Katniss Silver Everdeen era una mujer de palabra y ella cumplía su palabra.

Ella y Peeta se encerraron en la alacena de suministros de su piso para besarse luego de días sin el más mínimo tacto, luego de una apasionante sesión de besos salieron con la ropa despeinada siendo sorprendidos por la Avox Lavina.

Al menos podría contar que no sería delatada por Lavina.

El resto del entrenamiento paso normal, entre los obligatorios y los personalizamos, llegó el temido día de las sesiones individuales.

Katniss la noche anterior estaba nerviosa, al punto que las cutículas de sus uñas estaban rojas y sangrantes.

—No tienes nada que preocuparte, Katniss Silver — dijo su abuela mientras le curaba los dedos — Eres hábil, eres precisa. Tendrás un buen puntaje.

—¿Pero y si no? — preguntó Katniss.

—Katniss Silver Everdeen — ahora fue turno de su padre darle ánimos — Te crié, te entrene de la mejor forma posible. Recuerda, eres una Everdeen y algo que nos ha caracterizado por tiempo es que siempre damos lo mejor de nosotros.

Katniss solo asintió con la cabeza pensando en la sesión de mañana y esperando conseguir un buen puntaje.

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Katniss esperó a ser anunciada.

Cuando la voz robótica la llamó, ella caminó hacia la sala. Todo lleno de armas, y sin dudar Katniss fue directo hacia la flecha y el arco.

En el palco privado estaban los patrocinadores y los gamemaker, con platos de comida y bebidas en su manos.

—Katniss Silver Everdeen — se presentó Katniss — Distrito Doce.

Seneca Crane, asintió con la cabeza y Katniss preparó una flecha.

Su ceño se frunció al notar que la cuerda del arco estaba más tensa a lo que estaba acostumbrada a su arco casero. Un ligero dolor le recorrió en los dedos, producto de su autolesión de anoche.

Cuando lanzó la flecha, quedó incrustada fuera de la diana, algo que la hizo molestarse, aún más al escuchar las risas de los espectadores.

"Respira y cuenta hasta diez, Katniss Silver" pudo escuchar la voz de su padre en su cabeza.

Respiró fuertemente y regresó hacia donde estaban las flechas, tomó otra y esta vez, siendo consciente de la tensión de la cuerda, lanzó hacia su objetivo, con una ligera sonrisa miró hacia el palco.

Solo un hombre, de perfecto cabello rubio peinado con un traje negro la estaba viendo, los demás estaban alrededor de un cerdo asado.

¡Ella estaba siendo ignorada por un maldito cerdo!

Molesta tomó una tercera flecha, pero en vez de ir por los blancos asignados, se giró hacia el palco y lanzó la flecha hacia la manzana que decoraba el maldito cerdo.

Cuando quedó incrustada en la pared, todos jadearon y se voltearon a verla con cara de asombro.

—Gracias, por su consideración! — dijo Katniss dando una ligera reverencia hacia los vigilantes y se fue del lugar ardiendo en furia.

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Icarus Denim estaba acostumbrado a la chillona voz de Effie Trinket, pero lo que no estaba acostumbrado era que esa voz chillona se usara para regañar a Katniss Silver.

—¡Estás loca! — chilló Effie.

—Estaba molesta —se defendió Katniss Silver. — Me estaban ignorando.

Un rasgo de Katniss Silver, no dejaba pasar un desaire.

—¿Molesta?— le recrimino Effie señalando con su abanico — ¿Te das cuenta que tus acciones nos afecta mucho a todos nosotros? — señaló a toda la sala con su abanico — No solo a ti.

—Quieren una función, está bien — la defendió Cinna.

—¿Quién soy yo para juzgarla? — agregó Icarus Denim — Yo también quise lanzarles una flecha a los idiotas que me ignoraron en mi sesión privada.

—¿Qué hay de sus malos modales, Cinna? — preguntó Effie — ¿Qué hay de eso? Vaya, al fin llegas. — miró a Haymitch que entraba a la habitación —Espero que notaras que hay una situación grave aquí.

—Estoy muy orgulloso de tí, cielito — le felicitó Haymitch.

—Gracias tío — sonrió Katniss Silver.

—Por primera vez, estoy de acuerdo con Effie — dijo mamá — Si bien, fue muy grosero de su parte ignorar a Katniss Silver, ellos no se olvidarán de aquello.

—Ya estoy dentro de la Arena — contestó Katniss Silver — No es que me pueden molestar más la existencia.

Todos se quedaron callados cuando Caesar comenzó a anunciar los resultados de las sesiones privadas.

Como siempre los profesionales con altos puntajes, así pasaron la lista hasta que llegaron al Doce.

—Del distrito Doce, Peeta Mellark — dijo Caesar en la pantalla. Peeta se puso hacia adelante al escuchar su nombre — Puntuación de Ocho..

Peeta sonrió e Icarus Denim vio cómo su hija le sonrió al chico.

—Y finalmente, del distrito Doce, Katniss Silver Everdeen — Icarus Denim miró fijamente a la pantalla, mamá lo tomó de la mano— Ella tiene una puntuación... —Caesar hizo una pausa mirando la hoja en sus manos — De Once.

Icarus Denim se puso de pie, aplaudiendo fuertemente. Luego avanzó hasta donde su hija y la abrazó fuertemente.

—¡Estoy muy orgulloso de ti, mi luz! — dijo Icarus Denim con una gran sonrisa adornando su rostro.

—Creí que me colgarían — sonrió Katniss Silver.

—Cariño eres una Covey — dijo mamá con los ojos brillando de orgullo hacia Katniss. —Llamar la atención está en nuestra sangre.

El chico Mellark le susurró algo al oído a Katniss Silver y ella se sonrojó. Icarus Denim arqueó una ceja intrigado por lo dicho, pero esos pensamientos se esfumaron cuando Haymitch, Cinna, Portia y Effie levantaron sus copas.

—¡Por Katniss Silver Everdeen! — brindó Cinna — ¡La chica en llamas!

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Malena apago el televisor cuando terminó la transmisión obligatoria de los juegos.

Un ocho, su hijo había conseguido un ocho. Un puntaje alto considerando que el Doce siempre obtenía números menores a siete.

Pero la felicidad de la familia se apagó cuando anunciaron el puntaje de Katniss Everdeen.

Ella había obtenido un Once, superando al propio Everdeen veintidós años después.

La puntuación más alta de la historia de los Juegos del Hambre.

Malena ya se imaginó el cadáver de su hijo en el baño de sangre.

—¿Qué habrá hecho Peeta para conseguir esa puntuación? — preguntó Rye.

—Tal vez una exhibición de lucha — contestó Phyl

—Eso ya no importa — dijo Malena a sus dos hijos — Peeta está acabado.

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Julius siempre pensó en Icarus Denim como el hermano que siempre deseó, pero al conocer la verdad de Tía Tigris con autorización de Icarus Denim, todos sus sueños se hicieron realidad.

Tenía un hermano mayor.

Tenía sobrinas

Pero Icarus Denim le hizo jurar que guardaría el secreto.

Y él aceptó.

Así que se tuvo que morderse la mejilla al escuchar a su padre decir sobre la impertinencia de Katniss Silver Everdeen y como fue recompensada con un Once en su puntaje. 

N/a: Se vienen la entrevistas, y tanto como Katniss y Peeta serán la comidilla. 

Y tendremos POV de Gale. 

*Katniss lanza una flecha a los vigilantes y patrocinadores*

Icarus Denim: