Los años han sido benevolentes con Lucy Gray, manteniendo ese encanto a pesar del paso del tiempo.

Su rostro se había redondeado levemente y las arrugas alrededor de sus ojos hacían que sus ojos brillaran. Lucy Gray se había cortado el cabello, dejándolo por encima de sus hombros hace un par de meses.

Y a pesar del tiempo, a los ojos de Coriolanus, Lucy Gray seguía siendo tan cautivadora como el primer día que la conoció.

—... tus puntadas son perfectas Leticia — dijo Lucy Gray a su nieta. Leticia y Cassia despertaron el interés del bordado el último medio año y Lucy Gray gustosa les enseñó.

—¿En serio? —preguntó Leticia emocionada. Coriolanus tenía un libro en su mano mientras veía a su pájaro cantor junto a sus nietas bordar pañuelos.

—Para tener trece años tienes mejores puntadas que Katniss Silver — sonrió Lucy Gray mencionando a su nieta mayor — Ella se rindió con el bordado el año pasado,  es una pena, el bordado es un pasatiempo de relajación.

—¿Y que ha hecho tu nieta últimamente? — preguntó Coriolanus. Por alguna razón escuchar a Lucy Gray hablar de sus nietas no le molesta como cuando escucha hablar de su hijo.

—Ha empezado su enseñanza como partera — contestó Lucy Gray mientras continuaba con su bordado — Le encanta mucho, es una buena niña. Aun me preguntó cómo es que no ha llevado un novio a la casa siendo tan bonita. Alguien como ella debería tener una fila de chicos esperando una mirada de ella.

Coriolanus no ha tenido la oportunidad de ver a las nietas de Lucy Gray, ella hace tiempo le mostró una foto cuando eran simples bebés. Rubias como la nuera de Lucy Gray.

—La mayor tiene dieciséis, ¿verdad? — preguntó Coriolanus.

—Es una niña de mayo — sonrió Lucy Gray — Justo cuando la primavera empieza.

Dieciséis, sólo un par de años más antes de su última cosecha. Coriolanus  había estado conversando con Seneca Crane, esperando las reglas del vasallaje del próximo año y ver si se ajustaban para que fuera cosechada o simplemente esperarían a los 76th Juegos.

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Icarus Denim vio como el cuchillo se hundió a pocos centímetros del blanco.

—Otra vez — indicó Icarus Denim a Primrose Olive.

Primrose Olive preparó un nuevo cuchillo y lo lanzó, esta vez dando justo en el blanco. El sonido de los pájaros los acompañaron.

A pesar de junio, La Nuit Noire estaba en remodelación, por lo que le dieron el mes libre e Icarus Denim lo aprovechó para entrenar a su segunda hija un poco más. El próximo mes iniciarán los Juegos y sería la primera vez que su nombre estaría en el cuenco.

Cuando fue el primer año de Katniss Silver entró en una ligera paranoia que los tres meses anteriores la estuvo entrenando al doble de presión, temeroso que la cosecharan con doce años, pero eso no pasó, para su tranquilidad.

Ahora había entrado a su paranoia otra vez y desde abril había estado entrenando el doble de exigente a Primrose Olive.

—Estuviste bien, florecita — le felicitó Icarus Denim dándole un suave beso en el cabello.

—Pero falle a la primera — dijo Primrose Olive.

—Si, pero estuvo casi al centro — contestó él — Y en caso de un escenario donde tengas que usar un cuchillo, como sanadora sabrás donde son los puntos más débiles.

Primrose Olive hizo una mueca, ella tenía el don para sanar a las personas, no para matarlas.

Icarus Denim suspiró y recogió los cuchillos para regresar a casa. Katniss Silver ya no entraba con él, prefiriendo concentrarse sola, y él lo permitió. Su primogénita estaba lista, su puntería era perfecta, era serena y ya sabía cómo adaptarse a las circunstancias, aunque todavía le faltaba un poco el don de la paciencia.

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A Prim le encanta el piano de la casa, luego de un día de entrenamiento le encantaba tocar un poco para relajarse.

Buttercup se paseo por sus pies mientras Prim tocaba una nueva canción que estaba aprendiendo. Prim sabía que a espaldas de ella estaban sus padres y Katniss, la abuela estaba en el Capitolio pero vendría antes de la cosecha.

La música era un bálsamo, como un poco de tranquilidad en lo próximo que estaba por venir. La abuela decía que la música sanaba el alma, ya sea como un simple espectador o siendo quien creaba la música.

Cuando terminó Buttercup saltó a su regazo ronroneando.

—Muy bonito, Primrose Olive — dijo mamá sonriendo — Eres talentosa.

Prim forzó una leve sonrisa, saber tocar el piano no la mantendría a salvo en la Arena. A medida que los días de junio avanzaban, el nerviosismo de Prim aumentaba.

Su padre le dijo que no debía tener miedo, que era más probable que sea cosechada a los dieciocho que a los doce, que aún tenían tiempo para entrenar.

— Ahora tocaré una canción que compuse para Buttercup — anunció Prim acomodándose en el banquillo del piano.

Smelly Cat, Smelly Cat,

What are they feeding you?

Smelly Cat, Smelly Cat

It's not your fault

Prim pudo escuchar las risas de su padres, divertidos de la ingeniosa letra que ella había escrito.

—¿Lo escuchaste bestia? — dijo Katniss con diversión en su voz —Eres un gato oloroso.

Su padre soltó una gran carcajada por el comentario de Katniss.

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Peeta sintió que estaba en el cielo.

Desde comienzo de la primavera, Katniss lo había alentado a adentrarse más allá del prado, al otro lado de la valla. Lo llevó a conocer el lago donde le estaba enseñando a nadar y había compartido algunas tardes en la pequeña pero acogedora cabaña que había en el lago.

Esos momentos de paz para él, lejos de las críticas de su madre que le hacía constantemente.

—Tu madre es una bruja que le falta su escoba para que vaya volando muy lejos — le dijo Katniss mientras jugaba con su cabello.

Ambos tenían dieciseis y con ello el complejo crecimiento de sus deseos. Los dos estaban recostados en la sencilla cama que tenía la cabaña, completamente desnudos, Katniss estaba sobre él, con sus regordetes pechos apoyado sobre el pecho de Peeta.

Su largo cabello rubio caía por su espalda, como una especie de velo dorado, una imagen pura pero a la vez provocativa que Peeta dibujaría esta noche.

Ella empezó a tararear una canción, si había una cosa en que Katniss destacaba era su voz. Ella no solía cantar mucho en público, solo reservando para la familia, a excepción de la boda de Lizzy y Phyl.

Why do birds suddenly appear

Every time you are near?

Just like me, they long to be

Close to you

Ella empezó a acariciarle el pecho mientras seguía cantando, sus dedos eran ligeramente rasposos en comparación de lo delgadas que eran sus manos.

On the day that you were born the angels got together

And decided to create a dream come true

So they sprinkled moon dust in your hair of gold

And starlight in your eyes of blue

Peeta sonrió y empezó a besarle los dedos con delicadeza mientras ella seguía cantando.

That is why all the girls in town

Follow you all around

Just like me, they long to be

Close to you

Ella siguió cantando y al terminar la canción la besó en los labios, sus manos la sujetaron en la cintura, con suaves caricias en la cremosa piel de Katniss, los dos volvieron a hacer el amor tratando de olvidar que pasado mañana era día de cosecha.

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Lucy Gray estaba tratando de conciliar el sueño, miró su anillo de bodas y se giró hacia el lado izquierdo. Con tristeza tocó la almohada, a pesar de pasar cuarenta años desde que murió, extrañaba mucho a Erik.

Su cuerpo era cálido y podía encontrar paz en sus brazos, al contrario de la sensación de enjaulamiento que vivió las últimas cuatro décadas en los brazos de Snow. 

Hace mucho tiempo que Lucy Gray no tenía energía para odiarlo, el hecho de albergar odio en su corazón le hacía envejecer con más y ella quería usar todas sus energías para vivir un poco más.

Lograr vivir lo suficiente para ver a Katniss Silver casarse y probablemente sostener a un bisnieto en brazos.

Eran casi las cuatro de la mañana cuando el sueño al fin la estaba reclamando, pero un grito ahuyentó a todo sueño. Lucy Gray se puso de pie, al punto que las rodillas le crujieron, pero no le importó. Abrió la puerta de su cuarto y vio las habitaciones de su hijo y nieta abiertas.

El grito había salido del cuarto de Primrose Olive.

Katniss Silver, la abrazó mientras Primrose Olive temblaba.

—Era mi nombre — sollozó su pequeña nieta del miedo — Decian mi nombre.

—Es tu primer año — trató de calmarla Katniss Silver, arrullandola en su pecho — Solo va estar una vez. Recuerda, es más probable que suceda cuando tengas dieciocho.

Icarus Denim entró a la habitación y empezó a consolarla.

—Le preparé la mezcla de sueño — murmuró Calla Violet para luego bajar a la cocina. El té de lavanda y azahar servía para las pesadillas de Icarus Denim, al igual que las de Haymitch.

Katniss le empezó a cantar la canción Valle a Prim para que tratara de conciliar el sueño, prometiendo que todo estaría bien. 

N/a: Ya el proximo capitulo es la cosecha de los 74th Juegos, y el inicio de los Juegos Everllark. 

Y esta lleno de drama, gore, crisis existenciales, romance adolescente. 

Y si, Katniss y Peeta son como dos pajaritos en su nido de amor antes de los juegos. Al menos ninguno correrá el riesgo de morir virgen. Y ese lago ha sido testigo de muchos adolescentes enamorados y hormonados. (Lucy Gray y Snow) (Lucy Gray y Erik) (Icarus Denim y Calla Violet) (Katniss y Peeta), probablemente Katniss o Prim hayan sido concebidas en esa cabaña. 

Y recordemos que son pocos que saben que Katniss y Peeta son novios: los Mellark, Calla Violet, Prim, CC, Madge y Delly. Aunque algunos sospechan porque Katniss y Peeta no saben disimular. 

Icarus Denim: Mi primogenita es una chica responsable, que jamás me ha mentido y ha obedecido mi regla de No Chicos antes de sus juegos. Por eso puede ir sola al bosque. 

Katniss llevándose a la lago a escondida de su padre: