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Capítulo 10

La sonrisa que estaba en la cara de la chica desaparece y pronto la cambió por una cara de asco. Odiaba a Allie, aunque no tenía motivos suficientes para hacerlo. Se acercó a su novio y lo besó de pleno en los labios, para hacerle sentir celos a esa guarra que le había estado insultando a sus espaldas. Tanto por ser maja con todos para que le paguen así... Pues ahora le tocaba a ella vengarse.

─Sospecho que ya no te gustará ni un poquito... ─dijo Lucía, haciendo un gesto de asco.

─Dios. Se me han quitado las ganas de enamorarle o lo que sea.

─Mejor, tía... Qué asco dan.

─Y eso es decir poco... Vámonos, que no aguanto.

─Sí, porque yo tampoco aguanto...

Ambas se levantaron del banco y se dirigieron al campo de fútbol. Nicky se dio cuenta de esto; había conseguido lo que quería, ponerla celosa. Se lo merecía.

─Oye, ahora que lo pienso, ¿no tenías que contarme algo? ─dijo Lucía mientras caminaban.

─Es verdad... ─Allie suspiró.

Miró a un lado y a otro para asegurarse de que nadie venía o las veía y se detuvo. Lucía la miró extrañada, pero no le dio tiempo a preguntarle a su amiga que a ver qué hacía, ya que se remangó, dejando ver los cortes que ya no estaban tapados por la venda.

Lucía no creía lo que veía. Estaba en blanco, al igual que estuvo Javier cuando se lo contó la semana anterior. Al ver la cara de asombro de su mejor amiga, Allie se bajó la manga de inmediato. No quería llamar la atención de nadie.

─Pero... ¿Qué? No. No. ¿Por qué has hecho esto? ¿Por qué? ¡Respóndeme! ─Lucía se estaba empezando a marear, pero no era la única.

Allie estaba igual que ella. Quería llorar por la reacción de su mejor amiga. Sabía que iba a actuar así al saberlo, pero también sabía que aunque al principio estuviese así acabaría ayudándola. Le hizo un gesto para que bajase el volumen, ya que estaba gritando como una loca y eso había hecho que algunas miradas se posaran en ellas, justo lo que Allie estaba intentando evitar, pero desgraciadamente Lucía tenía un don para llamar la atención.

─Lo siento... No sé que me pasó. ─Al decir estas palabras se acordó del momento en que se lo contó a Javi.

─Tía, no, no lo vuelvas a hacer, por favor. Tendrías que habérmelo contado antes, o haberme llamado para decirme que querías hacerlo y así yo te ayudaba para que no lo hicieses.

─Lo sé, pero es que en ese momento no podía pensar. Lo único que pasaba por mi cabeza era lo que dijo mi padre... De verdad que me siento mal por haberlo hecho, pero joder, no sé... Me quedé a gusto después de haberlo hecho.

Lucía estaba sin palabras otra vez, no sabía qué responder a su mejor amiga. Seguía asombrada por lo que Allie le acababa de enseñar, nunca se imaginó que ella llegaría a hacer algo así. Le dio un abrazo, ya que era lo único que se le ocurría hacer, y Allie se lo devolvió.

─Está allí Javier ─informó Lucía después de unos segundos de silencio, saludando al chico desde lejos.

Las dos sabían que quizás no era lo mejor, pero al fin y al cabo, Javier era su mejor amigo y tampoco podrían estar ignorándolo para siempre tan solo por lo que había ocurrido. Él también las vio a ellas, por lo que se fue acercando para saludarlas.

─Hola, chicas. ¿De qué hablabais? ─preguntó, al ver que sus amigas se habían callado nada más verle.

─Nada importante ─mintió Lucía, sin saber que él ya lo sabía.

─Lucía, que te conozco. Si queréis me voy ─dijo él con una sonrisa.

─No, no pasa nada, puedes quedarte ─Allie dijo, dándole un codazo "discreto" a su mejor amiga.

─¡Eh, Javi, vuelve! ¡Te necesitamos en nuestro equipo! ─gritó Alex desde la portería.

─Bueno, da igual, me voy de todas maneras. Luego hablamos, chicas ─dijo Javi, un poco molesto por la actitud de sus amigas.

Allie y Lucía salieron del campo de fútbol y como cada día, empezaron a dar vueltas por el recinto del colegio. Llegaron a la zona de los vestuarios nuevos cuando oyeron un ruido procedente de ellos. La puerta estaba ligeramente abierta. ¿Entraban? Las dos se miraron y ambas entendieron inmediatamente lo que esa mirada significaba.

Abrieron un poco más la puerta, pero no se veía nada, las luces estaban apagadas. Entraron sigilosamente al vestuario. Por suerte, al ser nuevo, las puertas no chirriaban como las anteriores. El ruido que oían ahora era más intenso y provenía de uno de los baños. Entonces se dieron cuenta de que dos personas se encontraban dentro del baño... Un chico y una chica. Consiguieron reconocer la voz de Nicky, pero el chico con el que estaba ahí no era Mike.

Salieron rápidamente de ahí, intentando hacer el menor ruido posible, para que no se enterasen de que les habían estado espiando. ¿Quién sería ese chico misterioso?

─¡Qué asco, tía! ¿Cómo pueden estar haciendo eso en el cole? Que gente... Ya sabía yo desde el principio que iba a ser una guarra. Encima, ¿cómo ha llegado hasta allí tan rápido? Si hace nada estaba con Mike... ─dijo Lucía, alejándose un poco de los vestuarios y haciendo una mueca de asco.

─Yo también sabía que iba a ser una guarra. Cualquiera que está con Mike, lo es. Se lo diría a Mike... Pero creo que disfrutaré más sabiendo que sufrirá al descubrirlo él mismo.

─Así se habla. Ahora vamos a otro lado que creo que van a salir.

Rápidamente giraron la esquina y se alejaron de los vestuarios para que no las viesen al salir. No estaban demasiado lejos de ahí, pero habían escogido un sitio desde el que no podían verlas. Entonces, a Allie se le ocurrió algo.

─Espera, espera ─dijo para que su amiga dejase de andar.

─¿Qué pasa?

─¿Y si nos quedamos un poco escondidas? Es que así podemos ver quién es el chico con el que estaba ahí metida.

─Buena idea. ¿Cómo no se me había ocurrido a mi antes? ─Las dos chicas se rieron, ambas sabían que la de las ideas siempre había sido Allie─. A ver si vemos algo, porque si ven que nos escondemos la hemos cagado.

Allie se encogió de hombros. Por probar, no iban a perder nada. Se acercaron un poco para ver mejor, con disimulo para que el resto de gente no se diese cuenta de lo que hacían. Unos minutos después salió Nicky del vestuario, que se alejó un poco hacia el lado contrario al que estaban las dos chicas. Sacó su móvil para, lo que supusieron, mandar un mensaje rápido y entonces lo guardó. Segundos después salió el chico que estaba ahí dentro con ella. Allie se quedó boquiabierta al descubrir quién era. Aunque, a decir verdad, en parte se lo esperaba. Los dos se alejaron hacia el mismo sitio donde había ido Nicky en un principio, solo que se separaron para no levantar sospechas.

─¿Has visto quién era, Al? ─preguntó Lucía, al ver la cara de asombro que tenía su mejor amiga.

─Sí. ─Allie se giró para mirar a Lucía.

─¿¡Quién era!? ─demandó la chica, agitando a su amiga levemente para que le revelase la identidad de aquel chico.

Lucía odiaba la intriga, su mejor amiga siempre la dejaba a medias y tenía que aguantarse hasta que le contase lo que fuese, pero de tanto que se lo hacía se había acostumbrado. Aunque eso no quitaba que odiase quedarse con intriga.

─Shh, baja la voz, nos va a oír alguien.

─Perdón, agente 007 ─dijo Lucía con un tono burlón, mientras que Allie la observaba con cara de que no le hacía gracia─ Vale, vale. Pero dime quién era, ya sabes que odio que me dejen a medias.

─Mira que eres un caso perdido... Era José. ¿No recuerdas la movida que tuvo con Mike el primer día de clase?

─¡Hostias! Como Mike se entere la caga...

─Lo sé. Así que nosotras no hemos visto nada de nada. ¿Entendido? Que se que a veces te vas un poco de la lengua y sinceramente, no me quiero ver involucrada en esto. Si el mundo se entera, que sea por otra gente.

─Toda la razón. Yo soy una tumba, te lo prometo. Que yo tampoco quiero tener nada que ver con esto.

Las dos chicas se alejaron de allí, como si no hubiesen visto nada y desde ese día no hablaron de ello.

*****

Los días pasaron y aún nadie se había enterado de los cuernos de Nicky con José. A las dos chicas les sorprendió bastante eso, ya que esos rumores solían salir a la luz en menos de 24 horas después de que hubiese ocurrido. Pero eso no era lo que más le importaba a Allie en ese momento. Era martes otra vez, lo que significaba que había que entregar los trabajos de fotografía.

Lo bueno de Luke era que en cuanto entregaban los trabajos, los corregía en la misma clase, por lo que solían tener las notas el mismo día que entregaban su proyecto. Y además, hoy podrían saber quién era el ganador del concurso de fotografía en el que habían participado muy pocas personas.

Llegaron al taller, donde Luke les mandó hacer diferentes fotografías, probando los enfoques, las lentes, la exposición de la luz, etc., mientras que él corregía los trabajos.

Las dos horas pasaron volando. Cuando sonó el timbre, Allie se sobresaltó. Estaba muy nerviosa, ya que quería saber los resultados del trabajo y del concurso, aunque sabía que lo del concurso probablemente lo sabría mucho mas tarde. Pero aún así, estaba nerviosa.

─Chicos, tengo casi todos los trabajos corregidos. Terminaré de corregirlos en el recreo. Y los del concurso; vendrá el que lleva todo esto a revisar los trabajos. Se ha decidido que habrá un ganador por cada instituto que participa ya que no son muchos, así que no os preocupéis por la competencia. Y como sois pocos, seguramente os diga quién es el ganador, mucha suerte a todos ─anunció el profesor mientras que los alumnos salían de la clase, sin prestar atención la mayoría a lo que decía Luke.

─Que emoción, Lu ─dijo Allie, saliendo de la clase.

Estaba nerviosa y se le notaba. En un principio sabía que no ganaría dado que habrían muchos más colegios que participaban, pero ahora que se había decidido que habría un ganador por instituto participante, tenía más posibilidades de ganarlo, y eso le hacía feliz. Pero también mas nerviosa.

─Espero que lo ganes tu, tía. Te lo mereces, tenías unas fotos increíbles, en serio.

─Gracias ─respondió con una sonrisa. Estaba demasiado nerviosa, le temblaba todo el cuerpo─. Buf, es que no puedo esperar. Espero que el hombre ese vea los trabajos cuanto antes y anuncie ya al ganador.

─Tu tranquila, que ya verás que el tiempo se pasará volando y cuando menos te lo esperes serás anunciada ganadora. ¡Yuju! ─exclamó Lucía, que estaba haciendo el idiota para que su mejor amiga se animase y se le quitasen los nervios de una vez.

Y como dijo su mejor amiga, el tiempo se le pasó volando. Ya estaban en la última clase y aún no habían anunciado al ganador. Allie se inquietó. Miraba su reloj a cada segundo. Esta clase sí que se le hacía eterna. Entonces, cuando menos se lo esperaba, apareció Luke por la puerta con unas hojas en la mano. Allie puso toda su atención en él y una sonrisa se apoderó de ella. Los nervios habían desaparecido por completo, pero la cabeza le daba vueltas, y lo único que le rondaba en ella era "y sí...".

─¡Ya tenemos un ganador, chicos! Bueno, de hecho una ganadora... ─dijo con una sonrisa, mirando la cara de las chicas que habían participado.

Los chicos que habían entrado en el concurso, se decepcionaron, habían puesto todo su empeño en hacer ese trabajo, pero lo importante es que habían participado. De chicas solo habían participado 4, entre ellas, Allie y Nicky.

A Allie se le humedecieron los ojos de la alegría cuando oyó a Luke decir que era una ganadora. Estaba convencidísima de que iba a ser ella la ganadora. Con los ojos brillantes, llenos de emoción y alegría, observaba a Luke, mientras esperaba, ansiosa, a oír su nombre.

─La ganadora es... ¡Nicky Russell! ─exclamó Luke con emoción, mientras que la clase aplaudía a la ganadora.

La ganadora. Que no era ella. No había ganado. No se lo podía creer. Estaba tan convencida de que iba a ser ella, de que iba a ganar. Se quedó boquiabierta, pasmada, mirando aún a Luke, sin poder creerse lo que había oído. No podía ser. Sabía que era un simple concurso, pero necesitaba ganar. Por ella. Por su hermana.

Lucía soltó un suspiro. Llamó a su amiga varias veces, pero ella no reaccionaba. Seguía anonadada por el anunciamiento de Luke. Sabía que estaba exagerando un poco, porque era tan solo un concurso, pero también sabía que esto significaba mucho para ella y seguro que para la otra no era nada... Seguro que lo había hecho para creerse la mejor.

─Al, hazme caso, por favor. Al... ─Lucía seguía llamando a su amiga.

Al fin, Allie se dio la vuelta para ver a su mejor amiga. Estaba reteniendo las lagrimas en sus ojos, no quería llorar delante de toda su clase, y el dolor de garganta aumentaba, ya que estaba aguantando el llanto.

─Al... No estés así, cielo. Es un concurso, no significa nada. Habrá muchísimos más ─dijo Lucía, acariciando la espalda de su amiga.

─No puede ser Lu, no puede haber ganado esa zorra. ─El odio hacia Nicky era claro en los ojos de Allie.

─Pues... Va a ser que sí, Allie, lo siento. Pero hazme caso que ganarás muchos otros concursos.

─Es que no es lógico. Cuando se apuntó al concurso, me dijeron que Nicky odia la fotografía porque no tiene pulso ni paciencia, así que ella no puede ser, a menos que lo que me contaron fuese mentira.

─Es verdad... A mí también me dijeron eso, no me acordaba. Entonces tienes razón, no ha podido ser ella... ¿Quieres que luego hablemos con ella?

─Claro. Pero dudo que nos vaya a contar algo, no la conocemos.

─Hay que intentarlo. Además, nosotras tenemos algo en contra de ella... ─dijo Lucía, recordando lo que habían visto en el recreo hacía unos días.

─Tienes razón. Vale, pues cuando salgamos le decimos.

La clase terminó y antes de que Luke volviese a clase para hablar con Nicky sobre el concurso, las dos chicas fueron a hablar con ella.

─Hola, Nicky.

─Oh, qué pena que no hayas ganado Allie... ─dijo con una risa malvada.

─¿Qué quieres de mi? ¿Qué te he hecho?

─¿Yo? Nada. Ah, y seguro que la persona esa a la que le prometiste ganar se quedará devastada al oír las malas noticias... ─dijo, aún con esa risa malvada, y echándose el pelo hacia atrás como una pija.

Qué asco le estaba dando ahora mismo a Allie. No podía imaginarse que aquella chica que había sido tan maja con ellas a principio de curso, podía acabar siendo semejante zorra. Tenía muchas ganas de pegarle un puñetazo por haberle comentado lo de su hermana, pero debía contenerse.

─Eso se lo prometí a mi hermana y está muerta, pedazo de gilipollas, a ver si antes de actuar piensas un poco.

─Ah...

─Eres una puta imbécil tía, yo no sé qué hostias te he hecho para que vengas aquí a joderme la vida. Si es que encima ni siquiera te gusta la fotografía. Menuda falsa de mierda ─escupió Allie, acercándose a la chica cada vez más, con intención de pegarle.

─Uf, la detesto, en realidad. Lo hice por venganza.

─¿Y si lo odias como es que has conseguido ganar? ─intervino Lucía.

─Fácil. Fotógrafo profesional.

─Eres una completa zorra, encima haces trampas...

─Es lo que hay.

─Yo tengo una duda, ¿venganza de qué? ─volvió a interrumpir Lucía, ya que veía que su amiga se estaba cabreando demasiado.

A Allie no se le había ocurrido esa pregunta hasta que su amiga la había formulado. Estaba demasiado enfadada como para concentrarse. Pero desgraciadamente, la pregunta quedó sin contestar, ya que justo entró Luke en la clase para hablar con Nicky. Lucía empujó a la chica a un lado.

─Hola, Luke ─saludó Lucía, sonriente.

─Buenas tardes chicas... ¿Me podríais dejar a solas con Nicky?

─Lo siento, pero va a ser que no. Hasta que Nicky se confiese, no pienso mover ni un dedo. ─Allie dijo, firmemente.

─¿Confesarse de qué? ─preguntó Luke, algo confuso.

─Que la muy... ─carraspeó, en vez de decir la palabrota que se le estaba pasando por la cabeza─, ha hecho trampas en el concurso.

─¿Cómo? No creo, si Nicky es un angelito ─aseguró Luke.

─Que sí, que ha contratado a un fotógrafo profes...

─No sigas, no quiero oír más. Ha ganado ella, Allie, no vas a poder cambiarlo. Lo siento mucho si te molesta, pero es lo que ha decidido el jefe. Más suerte para la próxima vez, si la hay.

Allie miró con cara de asco a los dos. Que hijos de puta. Quería romper algo. Salió corriendo de la clase sin decir ni una sola palabra. Lucía salió detrás suya y la cogió del hombro, para detenerla.

─¡Espérame, Al!

Allie no se detuvo. No quería gritarle a Lucía ni quería dejarla sola, pero tenía que hacerlo. Lucía se quedó sola en medio de los pasillos vacíos, mientras que observaba como su mejor amiga se alejaba, llorando, enfadada. Triste, emprendió su camino de nuevo.

No le dijo ni un hola a su madre. Estaba demasiado cabreada. Sofía se dio cuenta de ello y decidió no hablarle. En cuanto llegaron a casa, la madre volvió a marcharse al trabajo. Allie subió a su habitación y pegó un puñetazo a la pared. Mejor. Mucho mejor.

─Menuda hija puta. Zorra. Ella lo que merece es morirse.

Y de nuevo, su mano impactó contra la pared.

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