Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 56

Katniss no pudo mirar a Peeta ni a Haymitch a los ojos mientras tomaban el desayuno.

Aún se sentía completamente avergonzada por la forma en que Haymitch los había sorprendido anoche.

Haymitch y Peeta estaban conversando en el desayuno mientras ella miraba la comida en su plato.

—Tengo listo el resumen de la Cosecha — dijo papá colocando una laptop en la mesa.

El empezó a reproducir el resumen, desde el Once hasta el Uno.

Katniss y su abuela hicieron una mueca de tristeza al ver que la chica tributo del Once solo tenía doce años, tan pequeña y frágil. Y el muchacho era alto, fornido y con aspecto amenazante, algo que Katniss debería vigilar con cuidado en los entrenamientos.

Los distritos alejados no mostraron mayor novedad, a excepción de la pelirroja del Cinco que tenía los ojos astutos de un zorro.

Cuando llegaron al distrito Cuatro, Katniss dejó de lado su desayuno.

—Pearl Declan, profesional de la Academia, diecisiete años — dijo papá leyendo sus anotaciones — Y el chico, Kai Rees, catorce años, también profesional, denegó el voluntariado de un chico de dieciocho.

—¿Se puede rechazar el voluntariado? — preguntó Peeta.

—Si, pero no es muy seguido — contestó Haymitch viendo la imagen del chico de catorce años mientras negaba con la cabeza, como si quisiera llamarlo estúpido por rechazar al chico que se ofrecía como voluntario por él.

—Pobre chico — murmuró su abuela negando con la cabeza.

La cosecha del Tres no hubo novedades.

—Cato Hadley y Clove Kentwell — dijo papá mostrando a los tributos del Dos — Dieciocho y quince años respectivamente. Los dos se ofrecieron como voluntarios. Los mejores de su año en la Academia Profesional.

—Tres años de diferencia en cuanto preparación — comentó Katniss — Por la contextura y altura de Kentwell su fuerte deben ser las armas cortas y fáciles de lanzar. Tal vez un arco o cuchillos. Hadley parece fuerte, tal vez la espada o un mazo.

—Buena observación, Kat — la felicitó papá y Katniss sonrió. Él cambió a la cosecha del Uno, para finalizar los resúmenes.

—Glimmer Rambin y Marvel Quaid. Diecisiete y Dieciocho, ambos voluntarios— dijo papá.

—¿Todos los profesionales son voluntarios? — preguntó Peeta.

—Se preparan toda la vida para los juegos esperando a los dieciocho — dijo papá.

—Y cuando se presentan, ya son letales — agregó Haymitch bebiendo de su café — Por eso el Uno, Dos y Cuatro tienen la mayor cantidad de vencedores en la historia de los Juegos.

—Pero no reciben trato especial — comentó Effie — Y he escuchado que no les dejan comer postres. Ustedes si.

Katniss arqueó una ceja ante el comentario de Effie.

—Son chicos arrogantes — dijo su abuela bebiendo su té — Y muchas veces esa arrogancia les puede perjudicar en la Arena.

—Es un secreto a voces de que los hijos de los vencedores son entrenados — dijo papá viendo — Todo el mundo es consciente que Katniss Silver, a pesar de ser del Doce, debe tener una preparación. Desde los cinco años, una ventaja en sobre los profesionales que empiezan su entrenamiento a los siete años.

—Si, pero la única profesional que no tiene tanta formación es Kentwell que tiene quince— contestó Katniss — Los demás son mayores que yo. Y el entrenamiento que recibieron es mucho más sofisticado que el yo tuve... yo.

—Katniss — Peeta la tomó de la mano, ella se cayó, pero al recordar que su papá estaba ahí lo apartó de ella — Ella es una excelente arquera, siempre le da en el ojo a sus presas.

—Peeta es fuerte — empezó Katniss a decir la virtud de su novio ante su padre y mentor, para que se diera cuenta de su potencial — Ha sido vicecampeón del equipo de lucha y puede levantar costales pesados de harina sobre su cabeza.

—¿Cómo si pudiera ganar lanzando costales ? — se mostró molesta Peeta.

—Pero podrás darles pelea si es un enfrentamiento cuerpo a cuerpo — contestó Katniss — Y eso es una ventaja.

—Yo no tengo ninguna ventaja — dijo Peeta.

—Silencio los dos — interrumpió su abuela — No es momento de discutir. Debemos ver cómo abordaremos el aspecto para llamar la atención de los patrocinadores. Ellos son vitales en la Arena, armas, medicina, comida, incluso un maldito encendedor vienen de los patrocinadores.

—¿Y cómo llamamos la atención de ellos?

—La sesión privada y la entrevista final — contestó la abuela Lucy Gray — Los profesionales siempre son los favoritos porque le da el espectáculo sangriento que el capitolio quiere. Los distritos Doce, Once y Diez nunca han sido las más favoritas en cuanto a patrocinadores a menos que demuestren destacar.

—Genial, estamos jodidos — murmuró Katniss.

—No tanto, este año al fin llegamos a la narrativa que el Capitolio tanto ha estado esperando desde la Gira de la Victoria de Icarus Denim — dijo Haymitch.

—¿Narrativa? — preguntó Katniss aunque sabía a dónde iba.

—Katniss Silver es la hija y nieta de dos destacados vencedores — dijo papá — El capitolio ha estado salivando por tus juegos desde que se dio a conocer tu nacimiento. Una tercera generación que pone un pie en la Arena de los Juegos del Hambre.

—Los patrocinadores la querrán de inmediato — dijo Haymitch — Es linda, una ventaja...

Katniss vio como su papá hizo una mueca cuando Haymitch mencionó que era linda.

—...ahora solo debemos buscar la narrativa para que Peeta capte la atención de los patrocinadores — agregó Haymitch dándole un vistazo a ella y a Peeta.

Nadie dijo nada, cuando llegaron al Capitolio. Haymitch permaneció junto a Peeta mientras Katniss estaba en medio de su padre y abuela.

Los flashes se dirigieron a ella, tratando de captar cada ángulo de ella.

Después de todo, ella era parte de un legado.

• ────── ✾ ────── •

—Hola querido — dijo tía Tigris dándole un beso a Icarus Denim en la mejilla — Cinna ya preparó a Katniss Silver. ¿Cómo te sientes?

—Con demasiadas emociones para procesar — contestó Icarus Denim — Entre Primrose Olive siendo cosechada y Katniss Silver entrando a la Arena antes de tiempo.

— Lo sé, lo sé— le frotó la espalda mientras veían por la pantalla el inicio del Desfile de Tributos. Todos los mentores y sus estilistas estaban viendo la transmisión.

—Tigris, no sabes la ansiedad que tengo — se quejó mamá con una mano en el pecho — La última vez que me sentí así, fue hace veintidós años y terminé en el hospital.

—Vi a tu niña — dijo Bas, que desde la muerte de Henna hace cinco años pasó a ser su estilista principal. — Hermosa, parece un hada salida de una fábula. De hecho, me recuerda la pintura de la Artemisa la cazadora que está en el museo del Capitolio.

—Cinna fue pupilo mio y de Henna — comentó Tía Tigris — Él sabrá cómo hacer que todo el mundo vea a Katniss Silver. ¿Te acuerdas que tu preguntaste si tendrías llamas cuando desfilaste?

—Si, me acuerdo muy bien — contestó Icarus Denim. —¿Por qué Tía Tigris?

Ella no dijo nada solo sonrió mirando la pantalla mientras todos los mentores empezaban a murmurar. Icarus Denim miró hacia la pantalla.

Resaltando en el desfile, la carroza del Doce llamó la atención por las llamas que se mostraban. Katniss Silver y el chico Mellark usaban trajes completamente negros pero las llamas formaban una especie de capa.

En el recorrido ambos se tomaron las manos y las alzaron como muestra de unión.

—¿Viste eso? — escuchó la voz de Caesar — Dos jovencitos tomados de las manos, diciendo 'Me enorgullece venir del Distrito Doce, no seremos olvidados' Ya los amo desde este instante.

—¿Cómo el Doce podría ser olvidado este año, Caesar? — habló Claudius— Tenemos a una chica con sangre de vencedores. Mirala, Caesar. Katniss ha estado esperando este momento.

La pantalla mostró el rostro de su hija, su cabello peinado con diversas trenzas dando el aspecto una especie de corona, y la sombra negra alrededor de sus ojos resaltaba sus ojos azul plateado que siempre llamaban la atención.

—Tu chica está en boca de todos, Everdeen — dijo Cecelia caminando hasta él — ¿La has preparado?

—Lo mejor que pude — se sinceró Icarus Denim con Cecelia, ella tenía tres hijos y la menor apenas tenía cuatro años.

—Ya empecé con Dennis, apenas tiene siete, pero algo le estoy enseñando— hizo una mueca de tristeza.

Icarus Denim no prestó atención al discurso del presidente, solo espero el momento oportuno para ir hacia donde su hija.

• ────── ✾ ────── •

Peeta se bajó del carruaje y vio a sus mentores junto a los estilistas y Effie acercarse a ellos.

—Eso fue asombroso — dijo Cinna mirando a Katniss. Peeta le dio la razón, Katniss parecía una deidad del fuego.

—Tu hiciste todo el trabajo, nosotros solo saludamos — contestó Katniss.

Algo que Peeta se dio cuenta es que Katniss nunca aceptaba los cumplidos que le daban o los minimizaba.

—¡Mi Katniss Silver! —el señor Everdeen abrazó fuertemente a Katniss, ella rió cuando fue levantada por algunos centímetros del sueño.

—Papá — sonrió Katniss colocando sus manos sobre las mejillas del señor Everdeen.

—Maravillosa Katniss Silver — dijo la abuela Everdeen — Una chica Covey por naturaleza. Nos gusta mucho llamar la atención, está en nuestra sangre. — ella lo miró —Tú también lo hiciste bien, Peeta.

Peeta sonrió levemente mientras Effie no paraba de lanzarles flores. Algunas personas, antiguos vencedores se acercaron a ellos.

—Brutus, Enobaria — dijo el señor Everdeen con una ligera sonrisa — Déjenme presentarles el mayor orgullo de mi vida. Mi primogénita y luz de mis ojos, mi hija, Katniss Silver. Y su compañero de distrito, Peeta Mellark.

Los profesionales lo vieron fríamente, Peeta se sintió algo cohibido ante sus mirada pero Katniss alzó un poco su barbilla, demostrando valentía.

—¡La chica tiene garras! — rió Brutus divertido.

—Bueno, me hicieron la manicura — dijo Katniss alzando su mano derecha. Sus uñas estaban largas, limadas y con una ligera capa de brillo plateado.

Brutus soltó una carcajada y Enobaria miró a Katniss, de pies a cabezas.

—Eres linda — dijo Enobaria — ¿Que tan fuertes serás? ¿Cual es tu especialidad?

—Todo será un misterio hasta el día de entrar a la Arena — contestó Katniss — Pero le aseguro, señorita Enobaria, que no estoy desprotegida.

—Tiene modales, bien hecho Everdeen — le felicitó Enobaria al señor Everdeen — Muchas veces nuestros chicos pueden ser unos malditos mocosos sin modales.

—¿Qué te puedo decir, Enobaria? — dijo el señor Everdeen envolviendo a Katniss con su brazo para luego darle un beso en el cabello — Mi niña es perfecta.

Brutus y Enobaria se fueron, para luego ser escoltados por Effie hacia donde se alojaron hasta el día de los Juegos.

—¡Tenemos el penthouse! — anunció contenta. 

N/a: Icarus Denim solo quiere mostrar a Katniss como si fuera el diamante más grande del mundo. 

Icarus Denim: Mi hija, mi primogenita, la luz de mi ojos y mi mayor orgullo, que no se que haria si ella llegase a morir, probablemente me vuelva loco. Y el chico panadero. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro