Cato miró a sus aliados y a sus menores, todos reunidos en el piso del Uno viendo a sus oponentes

Como era natural, el Uno y Dos hicieron alianzas apenas llegar, el cuatro rara vez se les unía.

—¿Entonces ella es nuestra mayor amenaza? — preguntó Glimmer con la voz destilando veneno hacia la pantalla.

La pantalla mostraba a los dos tributos del Doce en su cosecha. El chico con cara de miedo destilando de sus ojos y la chica, con la frente en alto y con una expresión de seriedad brotando de sus ojos embrujados.

—Katniss Silver Everdeen — dijo Cashmere con un martini en sus manos — Dieciséis años recién cumplidos en mayo. Primera voluntaria en el distrito Doce, hija y nieta de vencedores.

—¿Es la hija de Icarus Everdeen? — preguntó Marvel intrigado.

—Su primogénita — respondió Gloss — Para ser sinceros, todos los vencedores esperábamos que fuera cosechada en el Vasallaje del próximo año, el año que le sigue.

—¿Voluntaria? — dijo Clove — Nadie de otros distritos se ofrece como voluntario.

—La hermana menor fue cosechada — comentó Enobaria — Doce años y con solo una papeleta en la urna, eso se llama mala suerte.

—Y por eso tomó el lugar como tributo — Cato dedujo.

Hasta el momento no ha habido un vencedor de doce años en la historia de los Juegos, el más joven fue Odair con catorce.

—Y desde su cosecha llamó la atención — dijo Brutus — Al parecer los Everdeen tienen el don de llamar la atención desde el primer momento.

—¿Desde la Cosecha? — preguntó Marvel.

—Ella ofreciéndose como la primera voluntaria — contestó Brutus — Everdeen corrigiendo a la escolta que dijo mal su nombre y la señora Everdeen lanzándole una serpiente viva a la hija del alcalde de ese tiempo.

—No creo que la señora Everdeen haya lanzado una serpiente en su cosecha — dijo Glimmer — ¿No será invento de ella?

—No, porque ella no presume eso — contestó Gloss — Son las mismas personas, las más ancianas del Capitolio que recuerdan eso. La señora Everdeen es una de las vencedoras que el capitolio le tiene una especie de cariño

—¿Y cuales son las habilidades que podemos intuir de la Everdeen rubia? — preguntó Marvel.

—No tenemos dudas que fue entrenada por su padre, así que esperan a una arquera, y habilidades de supervivencia como los de Everdeen — dijo Brutus — Han estudiado los Juegos de Icarus Everdeen, así podrán tener una idea de las capacidades de ella.

Cato recordó los Juegos, siempre sintió una especie de admiración por el vencedor del Doce. Desde hacerse su propio arco hasta pelear con solo un cuchillo contra un muto.

—Su madre es la sanadora del distrito así que podemos intuir que también sabe algo de curación. Ella ya ha empezado su enseñanza en el negocio, según presume la señora Everdeen — comentó Cashmere — Es bonita, eso le puede conseguir patrocinadores.

Cato miró a la pantalla. Era más que linda, un rostro ovalado y piel pálida, lo que más llamaba la atención era sus ojos, azules con toques de plata. No era tan alta a lado de su compañero de distrito, pero resaltaba por su figura ligeramente curvilínea y su pálido cabello rubio. 

Era... hermosa.

—Amigo, disimula un poco — le susurró Marvel — Se te hara una erección. Pero no te culpo, es llamativa.

—Ni siquiera es tan linda — destiló Glimmer veneno en su voz. Claramente celosa.

Las chicas del Uno siempre son lindas, muchas veces rubias y con ojos brillantes. Era claro que otra rubia con ojos llamativos pondría en duda la propia belleza de Glimmer.

—Si tanto te preocupa, hazle una cicatriz en el rostro antes de entrar a la Arena— sugirió Clove.

—Conocen las reglas, no se pueden atacar entre si mientras entrenan — les recordó Enobaria.

—Estas son sus opciones — les dijo Brutus — O la tienen como aliada en la Arena o la cazan, esas son sus opciones. Veanla entrenar mañana y deciden.

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Katniss odiaba saber que había cámaras vigilandolos a cada rato, negándole la oportunidad de robarle besos a Peeta o tener esa sensación de ser un pájaro enjaulado.

Ella se miró al espejo, y empezó a cepillar su cabello. Estaba largo, casi rozando las caderas, pero además de su voz y su excelente puntería, su cabello era su mayor orgullo. Era tan sedoso y Katniss se tomaba bien en serio su cuidado, una vez a la semana lo solía lavar con manzanilla y se lo cepillaba cada noche y mañana.

Katniss siempre sintió una fascinación por su cabello. Mientras el cabello de su abuela Azalea había sido el clásico rubio ligeramente cobrizo, su mamá y Prim heredaron un rubio miel que combinaba con sus naturalezas afables, pero Katniss, su cabello era de un rubio pálido que nadie más en su familia tenía.

Había días en que Katniss se preguntaba de quien lo había heredado.

Con cuidado le desenredó y empezó a tejer su trenza para el día. Se aseguró de dejar bien apretada la trenza, hoy empezaba su entrenamiento y no quería que su cabello fuera un estorbo, Haymitch sugirió que podría recortarlo un poco, pero Katniss lo amenazó con su cuchillo para mantequilla en la cena de anoche.

Katniss se colocó el uniforme designado para el entrenamiento cuando tocaron la puerta.

—¿Si? — preguntó Katniss.

—El desayuno ya está servido, Katniss Silver — escuchó la voz de su papá.

— Ya voy.

Katniss dejó de verse al espejo para salir de su habitación, apoyado en la pared de enfrente estaba su papá. Ella lo saludó con un beso en la mejilla como de costumbre.

Caminaron hasta el comedor y vieron la mesa llena de comida, como siempre, el equipo de preparación de Peeta y Katniss estaban con ellos.

—¡Querida buenos días! — la saludó Effie — Lindo cabello por cierto.

—Gracias — dijo Katniss sentándose y saludando al resto de la mesa, le dio una leve sonrisa a Peeta.

Ella estaba a punto de servirse café como siempre pero su padre la detuvo. Ella miró preguntando porque.

—Debes empezar tu asistencia al café desde hoy — contestó papá — Te empiezan a temblar las manos cuando pasas un día sin tomar café, y eso sería muy malo para ti si te pasara eso en la Arena.

—Oh — se mostró triste Katniss ante la perspectiva de no tener café, pero si padre tenía razón. Comiéndose sus sentimientos, bebió té de manzanilla en su lugar.

Estaban comiendo en silencio hasta que Portia, la estilista de Peeta, le pasó un azucarero al ver que Peeta estaba sirviendo té.

—Peeta no endulza su té — le dijo a Portia.

Su abuela la miró con sospecha y Haymitch la miró burlonamente.

—Bueno, dejando el tema del té de lado — dijo papá mirándola a ella y Peeta. — Primer día de entrenamiento, muy vital ya que los patrocinadores y algunos gamemakers estarán viendo todo, ya saben, para evaluarlos y colocarlos en la tabla de posibilidades.

—¿Tabla de posiciones? — preguntó Peeta.

—Valoran a los tributos para las casas de apuestas del Capitolio — contestó su abuela mientras revolvía la avena de su plato — Según tus habilidades ver que tan rentables serias en la Arena, de ahí en donde los patrocinadores puedan ver en qué tributo ayudar y a los capitolio por quien apostar. Ya la tabla fue colocada.

—¿Y en qué posición estoy? — preguntó Katniss. Necesita tener una idea de como era valorada hasta el momento.

—Quinto lugar — contestó orgulloso su papá —Por encima de los profesionales del Cuatro. Mucho mejor posicionada que yo antes de entrar.

—¿En qué lugar estaba usted, señor Everdeen? — preguntó Peeta.

—Décimo cuando llegue al Capitolio — respondió con una leve sonrisa — Y luego era el tercero en el tablero de posibilidades luego de mi sesión privada.

—¿Entonces cuál es el plan? — preguntó Katniss mirando a su padre.

—Mellark tendrá que esconder que es fuerte — dijo papá — Y tú, Katniss Silver, es tu decisión, ocultar tu habilidad con el arco y solo concentrarte en las lecciones de supervivencia o enseñarles lo que eres capaz. Los profesionales probablemente te ofrezcan una alianza.

—Como si fuera a aceptar una alianza de ellos — contestó con sarcasmo Katniss — Lo más probable es que me rebanen la garganta en la primera noche mientras duermo.

—Cielito tiene razón — dijo Haymitch apoyándola — Ella es su principal rival. La hija de un vencedor llama más la atención que un profesional.

Katniss y Peeta terminaron de desayunar, Katniss corrió a su cuarto a cepillarse los dientes antes de regresar y esperar ir a la sala de entrenamiento.

—Tío Haymitch — sonrió Katniss a Haymitch.

—Algo quieres — contestó Haymitch —¿ Qué quieres?

—¿Me puedes conseguir la fecha de cumpleaños de cada tributo profesional? — pidió Katniss — Es para fines investigativos.

—Lo que tu quieres saber qué signos son — la señaló.

—Si, y puedes intuir mucho de una persona si sabes que signo astral es— dijo Katniss — Por ejemplo, eres piscis, y tiendes a evitar la realidad enfocándote en tus libros o con el licor de Ripper.

Haymitch la miró con seriedad y ella solo le sonrió.

—Yo te consigo esa información, cielito.

—Gracias, tío Haymitch — le sonrió feliz Katniss.

No tenía nada que perder si sabia cuales eran los signos astrales de sus oponentes. 

N/a: Esperen mas POV de Cato ( lo admito, tengo una debilidad por los fics Catoniss) es el tipo: Quiero matarte pero a la vez besarte. 

Glimmer claramente esta celosa, ya que esperaba ser la belleza del año dentro de los juegos, algo que pensaba usar a su favor, pero ahora teniendo a alguien cuyas facciones llaman mucho la atención, nieta de la mujer que cautivo al capitolio, belleza clásica ( rubia y ojos azules) peligra la estrategia de ser deseable que Glimmer esperaba usar.

Nadie me quita de la mente, que antes de su Peacekeeper Era, Snow cuidaba mucho su cabello, que era su mayor orgullo. Pero eso se volvió malo, le trasquilaron los rizos. Y su devoción por su cabello lo heredó Katniss, que tiene hasta rutina para cuidarlo, por lo que la Arena, no será amable con su lindo cabello. 

Y si, Katniss evaluará a su competencia por sus signos astrales.