Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 50

A la edad de catorce años, Katniss Silver Everdeen empezó a tener una figura ligeramente curvilínea y aquello no pasó desapercibido en sus compañeros de clases o de cursos superiores.

Katniss había visto viejas fotografías de su madre de joven y de sus abuelas cuando eran adolescentes. La abuela Azalea era alta y una figura demasiado delgada con una fina cintura, la abuela Lucy Gray era bajita y sin mucho busto a la edad de dieciocho años.

Cuando se estaba ajustando su sujetador de copa 34B se preguntó de qué lado de la familia heredó los pechos que parecían que seguirán creciendo los siguientes años. Luego se colocó la blusa de color verde grisáceo y sus pantalones negros de mezclilla.

Katniss usaba los vestidos para reuniones o los días de Cosecha.

Se delineó sutilmente los ojos con Khol y se rizó las pestañas para luego colocarse un poco de rimel, ya lista bajó hasta la cocina. La abuela Lucy Gray ya se estaba sirviendo su cotidiana taza de café, Prim estaba comiendo su desayuno y el tío Haymitch roncaba su cabeza apoyada sobre la mesa.

—Hola cariño — dijo mamá colocando un plato de pan tostado con un par de huevos cocinados con salchichas, luego colocó un vaso de leche fría con miel y canela.

—Buenos días —saludó Katniss y luego miró al tío Haymitch — ¿Está vivo?

Katniss lo picoteó levemente con el tenedor en su mano, él gruñó y siguió roncando.

—Estuvo trabajando hasta la madrugada en un trabajo del Capitolio — contestó la abuela Lucy Gray acariciando el cabello castaño del tío Haymitch.

A pesar de ser octubre y su mes libre, papá permaneció en el Capitolio porque requirieron su presencia una boda de alguien del gabinete presidencial.

Mamá colocó una taza de café frente a Haymitch, él se levantó con aspecto cansado y ojeroso y bebió un sorbo de café. Acabado el desayuno, Katniss y Prim se cepillaron los dientes . Prim se despidió de su gato y cabra antes de marcharse a la escuela.

El día fue aburrido y algo frío considerando que otoño se estaba haciendo presente. Katniss pensó que era buen momento de una última cacería antes que los animales empezaran a hibernar.

Antes de la hora del almuerzo, en la casa de economía del hogar que todos deben tomar obligatoriamente. Josephine Grant derramó un frasco con agua sobre la blusa de Katniss, al ser de sencillo algodón el agua hizo que la tela se transparentara, adhirneose a su cuerpo, mostrando el contorno de su brasier y mostrando un poco de escote.

Katniss sintió rápidamente como el rostro se le tornaba rojo de la vergüenza cuando notó la miradas de sus compañeros en ella, mientras la profesora Fowler regañó a Josephine, Katniss lo usó para salirse del aula con sus brazos cubriéndose los pechos.

Luego de algunos segundos escondida en el baño escuchó a alguien entrar.

—¿Katniss? — escuchó la voz de Peeta.

—¿Peeta? — ella salió del cubículo encontrándose con Peeta, él tenía su suéter color naranja en sus manos — ¿Qué haces aquí? Es el baño de niñas.

—Lo sé, pero pensé que necesitas esto — le entregó su suéter.

Katniss lo tomó y se volvió a encerrar en el cubículo, se quitó su blusa mojada, secándose con la misma el contorno de sus pechos antes de colocarse el suéter de Peeta. La suave tela de lana emanaba un ligero aroma a galletas.

Salió del cubículo y ya no vio Peeta, al salir del baño se dio cuenta que él la estaba esperando.

—Gracias — dijo Katniss.

—Está haciendo frío — contestó Peeta — Te podrías enfermar.

Katniss dobló su blusa mojada pensando en dónde la pondría hasta que acabara el día de clases.

•────── ✾ ────── •

Peeta sintió que la sangre se subía a la cabeza cuando vio a Katniss con la blusa empapada. Algunos compañeros no habían sido sutiles desde la cosecha al comentar como Katniss Everdeen estaba adquiriendo una figura curvilínea. 

Peeta había estado tratando de no mirar a Katniss bajó esa luz, pero verle el escote por el accidente en la clase de economía hizo que se sintiera como los pervertidos de sus compañeros de clase.

Así que actuando caballerosamente, se quitó su suéter quedando una camisa azul y se lo cedió a Katniss para que lo usara el resto del día.

A la hora del almuerzo estaban debajo de las gradas. Madge estaba aprendiendo a bordar y estaba trabajando en un elegante pañuelo para su padre, Katniss le había conseguido a Delly un libro sobre papiroflexia y Delly estaba encantada ante la oportunidad de hacer figuras de papel que prácticamente está recolectando de quien sea periódicos viejos.

Katniss estaba sentada tocando la melódica una canción que estaba practicando desde hace días.

Peeta la estaba mirando, la forma de su rostro y como sus ojos brillaban ante la música que ella misma hacía.

En un momento sintió unas miradas y se dio cuenta que Madge y Delly lo miraban fijamente, él se sonrojó y regresó su mirada a sandwich.

•────── ✾ ────── •

Para diciembre, es el cumpleaños quince de Peeta y Katniss logró convencer a su tío Haymitch que le trajera un set de arte del Capitolio.

Cuando preguntó para quién era dijo que era para un amigo.

—¿El niño panadero? — preguntó tío Haymitch con diversión entregando el regalo. — ¿Es tu novio? ¿Lo sabe tu papá?

—Peeta es mi amigo — contestó Katniss colocando los billetes en la mano a Haymitch. Ella tuvo que vaciar parte de su alcancía, pero valió la pena.

Tío Haymitch soltó una carcajada pero no dijo nada. Al ser diciembre, papá estaba en el Capitolio trabajando, así que Katniss podría ir a la panadería y entregarle el obsequio a Peeta, era domingo, así que la panadería estaba cerrada.

Katniss se colocó un cálido abrigo de piel de color crema y salió de la casa de tío Haymitch con dirección a la panadería, al caminar por el pueblo pudo sentir las miradas sobre ella, pero ella mantuvo la cabeza en alto y avanzó hasta la panadería.

Tocó el timbre que conectaba al departamento que había encima de la panadería, luego de algunos minutos, el señor Mellark le abrió la puerta.

—¿Katniss? — dijo sorprendido,

—Buenos días, señor Mellark — saludó con cortesía Katniss — ¿Está Peeta?

—Estamos todos arriba — dijo el señor Mellark — Pero eres bienvenida a subir.

Katniss sonrió y siguió al señor Mellark por la escalera hasta el departamento de los Mellark, al llegar lo primero que vio fueron los venenosos ojos verdes de la señora Mellark.

—¿Qué hace ella aquí? — preguntó la señora Mellark con un delantal de cocina sobre su falda café, al aparecer estaba preparando el almuerzo.

—Traje un regalo de cumpleaños para Peeta — mostró el regalo envuelto en un elegante papel brillante del Capitolio.

—Que amable de tu parte, Katniss — le sonrió el señor Mellark.

—¡Peeta Mellark ven en este instante! — gritó la bruja con las manos sobre la cintura.

El señor Mellark le pidió su abrigo y Katniss se lo quitó dejando al descubierto un vestido de color tinto, por debajo usaba medias térmicas y botines blancos. Ella no supo que la llevó a usar vestido ese día.

El señor Mellark colocó el abrigo en una percha y Katniss se sentó en uno de los sillones de la casa con la mirada de la bruja Mellark. Luego de algunos minutos Peeta llegó a la sala solo con pantalones, ya que parecía haberse salido de la ducha por la humedad de su cabello y que tenía una toalla en su mano.

Katniss bajó la mirada y pudo escuchar a la bruja Mellark gritarle a Peeta que se vaya a poner presentable.

Luego de algunos minutos Peeta regresó con el cabello un poco húmedo y usando una camisa de mangas largas de color café.

—Katniss...

—¡Feliz cumpleaños! — dijo Katniss extendiendo el paquete forrado.

Peeta sonrió nervioso y se sentó a su lado, con cuidado abrió el paquete y jadeó sorprendido cuando vio un estuche negro, con cuidado lo abrió y descubrió que adentro había muchos lápices de colores.

—Mi tío Haymitch me ayudo a conseguirlos — dijo Katniss — Se que a ti te gusta dibujar y pintar, así que pensé que te gustaria.

Katniss miró hacia arriba y vio a los padres de Peeta observándolos. El señor Mellark tenía una sonrisa y la bruja la veía con el ceño fruncido.

—Es genial... yo no tengo palabras — contestó Peeta —Gracia Katniss.

—No hay de qué — sonrió Katniss — Me alegra mucho que te gusten.

Los dos se sonrieron por unos segundos.

—¿No quieres quedarte a almorzar con nosotros, Katniss? — le preguntó el señor Mellark.

—¿No estaría interrumpiendo ? — preguntó Katniss.

—Al contrario — dijo el señor Mellark — Rye está con Phyl y Lizzy.

Peeta también insistió en que se quedara, así que ella almorzó con los Mellark en una agradable charla con el señor Mellark y Peeta, al final, Peeta la acompañó hasta la salida. Se miraron unos segundos antes que Peeta se inclinara y le diera un beso en los labios.

Katniss cerró los ojos pensando en lo cálido de los labios de Peeta Mellark, luego de lo que parecieron eternos segundos se separaron.

Ninguno dijo nada, las mejillas de Peeta estaban ruborizadas.

Katniss, con la voz temblorosa, se despidió y corrió hacia la casa de Madge.

•────── ✾ ────── •

—¡Dime Madge! ¡¿Qué hago?! — se lamentó Katniss acurrucada sobre su cama.

El día había sido aburrido para Madge hasta que Katniss apareció en su casa y la llevó a la casa de ella alegando que era una emergencia y necesitaba su opinión.

—¿Te gusta? — preguntó Madge mirando a su amiga.

—Si — se mostró sonrojada Katniss — Pero tú sabes...

—La regla de tu padre — interrumpió Madge — Algo que me parece totalmente absurdo. No tenemos todo el tiempo del mundo, así que no le veo lo malo que salgo

—Pero lo dice por mi bien

—Katniss — dijo Madge — Te mereces vivir un poco como una adolescente normal. Entrenas con esmero para los Juegos, has mejorado en tus notas de matemáticas y ayudas a tu madre recolectando plantas y en tu casa. Prácticamente eres el sueño de todo padre, así que date el lujo de salir con un chico.... tu padre no se debe enterar.

—Madge...

—Te lo mereces Katniss — le volvió a insistir — Si solo vives para entrenar para los Juegos, te acabarás volviendo a como el resto de los tributos profesionales, con una vida dedicada al servicio del Capitolio y solo pensando en los Juegos, sin una esencia propia.

Katniss bajó la mirada a su almohada.

—Madge tiene razón — dijo una voz, Katniss y Madge alzaron su vista hacia la puerta, la señora Everdeen estaba en el marco con una ligera sonrisa — ¿Es Peeta, verdad?

Katniss asintió con la cabeza.

—Si quieres salir con él, hazlo — contestó la señora Everdeen — Madge tiene razón, te mereces un poco de normalidad. Icarus Denim solo tiene miedo... solo quiere darte las herramientas necesarias, pero también mereces ser un poco de felicidad en las circunstancias que vivimos.

—¿Y qué pasa con papá?

—Yo te cubro — sonrió la señora Everdeen —Además, tu padre es un poco hipócrita con la regla de no chicos hasta pasada la edad de cosecha. Él y yo salimos a los diecisiete.

—Gracias mamá...

—De nada, mi flor de pantano — le dijo pero luego adoptó una mirada de seriedad — Pero si mantengo la regla de mantenerte alejada del Vertedero, no me agrada la idea de mi hija en ese horrible lugar.

—Lo entiendo, mamá...

La señora Everdeen se despidió de ambas, ahora Madge también serviría como guardiana de ese noviazgo.

Peeta estará en las nubes cuando Katniss le declaré sus sentimientos.

N/a: Listo! Tenemos el Everllark!!! Y si, se viven sonrojando porque son adolescentes que se están empezando a hormonar. 

Calla Violet es capaz de mentirle a su esposo para darle un poco de normalidad adolescente a su hija. 

Esta Katniss al tener mejor alimentación y una buena genética Snow la hará tener una figura delgada pero con curvas conservadoras que la harán "deseable" a los ojos del Capitolio.

El regalo de Katniss a Peeta:



Calla Violet: No me gusta que te vayas al Vertedero para estar con Peeta..... mejor ve a la cabaña del lago, es un lugar más privado y acogedor. Y no te olvides de las hierbas, soy joven para hacer abuela y no quiero que mi esposo asesine a Peeta. 

Katniss: No se de donde saqué la figura curvilínea, ni madre ni mis abuelas eran así de adolescentes. 

*Abuelatriz Snow en su juventud*

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro