Capítulo 51
Peeta se sentía como el chico más afortunado del mundo cuando empezó a salir con Katniss un mes antes de la cosecha 73th de los Juegos del Hambre. Había sido mes de junio y ella había llegado a la panadería con su habitual caza de ardillas y para encargar un pastel de cumpleaños para Prim.
Desde su beso en diciembre, Peeta temió por su amistad con Katniss cuando no le dirigió la palabra por dos semanas enteras e incluso se sentó solo con Madge nuevamente en el almuerzo, incluso Delly le preguntó qué hizo.
Luego todo regresó a la casi normalidad pero ella nunca mencionó el beso, hasta ese día de Junio. Ella había llegado con su ropa de caza y el cabello trenzado cuidadosamente, había hablado con su padre y luego los dejó a los dos cerca del manzano.
—¿Yo te gustó? — preguntó Katniss con los brazos — ¿O solo me besaste por jugar?
—Yo...tú me gustas — contestó Peeta jugando su delantal mientras sentía su rostro ruborizarse.
Peeta miró a Katniss, ella tenía la mirada seria pero a la vez estaba nerviosa por la forma en que ella jugaba con la punta de su trenza rubia.
—¿Y yo te gusto? — preguntó Peeta.
—Si — respondió Katniss sin dudar, algo propio de ella ya que nunca mostraba duda.
Los dos se miraron por un par de minutos, hasta que Katniss tomó su mano y le sonrió levemente.
—¿Entonces...— preguntó Katniss expectante.
Peeta cogió valor y le dio un leve besó en los labios mientras cerraba los ojos, pudo sentir a Katniss sonreír a través del beso, su delgada pero firme mano se posó en la mejilla de Peeta mientras se seguían besando.
Al abrir los ojos vio hacia la ventana de la panadería, su padre, Rye y Phyl estaban observando de manera no discreta hacia ellos dos. Rye le sonrió y levantó su pulgar en señal de aprobación.
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Luego de la cosecha de ese año, Katniss llevó a Peeta a botica para presentarlo formalmente con su mamá, su hermana y su abuelo.
Ella se mostró amable con Peeta, y Prim también se mostró cortés con él.
—... me alegra que Katniss salga con alguien muy amable como tu, Peeta — comentó mamá. Los cuatro estaban tomando té en la sala que conectaba con la botica, Prim estaba concentrada en bordado, una especie de bufanda para su cabra y el abuelo C.C estaba sentado en su mecedora observando a Peeta
—Quiero mucho a Katniss, y le prometo que nunca le hare daño — dijo Peeta con mucha seriedad que hizo que Katniss se sonrojara.
Prim tenía una ligera sonrisa pero el abuelo C.C era otra cosa, casi nunca se mostraba serio, pero la manera que miraba a Peeta, parecía desconfiado de él.
—¿Abuelo? ¿Sucede algo?
—No, nada — contestó el abuelo C.C meciéndose en su silla — Solo recordé a alguien que dijo una vez esas palabras.... pero la cosa terminó diferente.
—Por favor papá — intervino mamá a la defensa de Peeta — ¿Quien haya sido esa misteriosa persona ya pasó hace mucho tiempo? La verdad me intriga conocer quien es por la forma en que tu y mi suegra hablan de él. Y se que no es el tío Billy Taupe de quien hablamos.
Katniss había escuchado a su abuela de que tuvo tres amores que la formaron a la mujer que es hoy. El primero había sido el tío abuelo Billy Taupe, que lo etiquetó como alguien mentiroso.
"Aléjate de los chicos que mienten, Katniss Silver. Ni siquiera el amor puede perdonar una mentira"
El segundo había sido un pacificador de quien nunca mencionó el nombre. La abuela lo describe como alguien encantador y apuesto, pero todo terminó por una mentira de parte de él.
"Si un hombre traiciona a un amigo, es capaz de traicionar a la mujer que declara amar."
Y el tercero era el abuelo Erik. Cuando la abuela lo recordaba con mucho amor al punto que su solo recuerdo la ponía triste, esa mirada de dolor cuando ella iba a dejar flores a su tumba y a la tumba de su tía Carolina Scarlet. La añoranza con la que veía su fotografía de boda o hacía girar su anillo de matrimonio.
"Estoy esperando con ansias el día en que me vuelva a encontrar con tu abuelo, Katniss Silver. Se que moriré con una sonrisa en los labios al volver a ver a mi amor"
—No se preocupe, señor Clade — dijo Peeta tomando la mano de Katniss —Nunca haría nada para lastimarla.
Katniss sonrió y luego le dio un casto beso en la mejilla a Peeta. El abuelo C.C sonrió un poco.
—Tienes la sonrisa de Lucy Gray — comentó el abuelo C.C y luego señaló a Peeta — Pobre de ti muchacho si haces algo para que esa sonrisa muera.
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Malena observó de reojo a su hijo y a la chica Everdeen.
Brich los había dejado subir al departamento y Malena ordenó que dejaran abierta la puerta de la habitación de Peeta.
—... naciste un 23 de diciembre, eso te hace Capricornio — dijo la chica Everdeen con un gran mapa extendido sobre el piso de la habitación de Peeta. La chica tenía una afinidad a la lectura de los astros y las cartas, algo poco común en el Distrito Doce pero algo que llamó mucho la atención a las chicas más jóvenes.—... pero me falta tu hora de nacimiento para armar tu carta astral.
—Iré a preguntarle a mi mamá — contestó Peeta. Malena al escuchar eso, se sentó en su sillón favorito con vista a los recetarios que ella siempre revisaba.
Escuchó los pasos de su tercer hijo y Malena fingió leer el recetario.
—¿Mamá? — escuchó llamarla.
—¿Si? — preguntó Malena a su hijo.
—¿Sabes a qué hora nací? — preguntó Peeta.
—Cinco minutos antes de la seis de la mañana — contestó Malena bajando el recetario a su regazo —¿Por qué quieres saberlo?
—Simple curiosidad — fue la respuesta de Peeta antes de marcharse nuevamente a su habitación.
Malena volvió levantarse y caminó sigilosamente hacia la habitación de su hijo, nuevamente los escuchó hablar y la chica Everdeen dijo que se tenía que ir.
—... hoy llega mi papá y mi abuela del Capitolio — dijo la muchacha mientras guardaba todo en su bolso. —Tendré lista tu carta astral para mañana.
La chica y Peeta salieron de la habitación, él la acompañó hasta la salida, desde su lugar en la ventana, Malena vio cómo su hijo se despedía de su novia con un sencillo besó en los labios.
Malena se preguntó cuánto durará esto.
¿Hasta que Everdeen se enterara o hasta que la chica sea arrastrada al Capitolio en tres años?
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Una de las cosas que más le gustaba a Icarus Denim era usar el gran comedor que contaba su casa en la Villa de los Vencedores.
Desde que Matthew murió, él y Calla Violet habían insistido a Hazelle Dion y los chicos de que cenaran tres o cuatro veces por semana con ellos, ya que son familia después de todo.
Mamá estaba conversando alegremente con el tío C.C mientras Primrose Olive reía de algo con Rory.
—¿Y ha habido una novedad uno de estos días? — preguntó Icarus Denim a su hija mayor.
—Ya logró mantener inmovilizado a Peeta durante minuto y medio — contestó orgullosa su hija. Ella misma había pensado en tener un poco de conocimiento de lucha, e Icarus Denim había visto al tercer muchacho de Mellark.
Era un chico de hombros anchos y un poco más alto que Katniss Silver, y parecía que aún le faltaba crecer un poco más. Y hasta el momento no había escuchado nada malo de Peeta Mellark.
—Y ella está armando la carta astral de un amigo — agregó Primrose Olive desde su lugar.
—¿Amigo? ¿Katniss Silver tiene amigos? — preguntó Icarus Denim.
—¡Papá! — Katniss Silver le dio una mirada de indignación — Si tengo amigos. Esta Gale — señaló al nombrado que estaba sentado a lado de ella —Madge Undersee, Delly Cartwright y Peeta.
—¿Solo cuatro amigos? Es decepcionante para alguien bonita como tú — comentó mamá — Aunque estas mucho mejor que tu papá, que solo tenia dos amigos a tu edad.
Icarus Denim miró a su mamá con indignación. No era fácil hacer amigos, por eso solo tenía dos. Aunque había vencedores que consideraba amigos, por ejemplo Gloss Ritchson del Uno, era alguien con quien era divertido jugar una partida de poker cuando estaban en el Capitolio.
O Augustus Braun, que era un chico divertido que era bueno esculpiendo en piedra y muchos del Capitolio parecían encantados en invitarlo a velas en torno al mundo del arte.
Al terminar la cena, Katniss Silver y él lavaron los platos mientras ella contaba con quienes había estado comerciando las cacería los días en que estuvo en el Capitolio.
—...Rooba quedó encantada por ese grupo de cuatro conejos que Gale y yo atrapamos — contó Katniss Silver limpiando los cubiertos —También logramos atrapar a un par de pavos que estaban muy gordos. Uno fue para Cray y el otro se lo vendimos a Sae.
—Estoy muy orgulloso de ti, mi Kat — dijo Icarus Denim rodeando a su hija con su brazo, pequeñas gotas de agua mojaron el piso de la cocina — Eres una buena chica, ayudas a Primrose Olive a entrenar, cazas y eres justa con las negociaciones.
Icarus Denim besó el pálido cabello rubio de su hija.
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Katniss apoyó su cabeza en el hombro de Peeta, Phyl les había dado quince minutos de descanso antes de seguir entrenando.
—¿Y como sigue Lizzy? — preguntó Katniss. — ¿Ya no se marea tanto?
Lizzy Mellark estaba embarazada y tendría a su bebé a mediados de enero, por lo que Katniss calculaba que podría ser un bebé Capricornio como Peeta o nacería bajo el signo acuario.
—Ya está un poco mejor gracias a las mezclas de hierba que hace tu mamá — dijo Peeta —Aunque se queja de que parece pato al caminar.
Katniss soltó una leve risa y luego miró a Peeta.
—Papá sabe de ti — dijo Katniss.
—¿Sabe que somos novios?
—No, piensa que eres solo amigo — contestó Katniss y luego tomó el rostro de Peeta entre sus manos — En serio un día quiere presentarte como mi novio, pero él es un poco estricto. Piensa que debería concentrarme en mi entrenamiento.
—Y tiene un poco de razón.
—¿Te estás poniendo de su lado?
—Estoy siendo un poco realista — dijo Peeta — Puede que sea en el Vasallaje dentro de dos años o el año siguiente, pero te van a cosechar como cada hijo de un vencedor.
—¿Y si no ganó?
—¿Por qué no lo harías? — contestó Peeta — Eres Katniss Silver Everdeen. Llevas más tiempo entrenando que los chicos de las Academias Profesionales, tu ganaras.
—¿Lo crees?
—Por supuesto que si — Peeta le sonrió — Saldrás vencedora como tu padre y abuela.
Katniss le devolvió la sonrisa y se inclinó para besarlo. Peeta colocó sus manos en su cintura mientras ella puso sus manos sobre los hombros de él, no sabe cuánto tiempo se estuvieron besando hasta que Phyl usó su silbato separándolos.
—Okey, pajaritos enamorados — dijo Phyl con una sonrisa — Es momento de seguir entrenando.
Ellos rieron y se levantaron del suelo para continuar con el entrenamiento.
N/a: Estamos más cerca del inicio de los 74th Juegos y con ello el inciode la tercera generación de vencedores +Peeta.
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