Capítulo 20
El concurso estaba por empezar y mientras que todos estaban hechos un manojo de nervios, Allie estaba más tranquila que nunca. Quería tomarse esto como otro día de práctica. Había alrededor de treinta concursantes, algunos del pueblo y otros muchos de otros pueblos. Todos los participantes eran chicos y la mayoría eran mayores de dieciséis años. Por esto mismo, la gente se sorprendió al ver una chica en el concurso ya que nunca había participado una. Todos la observaban, pero no le importaba nada. Estaba feliz con lo que hacía y eso era lo único que le importaba.
Las gradas rebosaban de gente, tanto que hasta había personas que debían quedarse de pie por la carencia de sitios. Jake, Adrián y Lucía seguían en su sitio, que habían conseguido pillar de milagro y que era uno de los mejores sitios.
La voz del presentador resonó por los grandes altavoces que habían instalado expresamente para ese concurso, anunciando que el concurso iba a comenzar. Sacó una hoja y comenzó a presentar a los skaters que iban a participar, cada uno con un número asignado para hacérseles más fácil las calificaciones. Allie era una de las últimas y al decir su nombre la gente gritó tanto que los gritos llegaron hasta el otro lado del pueblo. La joven recibió ánimos, aplausos y gritos por parte de todos los que ahí se sentaban, todos intrigados por esta nueva concursante. Estaba claro que todos querían que Allie ganase, y lo querrían aun más una vez la viesen hacer skate.
─¿Estáis listos? ─El público vitoreó y los skaters gritaron un "sí", todos a la vez─. ¡A las pistas!
Y en ese momento los skaters se lanzaron a las pistas. No pasaron ni diez minutos cuando ya habían eliminado a la mitad de los participantes. Pero sin prestar atención a lo que ocurría, los demás skaters siguieron haciendo sus trucos. Era un concurso para amateurs, por lo que no eran muy buenos y hacían los trucos más simples. Allie probablemente era más novata que ellos y aún así hacía trucos más complicados que ellos, pero se estaba guardando lo mejor para el final.
El tiempo pasaba y los participantes seguían siendo eliminados hasta que quedaron tres concursantes. Allie y otros dos chicos. Allie se estaba esforzando al máximo para ganar, no se había caído ni una sola vez y eso los jueces lo valoraban mucho. Poco después eliminan a uno de los chicos, dejando a Allie y al otro solos en las pistas.
Ese era el momento. Allie se lanzó por una de las pistas con toda la fuerza que podía, hizo un salto y se subió a una de las barandillas, deslizándose por ella y cayendo en una pequeña rampa, por la cual se bajó, lo que le dio más impulso. Se impulsó ella misma y al subir la cuesta, hizo un backflip que dejó a todos petrificados. Con una sonrisa, volvió a caer por la cuesta y al otro lado hizo un salto. En ese momento una sirena sonó, indicando a los dos concursantes que quedaban que debían salir de la pista para poder decidir cuál iba a ser el ganador.
─¡Chicos y chicas, nos quedan dos participantes! ─El público gritó al oír la voz del presentador, animado a Allie desde las gradas─. ¿Cuál de los dos será el ganador?
Hicieron una pausa. Allie bebió agua y se secó el sudor con una toalla que había traído de casa. En nada, se terminó la botella de agua. Estaba agotada y aun quedaba hacer un duelo para poder declarar cual de los dos sería el ganador. Jake bajó un momento para poder hablar con ella, estaba orgulloso de su novia.
─Has estado genial, pequeña. ─Jake le dio un abrazo cuando se acercó a ella.
─Gracias, cielo. Ahora a ver qué pasa ─respondió Allie esbozando una pequeña sonrisa irónica.
─Tu tranquila, todos te adoran y eso te va a ayudar mucho ─Le guiñó un ojo y plantó un beso en su mejilla.
Los dos skaters volvieron a la pista. Se dieron un apretón de manos y una sonrisa, dejando a entender que era un duelo amistoso. Y entonces el duelo comenzó. Los dos adversarios dieron lo mejor que tenían, utilizaron los mejores trucos que conocían. Allie borda absolutamente todos los trucos que había aprendido, mientras que el otro concursante tuvo algún fallo y cayó al suelo un par de veces. Aún así, el concurso seguía.
Lucía observaba tranquila el duelo, segura de que Allie iba a ser la ganadora. Pero de pronto su móvil comenzó a sonar y a vibrar. Se excusó un momento y salió del parque para poder oír mejor, ya que con tanto ruido le iba a ser imposible.
─¿Sí? ─contestó mientras que salía del recinto.
─¡Hola, Lucía! Soy José.
─Ah, hola. ¿Qué tal todo? ─preguntó, extrañada de que José le llamase.
─Bien. Bueno, mal. Bueno, no sé es raro de explicar. ─El chico se tropezaba con las palabras, no sabiendo bien qué decir.
─¿Qué pasa?
─Pues que resulta que el bebé de Nicky no es mío.
─¿En serio? ¿Cómo lo sabes?
─Porque hablé con ella y todo encaja a la perfección. Ella, unas tres semanas antes de hacerlo conmigo, había estado con Mike. Me contó que la primera vez fue el primer día de clase, por lo que el bebé no podía ser de ese momento, pero después me confesó que había habido una segunda vez. Cuando lo descubrió, pensó que sería yo el padre, pero al hacer cuentas no encajaba, pero sí que encajaba con la vez que estuvo con Mike. En otras palabras, el padre es Mike. Por una parte está bien, porque me he quitado un peso enorme de encima, pero por otra parte ha sido un poco extraño porque he tenido que explicarles la situación a mis padres. Ah, y además Mike me quiere pegar. Otra vez.
─Ajá, entiendo. Bueno, es mejor así, ese hijo te habría arruinado la vida. No lo digo a malas ni nada, pero solo tienes dieciséis años, aún te queda mucho por vivir, ya tendrás tiempo de tener un hijo.
─Sí, tienes toda la razón. Sinceramente me alegro de que el hijo no fuera mío. En fin, si pasa algo con esos dos ya te informaré, ahora me tengo que ir. ¡Chao! Gracias por escucharme, necesitaba contárselo a alguien.
─Genial, y no me des las gracias. ¡Adiós! ─Lucía colgó el teléfono y volvió con los dos chicos.
Nada más sentarse Lucía, el presentador habló por el micrófono, informando de que habían eliminado al otro chico que participaba junto a Allie. O contra ella, mas bien. Allie se paró al llegar a lo alto de la pista y se subió con ayuda de uno de los participantes que había sido eliminado hacía rato. No se podía creer que le hubiesen elegido, de que hubiese ganado.
─¡Y aquí tenemos a nuestra primera ganadora! ─El presentador se acercó a Allie y le dio la enhorabuena.
Allie saludó a todo el mundo, dando las gracias a todos a través del micrófono. Los ánimos que le había dado el público le habían ayudado bastante a seguir con el concurso. Le dieron su premio después de un rato de descanso. El premio era un skate de calidad recién tuneado. La parte de atrás estaba pintada completamente negra y en letras rosa neón estaba escrito su nombre. Además, le dieron un certificado que demostraba que había sido ganadora de ese concurso.
Después de haber celebrado la victoria con sus amigos, Jake la acompañó a casa. Habían estado fuera toda la tarde. Estaba feliz, muy feliz. Así tenía que estar siempre y así decide estar durante toda su vida, incluso en momentos difíciles. Siempre va a estar feliz. Lo prometió y lo prometido siempre se cumple.
El instituto ya había terminado y Allie ahora se pasaba las tardes pegada a su skate. Había hecho muchos amigos tras el concurso, y mucha gente había venido a verla a los concursos de verano, de los cuales ganó la gran mayoría. En ese tiempo las cuchillas no volvieron a rozar su piel, ya no sabía ni donde podrían estar, había decidido tirarlas para no entrar en tentación. Ya no había momentos malos como los había tenido en un pasado, ahora era todo felicidad. Ahora no debía mentir cuando alguien le preguntaba que qué tal estaba y eso la animaba muchísimo, le encantaba la sensación que era eso de decir que estaba bien y que realmente fuese verdad. Ahora su sonrisa era más grande, más bonita y verdadera. En todo momento estaba alegre, nunca borraba esa sonrisa de su cara, siempre veía lo bueno de las cosas y eso era una felicidad para el resto. La gente amaba estar con ella porque no había momento que no se estuviesen riéndose. Era una chica feliz ye so hacía feliz al resto.
Había dejado ya atrás su pasado, y cada vez que le preguntaban por las cicatrices en su brazo ella sonreía y contestaba: "Todos tenemos nuestros demonios, solo tenemos que aprender a luchar contra ellos y yo descubrí que la mejor manera de ahuyentarlos era siendo feliz".
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