo sostiene con tanta gentileza en sus brazos—. Te prometo que iremos a comprar otra, pero estoy preocupado, mira cómo llegaste, te ves tan triste.
Ash no necesita esposos tristes, nadie quiere a una persona triste, las personas tristes son una carga.
—Solo... —Eiji se hace pequeño dentro del suéter—. ¿Podemos recostarnos un rato? Quiero ver una película o algo, quiero distraer mi mente.
—Claro que podemos. —Ash es comprensivo—. Hoy te llenaré de mimos.
Eiji no lo merece.
Sin embargo, existe algo sumamente sanador en tumbarse en el sillón contra el pecho de Ash, siente a su cuerpo derretirse automáticamente y soltar la presión que ha estado cargando, de pronto aquel nudo que le impedía llorar poco a poco se afloja porque Ash nunca lo ha considerado débil, si alguien es capaz de validar por todas las vivencias que ha pasado es Ash y eso duele un poquito y si lo piensa un poco más se pondrá a llorar, así que mejor se enfoca en los toques de su amado: en sus dedos al cepillar con suavidad sus cabellos, en sus labios contra su nuca, en sus brazos alrededor de su cintura y su latido de corazón contra su espalda.
—¿Mejor? —Le duele que pueda leerlo como si fuera un libro abierto, desearía ser mejor mentiroso.
—Mejor. —Si fuera mejor mentiroso podría hacer como Ash e irse y abandonarlo sin remordimiento alguno, qué tonto debió verse buscándolo desesperado por las calles cuando ya lo había dejado.
—¿Eiji?
—Tuve un día duro nada más.
—Un día duro. —Repite y lo valida—. ¿Quieres hablar de eso?
—No por ahora. —Eiji se encoge contra su amante—. Solo quiero distraer mi mente, hay demasiado ruido ahí dentro, quiero cariño.
—Oh. —Entonces Ash esboza una sonrisa más o menos pícara—. Creo que sé cómo arreglarlo. —Su agarre se tensa antes de acercarlo un poco más y Eiji ya sabe a dónde va esto, ama que Ash sea más abierto en relación a su sexualidad y el contacto—. ¿Me dejarías cuidarte, onii-chan?
No, estoy cansado.
No quiero.
No puedo.
Pero ¿cómo rechazar a Ash? Ash fue una víctima y se está esforzando por reapropiar su cuerpo y ve la mejoría, Dios, no se perdonará si decae por su culpa, solo porque no pudo mamársela para aceptar caricias cuando no las quería. Solo será un rato. Un rato más y podrá descansar, ¿descansar? Mentira porque todavía le queda ropa que lavar y debe cocinar la cena y tampoco ha limpiado, ya no... tienes un esposo y es tu trabajo satisfacerlo.
—¿Amor? —Ash está encima con una cara de absoluta preocupación—. Pareces poco emocionado, ¿quieres hacer esto? Está bien si no quieres, pero sé honesto.
—Sí. —Lo abraza con fuerza para que no le vea la cara—. Sí, quiero intentarlo.
Por supuesto, no funciona y Ash tiene otra reexperimentación en dónde le grita cosas hirientes, dice cosas que le dijo a sus abusadores y lo toca como si fuera...
No creo que el sufrimiento sea un tema para usted.
Una vez contiene la crisis de Ash y lo deja acostado en la cama Eiji se levanta para empezar con todo lo que hay que hacer en el hogar. Lava. Limpia. Cocina. Plancha. Mientras se repite una y otra vez el mismo mantra en su cabeza.
«Estoy bien».
¿Se fijan como en el mismo canon Eiji y sus dolencias pasan muy desapercibidas? Si uno se pone a pensar friamente el hombre debió sufrir mucho en silencio porque todos esperan cierta imagen y papel en Eiji inconscientemente o no y eso él lo percibe. Claro, mañana esto se nos desarma porque creo que quedo claro que Eiji está derrumbado, lo haré más desde el pov de Ash porque el contraste entre el mundo interno de Eiji y lo que transmite me parece importante, pero sí, esto no se queda así.
Nos vemos mañana si todo va bien~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro