Narrador desconocido

-¿Eres tú ? -pregunté dudando de qué fuera real.

-Si cariño, ha pasado mucho.

No podía ser real porque yo la maté, no entiendo.

Puse los ojos en blanco y trague saliva ante la idea de que regresara.

-¡Eres una mierda! Nada te costó olvidarte de mi -hizo una pausa-, y yo lo perdí todo por tu culpa.

-No fue así, Aien -suspiré-. Créeme, nunca me perdone lo que te hice -observé a mi alrededor, desconcertado-¿Hace cuanto estoy aquí?

-Una semana y media, el veneno que te indujeron era muy potente.

-Salvaste mi vida -la miré con extrañeza-¿por qué?

-Porque yo nunca deje de pensar en ti, estuve esperando a sanar lo mas rápido posible para recuperarte -mientras habla, se acerca a mi e intenta besarme.

-No lo entiendes -susurro. Volteo mi rostro para quedar lejos del suyo-. No puedo -negué con la cabeza.

-Se que tienes novia -sonrío cínica mientras jugaba con su cabello-. Pero créeme, ya siquiera se acuerda de ti.

-¿De qué hablas?

-La estuvo pasando muy bien con tu hermano -sonrió falsamente-, tanto así te ama.

-¡Eres una mentirosa! -rodé los ojos- Mejor cállate.

-Yo no miento, cariño. Ella entró a tu casa y no salió hasta el otro día. Un hombre como tu hermano no pasa la noche con una chica por nada.

-¡Sácame de aquí!

Narra Dante

Nunca fui el mejor ejemplo de hermano mayor para Derek y lamento eso. Pero ahora no se trata de nosotros dos, no intento sacarle la chica o una estupidez así. Creí que iba a poder controlar mis sentimientos, como un imbecil me convencí de eso. Lo que menos tengo es control sobre ellos. No plenee enamorarme de Victory, pero desde la primera vez que estuve cerca suyo sabía que había algo especial en ella.

Aunque no es solo eso, es raro, como si ese sentimiento hubiera estado siempre dentro de mi aguardando por ella. Dudo de que si es correspondido, espero que lo sea.

No se lo digo a Victory porque no me corresponde pero Derek no la merece, no la ama. Y lo sé porque todavía tiene a una chica en su corazón, en algún espacio el sentimiento no murió.

En cuanto lo encuentre haré que se lo diga el mismo, porque se que el está vivo. Tiene que estarlo.

Busqué rastros del paradero de Derek con Amanda, no fue nada fácil. Primero revisamos las cámaras de seguridad del lugar, lo más extraño es que cuando Derek cae al suelo, a los segundos, se apagan.

-Aquí se ve en el momento que llega un auto y lo meten a Derek -señala una pantalla-. Está vivo.

-Pero ¿por qué se lo llevarían? No lo entiendo -me aleje de las pantallas.

Llegué a pensar que quizás era otro intento de extorsionar a Victory, pero nadie se comunicó con ella.

-Ve con Victory, así no está sola -ella asintió y cogió su chaqueta.

Narra Victory

Mi corazón se detuvo.

Por un momento pensé que alguno de los vampiros del secuestro, estaba en mi cuarto. Cogí el objeto más cercano, un zapato, y lo lancé directamente a la cabeza de Amanda.

-¿Qué estas haciendo aquí, oxigenada? -así le digo porque es rubia, no es teñida pero no importa.

Después de que el zapato golpeó la puerta que tenía detrás, lo recogió de donde había caído en el suelo.

-¿Cómo puedes sacrificar estos tacones?- se sentó y se quitó el zapato e intento introducir el pie en mi zapato negro de talón abierto.

Me reí porque mi pie era mucho más chico que el suyo y no le entraba el talón.

-En fin -suspiré -¿Qué haces aquí?

-Soy tu guardiana ¿Recuerdas? - arquea una ceja.

-No hacia falta que vengas, estoy bien.

-Eso no es cierto -negó con la cabeza.

-Tienes razón -bufé-. Ya que estas aquí salgamos a caminar, necesito aire.

-Como quieras. Podemos ir a la cafetería, no desayuné nada y muero de hambre.

Acepte. Me quité el pijama y me puse unos jeans con una remera.

(...)

Me quedé congelada.

No me podía mover. Estaba ante mí. En el callejón detrás de la cafetería.

No era capaz de distinguir si la sensación en mi estomago eran de miedo o de emoción. Estaba bien, y lucía tan hermoso como siempre. Quería abrazarlo y decirle lo mucho que me preocupé, pero también debía decirle todo lo que pasó con Dante.

-No sabes cuan preocupada estaba -tapé mi boca.

Derek arqueó una ceja.

-No hay necesidad de decir palabras vacías.

-¿Qué dices? -la confusión me invadió.

Se cruzó de brazos y apretó su mandíbula, bajo su mirada y luego la dirigió a mi otra vez.

-¿Es verdad? ¿Te estuviste revolcando con mi hermano?

No exactamente, no.

Me quedé en silencio, no podía mentir y las palabras se atoraron en mi garganta.

Apretó su cabello hacia atrás y me miró horrible, esa expresión era extraña en él - Eres igual a todas las chicas. Jamás hubiera esperado eso de ti.

-¡No! No es lo que tu crees, déjame explicarte.

-No quiero saber nada de ti.

No me dejo hablar, se fue. Pero lo que quería decirle era lo que en realidad pasó.

¡Jamás estuve con Dante! Nunca tuvimos sexo.

Estuve con Dante hablando y después fuimos a su cuarto. Estábamos hablando y cuando el se fue a bañar yo me quedé dormida. Como nos habíamos besado y su imagen quedó grabada en mi mente, al parecer tuve un sueño sexual y demasiado real. Cuando desperté estaba durmiendo abrazado a mi, me salí de la cama de inmediato y me fui.

De todos modos aunque no nos acostamos, tal vez sea peor tener sentimientos por él.

-Cambié de opinión -Derek retrocedió caminando hacia mi-, quiero que me digas que pasó.

-Nada -tragué saliva. No había razón para hechar todo a la mierda, me gusta estar con Derek y Dante es algo problemático-. De verdad, yo fui a ver a tu hermano porque quería que te buscaramos y me quedé allí.

Derek se quedó observándome, supongo debatiendo si creerme o no.

-Supongo que si me alejo de ti por no creerte, soy un idiota.

-Tal vez -sonreí. Ocultar información no es mentir, para que querría el saber que nos dimos con Dante un insignificante beso.

El mordió su labio inferior y me tomó de la cintura empujandome a él.

Lo detuve con mis manos en su pecho, impidiendo que me besara. ¿Y si lo hice porque no me interesa besarlo? ¿y si en realidad prefiero besar a Dante? ¿y si soy una mierda?

-Por favor, cuentame que te ha pasado -puse tres pasos de distancia entre nosotros-. Me parece mucho más importante.

Antes de que hable le digo que tengo que avisarle a Amanda que apareció. Ya que todo este tiempo estuvo dentro de la cafetería, el asintió y entramos.

Parecía que se le iban a salir los ojos de lo asombrada que estaba.

-Solo tomé café -dijo confundida sacudiendo la cabeza.

-Luego te explico como apareció -digo apuntando mis ojos hacía Derek-. Pero ahora tengo que hablar otras cosas con él. Así que -hablo con una voz algo apenada-, podríamos hacer esto otro día.

-¡Oye! No hay problema -dice mientras se levanta de su asiento-. En realidad, tengo que avisarle a Dante así que pueden quedarse aquí -apunta su lugar-.

Derek no parecía muy feliz al escuchar el nombre de su hermano -No le digas.

Amanda aceptó. Cuando se fue, Derek comenzó a contarme.

-Fue mi guardiana, Aien.

-¡¿Cómo?! -no sabía que tenía una. Además porque un guardián haría eso.

-Ella antes era mi novia -bajó la mirada.

-¡¿Qué?! ¿Por qué volvió? O mejor dicho ¿Por qué se fue?

-Para mi es muy difícil hablar de esto -rascó su nuca-, pero te lo diré. De verdad espero que no me veas mal por ello -dijo apenado-. Yo la mate, al menos eso creía pero no murió. Yo tomé parte de su alma, justo como temía hacerlo contigo. Luego de eso no recuerdo nada, de lo que pasó. Cuando desperté ya no estaba y nunca volví a verla hasta ahora.

-Yo no se que decir.

Y creía que Dante era el terrible.

Cada quien con sus cositas oscuras, supongo.

Su ex novia acaba de aparecer y salvarle la vida. Además era su guardiana, se que es un vínculo importante.

-Mírame -dijo desviando mi mirada hacía el-Ya no siento nada por ella, si es que te preocupa.

¿Me molestaba? ¿O lo veía como una excusa para que lo nuestro termine? ¿De verdad quería acabar esto?