1 ¿Quién dijo cuento de hadas?
Todo empezó como un día cualquiera, me levante cantando, con una sonrisa en la cara, todo me parece perfecto y bonito, que más se puede pedir que levantarse como una autentica princesa de cuentos, con tus animales cantando, con la belleza de la naturaleza.
-Espera,espera- Dijo ella indignada-¿Tú crees señora escritora que esto es lo que pasa en realidad cuando una persona NORMAL se levanta por la mañana? -Se quedo sentada en el filo de la cama esperando una respuesta.
-Claro señorita, todo el mundo nos levantamos así de divinas y maravillosamente feliz- Le comento con rin tintín la escritora.
Soltó un gran suspiro y se tumbó nuevamente en la cama arropándose hasta arriba –Dame un segundo y te explico cómo realmente nos levantamos... y lo de señorita sobra, sé que escribes mi historia, pero te tendré vigilada-Dijo mientras apuntaba con sus dedos en sus ojos y luego al techo-No te paso ni una, a la mínima me quejare.
-De acuerdo... Cuenta tú la historia real- Comento la escritora.
La luz del sol entraba por mi ventana, era agradable, pero me estaba dando en toda la cara, entonces me desperté con los ojos cerrados y fue tocando la pared hasta llegar a la cinta de la persiana.
-Perfecto-dije para mí, la cerré de golpe. Me volví a meter en la cama y seguí durmiendo.
Volvía abrir los ojos, parecía que tuviera un gran peso en los parpados,busqué mi móvil para ver la hora. Lo desbloqueé y la luz de la pantalla me segaba como si un vampiro viera la luz del día, parpadeé unas pocas de veces para que mis ojos se acostumbrar a la luz, y pude ver las 11:00 de la mañana. Me volví a tapar dejando el móvil sobre la almohada, mi pereza es muy grande, me cuesta mucho levantarme por las mañanas y más aún cuando es invierno. Note que algo subía por mi espalda, como era de esperar, era uno de mis gatos, una gatita negra de pelaje semi-largo de un color negro brillante, ella requería de mis caricias.
-Miku,déjame dormir un poco más- Exclame bajo las sabanas.
Yo sabía que no iba a para hasta que saliera de la cama. Primero saque los brazos fuera y le acaricie la cara, poco a poco fui moviendo mi cuerpo de peso plomo hasta el borde de la cama, primero una pierna y después la otra. Bien por fin tenia los pies en el suelo. Me puse las zapatillas de mi personaje favorito de videojuegos y me levanté.Fui al baño, miré mi cara en el espejo.
-¿Qué ha pasado esta noche? - Dije mirando mis pelos.
Como explicar con delicadeza lo que mi cabeza representa en estos momentos, es una mezcla entre no sé qué paso anoche y la montaña rusa era increíble. Mi pelo necesita ayuda urgentemente. Me vuelvo a mirar en el espejo poniendo caras raras, si querido lector, todos hacemos eso. Mis gatos me miran con cara de pensar que estoy loca. Encendí el calefactor para poder ducharme en ese gélido baño, un poco más y viven pingüinos allí conmigo. Después de una ducha calentita, aun no soy persona, necesito mi chocolate calentito y una dosis de dibujos animados.
-Ves señora escritora, no somos princesas de cuentos, nos levantamos como auténticos ogros por las mañanas, por lo menos yo- Dijo ella entre risas.
Mire nuevamente el reloj, eran las 13:00 de la tarde.
-Ya soy una persona perfectamente funcional!!- Dije levantando las manos y dando unas palmadas.
-Por cierto, ¿Aún no sabéis quien soy verdad? - Lanzo la pregunta al aire.
-Muy mal, escritora de mis amores, la gente tiene que saber quién soy. -Replico
-De acuerdo "Persona normal" contare tu historia con todo detalle- Comento nuevamente la escritora.
-Tampoco te pases detallando cosas, tengo cosas que es mejor que no salgan a la luz- Dijo tímidamente.
La voz de la escritora resonaba en mi cabeza como un narrador de documentales, era bastante curioso sinceramente. Podría quejarme una y otra vez, que ella era educada conmigo.
-Tampoco te pases. Además, puedo oír cada uno de tus pensamientos. Ten cuidado con lo que piensas y deseas, puede que no sea tan fantástico como lo quieres- Comento la escritora con algo de sarcasmo.
Tragué saliva y puse cara de no haber roto un plato en mi vida. Seguro que eso ayudaría a volver a retomar esta maravillosa historia.
Después de un rato discutiendo con mi voz interior a la cual llamare Spammer,empieza lo bueno.
Me llamo Lara y tengo 30 años, tengo el pelo largo y rojo, mis ojos de un color miel, tengo la nariz chata según mis amigos y familiares,mi cara está llena de pecas, lo sé, soy todo un encanto. Soy blanca de piel, pero no blanco nuclear. Mi vida la he pasado siempre en mi ciudad natal que es Andalucía. Pero por trabajo tuve que irme a otra parte de España a trabajar. Por cierto, se me olvidaba, no soy muy alta, tengo estatura media, por lo menos si me caigo no me mataría al llegar al suelo, esa es la ventaja. Vivo en un apartamento con mis tres gatos adoptados. Una de ellas es Miku que a sabéis quien es, es la más cariñosa, después esta nuestra querida gata persa Fara que es la marquesa de la casa, yo la llamo rata por la cantidad de pelo que tiene, además es tricolor y es preciosa. Y para acabar este trió tenemos al inigualable Gumball, es un macho jovencito típico gato europeo atigrado y gris, para mí son lo mejor que tengo.
-Pues ya sabéis algo más de mí!- Dije contenta, dirigiéndome hasta mi lugar favorito de la casa.
Entro en la habitación que tanto adoro –Ahora sabréis porque-hice una pequeña sonrisa.
La habitación misteriosa no era muy grande, pero todo lo que había en ella la hacía especial. Pasando el umbral de la puerta, podemos ver una pared morada llena de estanterías, en las cuales vemos muñecos y peluches de todo tipo de videojuegos, como Pica y tala, Banda de asesinos 5, la llamada del deber 2, entre otros. Al fondo de había una gran mesa de madera blanca con un ordenador iluminado y dos pantallas, parecía una feria con tantas luces, su silla morada, como no. A nuestra izquierda un pequeño sofá y frente a este una televisión con varias consolas sobre el mueble.
-Este es mi mayor tesoro, mi vida entera y mi diversión- Comento sentándose en el sofá.
Su móvil empezó a sonar, lo saco de su bolsillo y en la pantalla pudo ver el nombre de Yushi.
-Diga melón?- Dije al descolgar.
-Buenos días dormilona. ¿Despierta a estas horas? No puedo creerlo. El mundo se acabará hoy!!- Comento riéndose.
-Ja,Ja, muy graciosas- Exclame
-Bueno pequeña ermitaña, ¿Estas dispuesta a salir de tu pequeña cueva hoy? - Pregunto.
-No sé... los rayos de sol podrán con mi escudo de nivel 50, no tengo pociones para poder regenerar mi vida- Dije con una voz profunda.
-¿De verdad Lara?... Eres un caso aparte- Suspiro.
-Vale pesada, nos vemos ahora. Te espero en mi guarida, la contraseña para que te abra es suportear!-Dije feliz.
-Supor¿Qué?-rió,-Bueno ahora nos vemos!-Colgó la llamada.
-Manos a la obra- Me levante rápidamente del sofá.
Vuelvo a mi habitación, miro mi cama y pienso –Ojalá pudiera dormir más-
Quito rápidamente de mi cabeza ese pensamiento y pongo algo de música para ambientarme, necesito animar mi mente para que no piense en dormir y quedarse en casa sin hacer nada. Empiezo a mirar en mi armario que ponerme.
Me pongo delante de mí armario y pongo mi mano en el mentó y pienso -¿Qué sería lo más cómodo para salir? - Digo pensativa. De pronto se me vino una idea, mire hacia el techo y exclame –Spammer,¿Puedes ayudarme en esta difícil decisión? - En su rostro se pudo ver una mueca de risa picara.
Todo se quedó en silencio, nadie respondía. Solo podía escuchar a mis gatos correr por la casa jugando. Asome la cabeza por el marco de la puerta para verlos jugar, adoraba a esos bichos.
-¿Spammer?-Volvía preguntar.
-¿Piensas que soy tu genio mágico? - Dijo con enfado la escritora –No voy a estar siempre pendiente de ti Lara- Su tono fue firme y directo.
Se oyó un suspiro de fondo -Pero esta vez, solo esta vez te ayudare- Dijo mi querida voz en off.
Miré en mi armario y pude ver unos pantalones de campana de pana de hace unos pocos de siglos, de fondo tenía una camiseta psicodélica de muchos colores, y una chaqueta de pana del mismo tono que el pantalón. Los observé y rodé mis ojos.
-¿Estas segura que no tengo nada mejor?- Replique
-Déjame pensar.... ¿Creo que no? - Dijo ella entre risas.
-Mira,déjalo, ¡eres una trolera y muy rencorosa! - Dije cogiendo unos vaqueros, camiseta básica y mi sudadera morada.
Busque mis zapatillas por todos lados, no daba con ellas, levante la mirada,note que Fara estaba durmiendo sobre algo, me acerque sin hacer mucho ruido. Mi sorpresa era que mis zapatillas eran una buena cama para ella, si no fue porque vi el cordón de una de ellas, me hubiera tirado todo el rato buscándola.
-¡Gracias Fara. Ahora mis zapatillas son peludas! -Dije mientras le acariciaba.
Llamaron a la puerta, fui corriendo para abrir, miré por la mirilla y vi a Yushi detrás de la puerta.
-Bienvenida a mi guarida mágica, para poder pasar, ¡un acertijo has de adivinar! - Mi voz sonaba muy profunda.
-De acuerdo, señora de la guarida, su pregunta puede disparar- Dijo ella rápidamente.
-Para poder pasar este umbral una cosa debes pensar, si en peligro me hayo y una ayuda he de recibir ¿Qué personaje ha de venir para curarme a mí?- Me sorprendí de lo bien que me quedo.
Yushi estaba con el móvil en la mano, dio un gran suspiro antes de responder, parecía que le estaba dando dramatismo a la situación.
-¿Soportear?-Exclamo en forma de pregunta Yushi.
-Error!Piénselo nuevamente, se acercó a la respuesta, pero las letras cambio de lugar - Dije nuevamente con voz firme.
-No si lo digo porque soportarte a ti es un castigo- Dio una carcajada.
-Yushi,no digas eso, si soy un sol de persona...- Abrí la puerta poco a poco, mostrando una cara de pena.
-Losé, pero tu nivel de gamer supera mi mente muchas veces. - Dijo mientras me dio un fuerte abrazo.
-Te extrañé mucho- Le dije al devolverle el abrazo. Llevábamos muchos días sin vernos y me hizo ilusión quedar con ella aunque me cueste salir de casa.
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