Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 11: ¡Tiene que ser una broma!

Aún no puedo creer que me liberé de uno de mis mayores problemas, lo que más lamento es que haya sido el Sr. Devonshire el causante de todo. Todavía no entiendo porqué lo hizo, yo creí que era de confianza, después de todo me ayudó con ese libro. Bueno eso no lo hace de confianza pero seguro entienden mi punto.

Las apariencias si que engañan en este mundo.

Derek desapareció desde el incidente. Solo espero que no me odie, ahora que empezábamos algo es una lástima que termine tan rápido.

Por mi parte, tengo que seguir con mi quebrada vida de humana y asistir a la escuela. Me aliste y me fui.

(...)

En el gimnasio de la escuela, estábamos jugando fútbol. La chica a la que debía cubrir, la cual era tan gigante como un troll, se abalanzó sobre mí y yo diría que casi le salía vapor por la nariz. Me preparé para el gran choque. Veía puntos brillantes delante de los ojos y también veía las últimas noticias: "Tragedia durante un partido de fútbol".

Qué mortificante.

Estaba tendida en el piso y una parte de mi se moría de vergüenza.

Al fin un aire bendito se filtro en mi interior. Un rostro conocido, enmarcado por un cabello rubio y largo, se inclino encima de mi. Mi única amiga supongo, Amanda.

—¿Estás bien? —preguntó preocupada.

—Claro que si, ya no siento nada —agradezco ser vampiro en momentos como estos.

No era justo. Ahí estaba yo, de pie en un gimnasio como una idiota en lugar de buscar a especie de mi novio, que está quien sabe donde. Menuda pérdida de tiempo. No entiendo que hago en la escuela, soy un vampiro, no la necesito y tengo una toda una eternidad para asistir a todas las que quiera.

Me agaché cuando la pelota pasó rosando mi cabeza. Una de mis compañeras de equipo, muy despiadada, soltaba juramentos mientras corría.

— ¡Cabezazo, Thorne, cabezazo! ¡Si no la usas para pensar, úsala para golpear!

Amanda se paró.

—Te duele mucho el estomago ¿cierto? — giñó un ojo con las pestañas embadurnadas de rímel.

Me llevé las manos al abdomen y fui arrastrando los pies hasta la profesora.

— ¿Y ahora qué te pasa? —bufó la profesora.

—Tengo calambres muy feos —mascullé fingiendo dolor.

No se lo creyó y todos lo sabíamos, pero sin embargo entornó los ojos y apuntó a las bancas, me quede allí hasta que acabase la hora.

Amanda, eres mi ídola.

(...)

Finalmente llegó la hora almuerzo.

Aproveché para buscar a Derek por todas partes, pero no estaba.

Reggina se encontunaraba en mesa apartada y para mi suerte estaba sola, no dudé en acercarme a ella.

—¡Victory!  ¿qué tal? —me da un cálido abrazo.

—Disculpa pero ¿no sabes nada de tu hermano? —largué sin titubeos

—Él esta convencido de que tiene que mantenerse alejado de ti, se culpa de todo lo que pasó.

—Pero eso es estúpido, él fue quien me salvó junto a Jake.

—Y mató a nuestro padre para hacerlo —me agarró del hombro —¿no crees que deberías darle algo de tiempo? —me soltó.

—¿Sabes? Tienes razón, solo olvídalo.

Me fuí. No tenia ganas de que alguien más me ponga excusas, iba a encontrarlo sin ayuda.

El tiempo aquí adentro no corría más y estaba desesperada, faltaba media hora para que salgamos pero no me pareció bien esperar, así que salí. Obligué a los manejaban la entrada a que me dejaran salir y listo.

Cuando ya estaba en la salida de la escuela, me topé con alguien que definitivamente no esperaba.

—Dante —digo media boquiabierta.

Suele aparecer de mala manera e inoportunamente. Estaba fugándome de la escuela, en paz.

—Con que eres ruda —me da un golpecito en el brazo.

Bufé y lo perforé con la mirada —Necesitaba irme, tuve un mal día —baje mi vista—¿Y tu qué haces aquí?

Su perfume inundaba mi nariz, era uno bueno. El estilo que tenía para vestir era particularmente caliente, le quedaba muy bien. Pero solo opino, observo y es la verdad.

—Mi hermana viene a esta escuela, quise recogerla.

—Creo que está un poco grande para que la recoja su hermano mayor —me cruzo de brazos—, además falta para el horario de salida.

Y que aparezca justo cuando me salgo es rarísimo, pero no había forma que él supiera de mis planes.

—¿Acaso la conoces?

—Verás, yo —me interrumpió, odio eso.

Quería decirle que sí, ya conocía a su familia <<demasiado>> bien.

—¿Sabes qué? Tienes razón, mi hermana ya está algo grande —sonrió perverso—. Mejor iré contigo.

—No puedes.

—No seas tímida, te ves mal —me observó de arriba-abajo—. Puedo hacer que te diviertas un rato.

Se que no había forma de pasarla bien en estos momento, pero... acepté.

En realidad necesitaba pensar en otra cosa y distraerme un rato. Además Dante fue un buen amigo, creo que hasta podría acostumbrarme a su compañía.

—¿Adonde iremos? —lo miré desconcertada.

No me contestó, y solo me pidió que lo siga.

(...)

Fuimos en su auto a un lugar bastante lejos, ya no sabía dónde estabamos.

¿Me está secuestrado? Porque no me preocupo por saltar al auto.

Al llegar cubrió mis ojos con sus manos, caminamos y al rato finalmente me dejó ver.

—Solía venir aquí cuando las cosas no andaban bien.

—Dante, es muy hermoso —observo fascinada a mi alrededor.

Sacó dos bolsas de sangre y nos sentamos bajo un árbol. Extendió una de las bolsas hacia mi.

—No, gracias.

Yo bebo por medidas, lo necesario y sin pasarme de la raya.

—La necesitas —agarró un vaso que traía y vertió la sangre allí—. Esta bien, no debes preocuparte —me extendió el vaso—, estoy aquí contigo no dejaré que nada te pase.

Lo miré unos segundos, a él y al vaso.

Cerré mis ojos y bebí, antes de que me diera cuenta ya estaba vacío.

Era tan deliciosa, que quería más.

Mis ojos seguían rojos y mis colmillos no se ocultaban, quería mas de eso. La parte razonable de mi intentaba mantener la calma, pero la bestia logro apoderarse del momento.

Así de inestable me volví en unos segundos.

Corri y corri entre los pinos, debía conseguir más. Parecía una pelota lanzada que rebotaba entre los árboles.

Estaba al asecho de un humano que habia aparcado bicicleta.

Dante me tomó desprevenida, me sujetó por detrás y me llevó lejos del humano. Claro que quería matar a Dante también, me alejó de mi alimento, pero fue lo mejor que pudo hacer por mi.

—¡Sueltame! —forcejeo.

—Mirame, vamos Victory, mirame. Concentrate en tu respiración.

Llegué a ver mi reflejo en sus ojos, parecía un monstruo, ansioso por matar. De pronto recuperé mi apariencia. Dante me tomó de una mano y con la otra acariciaba mi mejilla.

Pego su frente a la mia, sentía su calida respiración chocar en mi rostro. Mi mirada se paseaba entre sus ojos y sus labios, se veian tan deliciosos. Fuí en contra de mis impulsos, di un paso a tras para alejarme. Fue inutil, me agarró de la cintura y me apretó contra él. En un momento la distancia entre nosotros estaba totalmente dismunuida, posó sus labios en los míos y cerré los ojos voluptuosamente.

Si digo que quería terminar eso, no sería verdad.

No sé con exactitud porqué lo hice, o explicar lo que senti en ese momento.


—Esto esta mal, yo —me interrumpió. Esto ya se le hacia costumbre.

—Sé que sales con mi hermano —mis ojos se abrieron más de lo normal.

—¿Cómo lo sabes? —negué con la cabeza. O sea que ni eso le importaba—¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Por qué me dejaste hacerlo?!

—Porque quería besarte desde que te ví y tú tambien a mi —levantó una ceja y esbozó una sonrisa—. Además no lo amas, nosotros debemos estar juntos.

Okey, va a la velocidad de una ferrari este hombre.

—Dante, esto fue un error —me pasé la mano por la frente—. Antes que te aparezcas lo estaba bucando, todo esto... No puedo.. Lo siento —corrí tan rápido como pude.

Creo que irme fue lo mejor, por más de que lo niegue, me gustó y mis sentimientos por Dante no son solo por amistad. Pero había algo más que eso, algo que no me podía explicar.

(...)

Llegué a mi casa y sorprendentemente, Derek estaba allí. Me alegre al verlo, pero no me sentia muy bien, quizás porque había besado a su hermano.

O quizás no me gusto verlo tanto como a Dante.

No lo sé.

—Me tenías preocupada —lo abracé. Aunque, ahora con lo que paso, no sé si eso era tan autentico.

—Lo siento —sonaba distante, frío. Tal vez solo soy yo, imaginando cosas.

—Lo que importa es que estas aquí —intento besarlo, pero se quita.

—No soy bueno para ti, lo mejor es que te alejes de mi.

—Si, pero en lo que a mi concierne, no lo haré.

—Mi familia y yo podemos quitarle el alma a cualquier ser que tenga uno. No te das una idea de lo que es alguien sin el suyo, si es humano se convierte en nada, si es alguna otra criatura se transforma en oscuridad pura.

—Si lo quieres tómalo, es tuyo.

Debería dejar de decir estupideces.

—¿Y si mi padre quería tu alma para fortalecerse? El de un híbrido debe tener un poder considerable, más uno como el tuyo. El poder lo segó ¿Cómo se que no me pasara a mí?

—No sabemos exactamente que quería tu papá —le tomé la mano, incliné mi cabeza hacía abajo y luego lo miré—¿Tu quieres?

—Si —su mirada profunda causaba escalofríos—, y por eso no puedo ponerte en peligro.

—Entonces no me alejes.

El asintió.

Me pareció que no debía contarle de Dante, si lo hacía le estaría dando importancia.

Pasamos un buen rato hablando, hacerlo  se nos hacía muy fácil.

Alguien tocó la puerta, no era mi madre porque salió, pero igual fui a ver quién era.

—¿Papá? —me quedé boquiabierta, congelada en el marco de la puerta.

—¡Nena! —me levantó dándome un fuerte abrazo.

—¿Qué haces aquí? —sacudí la cabeza—Te extrañe mucho —lo volví a abrazar.

Voltee para ver a Derek, pero ya no estaba.

—Pa, discúlpame un segundo.

Salí afuera y llamé por teléfono a Derek que al parecer, es muy bueno desapareciendo.

-Llamada telefónica-

—¿Por qué te fuiste?

—¿Tu padre sabe lo que eres?

—No ¿pero eso qué importa?

—Por nada del mundo puede saberlo. Tampoco puede saber de mi, o que me conoces.

—¿De qué hablas? ¿Qué diablos te ocurre?

—¿Sabés a qué se dedica tu padre?

—Es fabricante de armas, para el gobierno ¿Por qué?

—Una estúpida pantalla, tu padre es cazador de vampiros.

-Fin de llamada telefónica-

Derek colgó luego de lanzar esa bomba.

Mis ojos se pusieron en blanco y por poco rompí mi celular de un apretón.

Mi padre me sacó de mis pensamientos.

—¿Estás bien, cariño?

—Uhm... Bien —titubié, mientras ocultaba el móvil dañado.

Cenamos y al terminar fui a mi cuarto.

Realmente me sentía incómoda. Si mi padre cazaba vampiros ¿Eso quiere decir que me mataría? El no haría eso ¿o si? me ama. De todos modos no podía arriesgarme, oculté mi secreto todo este tiempo, tendrá que seguir así.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro