Capítulo 74
Icarus Denim estaba molesto.
Con Katniss Silver
Con Peeta Mellark
Con las malditas bayas.
Con los Juegos del Hambre.
Una ira atravesó sus venas cuando hicieron el cambio de reglas, regresando a un solo Vencedor. Katniss Silver solo debía disparar al corazón de Peeta Mellark para conseguir para lo que la estuvo entrenando toda la vida.
Pero su hija decidió tirar su arco al piso y ofrecer las bayas Nightlock como Hades tentando a Perséfone con las semillas de granada.
Antes de correr hacia el helipuerto por su chica, Cashmere gritó: ¡Esperemos que tu hija se haya acostado con el muchacho! ¡No querrás que su primera vez sea con un viejo pervertido del Capitolio!
Pero toda la furia quedó apagada, por el momento, cuando arribaron al helipuerto del centro de tributos.
Bajaron a Katniss Silver y a Mellark a los dos en camillas y antes que Icarus Denim pudiera acercarse a su hija, cada uno fue rodeado por dos médicos.
Vio cómo la camilla donde estaba su hija pasó frente a él. Con los ojos entreabiertos, sus ojos azul plata estaban desenfocados, dándole un aspecto a muerta.
Icarus Denim y Haymitch fueron quienes se encargaron de buscar a los chicos mientras Ma tenía que lidiar con el entrevistador que esperaba las primeras reacciones.
Luego de veintidós años, el Distrito Doce nuevamente consiguió la victoria.
Las dos camillas entraron al elevador y ellos dos tuvieron que tomar el siguiente.
Cuando llegaron a la sala de espera, la Dra Macintosh los detuvo alzando ambas manos.
—Tenemos un registro de los juegos y enumeramos las posibles lesiones — dijo la Dra. Macintosh — Everdeen y Mellark serán llevados a radiografías y otros estudios para descartar daños internos. Cualquier cosa, vendré yo o un colega.
La doctora se fue, dejándolos solos. Icarus Denim se desplomó en el sillón, con la cabeza agachada y respirando entrecortadamente.
—Ella salió con vida — dijo Haymitch frotandole la espalda — Eso es lo importante. Cielito regresará a casa con nosotros.
—Snow no dejará pasar esto por alto.
—Lo sé — contestó Haymitch. Él era testigo de como Snow cobrará las acciones en contra del Capitolio — Solo esperemos que Ma logre persuadirlo para que Katniss Silver no sea castigada por las bayas.
Icarus Denim miró a su hermano escogido, la idea que su madre tuviera que rogarle a Snow lo ponía enfermo. Pasos apresurados se escucharon, Effie venía corriendo con Cinna y Portia.
—¡Maravilloso! ¡Doble victoria! — dijo emocionada la escolta — ¡Todo el Capitolio esta extasiado con Katniss y Peeta!
Icarus Denim ignoró a Effie y Cinna le dio una suave sonrisa.
—¿Y los chicos? — preguntó Portia preocupada.
—Los están examinando — contestó Icarus Denim — Mellark tiene la piernas destrozada por los Mutos y Katniss Silver su nariz partida.
—¿Ya han hablado de los arreglos estéticos que le harán a los chicos? — preguntó Cinna.
Icarus Denim se había olvidado de eso.
Él se levantó, para ir a amenazar a los médicos, de que ni se les ocurriera operar estéticamente a su hija más allá de las cicatrices.
• ────── ✾ ────── •
Lucy Gray fue llevada a la mansión presidencial mientras sus chicos permanecían en el hospital.
Ella permaneció parada, con la frente en alto, con la mirada de Snow puesta en ella.
Pasaron dos minutos y ninguno de los dos dijo nada, habían estado juntos por más de cuarenta años juntos, adultos que se podían leer con claridad y mucho antes, eran dos jóvenes ingenuos que estaban enamorados.
—Tu nieta, Katniss Silver, acaba de cometer un grave error — Coriolanus fue el primero en hablar.
—Ella actuó por impulso — la defendió Lucy Gray — Tu mismo sabes que lo son capaces las serpientes cuando las acorralan.
Mayfair desangrándose en el vestuario del Hob, el Charlajo y la mentira.
—¿Estás comparando a tu nieta con una serpìente?
—Katniss Silver simplemente no estaba en el mejor estado emocional para pensar con claridad.
Lucy Gray se sintió mal al llamar a su nieta mentalmente inestable, pero aquello funcionaba con la dulce y torturada Annie Cresta.
—Pero al parecer dentro de los mismos mentores del Doce, uno estaba ansioso en ver a Mellark con una flecha incrustada — dijo Coriolanus con cierto tono de diversión en voz.
Lucy Gray frunció el ceño, ella no podía ver a su hijo por unas horas. La forma en que ordenó a Katniss Silver lanzarle una flecha al chico que amaba.
—Icarus Denim no suele ser temperamental — contestó Lucy Gray.
—Si, por supuesto — respondió Coriolanus levantándose de su escritorio para acercarse a ella — Tu hijo pondría a su hija sobre cualquier otro tributo. ¿No lo hiciste tú mismo con la niña que fue compañera de tu hijo?
—¡No puedes usar eso contra mi! — lo acusó Lucy Gray — ¡Eliza murió en el baño de sangre! ¡Ni siquiera tuvo oportunidad de ganar desde un inicio!
Ella cubrió su boca con su mano temblando levemente, siempre se había sentido asquerosa en el momento de que vio a Eliza parada junto a Icarus Denim en el día de su cosecha.
La niña era frágil como un pajarito en comparación al porte y la preparación de su hijo, casi agradeciendo que ninguna de las chicas de aspecto robusto que vivían en la Veta hubieran sido cosechadas ese año.
Lucy Gray permaneció con la mirada baja recordando a la niña de grandes ojos marrones y mirada de tristeza.
La fría mano de Coriolanus tomó su mentón y le levantó el rostro para que ella lo viera
—La canción — dijo Coriolanus y Lucy Gray percibió el olor a óxido que salía desde hace años de su labios — Pensé que ya no la cantabas.
—Solo cuando estoy nostálgica — contestó Lucy Gray — Katniss Silver es una chica lista, puede memorizar las letras de canciones con rapidez. Y como puedes ver, no es la misma versión que dediqué hace años.
—Pero aun asi la cantas
—No te creas muy especial, Coriolanus — respondió Lucy Gray — Aun canto la canción que compuse para mi esposo en cada aniversario de bodas.
Lucy Gray notó el brillo de molestia en sus ojos y se sintió satisfecha.
—Debo admitir que pronto lanzaré la oferta de tu nieta para la lista de clientes que pagarían por ella — dijo Coriolanus.
La sangre se le heló.
Sus arrugadas manos se aferraron a las muñecas de su captor.
—Por favor, Coriolanus no lo hagas — suplicó Lucy Gray con miedo —No Katniss Silver. Ella es pura, es una niña. Ella...nunca...
—¿Estás segura de eso?
Lucy Gray se quedó callada. Katniss Silver ocultó que estaba saliendo con el hijo del panadero por un año, tal vez ellos ya habían tenido intimidad.
Lucy Gray no podía juzgarla cuando ella misma se había entregado a Snow cuando tenía dieciséis y era feliz con el encantador chico con aroma a rosas.
Era mejor que la primera vez sea con un chico que la ama que en vez de un hombre mayor por dinero , o medicina, como lo hizo Lucy Gray cuando tenía quince.
—Su talento — sugirió Lucy Gray — Puedo seguir entrenándola en canto, y puede recibir lecciones de piano o cualquier otro instrumento del agrado del Capitolio.
Lucy Gray estaba vendiendo a su nieta, pero de una manera menos humillante.
—Hazlo — dijo Coriolanus tomando su mano — Vuelvela un manso pájaro cantor para el Capitolio como tu lo fuiste en su tiempo.
Lucy Gray asintió la cabeza.
Coriolanus la jaló levemente, ella se dejó guiar por los pasillos de la Mansión Presidencial sabiendo que se dirigían a las habitaciones de él.
• ────── ✾ ────── •
—Es un precioso vestido — dijo Tigris mirando el maniquí con el vestido para la entrevista y coronación de Katniss Silver como vencedora.
Cinna sonrió ante su creación maestra que no sería posible sin los registros fotográficos que tenía Tigris.
Era casi difícil conseguir material concentro, pero Tigris tenía una vieja cinta de video con la entrevista final antes de los Décimos Juegos. Cinna lo dibujó cuando Glimmer y Pearl murieron, como una manera de en cierta manera mantener las esperanzas de Cinna.
Revisó por horas el video de la señora Everdeen, cuando era joven en esa entrevista, para poder darse una idea del vestido para Katniss Silver.
Si bien no era exactamente el mismo diseño, el que ideó Cinna era un homenaje a Lucy Gray Baird pero que claramente era algo hecho para que también refleja a Katniss Silver
En un gris plata con piedra en la parte del peco pero la falda comenzaba en un degradado de color deslavados.
Cinna no esperaba ver a Katniss Silver usando este vestido.
—Toma — Tigris le pasó una caja de joyería — Hay unos aretes que quiero que Katniss Silver use con el vestido.
Cinna abrió la caja y vio los aretes. Él arqueó una ceja ante la joya, luego miró a Tigris.
Él no preguntó nada, porque su mentora sabía lo que hacía.
N/a: Los aretes que le dio Tigris.
Ahhhhhh, ya el proximo tenemos las discusiones que falta.
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