Capítulo 62
Icarus Denim estaba molesto por la técnica que Haymitch decidió implementar en los Juegos.
Su hija fácilmente podría sobrevivir sin ese movimiento de los Trágicos Amantes del Distrito Doce.
Él había entrenado a Katniss Silver por más de diez años, pero Haymitch insistió en que debían ser equitativos como mentores y darles la misma posibilidad de sobrevivir a Peeta Mellark.
Si Katniss Silver no estuviera en estos Juegos, se habría enfocado en el chico Mellark, tenía el físico y la fuerza para ser un digno contendiente que represente al Distrito Doce. Pero su amada hija, la luz de sus ojos, su orgullo y su alegría estaba este año a paso de entrar en la Arena, e Icarus Denim pondría toda sus energías en asegurar la victoria de su hija.
Este noviazgo evitará que algunos pervertidos del Capitolio pongan sus asquerosos deseos en Katniss Silver — fue la frase con la Haymitch envolvió a Icarus Denim.
Cuando regresaron al piso, Katniss Silver se abrazó a él. En pocas horas, su hija sería arrancada de sus brazos a un lugar donde muchos buscarán matarla. Luego de algunos minutos, Katniss Silver se cambió a ropa cómoda.
Icarus Denim y su mamá se abrazaron a Katniss Silver en el silencio de la sala.
The other night, dear, as I lay sleeping
I dreamed I held you in my arms
When I awoke, dear, I was mistaken
So I bowed my head and I cried
Él empezó a cantar meciendo a Katniss Silver en sus brazos, queriendo olvidar por un minuto las siguientes horas y pensar que estaban en casa.
You are my sunshine, my only sunshine
You make me happy when skies are grey
You'll never know, dear, how much I love you
Please, don't take my sunshine away
Icarus miró hacia su pecho, Katniss Silver lloraba en silencio. Sus hermosos ojos estaban cerrados, como sus manos se aferraron a su camisa.
I've always loved you and made you happy
And nothing else could come between
But now you've left me to love another
You have shattered all of my dreams
Deseó que Katniss Silver volviera a ser una pequeña niña que podría cargar fácilmente en sus brazos, su pequeña niña de ojos brillantes.
Cuando terminó su canción, Katniss Silver estaba dormida, con el ceño ligeramente fruncido. Icarus Denim se levantó y con ella en brazos.
Era mejor que tuviera una buena noche, ya que en la mañana entraría en una pesadilla.
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Katniss apenas probó un bocado en la mañana, su estómago se había cerrado, impidiéndole comer.
El desayuno fue un asunto silencioso, miró varias veces a Peeta. Estaba pálido y miraba hacia la nada.
Cuando terminaron llegó un médico del Capitolio y le colocó una inyección que detendría el ciclo hormonal de Katniss. Al parecer al Capitolio prefiere ver sesos y vísceras pero no tiene el estómago para ver la sangre natural de una chica.
Luego del médico, llegó el momento de irse.
—¿Algún consejo, tío? — preguntó Katniss con una leve sonrisa burlona al hombre que consideraba un tío, Haymitch la atrajo en un abrazo
—Busca los límites y mantente con vida — le susurró en respuesta — No vayas a la Cornucopia, será un matadero. Sabes hacer un arco y flechas, no necesitas arriesgarte.
Haymitch la soltó y le dio un beso en la frente.
—Mucha suerte, cielito.
—Gracias tío — sonrió Katniss.
Katniss y Peeta se vieron, aún con la mirada de su padre sobre ellos, se abrazaron.
—Si sales de la cornucopia, ven a buscarme — le susurró, antes de sonreírle.
Cuando llegó el momento fue escoltada por su padre y abuela hasta el helipuerto. Su padre empezó a repasar lo que debía hacer, desde evitar la Cornucopia lo más que podía y buscar dirección hacia el norte, la abuela pidió que tuviera cuidado y que reconociera que serpientes eran inofensivas de las venenosas.
Cuando la puerta se abrió, ya estaba el aerodeslizador esperándola. Su abuela la abrazó y le besó la frente.
—Buena suerte, mi niña — dijo con los ojos llenos de lágrimas.
—Gracias abuela — Katniss tomó las manos de su abuela y dejó un casto beso.
Luego miró a su papá, él la abrazó, tan fuerte, como si temiera que si la soltará se convirtiera en humo.
—Tu eres parte de mi corazón, siempre lo has sido — dijo con la voz a punto de quebrarse — Por favor, haz lo que sea necesario para regresar a mi. ¿No se que seria de mi si mi corazón muriese?
—Haré lo posible — contestó Katniss.
Se separaron y Katniss se dirigió hacia el Aerodeslizador, antes de subir por la escalera, le lanzó un beso a su papá, como lo hacía cuando era niña y él tenía que viajar al Capitolio.
• ────── ✾ ────── •
La visualización de la inauguración de los Juegos era obligatoria en la plaza.
Calla Violet apenas pudo dormir anoche, y Primrose Olive, su pobre hija, había estado hundida en pesadillas desde que Katniss Silver subió al tren.
Cray entró a su botica informando que debían cerrar e ir a la plaza. Calla Violet ayudó a su padre, que por la edad ya tenía que usar un bastón.
Los tres fueron hacia la plaza donde comerciantes y gente de la Veta los miraban. Calla Violet mantuvo la frente en alto hasta que llegaron a la plaza, donde Madge Undersee se unió junto a ellos.
Calla Violet había vivido al borde del abismo dos juegos. Los Juegos donde su mejor amiga murió y los Juegos de su esposo, pero ahora estaba por vivir un tercer juego, los juegos donde su primera hija podría morir.
—Señora Everdeen — dijo Madge saludándola. Tenía la piel pálida que se notaban las ojeras de una mala noche, similar a Myrielle cuando Maysilee fue a la Arena. —Señor Clade, Prim.
—Madge — saludó Calla Violet.
Los tres se sentaron en la primera fila reservados para los familiares de los tributos y el alcalde. Jack Undersee estaba sentado en el medio y a su derecha estaban los Everdeen mientras que a su izquierda estaban los Mellark
Hazelle y sus niños se sentaron detrás de ellos.
—¿Dónde está Gale? — susurró Calla Violet a su prima.
—No quiso venir — contestó Hazelle en un susurró.
Calla Violet miró hacia los Mellark. Brich lucía destrozado, con el cabello revuelto y aspecto cansado, pareció envejecer media década en una noche.
Cuando el himno empezó a sonar, Calla Violet cerró los ojos y sintió como Primrose Olive la tomaba de la mano.
Flickerman y Templesmith aparecieron en pantalla dando inicio a los Juegos.
En el Doce había tres pantallas grandes, una que enfoca a Katniss, otra a Peeta y el tercero en un plano general.
—Es un bosque — dijo papá con esperanza — Es la Arena ideal para Katniss Silver.
Calla Violet miró a su hija, tenía sus puños cerrados y miraba hacia los lados, su mirada se cruzó con Peeta, ambos se vieron mientras la cuenta regresiva pasaba de quince hacia atrás.
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Katniss Silver miró hacia la Cornucopia, con objetivo hacia el arco y flecha que estaba colocado peligrosamente cerca de la estructura metálica.
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Calla Violet tomó la mano de su papá mientras sentía la mano de Hazelle Dion acariciarle la espalda.
El gong sonó y Katniss Silver saltó de la plataforma corriendo hacia la Cornucopia a la par que los demás hicieron lo mismo, solo basto dos minutos para que los profesionales reclamarán armas y empezaran con el baño de sangre.
Katniss Silver se quedó un momento estática pero como un halcón vio una mochila y corrió hacia ella.
El chico del Distrito Nueve derribó a Katniss Silver, pero antes que el chico pudiera blandir su arma contra su hija, el chico fue eliminado por la profesional del Dos que le lanzó dos cuchillos en la espalda.
La chica con mirada de fiera sonrió a Katniss Silver y lanzó un cuchillo, pero su hija alzó su mochila como una especie de escudo donde quedó escrutado el cuchillo.
Katniss Silver se puso de pie y salió corriendo con la mochila y el cuchillo.
La pantalla mostró a Peeta y Katniss Silver corriendo hacia direcciones contrarias.
—Nuestros muchachos salieron del baño de sangre — dijo Jack con un poco de esperanza. El Doce perdía a uno o a ambos hijos en el baño de sangre.
La transmisión continuo, Peeta solo se alejó unos metros para luego empezar a subir por un árbol, escaló casi más de la mitad un árbol con abundantes ramas y hojas que fácilmente lo ocultaron, mientras que la ora pantalla mostraba a Katniss SIlver seguir corriendo, tratando de alejarse lo más posible de la Cornucopia y los profesionales.
En la pantalla central seguía el matadero a cargo de los profesionales, luego de algunos minutos corriendo, Katniss Silver chocó con la pelirroja del Cinco.
Las dos cayeron al piso, mirándose confundidas y asustadas, pero cuando Katniss Silver se inclinó un poco, la pelirroja salió corriendo por su vida. Su hija continuó su huida por varios minutos más hasta que divisó una figura alta, huyendo de ella siguió corriendo por una zona llena de hojas hasta que cayó por una pendiente.
Calla Violet lanzó un grito ahogado mientras cubría su rostro con su manos.
—Mamá — la llamó Primrose Olive. Calla Violet abrió los ojos y vio cómo su hija mayor se levantó del piso al segundo de caer y continuó con su camino.
No sabe cuántos minutos fueron hasta que Katniss Silver se sintió segura y dejó de correr. Se llevó una mano al pecho mientras caminaba para luego sentarse en una gran roca mientras trataba de recuperar el aire.
Las mejillas de Katniss SIlver estaban rojas y aun respirando pesadamente abrió la mochila.
Había una cuerda, un saco de dormir, una cantimplora vacía, cerillas, una cuerda de nylon y un cuchillo.
Los cañones empezaron a sonar, fueron ocho en total.
Pero ninguno era para Katniss Silver o Peeta.
—Okey Katniss Silver — dijo su hija para sí misma mientras guardaba sus cosas menos el cuchillo — Es momento que te hagas arco y flechas.
Así, su hija empezó sus juegos.
N/a: ¡Y damos inicio a los 74th Juegos del Hambre!
Tenemos nueva portada y banner gracias a Arleit_wiss
Muchas gracias
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