─¿En qué coño estabas pensando? Estabas mas ida en clase... Si no te llego a dar ese codazo yo creo que no te habrías enterado de que la clase iba a terminar. ─Lucía dijo, dirigiéndose hacia la puerta de clase para salir al recreo.

─No lo sé... He estado soñando, sin más. Una fantasía bien bonita que tu tenías que interrumpir, como siempre.  ─Allison puso una mueca de asco a su mejor amiga, la cual le sacó la lengua como una niña pequeña─ Es broma, pero sí que me habría gustado quedarme un rato más soñando, si no hubiese sido por ti...

Las chicas siempre se chinchaban de esas maneras, pero ambas sabían que lo decían todo de broma. A veces lo hacían delante de más gente y ellos sí que pensaban que las chicas iban en serio cuando se insultaban o se burlaban de la otra como si fuesen niñas pequeñas. Pero a ellas eso les daba igual, porque lo pasaban bien y no les importaba lo que el resto pensase.

─Que tonta eres, Al... ─Lucía se río por el comentario de su mejor amiga pero enseguida se puso seria de nuevo─ A ver, ¿con quién soñabas? ¿Con Mike? Puaj, ese chaval me da arcadas y más si me dices que estabas soñando con él... A saber qué soñabas.

─Mira quién es la tonta ahora... Que yo no soy tan pervertida como tu, eh. Y sí, era con él. ¿Algún problema? ¿Y por qué es que te da tanto asco? Si es un amor ─dijo Allie suspirando como una enamorada. Esta chica no tenía remedio.

─Allison Winston, deja de decir tonterías. Él no es un amor para nada, es un cabrón. A ver si te das cuenta de lo que él es en realidad porque es que todo el resto del mundo lo ve menos tu. Trata a las chicas como si fuéramos objetos y se piensa que es el mejor y el más guapo. Y lo único que hace es drogarse, meterse en líos y peleas y llevarse al agujero a quien sea que esté cerca de él, así que como te acerques a él...

─¿Y me dices tú todo eso? ¿La que está "enamorada" de Luke? ─reprochó Allie enfadándose─. No eres la más indicada para hablar mal de él Lucía, y si me gusta pues me gusta y no hay nada que se le pueda hacer.

─Vale, tienes razón... Pero todo lo que te digo es verdad. Y creo que es mejor que dejemos este tema para otro momento, antes de que digas algo de lo que te vayas a arrepentir. ─Lucía se cruzó de brazos y justo apareció Javier.

 ─Hey, chicas, ¿qué tal os está yendo el primer día de clase? A mi GE-NIAL ─enfatizó Javier─, me ha tocado una profesora súper guapa... Vale, es broma. Tampoco es tan guapa, pero al menos no es una amargada, es bien maja.

 ─Que suerte ─dijo Allie, aún indignada por lo que su mejor amiga le había dicho hacía unos minutos.

 ─Uy, ese tono no me gusta nada, Al. ¿Qué te pasa, si puede saberse? ─preguntó Javi, preocupado.

¿Había dicho algo que no debía? Igual se había enfadado porque decía que su profesora era guapa... Lucía le intentó hacer gestos a su amigo para que se callase pero este no lo entendía. Finalmente Lucía se cansó y suspiró, dejando caer sus brazos a sus costados.

─Nada. Solo que... Bueno no, nada, no importa.

El patio estaba repleto de alumnos y profesores. Allie y Lucía, como siempre, se fueron a dar vueltas por el instituto mientras que hablan sobre algún tema irrelevante y Javi se fue con sus amigos a jugar al fútbol, después de despedirse de sus mejores amigas.

Allie seguía con la cara de enfado de antes. Estaba preocupada por si lo que decía su mejor amiga era verdad. No, sabía que era verdad, pero estaba preocupada de que ella no quisiera ver que Mike era así solamente porque le gustaba. No le gustaba que un chico tuviese tal influencia sobre ella.  

─Al, tía, no puedo verte así... Me duele hasta a mí. Tú sonríe y que le jodan a ese chaval, hay muchos que son mejores ─Lucía intentó calmar a su mejor amiga y la abrazó por unos segundos.

 ─¿Si? ¿Y quiénes son esos que son mejores, eh? Venga, dime ─indicó su mejor amiga con lágrimas en los ojos.

 ─Eh, tranquilízate. Eso lo primero, por favor... Y pues hay muchos mejores, quizás lo tengas delante y no te hayas dado cuenta, o quizás todavía no le conoces. Porque no necesariamente tiene que ser de nuestro instituto.

─No. Yo sé que nadie va a querer estar conmigo. Mírame Lucía, soy fea, gorda y nunca he tenido mi primer beso, con casi 15 años.

─¿Tú? ¿Fea? ¿Gorda? Ni de coña, bonita. Eres guapísima, así que ni se te ocurra decir que no. Y a cada uno le llegan las cosas en momentos diferentes, ya verás que pronto llegará alguien que merezca la pena.

─Sí, ya sé, pero joder está tardando en llegarme. Si toda nuestra clase seguro que ya se ha liado con cientos de personas y hasta habrán perdido la virginidad.

─Pues dile a Javi.

─¿Que le diga el qué? ¿A ver si quiere que nos besemos porque nunca me he besado? Anda, seguro que se ríe en mi cara.

─Claro que le dirás eso. Y no te dará puerta, créeme. Él tampoco se ha besado nunca, así que estará encantado.

─Bueno, no sé... Tampoco está mal, es una buena idea. Pero ¿cuando le digo? ¿Y como se lo dijo? Igual esto arruina nuestra amistad. No sé, Lu.

─Ahora mismo ─respondió Lucía, ignorado lo que decía su mejor amiga.

─¿¡Aho..!? ─Lucía le cogió del brazo a Allie y rápidamente la llevó al campo de fútbol sin dejar que terminara la frase.

Lucía cada vez andaba más rápido, pero Allie consiguió ponerse a la par de ella para que no le hiciese daño en el brazo. Unos minutos después estaban delante de la puerta del campo. Allie respiró hondo antes de encaminarse hacia donde se encontraba su mejor amigo, aunque Lucía tampoco le dio mucho tiempo para pararse. Cerca de la puerta había una portería grande y blanca, recién estrenada. Allí estaban Javi y sus amigos en grupos, sentados o de pie, hablando sobre su verano. Un par de ellos estaban jugando a pasarse el balón, un grupo de cinco estaban echándose unas risas, y algunos caían al suelo de tanto reírse, con las lágrimas cayéndoles por las mejillas.

Javi estaba en el grupo de los cinco chicos junto con Alex y algunos de su clase que ellas dos no conocían. Estaban todos prestando atención a lo que uno de ellos contaba, riéndose a más no poder.

─Lu, tía, no estoy segura, ¿y si me dice que no? ─Allie se mordió el labio y su cara no delataba nada más que preocupación.

─Pues entonces le dices que era una broma y ya está. Además, ¿por qué te preocupa tanto? ¡Es Javier! Le conocemos desde hace mil y lo mejor de todo es dar tu primer beso con alguien de confianza, hazme caso ─aseguró Lucía─. Espera... ¿No será que te gusta secretamente y por eso estás tan nerviosa y preocupada?

─Claro que no me gusta, imbécil. Deja de decir tonterías porque entonces sí que te voy a pegar.

─¿Pegarme tu? ¡Ja! Eso habría que verlo. Ahora deja de entretenerte y vamos a hablarle antes de que se nos acabe el recreo.

─Eh, sí, vamos... ─confirmó unos segundos después Allie, que se había distraído.

Se dirigieron a donde se encontraba su mejor amigo pero ahora Lucía no le estaba agarrando del brazo a su amiga sino que iban de la mano como hacían siempre. Javi no las vio venir porque se encontraba de espaldas a ellas, pero Alex sí que las pudo ver porque estaba delante de su mejor amigo.

─Ey, vienen tu chica y su amiga ─Alex susurró mientras que se reía.

─¿Allie y Lucía?

─Pues obviamente, idiota. ¿Quiénes sino?

─No sé, con lo loco que estás podrías decir que es mi amiga hasta nuestra tutora... ─Hizo un pausa para pensar─. Me pregunto qué querrán, nunca me vienen a hablar durante el recreo.

─Ahora lo descubriremos... Y no estoy loco, solo es que tengo imaginación ─respondió Alex con una sonrisa genuina mientras que su amigo le miraba con cara de póker.

Por fin llegaron a donde se encontraban todos los amigos de Javier y Alex. Las dos mejores amigas se soltaron las manos y se sentaron al lado de su mejor amigo. Los demás seguían hablando como si no hubiesen aparecido aquellas dos guapísimas chicas, porque sabían que si decían algo Javier los mataría cuando ellas no estuviesen por ahí.

─Buenas ─saludaron Allie y Lucía al unísono, con una gran sonrisa en la cara.

Allie se sentó al lado de su mejor amigo y Lucía al lado de ésta.

Los chicos pararon de hablar para saludar a las amigas de Javier y luego continuaron contando sus locas aventuras, mientras que Alex y Javier se tornaron para hablar con las dos chicas que habían aparecido de imprevisto.

 ─Hola chicas, ¿pasa algo?

Allie miró a su mejor amiga con preocupación, insegura de qué debía decirle. Lucía abrió los ojos e hizo un gesto para que comenzara a hablar. Respiró hondo y le preguntó lo que le había estado rondando la cabeza desde que su mejor amiga lo mencionó.

Mientras tanto

Nicky y Mike se encontraban en otro lado del campo de hierba que se encontraban las dos chicas, sentados con los amigos de éste. A la chica no le agradaban pero tampoco le desagradaban tanto, solo tenía que acostumbrarse. Ella quería pasar ese rato con su novio y si quería hacerlo debía hacer lo que él dijese, con tal de poder estar con él haría lo que él quisiera cuando quisiera.

Nicky antes no era para nada así. Ella era la típica empollona que sacaba sobresalientes sin estudiar pero que aún así estudiaba tan solo porque le gustaba, y que llevaba ropa pasada de moda y para nada provocativa. Hasta que un día de ese verano fue a la playa con su amiga y al olvidarse su bañador tuvo que coger uno prestado de su amiga. Era un bikini que dejaba ver más de lo que ella quisiera, pero se tenía que aguantar. En un momento de ese día Mike la vio y comenzaron a hablar, hasta que acabaron paseando por la playa juntos. Desde ese día no volvió a ser la misma y pensaba quedarse así para poder agradar a su novio.

─Mike, ¿qué coño ha pasado con José? Nos han dicho que ha habido bronca en tu curso.

─Bah, es un cabronazo y le ha tocado el culo a Nicky. Y ella es mía y solo mía, ¿verdad que sí, nena? Tenedlo en cuenta todos vosotros, eh ─aclaró el chico, colocando un brazo por encima de su novia.

─Sí, solo tú ─contestó Nicky sonriendo, aunque un poco incomoda con esa situación.

El mismo que había hecho la pregunta a Mike sacó un paquete de cigarrillos de Camel y colocó uno de ellos en su boca. Después lo encendió sin importarle que le viese alguien y ofreció a todos los que estaban allí a ver si querían. Mike le dio una calada y se lo devolvió. El chico dudó un instante pero finalmente le ofreció a Nicky, aunque ya se temía su respuesta.

─No, gracias, yo no fumo. ─Nicky le sonrió en agradecimiento y además para esconder la cara de asco que quería poner.

No le gustaba nada fumar. Bueno, nunca había fumado, pero aún así sostenía que no le gustaba para nada la idea, pero sabía que por su novio tendría que hacer sacrificios tales como este.

─¿Como que no fumas? Anda, prueba un poco aunque sea. ─Mike le entregó un cigarro que acababa de encender él, después de haberle dado una calada al de su amigo.

El humo le llegó a su novia a la cara y ésta resistió las ganas de toser. Seguro que ahora estaba más roja que un tomate, pero no le importaba.

─En serio, cariño, no hace falta ─insistió ella apartándose un poco de él, para evitar el humo que seguía llegándole, pero sin éxito alguno ya que le alcanzaba de todas formas.

─He dicho que pruebes ─ordenó de nuevo Mike, esta vez con un tono más enfadado.

Sabía que se estaba cabreando y probablemente seguir llevándole la contraría no sería de mucha ayuda.

El resto de gente que se encontraba con ellos dos ni se inmutó de lo que estaba ocurriendo; cada uno estaba pendiente de sus móviles, de sus conversaciones y algunos incluso estaban preocupados de que viniera algún profesor, como de vez en cuando pasaba.

La chica morena se rindió, tenía que hacer lo que él dijese, se lo había prometido. Así que sin más dilación cogió el cigarrillo que su novio sostenía entre los dedos y que le estaba tendiendo y con mucho asco, se lo colocó en los labios y aspiró.